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Mujeres haciendo MAP

En contra de los estereotipos y la desinformación, productoras del estado de Morelos asisten a talleres y capacitaciones para implementar en sus parcelas innovaciones agrícolas que les permiten mejorar su sistema de producción y lograr la seguridad alimentaria de sus familias.
El Programa MasAgro, de la SADER y el CIMMYT, es el medio para dar a conocer prácticas sustentables como el Manejo Agroecológico de Plagas y soluciones herméticas poscosecha entre las productoras.
Por: Sofía Muñoz, colaboradora del Hub Pacífico Centro.
22 de julio de 2019.

Morelos.- Productoras de los municipios de Yecapixtla y Tepoztlán, Morelos, que reciben asistencia y acompañamiento técnico mediante el programa MasAgro, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), implementaron el Manejo Agroecológico de Plagas para disminuir el uso de plaguicidas y brindar a sus familias alimentos inocuos y de mejor calidad. Además de participar en las labores del proceso productivo del maíz, las productoras son las responsables de tomar decisiones sobre sus parcelas, lo que las ha convertido en un ejemplo en sus comunidades.

Originarias de las comunidades de Achichipico, en Yecapixtla, y de Santa Catarina, en Tepoztlán, las productoras han instalado alrededor de 54 trampas con feromonas en las 28 hectáreas que suman sus parcelas; se trata de pequeñas productoras con superficies de cultivo, en su mayoría, menores de 2 hectáreas. El uso de feromonas es significativamente más económico que la aplicación de plaguicidas: el costo por trampa —en promedio— es de $80 a $90. Cuando las trampas con feromonas son instaladas en el tiempo adecuado (no inmediatamente después de la siembra pero sí dentro de los primeros días de crecimiento), permiten tener mejores resultados en el manejo de la plaga.

Maricarmen Portugal y Leonor Carmona, dos de las productoras que asisten continuamente a los talleres y a las capacitaciones que imparten las y los especialistas del CIMMYT, comentan que con el Manejo Agroecológico de Plagas han podido ahorrar hasta $1,000 por hectárea y que les da gusto saber que además contribuyen al cuidado del ambiente, pues ellas y las otras productoras se han ahorrado de una a dos aplicaciones de insecticida. En los monitoreos que se han realizado en las parcelas donde se instalaron las trampas se han contabilizado hasta 800 palomillas por trampa, por lo que Maricarmen, Leonor y las demás productoras piensan seguir realizando esta práctica sustentable.

El manejo de plagas no es la única innovación que las productoras han implementado en sus parcelas. Con el acompañamiento técnico que han recibido, han adoptado otras prácticas sustentables derivadas de la Agricultura de Conservación para mejorar la calidad de los granos con los que alimentan a sus familias. Además, los talleres y las capacitaciones han permitido que las productoras encuentren un espacio para compartir sus experiencias. A través de sus testimonios, han reconstruido la historia de las prácticas agrícolas de sus comunidades y han puesto de relieve el importante papel de las mujeres en dichas prácticas.

Sembrar, quitar la hierba de forma manual, deshojar, piscar, desgranar, seleccionar las hojas para venta y poner a secar el maíz son algunas de las actividades que las mujeres de Yecapixtla y Tepoztlán han realizado tradicionalmente. Ahora, a esta lista se suman innovar el sistema de producción y tomar decisiones sobre él. Tanto para la productora de mayor edad (84 años) como para la participante más joven (15 años) —que apoya en el proceso productivo familiar—, estas nuevas actividades representan cambios favorables y radicales dentro de la vida cotidiana de sus comunidades.

Innovar no ha sido sencillo, a pesar del apoyo que han recibido del programa MasAgro y del gobierno local de sus respectivos municipios para comprar feromonas. Muchas productoras —y productores— de la localidad, cuando reciben la invitación para hacer Agricultura de Conservación por parte de estas productoras innovadoras, piensan que se trata de un engaño o que es una pérdida de tiempo. No es sino hasta que ven cómo estas mujeres reducen sus costos de producción y mejoran sus rendimientos que, paulatinamente, cambian de parecer.

Hoy este grupo de productoras sigue sumando actividades a la lista de las históricamente realizadas por las mujeres de sus comunidades, como el uso de soluciones herméticas poscosecha para el almacenamiento de granos. Para ellas, este es sólo el inicio de un nuevo papel para las mujeres en la agricultura, pues delante tienen importantes retos que ellas mismas han hecho notar en los talleres, como hacer frente al cambio climático y recuperar la diversidad de cultivos que antes tenían. “El clima no era como ahora, es decir, había mayor seguridad en las fechas de lluvias para la siembra, y la temperatura era menor; eso permitía que hubiera otros cultivos, como trigo, cebada, camote, sandía, cacahuate y calabaza”, mencionan.

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Para mejorar su producción, agricultores de Tlaxcala siembran variedades experimentales de trigo

Productores de Hueyotlipan, Tlaxcala, sembraron variedades experimentales de trigo proporcionadas por el CIMMYT, y evaluarán su adaptabilidad y rendimiento.

Por: ingeniero Emiliano Vázquez García, formador MasAgro en Tlaxcala.

Junio de 2019.


Hueyotlipan, Tlax.- Productores que han logrado mejorar la calidad de sus suelos con la implementación de la Agricultura de Conservación buscan mejorar la calidad y rentabilidad de su producción a través de la introducción de variedades de trigo más resistentes a los factores que afectan a los cultivos de la zona. Las semillas de trigo de líneas experimentales que los productores sembraron este ciclo son producto de las investigaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Tlaxcala es uno de los estados con mayor producción de trigo en la región Valles Altos; sin embargo, en las distintas etapas de crecimiento las plantas de trigo de temporal están expuestas a daños, plagas, enfermedades y estrés que interfieren con su desarrollo, lo que disminuye el rendimiento en la producción del cereal. Para resolver algunos de estos problemas, el Hub Valles Altos —del CIMMYT— proporcionó a productores del municipio de Hueyotlipan, Tlaxcala, semillas de trigo de variedades experimentales que buscan evitar mermas en la producción y pérdidas económicas.

Los productores Palemón Carrillo, Aarón Galindo y José Ascensión Carrillo, quienes sembraron las variedades experimentales, cooperan con el CIMMYT desde hace años. Han adoptado diversas prácticas sustentables derivadas de la Agricultura de Conservación, como la rotación de cultivos (maíz, trigo y cebada) y la incorporación de minerales al suelo. Por ello, sus parcelas —que son el módulo de exhibición La Cañada de Palemón y las áreas de extensión La Cantera y Ascensión, respectivamente— fueron idóneas para la siembra de las variedades experimentales.

En Tlaxcala, Hidalgo, Puebla y Estado de México el trigo en temporal se siembra de mayo a junio y se cosecha de noviembre a diciembre. Durante ese lapso, los productores que sembraron el trigo experimental —con la asesoría de los especialistas del CIMMYT— validarán su adaptabilidad, su desarrollo, su comportamiento fitopatológico —es decir, vigilar si aparecen enfermedades— y, sobre todo, el rendimiento de las líneas experimentales de trigo (medido en toneladas por hectárea).

Gracias a la buena ubicación geográfica de las parcelas y a su fácil acceso, se espera que otros productores de Hueyotlipan y de los municipios vecinos, así como los centros de investigación e institutos de estudios agropecuarios de la región, puedan acudir a las actividades de demostración que se organizarán, para que ellos también evalúen —y en dado caso adopten— la innovación de las variedades de trigo proporcionadas por el Hub Valles Altos, del CIMMYT.

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Se premian trabajos innovadores en seguridad alimentaria y sustentabilidad

  • Cargill México y el CIMMYT realizaron la cuarta premiación de los proyectos más innovadores en beneficio de la producción agrícola sustentable en México. Los premios fomentan la generación de iniciativas de producción de alimentos seguros, nutritivos y asequibles para la población.
  • Los ganadores fueron el doctor Ernesto Solís, del INIFAP, por el desarrollo de nuevas variedades de trigo; Paul García, de MasAgro Guanajuato, por la estrategia #RetoRastrojoGTO; y el productor Carmen Martínez, por la cadena de valor de girasol en Zacatecas.

Por: Comunicaciones corporativas-CIMMYT.

3 de julio de 2019.


Texcoco, Edo. Méx.- En las instalaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se realizó la entrega de los Premios Cargill-CIMMYT a la Seguridad Alimentaria y la Sustentabilidad, los cuales se otorgan a quienes han logrado un impacto positivo demostrado en producción, rentabilidad, sustentabilidad, innovación, nivel de adopción, visibilidad y aplicación o extensión de prácticas, innovaciones, tecnologías o actividades en beneficio de la producción agrícola sostenible en México.

A los premios se postulan proyectos de todo el país, los cuales son evaluados por un comité integrado por representantes de Cargill México e investigadores del CIMMYT. Posteriormente, un consejo de expertos dictamina cuáles proyectos son los ganadores. En esta edición, a la convocatoria aplicaron 34 proyectos de diferentes estados.

Este año, en la categoría Investigador —donde concursan científicos e investigadores en agronomía; genética; mejoramiento de maíz, trigo, cebada o sorgo; y tecnologías de la información y la telecomunicación aplicadas al sector agroalimentario— ganó el doctor Ernesto Solís Maya, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), por el proyecto ‘Variedades de trigo’.

En la categoría Líder de Opinión —dirigida a líderes de asociaciones de productores, técnicos y profesionales de la comunicación que trabajan en el sector agroalimentario— el ganador fue Paul García Meza, de MasAgro Guanajuato, por la estrategia #RetoRastrojoGTO. Y, finalmente, en la categoría Productor —dirigida a productores de granos básicos, como maíz, trigo, cebada y sorgo— el premio fue para el señor Carmen Martínez García, por ‘La cadena de valor de girasol en Zacatecas’.

Para el doctor Solís Maya, “el premio es el reconocimiento a la labor en el desarrollo de variedades que han logrado incrementar el rendimiento de trigo en Guanajuato”. De acuerdo con el investigador, son las alianzas entre instituciones —como el INIFAP, el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural— las que pueden acortar el tiempo de obtención de semillas con características adecuadas para el cambio climático; por esto el premio es importante, pues permite potenciar estas alianzas para que los productores, ante las nuevas condiciones ambientales, puedan mantener o incrementar sus rendimientos en beneficio de la seguridad alimentaria mundial.

Por su parte, Paul García Meza, de MasAgro Guanajuato, manifestó que “la estrategia por la que nos premian tiene por objetivo que las prácticas sustentables lleguen al productor. Promovemos principalmente la Agricultura de Conservación porque le permite (al productor) tener ahorros significativos que se reflejan en mejoras en su calidad de vida. La estrategia es replicable; en Jalisco y Michoacán ya se está haciendo. En Guanajuato hemos realizado 56 eventos donde se capacita al productor, desde la siembra, el manejo de rastrojo, la fertilización y el manejo de plagas y enfermedades, y con esto hemos llegamos a un público de más de 2,000 personas en tan solo unos meses de operación de la estrategia”.

Para finalizar, el doctor Martin Kropff, director general del CIMMYT, declaró que “con este premio, el CIMMYT y sus aliados buscan identificar y reconocer las actividades, prácticas, tecnologías y conductas de liderazgo que fortalecen la seguridad alimentaria y la sustentabilidad de México”.

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Se avanza en la reducción del consumo de agua en cultivos de cebada gracias a la alianza HEINEKEN México-CIMMYT

Se presentaron los resultados del proyecto de investigación “Cultivando un México Mejor” y los avances del proyecto de escalamiento de la estrategia.
Los resultados favorables refuerzan la alianza HEINEKEN México-CIMMYT para lograr la reducción del consumo de agua en cultivos de cebada a través del desarrollo de capacidades directamente en los productores.
Por: Divulgación CIMMYT.
20 de junio de 2019.

Guanajuato.- Directivos de HEINEKEN Company y HEINEKEN México, junto con colaboradores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se reunieron para la presentación de los resultados del proyecto de investigación Cultivando un México Mejor y los avances del proyecto de escalamiento de esta iniciativa impulsada por ambas organizaciones. El encuentro refuerza la alianza HEINEKEN México-CIMMYT en favor de la sustentabilidad en la producción de cebada a través de la Agricultura de Conservación.

Por parte de HEINEKEN asistieron Geraldine Bernard, de Sustainability & innovation lead-Raw material; Blanca Brambila, gerente de Sustentabilidad y Responsabilidad Social Corporativa; y Erik López Valladares, de Raw and Pack Procurement Management e integrantes del equipo de Cebada de HEINEKEN México, quienes, junto con el equipo del CIMMYT visitaron la plataforma de investigación Irapuato III —en el Centro Universitario de Vinculación con el Entorno (CUVEN) de la Universidad de Guanajuato (UG)—, donde se evalúan el consumo de agua en los sistemas de labranza y los sistemas de riego, así como la respuesta en rendimiento y calidad de grano de variedades de cebada comerciales y en desarrollo, sometidas a diferentes condiciones de estrés hídrico.

Posteriormente, los directivos de HEINEKEN y el equipo del CIMMYT visitaron un módulo —área de adaptación de las innovaciones desarrolladas en la plataforma de investigación— en el municipio de Pueblo Nuevo, Guanajuato. En Valle de Santiago, también municipio de esa entidad, interactuaron con productores de cebada que tomaban una de las capacitaciones que se han brindado en el marco del proyecto.

El desarrollo de capacidades en los productores para que adopten prácticas sustentables que les permitan reducir el consumo de agua en el cultivo de cebada está en el centro del proyecto Cultivando un México Mejor. Por ello, los sistemas de irrigación, el Manejo Agroecológico de Plagas y la reducción del uso de agroquímicos, entre otras prácticas sustentables orientadas a aprovechar y preservar los recursos naturales (el agua, fundamentalmente), forman parte de las innovaciones que promueve el proyecto.

Finalmente, se presentaron los resultados de tres años del proyecto de investigación y el avance del primer ciclo de cebada del proyecto de escalamiento, cuya intención es incrementar significativamente el área y el número de productores que adopten innovaciones para fomentar un uso eficiente del agua en el sistema de producción de cebada en los estados de Guanajuato y Querétaro.

A tres años del inicio del proyecto, la presentación de resultados favorables reforzó la alianza HEINEKEN México-CIMMYT, que es fundamental para seguir trabajando en la meta de sustentabilidad trazada: reducir el consumo de agua entre 15 y 20% en el cultivo de cebada a través de la Agricultura de Conservación, con lo que se espera lograr un ahorro total de alrededor de 600,000 m3 para 2021.

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Cómo ahorrar agua, tiempo y dinero en el cultivo de cebada

  • A través del proyecto Cultivando un México Mejor, el CIMMYT y HEINEKEN México promueven la adopción de prácticas sustentables que permiten reducir el consumo de agua en la producción de cebada.
  • Productores de Salvatierra, Guanajuato, se suman al proyecto y corroboran que a través de la Agricultura de Conservación disminuyen sus costos de producción y contribuyen a mitigar el impacto ambiental.

Mayo de 2019.

Por: Divulgación-CIMMYT.


Salvatierra, Gto.- Para promover prácticas sustentables que contribuyan a hacer frente a las problemáticas ambientales más urgentes del país y el mundo, particularmente las relacionadas con el agua, productores de diversos municipios de Guanajuato que han adoptado la Agricultura de Conservación (AC) exhiben sus parcelas para que otros productores sigan sus pasos. Estas acciones forman parte del proyecto Cultivando un México Mejor, que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y HEINEKEN México.

Una de las metas del proyecto es reducir entre 15 y 20% el consumo de agua en la producción de cebada a nivel de parcela. Ahorrar agua permite disminuir los costos de producción y mitigar el impacto ambiental. En voz de Noé Gándara, uno de los productores del municipio de Salvatierra que ya ha adoptado la AC: “es muy importante tocar el tema del agua. Yo aquí en el campo lo estoy viviendo, porque en el campo se desperdicia mucha agua; usamos grandes cantidades para producir nuestros productos. Entonces, si hay un sistema que te ahorra agua, tiempo y dinero, pues bienvenido; eso es lo que necesitamos”.

Noé Gándara manifestó que con las innovaciones implementadas se ahorra hasta tres horas de riego por cada hectárea. Sobre su acercamiento a la Agricultura de Conservación comentó: “unos ingenieros me dijeron ‘oye mira, por qué no pruebas este sistema; te trae beneficios a futuro’; así me acercaron al proyecto de HEINEKEN México y el CIMMYT, y me ha gustado. Se ve el beneficio y el cambio de la siembra tradicional a la AC con cien por ciento de rastrojo incorporado. Este es el primer año, con una parcela nada más. Con ese sistema, el cambio que yo he visto es el ahorro en agua y en la preparación de cultivo y de siembra y el beneficio para la planta, porque he observado que con el rastrojo crece mucho mejor que cuando no hay rastrojo”.

Cultivando un México Mejor es un proyecto integral que, además de disminuir el consumo de agua (de 800 a 1,200 m3 menos por ciclo), promueve la generación de capacidades en los productores. El objetivo es que los productores que abastecen de cebada a HEINEKEN México adopten prácticas sustentables derivadas de la AC, como el Manejo Agroecológico de Plagas y la fertilización integral, para que puedan tomar las mejores decisiones en favor del ambiente y de su propia calidad de vida.

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El proyecto Cultivando un México Mejor promueve el valor de la producción sustentable y el uso eficiente del agua

Cortázar, Gto.- El proyecto Cultivando un México Mejor, que impulsan de manera conjunta el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y HEINEKEN México, promueve el valor de la producción sustentable de cebada y el uso eficiente del agua. Es importante que los productores que siembran este grano y abastecen a la citada compañía estén capacitados en técnicas innovadoras que contribuyan a generar sistemas de producción más sustentables y rentables.

Para cumplir con este propósito, se organizaron eventos demostrativos en diversos municipios de Querétaro y Guanajuato en los que se produce cebada. Además, se invitó a los productores a que participen en las actividades que se preparan para esa jornada.

Uno de los eventos se realizó el 5 de abril en la comunidad de San Isidro, del municipio de San Juan del Río, Querétaro, en la parcela del productor Armando Gervacio, donde se montaron tres estaciones con los temas manejo de la parcela y Agricultura de Conservación, monitoreo de plagas y enfermedades y tips técnicos para establecer Agricultura de Conservación en el ciclo primavera-verano. Durante el evento, también se compartió con los productores información para que logren identificar la importancia de los tiempos de riego en la cebada y el impacto positivo de control de enfermedades como Fusarium y Mancha Reticular, con alternativas sustentables.

El otro encuentro con productores se realizó el pasado 11 de abril en el municipio de Pueblo Nuevo, Guanajuato, en la parcela de Jesús Ledesma Gallardo, quien ha adoptado innovaciones para hacer más sustentable la producción de este grano, como la siembra de cebada con sistema de riego por goteo. Ahí los asistentes pudieron constatar el manejo agronómico que se le dio a la parcela. Se evaluaron el gasto de agua del cultivo en Agricultura de Conservación, en comparación con agricultura tradicional, y el tratamiento a la semilla con Trichoderma, en comparación con el uso de productos comerciales. Se mostraron vitrinas de variedades de cebada, la fertilización variable con el uso de imágenes tomadas con drones y la baja densidad de siembra, de 94 hasta 200 kilos de semilla, dependiendo de la fecha para sembrar y la variedad.

El 12 de abril se llevó a cabo un tercer evento demostrativo en la comunidad Fracción Las Fuentes, del municipio de Cortázar, en la parcela del productor José Antonio Rosas, donde se abordaron diversos temas acerca de la producción sustentable de cebada: fertilización integral, Manejo Integrado de Malezas y Manejo Agroecológico de Plagas y Enfermedades, manejo de rastrojos para la siembra del ciclo primavera-verano en Agricultura de Conservación y manejo agronómico de cebada Prunella.

En el marco del proyecto, el 28 de marzo se realizó una actividad de capacitación para productores en Casas Blancas, municipio de Valle de Santiago, donde se presentaron innovaciones implementadas, como densidades bajas de siembra en seis hileras con camas angostas, aplicación de la segunda fertilización en forma líquida para hacer más eficiente el uso del fertilizante y medición de agua en el módulo de riego del productor Jorge Martínez, y algunos consejos prácticos para establecer AC en el ciclo primavera-verano.

La adopción de una agricultura sustentable es la propuesta del proyecto Cultivando un México Mejor, para lograr un mejor aprovechamiento de los recursos naturales, con la posibilidad de reducir 30% el consumo de agua.

Para que el proyecto cumpla con su objetivo, se formó un equipo que encabezan, por HEINEKEN México, Luis Martínez, Federico Chavarín y Javier Morales; y por el CIMMYT en Guanajuato, Erick Ortiz y Nuria Ochoa, con el soporte técnico de los ingenieros Bartolo González Torres, Sinué Pérez Castillo, Fernando Fernández Duarte, Alonso Torres y Rafael Cortés Hernández.

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Con prácticas sustentables es posible reducir el consumo de agua para el cultivo de cebada en Guanajuato

En el marco del proyecto «Cultivando un México Mejor», que impulsan el CIMMYT y HEINEKEN México, se promueve el escalamiento de innovaciones y prácticas sustentables en la región para conservar los recursos naturales.
Por: Ramón Barrera, Divulgación CIMMYT.

Guanajuato.- Como parte de la estrategia de escalamiento del proyecto “Cultivando un México Mejor”, que está basado en la adopción de la Agricultura de Conservación como sistema de producción y que impulsan el CIMMYT y HEINEKEN México, el pasado 8 de marzo se realizó un recorrido de campo por la parcela del productor cooperante Guadalupe Galván en la comunidad de La Bolsa, municipio de Jaral del Progreso, Guanajuato.

Unas de las características que hacen de don Guadalupe Galván un productor innovador son la disciplina y la sólida motivación que manifiesta para mejorar su sistema productivo y contribuir a conservar los recursos naturales en su región. Muestra de ello son los 14 años que ha cultivado sin mover el suelo para la producción de grano pequeño. Durante las actividades, diversos productores pudieron constatar en su parcela el desarrollo del cultivo de cebada y los beneficios de haber adoptado la Agricultura de Conservación como sistema de producción sustentable que le ha permitido reducir el consumo de agua, disminuir los costos de producción y contribuir a mitigar el impacto ambiental con otras prácticas asociadas a la AC, como el Manejo Agroecológico de Plagas y la fertilización integral.

En ese sentido, uno de los objetivos del proyecto es la generación de capacidades para el ahorro de agua y la implementación de prácticas sustentables. El ingeniero Alonso Torres, consultor del CIMMYT para el proyecto de HEINEKEN México, impartió una capacitación a los productores sobre plagas y enfermedades. Destacó que para prevenir la presencia de estas en el cultivo en el ciclo otoño-invierno es importante usar alternativas de manejo, entre las que figura el tratamiento a la semilla con microorganismos, conjuntando otras acciones como el control cultural, que son prácticas agrícolas ordinarias como sembrar en camas altas, la reformación de camas que facilitarán el drenaje de la parcela y mantener la humedad adecuada para el cultivo.

La capacitación tuvo como propósito que los productores adopten la Agricultura de Conservación como un sistema de producción sustentable y rentable, que a su vez es ambientalmente responsable y que genera beneficios económicos a escala local y regional, ya que disminuye el consumo de agua (de 800 a 1,200 m3 menos por ciclo), logrando ahorros de un 15% aproximadamente. Con el apoyo técnico del CIMMYT se realizan mediciones para determinar los niveles de ahorro y generar información valiosa que permita a otros productores implementar estas prácticas.

El proyecto “Cultivando un México Mejor” se orienta a impulsar cambios de mentalidad en los productores para realizar una Agricultura Sustentable, que genera impactos positivos para el ambiente y para la economía del productor. La estrategia involucra el uso del riego tecnificado y la nivelación de terrenos para promover, en un futuro, la adopción de estas prácticas intensivas sustentables entre los productores que abastecen de cebada a HEINEKEN México.

En Guanajuato, con este proyecto se están escalando innovaciones como Agricultura de Conservación, fertilidad integral, arreglo topológico con siembra a seis hileras en camas de 1.60 metros, menor densidad de siembra, entre otras, lo cual permite al productor un ahorro de $6,000 pesos por hectárea en comparación con el sistema convencional, alcanzando el mismo rendimiento.

La meta del proyecto “Cultivando un México Mejor” es reducir entre 15 y 20% el consumo de agua en la producción de cebada a nivel de parcela. Aún hay camino por recorrer, pero los productores son testigos de que las prácticas sustentables, la disciplina y la constancia hacen posible que de manera más rentable se generen acciones para la conservación de los recursos naturales y la mitigación del impacto ambiental.

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MasAgro Guanajuato promueve innovaciones para el manejo de rastrojo en cultivos de cebada y trigo

Se utiliza el rastrillo en “V” para el manejo de rastrojos y camas de siembra altas para maíz y sorgo en suelos de tipo vertisol.
Por: Arturo Rangel Lucio, técnico MasAgro Guanajuato.

En la zona del Bajío guanajuatense, en el sistema de siembra de riego se trabajan dos ciclos al año. En el primavera-verano (PV) se cultiva sorgo y maíz, principalmente, y se obtiene un rendimiento promedio de entre 8 y 14 toneladas de grano por hectárea; en el ciclo otoño-invierno (OI) se trabaja con trigo y cebada, que por lo general alcanzan rendimientos de entre 4 y 8 t/ha.

La trilla que se realiza en cada ciclo genera residuos de cosecha que oscilan entre 12 y 22 toneladas de rastrojos. Los productores tradicionalmente han considerado a los residuos de cosecha como algo que dificulta las labores de preparación del suelo (en agricultura convencional), y el manejo que les dan son diversos, pues algunos retiran parte del rastrojo en ambos ciclos para poder preparar el suelo. Sin embargo, en MasAgro Guanajuato promovemos la adopción de la Agricultura de Conservación, la cual se ha adaptado muy bien al ciclo PV, pues se siembra sobre el esquilmo; esto no ha sucedido en el ciclo OI, ya que los productores deciden mover el suelo.

Con un buen manejo de rastrojos en ambos ciclos es posible dejar 100% sobre la superficie e ir mejorando la estructura del suelo y la materia orgánica a mediano o largo plazo. Pero, para que se deje el total de los esquilmos como cobertura, es indispensable un buen manejo, que inicia desde la trilla, donde una buena distribución del rastrojo nos va a permitir establecer el siguiente cultivo de manera satisfactoria.

Dependiendo de la unidad de producción con la que se trabaje, se puede dejar todo el esquilmo, o, si existe demanda de rastrojo para ganado, dejar mínimo 30% de este como parte fundamental para poder trabajar la Agricultura de Conservación. No existen recetas para determinar cuánto rastrojo dejar; sin embargo, la distribución si es indispensable.

Para establecer el manejo de rastrojos en el ciclo PV, se pueden usar herramientas que ayudan a realizar un manejo adecuado. El rastrillo en “V” es una de las herramientas que nos ayudarán a hacer un buen manejo de rastrojos de cebada y trigo, ya que va a juntar la mayoría de estos en la parte central de la cama de siembra y facilitará la siembra de maíz y sorgo, disminuyendo los problemas de establecimiento del cultivo. Esta labor de manejo de rastrojo permite también realizar un buen reformado de camas de siembra o surcos para facilitar el buen riego o drenaje de la parcela, lo que beneficia al desarrollo del cultivo.

En el Bajío los suelos son de tipo vertisol y están conformados por arcillas pesadas con una mezcla considerable de arcillas expandibles; tienen una alta retención de humedad, por lo que realizar un buen reformado de camas de siembra es fundamental en la Agricultura de Conservación en este tipo de suelo. Las camas de siembra altas nos van a permitir que la planta sufra menos estrés por exceso de humedad en el suelo; además, en temporada de lluvias facilita el drenaje de la parcela.

La Agricultura de Conservación es una tecnología sostenible que comprende diversas prácticas agrícolas que se adaptan a cada región, como la mínima labranza, el uso del rastrojo como cobertura para el suelo y la rotación de cultivos.

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MasAgro Guanajuato y su #RetoRastrojo promueven la eficiencia en el uso de fertilizantes

En el Bajío guanajuatense no existen máquinas que permitan depositar fertilizantes nitrogenados en el suelo en sistemas de AC. Por eso, a través de la vinculación con empresas locales de maquinaria, se propuso la adaptación de máquinas que permitan trabajar en el rastrojo y que sean rápidas y precisas.
Por: Paúl García Meza, coordinador técnico de MasAgro Guanajuato, y Martha Coronel Aguayo, coordinadora de Capacitación de MasAgro Guanajuato.
20 de febrero de 2019.

Pénjamo, Gto.- La fertilización es un componente muy importante de los sistemas intensivos de producción en el Bajío guanajuatense, sobre todo de maíz y trigo. Corresponde a entre 30 y 40% de los costos totales de producción de estos cultivos. Uno de los principales elementos utilizados es el nitrógeno (N), el cual tiene características físicas y químicas que lo hacen susceptible a una baja eficiencia en los sistemas de producción de granos, porque la inmovilización de nitrógeno —que es la etapa del ciclo biogeoquímico de este elemento en la que la descomposición de los rastrojos a través de microorganismos utiliza el nitrógeno como fuente de energía, reduciendo la disponibilidad para el cultivo— es proporcional a la relación carbono-nitrógeno (C/N) de los rastrojos.

Los productores saben que la inmovilización del N aumenta cuando hay rastrojos y ocasiona, según ellos, “el amarillamiento”. Efectivamente, este amarillamiento del cultivo es un hecho, pero se debe al método que utilizan para fertilizar: el voleo, en el que se aplica el fertilizante en la superficie y de manera imprecisa.

Por otro lado, en el Bajío existe un sistema de producción llamado híbrido, donde se siembra maíz en Agricultura de Conservación (AC) en el ciclo primavera-verano, pero se mueve el suelo (barbechos y rastreos) para sembrar el trigo en el ciclo otoño-inverno. Los productores tienen más de 20 años practicando este sistema de producción, y en MasAgro Guanajuato la propuesta es que la única manera de mejorar el sistema de producción es que la AC se practique en ambos ciclos. Una de las mayores limitantes técnicas para la adopción de la AC en el sistema maíz-trigo en el Bajío es la inmovilización del nitrógeno.

La inmovilización se incrementa de acuerdo con la relación C/N de los rastrojos; sin embargo, aunque esta sea muy parecida en el esquilmo de maíz y de trigo, la cantidad de estos elementos no lo es. Por ejemplo, el promedio de rendimiento de maíz, según la BEM en 2018, es de 11.95 t/ha, mientras que para trigo es de 6.8 t/ha; esto significa que en la superficie existen 14.34 y 9.4 t/ha de rastrojo, respectivamente. Sí hay inmovilización, pero es mayor con los rastrojos de maíz.

¿Cómo ha hecho el productor para solventar la ineficacia de los fertilizantes nitrogenados? La respuesta es muy simple: aplica más nitrógeno. Esta decisión tiene efectos en la rentabilidad y en el ambiente, como la emisión de óxido nitroso y la lixiviación de nitratos y nitritos a los mantos freáticos.

La técnica de aplicar fertilizantes nitrogenados es dejarlos en la superficie, para incorporarlos después con un riego. Para ello, la maquinaria que se utiliza es conocida como pulpos o conos, los cuales distribuyen de una forma rápida las principales fuentes de fertilizantes, que son urea o sulfato de amonio. Dicha técnica tiene una eficacia de aproximadamente 20%. La manera ideal para aplicar estos fertilizantes es incorporarlos al suelo, lo que incrementa su eficiencia hasta 60%.

Pero ¿cómo hacemos que esta técnica tenga rápida diseminación dentro de un sistema intensivo de producción? Actualmente, en el Bajío guanajuatense no existen máquinas que permitan depositar fertilizantes nitrogenados en el suelo en sistemas de AC. Por ello, a través de la vinculación con empresas locales de maquinaria, como Sembradoras del Bajío, Sembradoras Dobladenses y FAMAQ, se propuso la adaptación de máquinas que permitan trabajar en el rastrojo y que sean rápidas y precisas.

El lanzamiento de la primera máquina con esta visión se realizó el 15 de febrero en la plataforma de investigación Pénjamo, donde se presentaron las ventajas de esta maquinaria y las razones por las que puede incrementar la eficacia de fertilizantes nitrogenados. Sembradoras del Bajío es la primera empresa en colaborar para tener maquinarias de este tipo, aunque ya existe la posibilidad de que Sembradoras Dobladenses y FAMAQ lo hagan también.

Reto Rastrojo es una estrategia que resulta de la información generada en plataformas de investigación, módulos, áreas de extensión y áreas de impacto que proponen la AC como un pilar fundamental para hacer una Agricultura Sustentable, con énfasis en la producción de granos pequeños como trigo y cebada, donde se ha comprobado que se puede incrementar hasta 15% la producción de trigo y casi duplicar la utilidad. Pero no es la Agricultura de Conservación como una práctica aislada, sino la acumulación de diversas prácticas agronómicas que en conjunto logran este efecto. Entre las principales prácticas se encuentran hacer rayas profundas, de 15 a 25 cm; inocular la semilla o aplicar de forma temprana Trichoderma harzianum; usar densidades de siembra de 120 a 150 kg de trigo; dejar 100% de los rastrojos en la superficie o la mayor cantidad posible en caso de que se utilice para consumo animal; efectuar fertilización integral; y realizar Manejo Agroecológico de Plagas.

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El Gobierno municipal de Acámbaro promueve el Reto Rastrojo entre productores

Los regidores de la Comisión de Desarrollo Rural y Social del Ayuntamiento de Acámbaro, Guanajuato, están comprometidos con el campo y el cuidado del ambiente.
Por: Ramón Barrera, Divulgación MasAgro Guanajuato.
5 de febrero de 2019.

Acámbaro, Gto.- Mediante un evento demostrativo, autoridades del municipio de Acámbaro, con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) a través del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), promueven entre los productores de granos la adopción de prácticas agrícolas sustentables que contribuyan a mejorar la sustentabilidad y rentabilidad de sus sistemas de producción con base en la Agricultura de Conservación.

En la parcela del productor Cirilo Cano Hernández se presentó la estrategia Reto Rastrojo a los productores. Con la Agricultura de Conservación (AC) como eje fundamental, el Reto Rastrojo busca el bienestar del productor a través del incremento de la utilidad económica, la reducción de las horas de trabajo y el uso racional de los recursos naturales.

El Gobierno municipal acambarense —representado por Miguel Ángel Contreras Núñez, subdirector de Desarrollo Rural; Laura Ríos Cárdenas, presidenta de la Comisión de Desarrollo Rural y Social; y Rosaura Juárez Pérez, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico— se sumó a esta estrategia al considerar que es indispensable que los productores eviten la quema del rastrojo al término de cada cosecha, pues causa serios daños al ambiente y a la salud de la población.

Don Cirilo Cano es un productor cooperante del programa MasAgro Guanajuato que adoptó la Agricultura de Conservación desde hace diez ciclos agrícolas. En su parcela se estableció el módulo principal del municipio de Acámbaro, y ha logrado obtener hasta 8 t/ha en el cultivo de cebada de riego en otoño–invierno en Agricultura de Conservación. Del menú de tecnologías ha implementado análisis de suelos; uso de Greenseeker®; inoculación; y reproducción artesanal de microrganismos como Trichoderma harzianum, Azospirillum, micorrizas y Bacillus subtilis.

Ha elaborado y aplicado a sus cultivos biofertilizantes como lixiviado de lombriz, caldo de ceniza, caldo sulfocálcico y supermagro. En su parcela se han establecido vitrinas de maíz amarillo, maíz blanco y, actualmente, trigo. Se han utilizado como innovación los jetters para la fertilización enterrada y el rastrillo en “v” para el manejo de rastrojos.

Como parte de las actividades de este evento demostrativo, José Cirilo Soto Cano, hijo del productor, efectuó la práctica con el uso del tractor y explicó las adaptaciones que hizo a su maquinaria para realizar la segunda fertilización. También compartió su experiencia y alentó a los asistentes a adoptar prácticas agrícolas sustentables que funcionan y generan rentabilidad.

Del equipo técnico de MasAgro Guanajuato estuvieron presentes Amador Aguillón, coordinador de hub del CIMMYT; el técnico Ricardo Sánchez, responsable en la zona; y los técnicos Bladimir Bernabé y Agustín Domínguez Tamayo, quienes impartieron capacitaciones a los productores.

 

RETO RASTROJO

El Reto Rastrojo consiste en una serie de prácticas con la Agricultura de Conservación como eje fundamental que busca el bienestar del productor a través del incremento en la utilidad económica, la reducción de las horas de trabajo y el uso racional de los recursos naturales. Es decir, un sistema sustentable de producción.

Esta estrategia plantea llegar a 10,000 hectáreas, menos de 10% de la superficie sembrada en el estado con trigo y cebada. Además, busca reducir 60% las horas hombre de trabajo, 60% la emisión de CO2 al ambiente por consumo de diésel, 30% el consumo de agua y 20% los costos de producción, así como incrementar hasta 15% el rendimiento y controlar las plagas y enfermedades mediante un manejo agroecológico. Se sustenta en la información que se ha obtenido de las plataformas de investigación Pénjamo e Irapuato I y de módulos y áreas de extensión, la cual —en colaboración con productores— se ha validado y transferido durante cinco años en la estrategia MasAgro Guanajuato del Programa de Intensificación Sustentable del CIMMYT.