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Ante el cambio climático, cultivos como el mijo se vuelven esenciales

Cultivo de mijo perla en México. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de mijo perla en México. (Foto: CIMMYT)

Se domesticó hace 4 500 años en los valles de lo que hoy es República de Malí, en África; puede crecer en zonas áridas donde no prosperan otros cultivos; por su potencial de rendimiento en condiciones de sequía y calor, su cultivo se ha extendido a varias zonas del mundo. Se trata del mijo perla (Pennisetum glaucum), una gramínea que en México aún es poco conocida, pero que tiene un gran potencial. 

Las experiencias que en el país se tienen con el cultivo del mijo son, como en otras partes del mundo, sobre todo en la producción de forrajes —particularmente en zonas con limitada retención de agua, pues se adapta bien a condiciones extremas de temperatura y a suelos ácidos y poco fértiles con escasa retención de agua—; sin embargo, el grano tiene un valor nutritivo similar al maíz y con él se pueden elaborar tortillas o tamales, o bien, alimentos concentrados para animales de corral. 

Por sus cualidades y amplios beneficios, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha incorporado al mijo entre sus cultivos prioritarios para la investigación científica de cara al año 2030, fecha en que se prevé un mundo donde los efectos del cambio climático se habrán agudizado, haciendo de cultivos como el mijo opciones fundamentales para la producción agrícola y la seguridad alimentaria en ese contexto adverso. 

La investigación para la producción sostenible de mijo es clave para exponer su potencial como cultivo que ofrece nuevas oportunidades de mercado sostenibles para productores y consumidores. Así, en estados como Zacatecas el CIMMYT y sus colaboradores han establecido vitrinas de este cultivo y, en la plataforma de investigación de Ocampo, Guanajuato —donde colaboran el CIMMYT y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)—, se ha documentado que el potencial de rendimiento del mijo perla lo perfila como una buena alternativa, superando el rendimiento de algunas variedades de avena en la región de la Mesa Central.

Al usar eficientemente el agua, ser tolerante a la sequía y la salinidad y tener un ciclo más corto que el maíz, el mijo es una opción viable para la producción en amplias regiones de México, por lo que puede desempeñar un importante papel para hacer resiliente la agricultura de pequeña escala, contribuir a la erradicación del hambre, la adaptación al cambio climático, la conservación e incremento de la biodiversidad y la transformación de los sistemas agroalimentarios. 

 Como expresó recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en el marco del Año Internacional del Mijo (2023), “esta es la oportunidad de tomar conciencia sobre los beneficios que el mijo ofrece para la salud y la nutrición y su idoneidad para cultivarse en condiciones climáticas adversas y cambiantes, así como de dirigir la atención de las políticas hacia estos beneficios”. 

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¿Por qué no se le deben dar granos dañados a los animales?

Cerdos domésticos en una comunidad de Laos. (Foto: Jessica González/CIMMYT)
Cerdos domésticos en una comunidad de Laos. (Foto: Jessica González/CIMMYT)

La limpieza de granos es clave para reducir las pérdidas poscosecha y mantener la inocuidad de los alimentos. La limpieza se realiza antes del almacenamiento para separar impurezas y granos dañados por insectos y hongos —y trozos de estos— que pueden agregar sabor y color no deseados, dañar el equipo de procesamiento y aumentar la infestación de insectos y el desarrollo de hongos durante el almacenamiento. 

Una práctica común para “aprovechar” estos granos dañados es usarlos para alimentar a los animales; sin embargo, debido a que ya han perdido sus propiedades organolépticas —color, sabor, textura y aroma—, valor nutritivo y calidad sanitaria —debido a la pérdida de materia seca y la producción de micotoxinas—, estos alimentos ya no son aptos para el consumo humano o la alimentación animal. 

Las micotoxinas son unas sustancias tóxicas naturales que se desarrollan por la acción de algunos hongos. Cuando los animales consumen alimentos contaminados con micotoxinas hay un efecto adverso sobre la salud animal que pueden reducir la productividad e impactar negativamente la economía de los productores: se reduce el peso de los animales, disminuye la eficiencia alimenticia, los órganos del cuerpo se dañan, se afecta la reproducción, aumenta la mortalidad y también los gastos de producción ya que se tienen que comprar medicamentos para el tratamiento de las enfermedades. 

Los efectos biológicos y el diagnóstico de las micotoxinas, no obstante, dependen de la cantidad ingerida, las variedades de toxinas presentes, el tiempo de exposición a estas sustancias y la sensibilidad del animal. Entre las principales micotoxinas de interés para la salud animal están la ocratoxina A, zearalenona, fumonisina, tricotecenos y las aflatoxinas, las cuales son producidas por los mohos Aspergillus flavus y A. parasiticus y todas las especies animales son susceptibles a estos  —aunque los pájaros, pollos y cerdos son más vulnerables que los rumiantes maduros—. 

En los mamíferos, los síntomas de la aflatoxicosis aguda, es decir la enfermedad causada por el consumo de alimentos contaminados por aflatoxinas, incluyen: inapetencia, letargo, ataxia —falta de coordinación en los movimientos—, pelaje áspero, palidez e hígados grasos agrandados.

La ocratoxina A, por su parte, es producida por especies de los hongos Asperigillus y Penicillium y afecta principalmente a aves, ratas y cerdos y los daños causados son daño renal, anorexia y pérdida de peso, vómitos, temperatura rectal alta, conjuntivitis, deshidratación, debilitamiento general y muerte animal. 

La zearalenona —causada por varias especies de Fusarium— desencadena problemas reproductivos y cambios físicos en los órganos genitales, provocando infertilidad. Las fumonisinas son sustancias producidas por Fusarium proliferatum y F. verticillioides y afectan principalmente a los caballos, cerdos y aves de corral, causando lesiones profundas en el hígado, tracto gastrointestinal, sistema nervioso y pulmones. 

Los tricotecenos también son producidos por especies de Fusarium como F. sporotrichioides, F. graminearum, F. poae y F. culmorum. Estas toxinas causan pérdida de peso, vómitos, sangrado y, en algunos casos, puede ser responsable de la muerte de animales.

En general se piensa que los rumiantes —como vacas, cabras, borregos— tienen cierta capacidad para ser menos afectados por las micotoxinas debido a la acción desintoxicante de microorganismos en el rumen —uno de los compartimentos de su sistema digestivo—; sin embargo, los patrones de producción actual limitan el mecanismo de defensa y purificación de micotoxinas. Además, las aflatoxinas pueden degradarse parcialmente en el rumen, pero una parte se queda almacenada en el hígado y puede contaminar la leche producida, lo cual puede tener graves consecuencias para la salud humana.

Un buen manejo poscosecha es importante para evitar las plagas por insectos y hongos y ayudar a mitigar las aflatoxinas y fumonisinas en los alimentos —tanto granos como derivados de origen animal— y la exposición a los consumidores. Por esto, se aconseja hacer una limpieza y selección desde campo hasta antes de almacenar para eliminar los granos dañados y mantener animales sanos. 

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Buenas prácticas poscosecha, aprendizajes en Latinoamérica

Productoras y productores de Guatemala identificando los principales daños en los granos de maíz causados por hongos e insectos durante el almacenamiento el 23 de noviembre de 2022. (Foto: CIMMYT)
Productoras y productores de Guatemala identificando los principales daños en los granos de maíz causados por hongos e insectos durante el almacenamiento el 23 de noviembre de 2022. (Foto: CIMMYT)

Guatemala es un país cuya principal actividad económica es la agricultura de autoconsumo; la mayoría son agricultores de pequeña escala en áreas rurales que producen y conservan tradicionalmente maíz y frijol para su alimentación y excedentes para la venta. 

El cultivo de maíz es popular porque es adaptable en las diferentes condiciones agroecológicas del país: desde los climas templados y semifríos hasta los tropicales y subtropicales, lo que hace que también sea considerado como el segundo cultivo con la máxima contribución al Producto Interno Bruto (PIB) nacional agrícola de acuerdo con el Banco de Guatemala (BANGUAT). Sin embargo, los rendimientos son bajos, en promedio, de 0,9 toneladas por hectárea (t/ha) para frijol y 2,1 t/ha para maíz (promedio de maíces blancos y amarillos).

Dado este contexto, se identifica un área de oportunidad para implementar prácticas agrícolas que mejoren y mantengan estable el rendimiento, así como prácticas de poscosecha que ayuden a conservar los granos producidos y su calidad para fortalecer la seguridad alimentaria y promover el desarrollo económico de las comunidades.

En el marco de la iniciativa AgriLAC Resiliente, especialistas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) (ambos centros internacionales del CGIAR), el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA) y el Centro Universitario de Zacapa (CUNZAC), de Guatemala, colaboraron para impartir un taller sobre manejo poscosecha, buenas prácticas de manufactura y nutrición y alternativas de procesamiento de granos básicos dirigido a productores y técnicos guatemaltecos que forman parte de organizaciones locales del departamento de Zacapa y Chiquimula: ASORECH, ADIPAZ, ASEDECHI y PMA.

Así, el pasado 23 y 24 de noviembre, en las instalaciones del CUNZAC en Guatemala, se desarrollaron sesiones para identificar tanto las principales causas de las pérdidas poscosecha como las diferentes prácticas y tecnologías que contribuyen a reducir las pérdidas durante el proceso de poscosecha de maíz y frijol. Con especial atención en el almacenamiento, los participantes hicieron prácticas relacionadas con el manejo de tecnologías herméticas.

De acuerdo con Manuel Guzmán, del CUNZAC, esta iniciativa es importante para difundir también los conocimientos relacionados con las buenas prácticas de manufactura, mismas que permiten “mejorar la calidad e inocuidad de los productos y procesos productivos y facilitan su acceso a las cadenas de valor, mejorando la competitividad de los productores en los mercados locales y nacionales”.

Finalmente, los especialistas del CIAT y el ICTA abordaron el tema de la nutrición y el procesamiento de los alimentos, la sensibilización sobre los cultivos más nutritivos, estrategias de agregación de valor de productos agrícolas, el procesamiento de harinas a partir de granos de maíz y fríjol más nutritivos y prácticas sobre el uso de granos o harinas de fríjol y maíz en alimentos de alto valor nutricional.

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La investigación actual en calidad del trigo, parte del legado de Norman Borlaug

Actualmente el 70% de los trigos a nivel global provienen de las investigaciones hechas en México desde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Esta contribución a la seguridad alimentaria mundial es parte del legado del doctor Norman Borlaug (nacido el 25 de marzo de 1914), científico reconocido por haber ganado el Premio Nobel de la Paz en 1970 por sus trabajos de mejoramiento de trigo que permitieron incrementar la producción mundial de este cereal y evitar que más de mil millones de personas murieran a causa del hambre.

El doctor Norman Borlaug consideraba que para lograr la seguridad alimentaria de la humanidad se requiere contar con personas capacitadas para el mejoramiento de la agricultura. Por esta razón fomentó la creación de los primeros institutos de investigación y capacitación internacionales —entre ellos el CIMMYT— y apoyó decididamente la formación de nuevos científicos, a quienes solía decir que “la medida por la cual juzgaremos nuestro trabajo será el impacto en los campos de los agricultores y no las publicaciones científicas”. De esa forma instaba a los investigadores a luchar, desde sus campos de acción, en contra del hambre y la pobreza. 

María Itria Ibba es parte de una nueva generación de científicos del CIMMYT que continúan con el legado del doctor Norman Borlaug. De origen italiano, la doctora Itria se especializó en ciencias de cultivos y actualmente dirige los trabajos del Laboratorio de Calidad del Trigo del CIMMYT, ubicado en Texcoco, Estado de México, el cual es parte del programa de mejoramiento de trigo harinero y cristalino del CIMMYT, y desde donde se desarrollan trigos para las diferentes partes del mundo.

“Nuestro trabajo es importante para los productores mexicanos porque todas las líneas que se desarrollan, analizan y seleccionan aquí en el CIMMYT después se proporcionan a los investigadores (de instituciones como el INIFAP) o a otros productores y desarrolladores de líneas y variedades mexicanas que utilizan esta información para seleccionarlas y desarrollar al final variedades que sean mejores para la producción en diferentes lugares del país”, comenta la doctora Itria. 

A partir de las investigaciones del CIMMYT se han desarrollado muchas variedades de trigo, comenta la doctora Itria. Una de estas es la variedad Borlaug, llamada así precisamente en honor al doctor Norman Borlaug y que, de acuerdo con productores del norte de México, se trata de una semilla con excelente características agronómicas, calidad y reacción a enfermedades. “Es una variedad de trigo harinero muy común aquí en México y es básicamente una línea que desarrollamos nosotros y que fue liberada por el INIFAP y el Gobierno de México”, puntualiza la doctora Itria. 

Nosotros trabajamos mucho en la selección, en el mejoramiento de la calidad productiva, de la calidad de las proteínas, en el mejoramiento de la calidad panadera, de la calidad nutritiva del grano. Actualmente, por ejemplo, estamos trabajando mucho en el desarrollo e identificación de variedades que tengan un mayor contenido de fibra, así como en el desarrollo de líneas de trigo que tengan un mayor contenido de micronutrientes como hierro y zinc, fundamentales para el completo y apto desarrollo de nuestro sistema inmunológico, de nuestro sistema nervioso y de nuestra salud en general. De hecho, una variedad que tenía una mayor capacidad de acumular zinc en la semilla se liberó recientemente aquí en México”.

Como era la perspectiva del doctor Borlaug, “con el trabajo de este laboratorio se busca disminuir la pobreza y el hambre, aumentar la producción de cereales y de cultivos que sean amigables con el medioambiente. Este es un trabajo gradual, no es un trabajo que se obtiene de un día para otro, se requieren años en investigación, en la selección, desarrollo y al final liberación de estas variedades. Por eso, mi responsabilidad es seguir haciendo buena ciencia, seguir haciendo un buen trabajo que tenga un efecto en los productores y en la sociedad”, concluye la investigadora. 

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El efecto de las tecnologías de almacenamiento en la calidad del grano

Independientemente de los métodos o tecnologías de almacenamiento de granos que usen, regularmente las familias productoras seleccionan cuidadosamente el grano que consumen, eligiendo aquel sin daño aparente, es decir, el mejor grano en función de aspectos visuales, descartando aquellos con daños visibles de insectos, hongos o roedores.

Se sabe que las tecnologías de almacenamiento tienen efectos sobre la viabilidad de las semillas o los atributos de calidad visibles, pero, más allá de estos, ¿podrían las tecnologías de almacenamiento tener efectos sobre aquellas cualidades que no se ven, pero que influyen directamente en su calidad y propiedades nutricionales?

Para responder a esta pregunta, durante dos años un grupo de científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) realizó experimentos de almacenamiento en seis sitios con distintas condiciones agroclimáticas, analizando muestras de grano que había sido almacenado ―sin daño aparente― con diferentes tecnologías de almacenamiento. 

Las tecnologías de almacenamiento comparadas fueron las que convencionalmente usan los productores —costal de polipropileno y costal de polipropileno con una pastilla de fosfuro de aluminio por cada 50 kg— y las siguientes innovaciones de almacenamiento: 

  • Tecnologías herméticas: silos metálicos herméticos, bolsa plástica hermética con sistema de amarre y bolsa hermética con sistema de cierre tipo zipper.
  • Polvos inertes: cal estándar y cal micronizada combinadas con costales de polipropileno.
  • Tecnologías herméticas alternativas: botellas y garrafones de plástico (PET) y bolsas de plástico para ensilaje.

Después de seis meses de almacenamiento se recogieron muestras, libres de plagas, provenientes de Texcoco, Estado de México; San Juan Cotzocón, San Pedro Pochutla y Santo Domingo Yanhuitlán, Oaxaca; Zacualtipán de Ángeles, Hidalgo; y Peto, Yucatán ―sitios que van de los 36 a los 2,282 metros sobre el nivel del mar (msnm) y de condiciones templadas a sabanas tropicales y tropicales húmedas―. 

Las muestras fueron analizadas en el Laboratorio de Calidad de Maíz “Evangelina Villegas” del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México, para determinar, entre otros aspectos, la composición del grano, algunos parámetros fisicoquímicos, densidad, color y germinación. En este sentido, se trata del primer estudio que recopila datos sobre la pérdida de calidad de grano y semilla de maíz en diferentes agroecosistemas mexicanos para prácticas de almacenamiento.

El doctor Sylvanus Odjo, investigador del CIMMYT, comenta que el estudio muestra cómo “las tecnologías de almacenamiento asociadas con la pérdida poscosecha —como el costal de polipropileno— también pueden reducir la calidad de los granos aparentemente intactos almacenados en las mismas condiciones, aumentando la acidez de las grasas y el índice de flotación y reduciendo la densidad del grano y la capacidad de germinación de las semillas”. 

El índice de flotación es un parámetro indirecto de la dureza del grano y se utiliza en México como indicador de la calidad de la nixtamalización. Así, las muestras con un alto índice de flotación tienden a tener rendimientos de tortilla más bajos. Por su parte, la acidez de las grasas refleja cambios bioquímicos durante el almacenamiento y su aumento indica hidrólisis de triglicéridos ―proceso asociado al enranciamiento de ciertos alimentos― como resultado de malas condiciones de almacenamiento. 

De acuerdo con el estudio, los costales de polipropileno con o sin insecticida o cal dieron como resultado una pérdida de hasta el 95% de la germinación de las semillas ―particularmente por debajo de los 500 msnm―, así como una reducción de la calidad del grano. Por el contrario, las tecnologías herméticas —incluidos las botellas de plástico recicladas— mantuvieron la calidad de la semilla y minimizaron las pérdidas de calidad del grano, independientemente de las condiciones de almacenamiento. 

Este estudio aporta evidencia adicional de la efectividad de las tecnologías de almacenamiento hermético para minimizar las pérdidas cuantitativas y cualitativas en los sistemas agrícolas de productores de pequeña escala. Te invitamos a leerlo completo en:

Odjo, S., Palacios, N., Burgueño, J., Corrado, M., Ortner, T., & Verhulst, N. (2022). Hermetic storage technologies preserve maize seed quality and minimize grain quality loss in smallholder farming systems in Mexico. Journal of Stored Products Research96, 101954.

https://doi.org/10.1016/j.jspr.2022.101954

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Esto es lo que debes saber sobre la humedad del grano si piensas comercializar maíz

Chiapas.- En muchas zonas de Chiapas están por iniciar las cosechas y surgen preguntas como: ¿cuál es el mejor momento de cosechar?, ¿qué grado de humedad debe tener el grano para ser comercializado?, ¿cómo puedo saber cuánta humedad tiene mi grano? 

El Hub Chiapas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recomienda cosechar temprano para garantizar el máximo rendimiento de grano y para reducir pérdidas debido a daños por humedad, altas temperaturas o plagas (insectos, roedores, pájaros, entre otros). 

La humedad máxima en el grano de maíz para la comercialización es de 14% y se puede determinar desde campo empleando equipos portátiles, pero es necesario que estos equipos estén debidamente calibrados para tener datos que le permitan a los productores y técnicos tomar la decisión del momento oportuno para poder cosechar.

SEGALMEX, por ejemplo, recibe granos con un contenido máximo de 13.5% de humedad sin que esto represente deducciones; sin embargo, por cada décima (0.1) en el porcentaje de humedad que supere a este valor se realiza un descuento en el pago equivalente a 1.6 kg de grano por tonelada (factor de deducción). Entonces, si se entrega grano con el 14% de humedad (valor máximo aceptado), el productor tiene una deducción o descuento de $32.530, equivalente a 5.8 kg por tonelada de grano entregado con este contenido de humedad. 

Por su parte, MASECA recibe el grano con un máximo de humedad del 14% sin que este represente una deducción. En caso de que la humedad contenida en el grano que se comercializa fuera mayor a este valor, se realiza un descuento equivalente a 2 kg de grano por tonelada. Es decir, que si el grano que se recibe contuviera un 15% de humedad, el descuento equivaldría a 20 kg por tonelada. 

Considerando estos aspectos, el equipo del hub Chiapas del CIMMYT se dio a la tarea de calibrar los equipos portátiles de medición de humedad en granos. Esto, a través de la vinculación GRUMA-CIMMYT que permitió realizar la gestión y desarrollar esta actividad el 28 de noviembre pasado en las instalaciones de MASECA en Ocozocoautla, Chiapas. 

Con la calibración de los equipos de medición de humedad, los datos que se tomen en campo serán más precisos y permitirán que los productores cosechen con la certeza de que su grano no será rechazado por un alto contenido de humedad.

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¿Cuál es el valor de un grano producido de forma sustentable?

Representantes de diversas organizaciones de productores de granos de Guanajuato participaron en una sesión de trabajo en la que se presentó el plan de desarrollo y capacitación del proyecto Plan Maíz por México, que impulsan Nestlé y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para apoyar a agricultores de esa entidad en la producción de granos de una forma sustentable.

El proyecto combina la estrategia y visión del CIMMYT en materia de sustentabilidad agrícola —a través del fomento de la Agricultura de Conservación— con los principios de desarrollo de negocios y la estrategia de abastecimiento responsable de Nestlé. Esta sinergia, alineada también con la visión de desarrollo regional de la administración estatal, busca incidir positivamente en el ámbito local y favorece el desarrollo de sistemas de innovación agrícola de manera sustentable e incluyente.

Entre las actividades incluidas en el proyecto están: el fortalecimiento de los actores que componen la cadena de valor del maíz y el trigo en Guanajuato, el impulso a las relaciones inclusivas entre productores y agroindustrias, la ampliación de la red de proveedores de asistencia técnica y fortalecimiento de capacidades de los técnicos, o la investigación y promoción de aspectos clave en materia de nutrición y calidad.

El Plan Maíz por México impulsa el desarrollo económico local y regional, permitiendo que —a través del desarrollo de capacidades— los productores tomen mejores decisiones en beneficio de sus cultivos. Las prácticas sustentables que el proyecto promueve les permiten reducir sus costos de producción, incrementar sus rendimientos y la calidad de su producción —lo que mejora sus condiciones de comercialización— cuidar y conservar el medioambiente y planear mejor sus actividades productivas y financieras asociadas.

En este sentido, la sustentabilidad agroalimentaria por la que apuestan Nestlé y el CIMMYT añade valor a la producción local. Al mejorar los sistemas de producción, los consumidores pueden disponer de productos de mejor calidad, más nutritivos y producidos con innovaciones agrícolas que no sólo benefician a los productores, sino que favorecen al cuidado y la preservación de los recursos naturales. Un grano producido de forma sustentable implica y beneficia a todos.

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¿Por qué los productores de Sinaloa deberían apostar por el maíz amarillo?

Con la finalidad de incentivar la siembra de maíz amarillo y brindar opciones para su comercialización en la entidad, Manuel Tarriba Urtuzuástegui, titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa, se reunió con representantes de la Compañía Kellogg, la empresa Servicios Agropecuarios de la Costa SA (SACSA) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). El acuerdo al que llegaron para incentivar el cultivo de maíz amarillo beneficia directamente a los productores a través de esquemas de capacitación, extensionismo y garantías para la adquisición del grano.

Para el Gobierno de Sinaloa, señaló el secretario Manuel Tarriba —quien estuvo acompañado por Rigoberto Mejía Samaniego, subsecretario de Agricultura—, la siembra de maíz amarillo es una opción de reconversión productiva, ya que al hacer atractivo el cultivo de esta variedad de maíz se busca adicionalmente reducir la superficie de siembra de maíz blanco y, en consecuencia, disminuir el déficit de maíz amarillo y evitar los problemas de comercialización derivados de la sobreoferta de maíz blanco.

Por su parte, los representantes de Kellogg señalaron que la compañía tiene interés en adquirir la cosecha de maíz amarillo de 5,000 hectáreas, ofreciendo la garantía de comprar la totalidad del grano. Mencionaron que con la empresa SACSA —representada en el acto por Daniel Godoy, su director general, y Víctor H. Gómez, del área de Comercialización— se han coordinado esfuerzos para el procesamiento industrial del grano, y con el CIMMYT —representado por Víctor López, gerente de Relaciones Público-Privadas para América Latina, y José Luis Velasco, gerente del Hub Pacífico Norte— se fomenta la producción sustentable de maíz amarillo a través del proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable y Agricultura Sustentable de Maíz en México.

El proyecto que impulsan de manera conjunta Kellogg y el CIMMYT está orientado a la adopción de prácticas e innovaciones agrícolas sustentables que les permiten a los productores reducir costos de producción y hacer un manejo responsable de los recursos naturales. En este sentido, el CIMMYT se comprometió a continuar con el proceso de capacitación y extensionismo para que los productores adopten, paulatinamente, prácticas sustentables que le agreguen valor a la producción de maíz amarillo.

Los compromisos que estas organizaciones adquirieron refuerzan las acciones en favor de la producción de maíz amarillo en México, siendo una vía para reducir las importaciones de ese grano. Además, permiten que los productores tengan la certeza de que la apuesta por sembrar maíz amarillo les brinda amplios beneficios y está respaldada por el sector gubernamental de su estado, empresas de nivel internacional con responsabilidad social e instituciones de investigación que ponen la ciencia al servicio del productor.

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Estudiantes, actores clave en la difusión de tecnologías alternativas para conservación de granos en sus zonas de procedencia

Colotlán, Jalisco.- Con el propósito de contribuir a disminuir la pérdida en cantidad y calidad en granos almacenados, se convocó al taller “Manejo alternativo para conservación de granos para autoconsumo familiar”, en el marco de la primera Jornada Agro-Administrativa, organizada por el Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.

El taller se llevó a cabo el pasado 3 de mayo, en las instalaciones del CU Norte en Colotlán, Jalisco y se contó con la participación de estudiantes, docentes y productores de la región. Se abordaron temas como la caracterización del manejo poscosecha en la región Norte del estado de Jalisco y áreas aledañas, las principales plagas de granos almacenados, los principios básicos para la conservación adecuada de granos y las tecnologías alternativas de almacenamiento y conservación de granos sin uso de químicos que se difunden a través del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, MasAgro. Asimismo, se presentaron los trabajos de investigación que realiza el CU Norte en torno al uso de aceites esenciales para la conservación de granos y en los cuales participan tesistas del propio centro universitario.

Pérdidas en almacenamiento que oscilan entre 25 y 30 por ciento y el control químico de plagas a base de pastillas de fosfuro de aluminio (producto catalogado como de toxicidad aguda alta y de uso restringido) en dosis muy por encima de lo recomendado para su uso, fueron punto de partida para la reflexión conjunta. El taller concluyo con el establecimiento de un módulo poscosecha en el CU Norte y la definición de un área de extensión en el municipio de Benito Juárez, Zacatecas.

Los asistentes consideraron de suma importancia y utilidad los temas abordados y el CU Norte expresó su disponibilidad de continuar la relación y fortalecer la colaboración en torno a otras tecnologías MasAgro que puedan responder a las necesidades de la región.

El taller “Manejo alternativo para conservación de granos para autoconsumo familiar” tuvo como facilitadores a Araceli Palma y Tomas Avalos, de Xochicentli AC, así como a Othoniel García, docente de CU Norte. Se llevó a cabo con apoyo de CIMMYT-Hub Bajío y de Carlos Pinedo, coordinador de la licenciatura en Agronegocios, en representación del CU Norte.

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Patio móvil de secado, alternativa tecnológica sustentable para los productores de autoconsumo en Ocosingo, Chiapas

Por: Carolina Domínguez Mariscal. Intensificación Sustentable del CIMMYT.
Abril de 2017.

Chiapas.- Muchos productores en México almacenan granos básicos por un tiempo durante el año, pero uno de los factores más importantes para un exitoso almacenamiento es la humedad de los granos. Con la finalidad de llegar a una humedad adecuada (que depende del grano, aunque la recomendada para maíz es inferior a 14%), el productor cooperante Sebastián Guzmán Saragoz aportó su casa y su parcela para poner en práctica un patio móvil de secado, una alternativa tecnológica sustentable para los productores de autoconsumo. Sebastián es apicultor y agricultor orientado a la producción de maíz y frijol para autoconsumo, y productor de café para la generación de ingresos.

Esta actividad se llevó a cabo en la comunidad de Patelna, municipio de Chilón, Chiapas. El trabajo realizado en la región con productores de autoconsumo y la colaboración de la sociedad civil El Can’chix, a través de la estrategia MasAgro, ha detectado una serie de restricciones y limitantes que presentan los diferentes sistemas de producción, los cuales incluyen la milpa (maíz, frijol y verduras nativas), café de sombra y la ganadería de manera extensiva, principalmente. Una de estas limitantes se presenta en la fase de poscosecha, en la cual la producción se ve afectada por las lluvias que coincidentemente ocurren en los meses de septiembre a noviembre y que pueden afectar la capacidad de los productores por cosechar y/o alcanzar la humedad adecuada en el grano para almacenarla, lo que ocasiona algunas veces la pérdida total.

Por lo anterior se determinó con los productores establecer el ensayo de manera práctica con el patio móvil y secar granos de maíz, frijol y café; contabilizar el número de días de secado de cada grano y monitorear la practicidad en el manejo del patio. Así, el Hub Chiapas, en colaboración con los productores de autoconsumo y la sociedad civil El Can’chix, llevaron a cabo un evento que consistió en el desarrollo de capacidades para el uso de un secador solar llamado patio móvil de secado para granos.

El patio móvil es similar a una lona con cierre y es negro, y por el color, el sol puede secar el grano rápidamente. También se puede cerrar el patio y así proteger los granos de la lluvia si es necesario. Con este secador solar se logró un día de secado para frijol, dos para maíz y de cuatro a cinco días para café. Es importante mencionar que normalmente en la región el tiempo de secado para el frijol es de tres días, para maíz de cuatro días y para café de entre seis y siete días.

La comunidad Patelna forma parte de la región de la Selva Ocosingo. La población pertenece a la etnia Tzeltal, considerada como de alta y muy alta marginación, y está formada por 45 familias, aproximadamente, de las cuales sólo cuatro tienen patio de cemento para el secado de granos de café, frijol y maíz. El resto utiliza los espacios públicos como calles, canchas de basquetbol y la plaza cívica de las escuelas para el secado de granos.

El trabajo de secado que realizan en la región se lleva a cabo sobre lonas de plástico, lámina galvanizada o nylon, y consiste en el secado directamente al sol, el cual implica sacar y guardar el grano al interior de las casas todos los días y estar al pendiente del comportamiento del clima, sobre todo para evitar que se humedezca con las lluvias.

Esta actividad es principalmente familiar, ya que se involucran los niños, antes y después de ir a la escuela, y las mujeres, quienes están al pendiente del clima el resto del día. Si bien es cierto que esta actividad no requiere de mayores esfuerzos, sí ocupa mano de obra para su implementación y recolección una vez realizado el secado, por lo que el patio móvil es una buena opción para reducir el tiempo necesario para monitorear el grano y la mano de obra necesaria para secarlo y asegurar una humedad adecuado para su almacenamiento.