Categorías
Noticias

La cebada y el cambio climático

Guanajuato, Gto.- La cebada (Hordeum vulgare L.) es un insumo básico de la industria cervecera: de sus granos se extrae la malta con la que se fabrica esa bebida. Y aunque sus exigencias con respecto al clima son pocas, el cambio climático representa un importante desafío para este cultivo debido a que sus efectos se observan en la modificación de la distribución de plagas, malezas y enfermedades que podrían mermar su producción.

El proyecto Cultivando un México Mejor —de HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— impulsa el desarrollo de capacidades para que los productores puedan hacer frente a las plagas, malezas y enfermedades y se adapten a los retos que implica la variabilidad climática. Entre las acciones para lograrlo están diversos cursos para la producción sustentable de cebada, como el de manejo integrado de malezas y enfermedades que recientemente fue impartido a productores de Guanajuato y Querétaro.

Rafael Cortés, consultor para el CIMMYT en este proyecto, mencionó que debido al cambio climático las altas temperaturas y la humedad se intensifican en algunas regiones. Para los cultivos, estos cambios pueden propiciar infecciones más tempranas y agresivas, por eso resulta importante aprender a monitorear las parcelas adecuadamente y a tiempo.

Felipe Rosas Núñez, de Syngenta, señaló que los tratamientos inadecuados o las decisiones incorrectas pueden generar problemáticas muy complejas, por lo que recomendó realizar acciones preventivas antes de que la cebada presente síntomas visibles. Una de esas acciones es el monitoreo constante de malezas, las cuales juegan un papel determinante en la disminución del rendimiento del cultivo, ya que compiten por agua, luz, nutrientes y espacio prácticamente en todas las etapas del ciclo productivo.

Los cursos impartidos incluyeron diversas prácticas —entre ellas una orientada a la calibración de la aspersora y al uso de boquillas adecuadas para hacer más eficiente la aplicación de tratamientos de bajo impacto ambiental— con la finalidad de que los productores puedan aplicar lo aprendido de manera efectiva directamente en sus parcelas.

¿Cuáles son las malezas y enfermedades que afectan a la cebada?

Entre las malezas que afectan al cultivo están avena silvestre, zacate camalote, carretilla, alpistillo, quelite cenizo, quelite rojo, aceitilla, mostacilla, tripa de pollo, correhuela, aretillo, malva, verdolaga, rabanillo, lengua de vaca, acahual y quiebraplatos, entre otras. Y las enfermedades principales, son: manchas foliares, escaldadura, roya amarilla y roya de la hoja.

Categorías
Noticias

Agricultura de Conservación: la llave que ahorra agua en el cultivo de cebada

Irapuato, Gto.- En el estado de Guanajuato los productores enfrentan año con año la escasez de agua disponible para riego y, con esto, dificultades para regar toda su superficie. La tecnificación del riego y la Agricultura de Conservación —sistema basado en la mínima labranza, la cobertura del suelo y la rotación de cultivos— son una opción para solucionar esta problemática, pues permiten hacer un uso racional de los recursos, retener la humedad, aumentar el contenido de materia orgánica del suelo y —con el tiempo— recuperar la fertilidad de la tierra.

En la plataforma de investigación Irapuato III HEINEKEN-Diciva se ha investigado el balance de agua en los cultivos de cebada y maíz establecidos bajo riego superficial y riego por goteo (en Agricultura de Conservación y labranza convencional). En uno de los experimentos se sembró cebada (de la variedad esperanza) y, en términos generales, se observó que con Agricultura de Conservación solo se tuvieron que hacer cuatro riegos de apoyo durante todo el ciclo, mientras que con labranza convencional se realizaron cinco.

De manera específica, el experimento consistió en cuatro tratamientos con dos repeticiones, es decir, ocho parcelas (de 1,130.8 m2). En cuatro parcelas se instaló el sistema de riego por goteo, y en las restantes, el de riego superficial por compuertas. La diferencia entre sistemas de labranza radicó en el rastrojo que se dejó: 0% y 50%, respectivamente.

Para medir las entradas de agua, en la línea de suministro del riego se instaló un medidor volumétrico, mientras que para contabilizar las salidas se instalaron vertedores en el dren de la cola de los surcos de cada parcela con riego superficial. Y para medir el volumen de agua de entrada en el riego por goteo, se acoplaron medidores volumétricos en el cabezal de riego; para evaluar las salidas por evapotranspiración del cultivo, se utilizó un software alimentado con las condiciones climatológicas del sitio.

Para evaluar la tensión de humedad en el suelo, se instalaron tres sensores en diferentes profundidades (30, 60 y 90 cm). Esto se hizo en cada parcela, dando un total de 24 sensores. Las lecturas se hicieron cada tercer día durante el ciclo del cultivo. El análisis de los datos obtenidos permite afirmar que con una tecnificación integral y adecuada de la agricultura se pueden obtener ahorros de agua de entre 25 y 30%.

En suma, la implementación conjunta de la Agricultura de Conservación y el riego por goteo representa un ahorro de agua de hasta 30% con respecto a la labranza convencional y el riego superficial.

Es importante señalar que este estudio forma parte de un grupo más amplio en el que se han analizado las condiciones y situaciones particulares de los sistemas de producción (tipo de suelo, eficiencia de los sistemas de riego, número de días después de la siembra en que se aplican los riegos de auxilio, etc.). En este caso particular, la Agricultura de Conservación presentó mayor viabilidad que el sistema convencional debido a que conservó humedad residual por 12 días más.

Si se considera que aproximadamente 70% de toda el agua extraída de los ríos, lagos y acuíferos se utiliza para el riego y que alrededor de 2,200 millones de personas viven sin acceso a agua potable, esta acción conjunta de HEINEKEN México y el CIMMYT constituye un valioso aporte para cuidar de este líquido y recordar —como cada 22 de marzo, Día Mundial del Agua— que es importante impulsar acciones como esta para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible no 6: Agua y saneamiento para todos antes de 2030. Sigamos #CultivandoUnMéxicoMejor.

Categorías
Noticias

Fertilidad integral para cebada

Guanajuato, Gto.- Cultivando un México Mejor es un proyecto de HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que desarrolla capacidades en los productores para que, a través de la Agricultura Sustentable, contribuyan a reducir el consumo de agua en el cultivo de cebada.

Recientemente, en diversos municipios de Guanajuato y Querétaro se impartió un curso-taller sobre fertilidad integral para cebada en Agricultura de Conservación, dirigido a los productores que participan en este proyecto de sustentabilidad. La capacitación estuvo orientada a fomentar un manejo responsable de los fertilizantes inorgánicos, no solo para aumentar su eficiencia, sino para reducir su impacto ambiental.

El curso fue impartido por Juan Francisco Buenrostro Rodríguez, coordinador de fertilidad del CIMMYT en Guanajuato, quien señaló que la fertilización en un cultivo implica entre 35 y 40% del costo de producción, por lo que es indispensable mejorar las prácticas agrícolas de los diferentes sistemas de producción para optimizar los recursos y mitigar los efectos negativos de la agricultura sobre el ambiente.

En su exposición, el especialista dio un enfoque de nutrición con base en las 4R para la alta productividad en cebada, es decir, las cuatro recomendaciones —o principios fundamentales— para el manejo responsable de nutrientes: dosis, fuente, momento y forma correctos. Estos principios permiten asegurar la sustentabilidad de todo el ecosistema que rodea a la producción agrícola, porque con ello se contribuye a la reducción de la contaminación del suelo y los acuíferos, el ahorro, el aumento de la productividad y —por consecuencia— la mejora de la calidad de vida de los productores.

Los cursos se realizaron en los municipios de Abasolo y Valle de Santiago, Guanajuato, así como en San Juan del Río, Querétaro. Estos fueron impartidos directamente en las parcelas de los productores que participan en el proyecto, e incluyeron una práctica de fertilización enterrada, la cual es una técnica que contribuye a hacer más eficiente el aprovechamiento del fertilizante en el cultivo.

Además de ahorrar agua y hacer más eficiente el uso de los fertilizantes, Cultivando un México Mejor busca brindar a los productores las herramientas necesarias para que desarrollen capacidades que les permitan tomar mejores decisiones para lograr sistemas resilientes, productivos, rentables y ambientalmente sustentables, en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Categorías
Noticias

Nuevos aprendizajes para cultivar cebada

Como parte de las actividades del proyecto Cultivando un México Mejor —que impulsan HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se realizaron cursos de capacitación para productores de cebada de Guanajuato y Querétaro con la temática ‘Acondicionamiento de parcelas para la producción de cebada en Agricultura de Conservación y variedades de cebada’.

Este proyecto promueve el valor de la producción sostenible de cebada y el uso eficiente del agua. Para cumplir el objetivo, es determinante que los productores que siembran el grano y abastecen a esta compañía cervecera estén capacitados en técnicas innovadoras que contribuyan a generar sistemas de producción más sostenibles y rentables, teniendo como base la adopción de la Agricultura de Conservación, que garantiza el uso eficiente del agua.

El pasado 22 de noviembre iniciaron los cursos de capacitación en el ejido de Casas Blancas, en la parcela de la productora María Eugenia Rico. Ahí los productores participantes aprendieron sobre manejo de rastrojos para implementar Agricultura de Conservación en cebada, acondicionamiento de parcela, alternativas de control de rebrote de sorgo, acondicionamiento de agua (tratamiento para que tenga la calidad adecuada para el riego) y reformación de camas.

Este curso se replicó el 27 de noviembre en la comunidad Finca Valle de San Juan, Querétaro, en la parcela del productor Víctor David Gervacio. Y se abordaron temas como arreglos de siembra, variedades de cebada, densidad de siembra, inoculación de semilla y arreglos topológicos, entre otros.

El equipo técnico de HEINEKEN México, representado por Federico Chavarín y Zeferino Fernández, explicó a los productores el portafolio de variedades de cebada que se promueven para la zona del Bajío (como brennus, meztli, esperanza y prunella). Estas variedades permiten cumplir con los parámetros de calidad maltera, tienen mayor resistencia a condiciones de sequía prolongada y —en general— permiten obtener mayores rendimientos.

Otra de las innovaciones que el proyecto promueve es la siembra de cebada en doble y triple hilera, ya que este arreglo permite usar menos agua, semillas y agroquímicos, y presenta menor susceptibilidad al acame (doblez o inclinación que sufren los tallos de la cebada), menos incidencia de enfermedades, grano de mejor calidad (tamaño y peso) y una mayor rentabilidad económica. Cabe mencionar que los productores que realizan estas prácticas son mejor calificados como proveedores de cebada.

El 28 de noviembre la capacitación se realizó en la comunidad de Cerro Gordo, del municipio de Valle de Santiago, en la parcela del productor Manuel Lara, y el 29 de noviembre se impartió en la parcela del productor Lorenzo Raya, en el municipio de Abasolo.

Las capacitaciones estuvieron a cargo del equipo técnico del CIMMYT, integrado por Sinué Pérez Castillo, Bartolo González Torres, Fernando Fernández Duarte y Alonso Torres, quienes agradecen a todas las organizaciones y personas que hacen posible el proyecto Cultivando un México Mejor, que —ante el panorama hacia el año 2030, donde el agua será un recurso aún más limitado— brinda esperanzas para lograr, en este nuevo año y en los subsecuentes, importantes avances en la materia.

Categorías
Noticias

Tlaxcala impulsa la estrategia Acción por el Suelo

En el mundo 52% de la tierra utilizada para la agricultura está moderada o severamente afectada por la degradación del suelo. En México se estima que cerca de la mitad de la superficie cultivable presenta algún grado de erosión. Con suelos degradados, la producción agrícola y la seguridad alimentaria se ven seriamente amenazadas.

Debido a esta grave situación, entre las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) están luchar contra la desertificación; rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones; y procurar lograr que el mundo tenga una degradación neutra del suelo.

Para contribuir al logro de estas metas en México, diversas organizaciones de los sectores público, privado y social articulan y suman sus esfuerzos a través de la estrategia #AcciónPorElSuelo, la cual busca contribuir a la regeneración y preservación del suelo, que —en palabras de los asistentes— es la principal infraestructura para producir los alimentos que necesita la humanidad.

En el municipio de Nanacamilpa se llevó a cabo un evento en la parcela de Antonio Olvera, productor y coordinador técnico del Hub Valles Altos —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— para el estado de Tlaxcala, que contó con la participación de más de 150 personas, entre productores, técnicos, estudiantes, autoridades locales, investigadores y representantes de instituciones financieras y de empresas vinculadas al sector agroalimentario.

Víctor Hugo Sánchez Flores, presidente municipal de Nanacamilpa, manifestó que ante la degradación de los suelos de la entidad, su Gobierno se suma a #AcciónPorElSuelo para apoyar y facilitar el acercamiento entre las instituciones, los centros de investigación y los productores de su municipio y de la región.

Provenientes de diversas localidades de Tlaxcala, Hidalgo y Puebla, los asistentes recorrieron diversas estaciones instaladas para difundir la estrategia y las prácticas sustentables que esta promueve, como la Agricultura de Conservación (sistema de producción que permite incrementar los rendimientos, disminuir los costos de producción y cuidar los recursos naturales).

Además de difundir innovaciones agrícolas para la conservación y el mejoramiento de los suelos, durante la actividad se brindaron pláticas sobre los beneficios económicos de la Agricultura Sustentable. Al minimizar el movimiento del suelo (lo que además mejora su estructura), hacer uso de variedades adecuadas (a las condiciones climáticas de la zona y al objetivo de la comercialización del grano), usar biofertilizantes y diversificar cultivos, por ejemplo, es posible hacer más rentable una parcela.

De acuerdo con Víctor Utrera, jefe de operaciones de Abastecimiento de Cebada del Altiplano de Heineken (empresa que impulsa diversos proyectos de sustentabilidad), la relación virtuosa entre sustentabilidad y rentabilidad es, de muchas formas, una garantía en la producción agrícola y su financiación. Por esta razón, los representantes de las instituciones financieras que acudieron —entre ellos Francisco Javier Terrazas, del Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), y representantes de Banco Santander y Banregio— se mostraron entusiasmados con #AcciónPorElSuelo.

Los beneficios para todos (productores y financiadores) son evidentes. De la mano de instituciones como Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) y el CIMMYT —cuya alianza impulsa diversas acciones para el desarrollo agrícola en todo el país—, la agricultura rentable y sustentable es la mejor garantía para que las instituciones financieras decidan apoyar a los pequeños y medianos productores de Tlaxcala y otros estados.

Para la maestra Tania Casaya, gerente del Hub Valles Altos, y el ingeniero Alberto Carrizales Guevara, de FIRA (quienes coordinaron el evento), la estrategia #AcciónPorElSuelo es un estandarte, una marca colectiva y una causa común que ha logrado sumar a una pluralidad de actores estratégicos (que en otras circunstancias difícilmente coincidirían) para recuperar los suelos que alimentan a la sociedad.

Como manifestaron Guillermo Bretón, presidente de la Fundación Produce Tlaxcala, y Francisco José Broll, subdirector regional de Promoción de Negocios del Sur de FIRA, la vinculación y el trabajo en equipo son los que pueden dar verdaderos resultados en beneficio de los productores y —por supuesto— de los suelos que alimentan al mundo.

Categorías
Noticias

Un amplio menú de forrajes

En el marco de la vinculación entre el Ayuntamiento de Tulancingo, el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico (CIDT) —de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagroh) de Hidalgo— y el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se realizó un evento demostrativo para presentar a los productores locales cultivos alternativos y prácticas sustentables de utilidad para ellos.

En la zona el maíz es el cultivo predominante y se destina para la alimentación del ganado bovino productor de leche, aunque ha tenido bajos rendimientos debido al mal temporal, la insuficiente asesoría técnica y la prevalencia de prácticas convencionales inadecuadas. Por esto, se presentaron los resultados de tres cultivos establecidos previamente: triticale, cebada y sorgo, que son alternativas para la alimentación del ganado.

El triticale es un cereal híbrido producto de la cruza entre el trigo y el centeno, y su nombre es una mezcla de los géneros de los que procede: Triticum (trigo) y Secale (centeno). Su calidad nutritiva es similar a la del trigo y se desarrolla bien en suelos pobres. Además, es tolerante a las bajas temperaturas y, por su capacidad de rebrote luego del pastoreo, es una excelente opción para los animales.

A la cebada se le conoce principalmente por ser un insumo básico en la elaboración de cerveza, pero también es una buena alternativa como forraje, pues su cáscara es un producto que induce la lactancia debido a sus altos niveles de proteína y fibra (por lo que se recomienda suministrarlo solo cuando el ganado tiene deficiencias proteicas).

Por su parte, el sorgo es una especie de rápido crecimiento tolerante a la sequía. En México prácticamente la totalidad de su producción es destinada al consumo animal. De hecho, existe una confusión cuando se habla de «sorgo forrajero» y «sorgo grano». Se trata de la misma planta, y el «sorgo grano» es considerado también un producto forrajero. La diferencia radica en que el «sorgo forrajero» hace referencia a que se utiliza toda la planta en la alimentación del ganado.

Estas tres plantas amplían el menú de forrajes en la región. Además, su cultivo bajo el sistema de Agricultura de Conservación permite tener mayores rendimientos y reducir los costos de producción. Durante el evento demostrativo se expusieron las ventajas de implementar innovaciones agrícolas (como el diseño de siembra a doble hilera) para hacer más rentables los sistemas de producción.

Los productores que asistieron (provenientes de las localidades de San Rafael, Santa Rosa, Santa Ana Hueytlalpan, Ejido Tulancingo, San Nicolás Cebolletas y Zapotlán de Allende) —junto con autoridades locales, técnicos y proveedores de maquinaria e insumos— recorrieron las parcelas demostrativas y, mediante la explicación de los ingenieros María Antonieta Morgado y Jaime Ortega —colaboradora de MasAgro y responsable del CIDT, respectivamente—, conocieron los detalles de los cultivos establecidos.

Cabe destacar que, a pesar de las condiciones climáticas desfavorables (falta de lluvias) que impidieron que los cultivos tuvieran el desarrollo óptimo esperado, las parcelas de triticale, cebada y sorgo establecidas con Agricultura de Conservación tuvieron mejores rendimientos que las cultivadas con labranza convencional.

Categorías
Noticias

¿Cómo ayuda la rotación de cultivos cuando las lluvias son escasas?

En Querétaro y otras entidades de la región del Bajío las lluvias han sido escasas (de menos de 70 mm de precipitación en lo que va del ciclo). La sequía ha provocado pérdidas cuantiosas en las zonas agrícolas de temporal, y los pronósticos son desfavorables. Por esta razón, el Hub Bajío —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— presentó a productoras y productores de la región alternativas sustentables que les permitan hacer frente a esta situación. La rotación de cultivos —uno de los principios de la Agricultura de Conservación— fue la práctica que se abordó con mayor amplitud, pues es de particular utilidad en contextos de poca disponibilidad de agua.

Para mostrar de manera tangible los beneficios de la rotación de cultivos, se visitó el área de extensión (parcelas de productores que han implementado innovaciones sustentables de la Agricultura de Conservación) denominada El Puente, en la localidad de Santa Rosa Xajay (donde la sequía ha afectado 95% de la superficie cultivable). El área de extensión pertenece al señor Erick Sanjuanero Nieves, uno de los 30 productores de la zona que —a través del despacho Sustentabilidad Agropecuaria de Querétaro y el Hub Bajío— han adoptado la Agricultura de Conservación como sistema de producción con resultados favorables, por lo cual cooperan con el CIMMYT y sus colaboradores para promover prácticas sustentables.

Entre los beneficios de la rotación de cultivos están la reducción de labores, el mejoramiento y la ampliación de la porosidad del suelo, el aumento en la infiltración de agua de lluvia y el crecimiento adecuado de las raíces de cada cultivo. También se rompe el ciclo de las plagas, malezas y enfermedades y, ya que los requerimientos nutricionales de cada cultivo cambian, se favorece un mejor balance en el suelo. Además, cuando se rota con leguminosas, se agrega el beneficio de la captura del nitrógeno del aire en el suelo, mejorando la fertilidad del sistema.

Entre los cultivos que son una buena opción para la zona y el temporal escaso están el girasol (el cual puede ser utilizado para la alimentación del ganado), el garbanzo (que puede ser consumido por personas y animales; además, se tiene el historial de que tres productores lo sembraron el año pasado), la avena forrajera, el sorgo forrajero y el frijol ayocote.

Para los productores que están interesados en conocer qué cultivos se pueden establecer como opción para la alimentación del ganado, los ingenieros Miguel Ángel Uribe y Humberto Hernández comentaron que la cebada capuchona es una opción para forraje en temporal. Para ayudar a mitigar la falta de forraje para el ganado cuando hay pérdida total del cultivo de maíz, se recomendó que si se presentan lluvias, se siembre garbanzo, avena, grass pea, ajonjolí, sorgo forrajero o frijol ayocote. Adicionalmente, estos cultivos permiten mantener una cubierta vegetal en el suelo, y así tener sistemas más sustentables.

La rotación de cultivos, en combinación con otras prácticas sustentables, permite además mejorar los rendimientos. En la zona, por ejemplo, el rendimiento convencional es de 300 kg/ha en el caso del maíz y 600 kg/ha en el del frijol; con innovaciones sustentables —como el Manejo Agroecológico de Plagas, la fertilización adecuada, las curvas a nivel y la introducción de variedades adecuadas—, el rendimiento se ha incrementado a 1.8 t/ha en maíz y 1.2 t/ha en frijol.

Después de ver de forma directa los beneficios de estas innovaciones, los productores participantes se interesaron en implementar —para el próximo ciclo— algunos cultivos forrajeros (como avena y sorgo forrajero) y sembrar en las terrazas algo de frijol ayocote y cebada capuchona. Además, se acordó con el grupo de productores que se conseguirán algunas semillas de pastos que puedan ser opción para esta zona con lluvias muy escasas.

Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

Te invitamos a ver un mini documental sobre esta situación. Da click al video.

 

Categorías
Noticias

Innovaciones agrícolas para tener menos gastos y mejores cosechas

José Armando Gervacio Bautista produce cebada en el ejido San Isidro, en el municipio de San Juan del Río, Querétaro. Adoptar la Agricultura de Conservación le ha permitido mejorar su sistema de producción y ahorrar entre $4,000 y $5,000 por hectárea, pues ya no tiene que gastar en preparar la tierra.

La Agricultura de Conservación es un sistema basado en la mínima labranza, la conservación de los residuos agrícolas como cobertura del suelo y la rotación de cultivos. Comparado con la agricultura convencional, este sistema sustentable permite incrementar la utilidad y el rendimiento de las parcelas, preservar los suelos y cuidar el agua. Por lo anterior, es uno de los pilares del proyecto Cultivando un México Mejor, que promueven HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

José Armando Gervacio es uno de los productores que participan en el proyecto. A través de este, ha conocido e implementado diversas prácticas sustentables e innovaciones agrícolas. Como otros productores de la región que se han sumado a la iniciativa de HEINEKEN México y el CIMMYT, ha aprendido nuevas maneras de hacer producir a la tierra de una forma ambientalmente sustentable, cuidando dos de los recursos más valiosos en la agricultura: suelo y agua.

“Hicimos un análisis del suelo para conocer la dureza de la tierra y dejamos alrededor de 30% del zacate sobre el suelo. Lo dejamos en 2 hectáreas y en una más, que es la comparativa; ahí sí le metimos una rastra para taparlo, que es la forma convencional. También sembramos cebada en tres hileras. La ventaja de esto es que el agua corre muy bonito: no hay encharcamientos y se ahorra agua”, fue el testimonio de José Armando durante la presentación de resultados del proyecto.

En el aspecto técnico, el ingeniero Rafael Cortés Hernández, responsable de asesorar a los agricultores, comentó que en las parcelas de los productores se han implementado —además de Agricultura de Conservación y siembra en hileras— fertilización integral, riego por goteo y Manejo Agroecológico de Plagas. También destacó que las parcelas trabajadas con Agricultura de Conservación tuvieron menor incidencia de enfermedades causadas por hongos, como Fusarium y mancha reticulada.

El acompañamiento técnico y el desarrollo de capacidades son fundamentales para el proyecto Cultivando un México Mejor. Además de ahorrar agua en los cultivos de cebada, se busca incrementar la rentabilidad de las parcelas de los productores a través de prácticas pertinentes y sustentables, las cuales —como mencionó José Armando Gervacio— se reflejan en menos gastos y mejores cosechas.

Categorías
Noticias

Cultivando un México Mejor: una agricultura más eficiente que consume menos agua

En las instalaciones de la Asociación Agrícola Local de Valle de Santiago, Guanajuato, se reunieron los productores y técnicos que participan en Cultivando un México Mejor para la presentación de los resultados del ciclo 2018-2019 de ese proyecto de sustentabilidad agrícola que impulsan la empresa HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), cuyo objetivo principal es reducir el consumo de agua en los cultivos de cebada.

En el acto estuvieron presentes Federico Chavarín, de HEINEKEN México; Erick Ortiz, gerente del Hub Guanajuato —del CIMMYT—; José Luis Nieto, presidente de la Asociación Agrícola Local de Valle de Santiago; Fernando Fernández, técnico de CyASA; integrantes del equipo técnico que opera el proyecto en Guanajuato; y productores de los municipios de Apaseo el Grande, Celaya, Cortázar, Jaral del Progreso, Salvatierra y Villagrán.

Entre las prácticas sustentables que los productores que participan en el proyecto han implementado se encuentran el manejo integral de plagas, enfermedades y malezas; la utilización de microorganismos eficientes —bacterias y levaduras que ayudan a mejorar los suelos afectados por la aplicación indiscriminada de agroquímicos—; el uso del sensor GreenSeeker®, que permite realizar mediciones para hacer más eficiente la fertilización nitrogenada; el diseño de riego; la siembra en hileras; la fertilidad integral; y otras prácticas derivadas de la Agricultura de Conservación, sistema basado en los principios de mínima labranza, aprovechamiento del rastrojo como cobertura y rotación de cultivos.

En conjunto, estas prácticas sustentables les permitieron a los productores tener mayores utilidades y rendimientos, así como un ahorro de 20% en el consumo de agua —es decir, 1,200 metros cúbicos en promedio— en el ciclo 2018-2019, en comparación con los cultivos manejados con prácticas convencionales. La cifra es aún más significativa si se consideran el clima cambiante y las enfermedades que se presentaron durante el ciclo agrícola, como infecciones por hongos: fusarium (Fusarium spp.) y mancha reticulada (Pyrenophora teres).

De acuerdo con Francisco Javier Escamilla y Jorge Martínez, dos de los productores que participan en el proyecto, registrar el consumo del agua y los rendimientos —tanto de las parcelas cultivadas con labranza convencional como de las de Agricultura de Conservación— les permitió observar de forma tangible las ventajas de hacer una Agricultura Sustentable. Además, con la Agricultura de Conservación no necesitaron usar amoniaco (fertilizante que —mal empleado— puede ser nocivo para la salud humana) para obtener buenos rendimientos, y las parcelas sembradas con este sistema tuvieron menor incidencia de enfermedades.

Con estos resultados, el proyecto Cultivando un México Mejor pone de relieve la pertinencia de la Agricultura Sustentable en los cultivos de cebada, no solamente para ahorrar agua, sino para brindar a los productores las herramientas necesarias para que desarrollen capacidades que les permitan tomar mejores decisiones en favor de sus sistemas productivos y el medioambiente.

Categorías
Noticias

¿Cómo sembrar en medio de la sequía?

Grupo Modelo, FIRA y el CIMMYT capacitan a técnicos para lograr la sustentabilidad agrícola e impulsar el aprovechamiento y manejo adecuado del agua en la región centro-norte del país, recientemente afectada por la sequía.
Por: Edith Flores Romo, formadora MasAgro en Zacatecas.
19 de agosto de 2019.

Calera, Zac.- Las lluvias en la región centro-norte del país han sido escasas y erráticas: en el actual ciclo agrícola las precipitaciones registradas han sido 58% menores que la media histórica (SADER, agosto de 2019). La severa sequía ha afectado la actividad agrícola de muchos productores y pone en riesgo la economía de la entidad. En Zacatecas, por ejemplo, de las 23,000 hectáreas de cultivo de cebada en temporal del ciclo primavera-verano 2019 —destinadas a los procesos productivos del Grupo Modelo—, sólo se han sembrado cerca de 14,000.

Ante esta situación, y para lograr la sustentabilidad agrícola de la región, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —a través del Hub Intermedio Grano Pequeño—, grupo Modelo (que en Chihuahua, Durango, San Luis Potosí y Zacatecas produce cebada de alta calidad para sus procesos productivos) y FIRA han realizado recientemente una serie de talleres dirigidos a los técnicos que brindan acompañamiento a los productores de cebada. Los talleres promueven prácticas sustentables que permiten maximizar el aprovechamiento del agua, reducir costos y aumentar los rendimientos.

Las curvas a nivel —que favorecen la infiltración del agua y ayudan a retener la humedad—, el uso de variedades resistentes al calor y la sequía, las opciones de mecanización y la aplicación de productos alternativos de bajo impacto ambiental fueron algunos de los temas que los técnicos del Grupo Modelo y FIRA —que ayudan y dan seguimiento a los productores en temas financieros— revisaron durante el desarrollo de los talleres para apoyar a los productores desde la siembra hasta la cosecha.

Entre los talleres impartidos por diversos especialistas del CIMMYT están los de Identificación de Necesidades de Capacitación; Uso y Manejo de la Bitácora Electrónica MasAgro (BEM), la cual permite registrar diversos datos de las actividades en parcela para evaluar la eficiencia de las prácticas implementadas; y Manejo Agroecológico de Plagas, orientado a brindar alternativas sustentables y de bajo costo para disminuir las aplicaciones de insecticidas potencialmente dañinos para la salud humana y el medioambiente.

Con esta alianza y las acciones que se impulsan en conjunto se espera mejorar el manejo del agua y la calidad de los suelos, retener humedad en las parcelas y —sobre todo— impactar positivamente en la economía familiar y la calidad de vida de los productores de la región, para que —en tiempos de sequía, como el que se vive actualmente— puedan lograr la resiliencia de sus sistemas de producción.