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De la roza, tumba y quema a la roza, tumba y pica

Práctica de roza, tumba y quema en el municipio de Santa María Tlahuitoltepec, en Oaxaca, México. (Foto: Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas)
Práctica de roza, tumba y quema en el municipio de Santa María Tlahuitoltepec, en Oaxaca, México. (Foto: Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas)

En la región Mixe del estado de Oaxaca, en México, la agricultura de tala y quema se sigue practicando y constituye un modo de subsistencia que prevalece para la producción de alimentos básicos como el maíz, frijol y calabaza. 

La roza, tumba y quema es un método actualmente asociado a la deforestación, a la pérdida de biodiversidad y a los incendios forestales. No obstante, también es un método que se ha transformado profundamente con el tiempo, de manera que los periodos de descanso para que los suelos se regeneren y las medidas cautelares para evitar que el fuego se salga de control que estaban asociados originalmente a la práctica han quedado, muchas veces, en el olvido.

Aunque se cree que es una técnica obsoleta, persiste como práctica común en muchas comunidades, pues está arraigada en su cultura. Este hecho brinda a los investigadores agrícolas la oportunidad de buscar nuevas opciones para uso y manejo, para identificar puntos claves en la secuencia de las prácticas agrícolas, las formas de conservación del germoplasma in situ y las de organización para la producción.   

A partir del conocimiento tradicional es posible identificar elementos para mejorar la producción de los granos básicos en condiciones de laderas, la generación de ingresos y el manejo sustentable de los recursos naturales. En este sentido, una opción a la roza, tumba y quema es la roza, tumba y pica, la cual consiste en incorporar materia orgánica al suelo en lugar de quemarla, evitando así los incendios forestales que arrasan vastas extensiones de bosque en la región. 

La roza, tumba y pica se realiza un año antes de la siembra para lograr la descomposición de la mayor cantidad de hojas y tallos. Se extraen los tallos gruesos o troncos para aprovecharlo como combustible en los hogares de las familias para la preparación de alimentos. 

Una vez hecha la apertura de nuevos campos de cultivo es importante aprovechar el suelo bajo un enfoque integral para evitar el abandono de estas áreas, aspecto fundamental porque actualmente no es posible recurrir a más zonas con vegetación virgen, ya que en la zona la fragmentación de las tierras es cada vez mayor con superficies de un cuarto de hectárea en promedio. 

Posteriormente, el segundo cultivo se establece antes de cosechar el maíz y se siembran leguminosas como el chícharo que se desarrolla en los meses de septiembre-abril, para aprovechar la humedad residual. Al mismo tiempo se genera materia orgánica y se fija nitrógeno atmosférico que le sirve al cultivo mismo o al subsecuente. 

La agricultura de conservación y la milpa intercalada con árboles frutales son prácticas de mucha utilidad en este esquema de producción propuesto para la región Mixe, ya que contribuyen a evitar el deterioro de los suelos en ladera. 

Por supuesto, es fundamental que todo nuevo modelo de producción sea consultado con los propios agricultores. Las prácticas sustentables que han sido validadas por la Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas —a través de MasAgro-Cultivos para México, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— han permitido observar que los agricultores de pequeña escala logran mayor variación de productos.

Cuando una parcela cuenta con uno o dos cultivos diferentes secuenciados, a veces imbricados y asociados en un esquema de producción donde los conocimientos tradicionales son renovados y fortalecidos, es posible lograr una alta rentabilidad de la tierra a pesar de la reducida extensión que caracteriza a la agricultura en la región Mixe. 

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Un nuevo esfuerzo acelera el poder de la diversidad de los cultivos para la resiliencia al clima

Estantes llenos de muestras de semillas de maíz conforman la colección activa de maíz en el banco de germoplasma de la sede mundial del CIMMYT en Texcoco, México. Contiene alrededor de 28.000 muestras únicas de semillas de maíz —incluyendo más de 24.000 variedades locales— y especies relacionadas. (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)
Estantes llenos de muestras de semillas de maíz conforman la colección activa de maíz en el banco de germoplasma de la sede mundial del CIMMYT en Texcoco, México. Contiene alrededor de 28.000 muestras únicas de semillas de maíz —incluyendo más de 24.000 variedades locales— y especies relacionadas. (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)

Un nuevo proyecto de 25.7 millones de dólares, dirigido por el Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMYT), un centro de investigación que forma parte del CGIAR, la mayor asociación de investigación agrícola del sector público del mundo está ampliando el uso de la biodiversidad conservada en los bancos de germoplasma del mundo para desarrollar nuevas variedades de cultivos climáticamente inteligentes para millones de pequeños agricultores de todo el mundo.

A medida que se acelera el cambio climático, la agricultura se verá cada vez más afectada por las altas temperaturas, la irregularidad de las lluvias, la sequía, las inundaciones y el aumento del nivel del mar. Los científicos creen que pueden mejorar la resistencia de la producción de alimentos incorporando esta diversidad a nuevas variedades de cultivos, superando así muchos de los obstáculos para luchar contra la malnutrición y el hambre en todo el mundo.

«Unos mejores cultivos pueden ayudar a los pequeños agricultores a producir más alimentos a pesar de los desafíos del cambio climático. Los cultivos básicos resistentes a la sequía, como el maíz y el trigo, que garantizan la alimentación en medio de la escasez de agua, y las variedades de crecimiento más rápido y de maduración temprana que producen buenas cosechas en temporadas de cultivo erráticas pueden marcar la diferencia para quienes dependen de la agricultura. Este es el potencial de mejoramiento genético adaptado al clima que está sin explotar en los bancos de germoplasma del CGIAR», dijo Claudia Sadoff, Directora Gerente de la División de Investigación e Impacto y Coordinadora del Equipo de Gestión Ejecutiva del CGIAR.

A lo largo de cinco años, el proyecto, que cuenta con el apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates, pretende identificar en los bancos de germoplasma las accesiones de plantas que contienen alelos, o variaciones genéticas, responsables de características como la tolerancia al calor, la sequía o la sal, y facilitar su uso en el mejoramiento de variedades de cultivos resistentes al clima. El proyecto, titulado «Extracción de alelos útiles para la adaptación al cambio climático en los bancos de germoplasma del CGIAR», permitirá a los fitomejoradores utilizar de forma más eficaz y eficiente el material de los bancos de germoplasma para desarrollar versiones climáticamente inteligentes de importantes cultivos alimentarios, como la yuca, el maíz, el sorgo, el caupí y el arroz.

Arroz salvaje. (Foto: IRRI)
Arroz salvaje. (Foto: IRRI)

El proyecto es un componente clave de una iniciativa más amplia centrada en aumentar el valor y el uso de los bancos de germoplasma del CGIAR para la resiliencia climática. Forma parte de una serie de Innovation Sprints coordinados por la iniciativa Misión de Innovación Agrícola para el Clima (AIM4C, en inglés), dirigida por los Emiratos Árabes Unidos y los Estados Unidos.

«El mejoramiento de nuevas variedades de cultivos resilientes de forma rápida, económica y con mayor precisión será fundamental para garantizar que los pequeños agricultores puedan adaptarse al cambio climático», dijo Enock Chikava, Director interino de Desarrollo Agrícola de la Fundación Bill & Melinda Gates. «Esta iniciativa contribuirá a un futuro más prometedor y sostenible para los cientos de millones de africanos que dependen de la agricultura para mantener a sus familias».

En los últimos 40 años, los centros del CGIAR han creado la mayor red de bancos de germoplasma del mundo y a la que se accede con mayor frecuencia. La red conserva y pone a disposición de científicos y gobiernos casi tres cuartos de millón de accesiones de cultivos. Los bancos de germoplasma del CGIAR conservan alrededor del 10% del germoplasma vegetal del mundo en fideicomiso para la humanidad, pero representan alrededor del 94% del germoplasma distribuido en virtud del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, que garantiza a los mejoradores de cultivos de todo el mundo el acceso a los componentes básicos de las nuevas variedades.

“Esta investigación para desarrollar variedades de cultivos inteligentes desde el punto de vista climático, cuando se escala, es clave para garantizar que los más afectados por las crisis climáticas tengan acceso a alimentos básicos asequibles», dijo Jeffrey Rosichan, Director de la Colaboración de Cultivos del Futuro de la Fundación para la Investigación de la Alimentación y la Agricultura (FFAR, en inglés). «Además, esta iniciativa beneficia a la agricultura estadounidense y mundial al aumentar la diversidad genética y proporcionar herramientas para que los agricultores se adapten más rápidamente al cambio climático».

«Implementaremos, por primera vez, una estrategia escalable para identificar variaciones valiosas ocultas en nuestros bancos de germoplasma y, a través del mejoramiento, desplegarlas para los agricultores que necesitan urgentemente soluciones para enfrentar la amenaza del cambio climático», dijo Sarah Hearne, científica principal del CIMMYT y líder del proyecto.

Basándose en diez años de apoyo al CIMMYT por parte del gobierno mexicano, los contribuyentes del Fondo del CGIAR y el Consejo de Investigación en Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC, en inglés) del Reino Unido, el proyecto combina el uso de tecnologías y enfoques de vanguardia, computación de alto rendimiento, mapeo SIG y nuevos métodos de mejoramiento de plantas, para identificar y utilizar accesiones con alto valor para el mejoramiento adaptado al clima de las variedades que necesitan los agricultores y los consumidores.

OPORTUNIDADES DE ENTREVISTA:

Sarah Hearne – Científica principal, Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)

PARA MÁS INFORMACIÓN, O PARA AGENDAR ENTREVISTAS, CONTACTE EL EQUIPO DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN:

Marcia MacNeil, Jefa de Comunicaciones, CIMMYT. m.macneil@cgiar.org, +52 5558042004 ext. 2070.

Rodrigo Ordóñez, Gerente de Comunicaciones, CIMMYT. r.ordonez@cgiar.org, +52 5558042004 ext. 1167.

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Llevar el conocimiento científico a los agricultores

Representan el 49.6% de la población mundial y, sin embargo, en ámbitos como la ciencia a penas alcanzan el 30% de representación. Los factores que contribuyen a que la participación de las mujeres en la ciencia sea aún escasa son muchos, pero en general están asociados a estructuras culturales e ideológicas que necesitan transformarse. 

Como señala Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la ciencia es fundamental para hacer frente a los desafíos actuales —como el cambio climático o la inseguridad alimentaria— y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de las mujeres. 

De entre los muchos campos donde la ciencia se aplica para dar respuesta a los grandes retos de la humanidad, está la agricultura. Allí, hay mujeres investigando cómo la humanidad podría librarse de los riesgos, siempre latentes, de crisis alimentarias, climáticas y ambientales que podrían, en menos tiempo del que se piensa, poner al mundo en jaque. 

“Hay estudios —de varios investigadores y organizaciones— que han abordado el ciclo de nitrógeno. Uno de estos realizó mediciones de nitratos y amonio en el agua de los drenes, que son pérdidas por escurrimiento. Los resultados muestran que estas aguas, que desembocan en el Golfo de California, están enriquecidas con nitrógeno. Otro de estos estudios evaluó el efecto de estas aguas y se vio que cada vez que hay un riego en el Valle del Yaqui hay un incremento de las algas en el mar —esto está relacionado con zonas de hipoxia (falta de oxígeno) y pérdida de biodiversidad marítima— y esto tiene que ver con la cantidad de nitrógeno que se aplica en la agricultura. Este fenómeno es visible incluso en imágenes de satélite”, comenta María Elena Cárdenas. 

María Elena es biotecnóloga y cuenta con estudios de posgrado en ciencias agropecuarias. Actualmente es parte del equipo de investigación del Hub Pacífico Norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), desde donde trabaja para identificar las mejores prácticas sustentables que permitan optimizar el uso de fertilizantes nitrogenados y así lograr que los agricultores de Sinaloa sigan produciendo y, a la vez, se minimice el impacto ambiental de la agricultura. 

“En algún momento me tocó conversar con un productor que tenía una parcela cerca del final del Valle del Yaqui y que tomaba el agua de estos drenes para fertilizar. Me comentaba que no necesitaba fertilizar más sus tierras porque estaban tan ricas de nitrógeno que no necesitaba más nitrógeno que aplicar. Obviamente el uso de estas aguas tiene otros problemas, no es lo ideal utilizarlas, pero es un ejemplo para ilustrar los ricas en nitrógeno que están estas aguas”, continua María Elena. 

“Hace ocho o diez años la dosis máxima que aplicaba un productor en su cultivo de trigo era de aproximadamente 250kg de nitrógeno por hectárea. La forma en la que lo aplicaba era 75% en presiembra y un 25% restante lo aplicaba en el primer riego de auxilio. Bueno, ahora ya no son 250kg de nitrógeno por hectárea, ahora se aplican de 275 a 280kg de nitrógeno en todo el ciclo, se dividen las aplicaciones 55% en presiembra, 30% en el primer riego de auxilio y 15% en el segundo riego de auxilio”.

“Actualmente hemos comprobado que las aplicaciones de presiembra son muy ineficientes. El 30% del nitrógeno que tú aplicas en presiembra ya lo habrás perdido al momento de la siembra. Como no hay planta, estamos dejando el nitrógeno expuesto al ambiente durante 20 días para perderse por lixiviación, por volatilización, por escorrentía o que alguna maleza lo utilice, pero no el cultivo. La propuesta es aplicar 30% a la siembra y el 55% en el primer riego de auxilio. Las aplicaciones cerca de encañe te ayudan a lo que es rendimiento, las aplicaciones cerca del inicio de floración te ayudan a evitar problemas de panza blanca y tener producción de proteína también”. 

Esto no es una idea que se nos ocurrió de la nada, esto está probado: en el Valle del Yaqui se hizo un trabajo en el que se probaron tanto la práctica convencional de aplicación en presiembra como la práctica que proponemos, es decir, evitando las aplicaciones de presiembra y poniendo la mayor cantidad de nitrógeno en el inicio de encañe. Cuando evitamos las aplicaciones de presiembra la proteína en todos los tratamientos se incrementó porque la planta lo esté aprovechando realmente y no se pierde en la medida en que sí ocurre con aplicaciones en presiembra”, enfatiza María Elena. 

Al llevar los resultados de las investigaciones hasta la parcela para compartirlos con los productores, María Elena Cárdenas contribuye a que la ciencia cumpla con su propósito social: mejorar la calidad de vida de la sociedad. Por esta razón, invita a que más niñas y mujeres se interesen en la ciencia para que la humanidad pueda afrontar los grandes retos que tiene delante de sí. 

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Llevando la diversidad no aprovechada del trigo silvestre a las líneas de élite

Una colaboración en la que participan 15 institutos internacionales de ocho países ha optimizado los esfuerzos para introducir rasgos beneficiosos de las accesiones de trigo silvestre de los bancos de germoplasma en las variedades de trigo existentes.

Los hallazgos, publicados en Nature Food, extienden muchos beneficios potenciales a los programas nacionales de mejoramiento, incluyendo variedades de trigo mejor equipadas para prosperar en condiciones ambientales cambiantes. Esta investigación fue dirigida por Sukhwinder Singh, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en el marco del proyecto Seeds of Discovery.

Desde la llegada de las prácticas modernas de mejora de los cultivos, se ha producido un cuello de botella de la diversidad genética, porque muchos programas nacionales de mejora del trigo utilizan las mismas variedades en su programa de cruces como fuente «élite». Esta práctica disminuye la diversidad genética, poniendo más zonas de trigo en riesgo de sufrir patógenos y factores de estrés ambiental, que ahora se ven exacerbados por un clima cambiante. A medida que la población mundial crece, las perturbaciones del suministro mundial de trigo tienen consecuencias más generalizadas.

El equipo de investigación planteó la hipótesis de que muchas accesiones de trigo de los bancos de germoplasma —grupos de material vegetal relacionado de una misma especie recolectado en un momento dado en un lugar concreto— presentan rasgos útiles para que los programas nacionales de mejoramiento los empleen en sus esfuerzos por diversificar sus programas de mejoramiento.

«Los bancos de germoplasma albergan muchas accesiones diversas de variedades locales de trigo y especies silvestres con rasgos beneficiosos, pero hasta hace poco no se había explorado todo el alcance de la diversidad y miles de accesiones han permanecido en los estantes. Nuestra investigación se centra en los rasgos beneficiosos de estas variedades a través de la cartografía del genoma y luego podemos entregarlos a los programas de mejora de todo el mundo», dijo Singh.

Los enfoques adoptados actualmente para introducir genes beneficiosos externos en los cultivares de élite de los programas de mejoramiento requieren una cantidad considerable de tiempo y dinero. «El mejoramiento del trigo desde una perspectiva nacional es una carrera contra los patógenos y otras amenazas abióticas», dijo Deepmala Sehgal, coautor y genetista de trigo en el programa global de trigo del CIMMYT. «Cualquier disminución del tiempo para probar y liberar una variedad tiene un enorme impacto positivo en los programas de mejoramiento».

Deepmala Sehgal muestra las líneas LTP que se utilizan actualmente en las líneas de rasgos del CIMMYT en la estación experimental de Toluca, México, para la introgresión de nuevos alelos exóticos específicos en líneas de nuevo desarrollo. (Foto: CIMMYT)
Deepmala Sehgal muestra las líneas LTP que se utilizan actualmente en las líneas de rasgos del CIMMYT en la estación experimental de Toluca, México, para la introgresión de nuevos alelos exóticos específicos en líneas de nuevo desarrollo. (Foto: CIMMYT)

Tomando en cuenta la biodiversidad genética

Los resultados se basan en la investigación realizada a través del proyecto Seeds of Discovery, que caracterizó genéticamente casi 80.000 muestras de trigo de los bancos de semillas del CIMMYT y del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA en inglés).

En primer lugar, el equipo llevó a cabo un amplio metaestudio de los recursos genéticos de las variedades de trigo silvestre conservadas en los bancos de germoplasma para crear un catálogo de rasgos mejorados.

«Nuestra cartografía genética», dijo Singh, «identifica los rasgos beneficiosos para que los programas de mejoramiento no tengan que buscar la proverbial aguja en el pajar». Gracias al esfuerzo de colaboración del equipo de investigación, pudimos examinar un número de genomas mucho mayor que el que podría tener un solo programa de mejoramiento.»

Después, el equipo desarrolló un método de cruce estratégico a tres bandas entre 366 accesiones del banco de germoplasma y las mejores variedades de élite históricas para reducir el tiempo entre la introducción original y el despliegue de una variedad mejorada.

Sukhwinder Singh (segundo por la izquierda) selecciona las líneas de premejoramiento de mayor rendimiento en la India. (Foto: CIMMYT)
Sukhwinder Singh (segundo por la izquierda) selecciona las líneas de premejoramiento de mayor rendimiento en la India. (Foto: CIMMYT)

Impacto mundial

Los programas nacionales de mejoramiento genético pueden utilizar la diversa gama de germoplasma para realizar nuevos cruces o pueden evaluar el germoplasma en ensayos de rendimiento en sus propios entornos.

El nuevo germoplasma se está probando en las principales zonas productoras de trigo, como India, Kenia, México y Pakistán. En México, muchas de las líneas mostraron una mayor resistencia a los estreses abióticos; muchas de las líneas probadas en Pakistán mostraron una mayor resistencia a las enfermedades; y en la India, muchas de las líneas probadas forman ahora parte del sistema nacional de liberación de cultivares. En total, los programas nacionales de mejoramiento genético han adoptado 95 líneas para sus programas de mejoramiento específicos y siete líneas están siendo sometidas a ensayos varietales.

«Este es el primer esfuerzo de este tipo en el que el trabajo de premejoramiento a gran escala no sólo han mejorado la comprensión de las huellas del genoma exótico en el trigo harinero, sino que también han proporcionado soluciones prácticas a los mejoradores», dijo Sehgal. «Este trabajo también ha aportado líneas de preselección a las líneas de rasgos dentro de los programas nacionales de mejoramiento».

En la actualidad, muchas de estas líneas se están utilizando en líneas de rasgos en el CIMMYT para introducir estas nuevas regiones genómicas en líneas de élite avanzadas. Los investigadores están colaborando con fisiólogos del programa global de trigo del CIMMYT para diseccionar cualquier mecanismo fisiológico subyacente asociado a los hallazgos del equipo de investigación.

«Nuestra investigación supone un gran avance en la aportación de la variación del banco de germoplasma a los programas nacionales de mejora», explicó Singh. «Lo más significativo es que este estudio arroja luz sobre la importancia de las colaboraciones internacionales para sacar productos exitosos y nuevos métodos y conocimientos para identificar contribuciones útiles en las líneas de élite».

Lea el artículo completo:
Introgresión directa de diversidad no aprovechada en líneas de trigo de élite

Foto de portada: Un investigador sostiene una planta de Aegilops neglecta, un pariente del trigo silvestre. Aproximadamente cada 20 años, el CIMMYT regenera parientes silvestres del trigo en invernaderos, para disponer de suficientes semillas sanas y viables para su distribución cuando sea necesario. (Foto: Rocío Quiroz/CIMMYT)

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¿Cómo se beneficia la sociedad con la Agricultura de Conservación?

Texcoco, Edo. Méx.- La Agricultura de Conservación es un sistema sustentable que ofrece amplios beneficios para los agricultores —como considerables ahorros en costos de producción y el mejoramiento de los suelos luego de una continua aplicación del sistema— pero ¿qué beneficios puede aportar este sistema de producción agrícola a la sociedad en general?

En Beneficios de la Agricultura de Conservación a los agricultores y la sociedad —capítulo que forma parte del libro Avances en la agricultura de conservación. Volumen 2: Práctica y beneficios (2020)— un grupo de científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Instituto Internacional de Investigaciones sobre el Arroz (IRRI) aborda precisamente este tema. 

Los autores señalan que la Agricultura de Conservación ofrece muchos beneficios a la sociedad, la mayoría de estos relacionados con importantes servicios ecosistémicos, como la reducción de los problemas de erosión del suelo —cuyos costos para la sociedad pueden ser muy elevados e implican la limpieza y reparación de caminos bloqueados por limo, así como la desobstrucción de ríos, represas y puertos—, la reducción de la contaminación de agua y aire debido al uso de diversos productos agrícolas, el aumento de la infiltración de agua —que da como resultado menos inundaciones, flujos fluviales más estables, recarga de acuíferos y la reaparición de pozos secos—, la mitigación de la deforestación y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. 

Ya que uno de los componentes básicos de la Agricultura de Conservación es el mínimo movimiento del suelo, la reducción del número de pasos de maquinaria también implica un significativo ahorro de combustible. Este hecho en sí mismo representa un gran beneficio para la sociedad, no solo por la reducción del uso de combustibles fósiles sino también por la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero implicado en el cambio climático —como ejemplo, los autores refieren el caso de Brasil que, solo en 2012, ahorró 1.34 mil millones de litros de combustible diésel debido a la adopción de Agricultura de Conservación, lo que representó una reducción de las emisiones de CO2 de 3,5 millones de toneladas—. 

Adicionalmente, este sistema agrícola contribuye a la conservación de la biodiversidad, a una mayor seguridad alimentaria, a la disponibilidad de alimentos de mayor calidad y a precios más bajos —como resultado del aumento de la fertilidad natural del suelo y de la productividad—, a una disminución de los niveles de importación de combustibles y fertilizantes y, en general, a mayores ingresos rurales que conducen a su vez a una menor migración del campo a la ciudad. 

A partir de los casos analizados, los autores mencionan que muchos otros beneficios sociales fuera de los entornos de las parcelas —y del ámbito rural en general— aún no han podido ser cuantificados con precisión, como es el caso de la reducción de la contaminación química en las aguas interiores y costeras. No obstante, los beneficios plenamente identificados son amplios de manera que la pregunta clave, enfatizan los autores, es cómo la sociedad debe promover una adopción más amplia de este sistema de producción agrícola y adicionalmente cómo recompensar a los agricultores que lo practican por su contribución en el cambio y la gestión de sistemas de producción más sostenibles que benefician a todos.  

Fuente:

Wall, P., Thierfelder, C., Hobbs, P., Govaerts, B. (2020). Beneficios de la agricultura de conservación a los agricultores y la sociedad. En A. Kassam (Ed.), Avances en la agricultura de conservación. Volumen 2: Práctica y beneficios. Burleigh Dodds Science Publishing.

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Agricultura y ganadería en la Mixteca de Oaxaca

Oaxaca.- De acuerdo con el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la actividad agrícola, ganadera y la gestión del sistema alimenticio actual generan el 23% de los gases de efecto invernadero que propician el calentamiento global y contribuyen al cambio climático. Esta cifra ha hecho que a nivel global la transformación de este sector hacia sistemas más sostenibles se tenga como una acción prioritaria para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en materia ambiental. 

Además del impacto ambiental, la relación entre agricultura y ganadería en términos de productividad y rentabilidad no siempre es la más adecuada: el sobrepastoreo propicia la compactación del suelo —y esto afecta sus funciones y el desarrollo de las plantas—, la alimentación del ganado no permite conservar el rastrojo como cobertura del suelo —dificultando la implementación de prácticas sustentables para incrementar la cantidad de materia orgánica y mejorar las propiedades del suelo—, etcétera. 

Aunque da la impresión de que combinar agricultura y ganadería no es lo más conveniente, esto no es necesariamente así. De hecho, es posible crear sinergias muy positivas entre ganadería y agricultura, específicamente si se trata de Agricultura de Conservación. 

El Hub Pacífico Sur, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) documentó recientemente el sistema de producción agrícola-ganadero en la región Mixteca de Oaxaca y nos comparte una fotogalería que da cuenta de cómo se pueden aprovechar las sinergias entre los recursos naturales y la agrobiodiversidad. 

En Villa de Chilapa de Díaz, por ejemplo, la preparación de los terrenos sería muy complicada si no fuera por el uso adecuado de los animales de tiro. Allí mismo, el pastoreo controlado permite aprovechar las excretas del ganado para abonar la tierra.

En San Mateo Etlatongo, perteneciente al municipio de Nochixtlán, la producción de ovinos como actividad complementaria a las actividades agrícolas ha sido fundamental para la generación de ingresos para las familias productoras, particularmente aquellas encabezadas por mujeres. 

En otras comunidades de la Mixteca el Hub Pacífico Sur del CIMMYT y sus colaboradores han trabajado para ampliar el menú de forrajes con intención de brindarle a los animales alimentos más adecuados y nutritivos, permitiendo a la vez aprovechar los rastrojos como cobertura del suelo y, en otros casos, siendo los cultivos forrajeros la misma cobertura del suelo después de la cosecha del maíz o bien, estableciendo mezclas de forrajes intercaladas con maíz y sin disminuir la superficie de este que es el cultivo principal en la región. 

Canola, ebo, avena, triticale, cebada, sorgo, leguminosas y otros cultivos figuran en este menú extendido de forrajes que, además de alimentar al ganado, brindan otros beneficios a los suelos.  Esperamos que esta fotogalería les resulte ilustrativa:

Sistema agrícola-ganadero en la Mixteca

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Maíces nativos para una gastronomía sostenible

Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, Oax.- El 18 de junio es el Día de la Gastronomía Sostenible. Las Naciones Unidas promueven esta conmemoración para fomentar que la cocina tenga en cuenta el origen de los ingredientes —cómo se cultivan y cómo llegan a las mesas donde se sirven—, y esto implica celebrar la gastronomía como expresión cultural de la diversidad natural y social del mundo (preservando las tradiciones culinarias y aprovechando los productos locales y de temporada), así como enfatizar la necesidad de transformar las dietas para transformar los sistemas agroalimentarios, contribuyendo así a la conservación de la biodiversidad y el medioambiente en general. 

Para muchas comunidades en México, los maíces nativos encarnan esa riqueza biocultural que es a la vez sustento, tradición y sabor. Por esta razón, para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores ha sido importante promover la investigación, el rescate y el aprovechamiento de los maíces nativos. 

En Oaxaca, por ejemplo, la Integradora Agroempresarial del Río Verde —con la que se promueven prácticas sustentables en aquella entidad y que está conformada por alrededor de 80 productores— trabaja en cuatro ejes fundamentales: conservación de los maíces nativos, evaluación de cultivos resistentes a la sequía, utilización de sistemas de riego adecuados para la región y la comercialización de las cosechas de pequeños productores y su capacitación en prácticas sustentables. 

José Esteban Sotelo Mariche, representante de la organización, comenta que “dentro de las acciones que impulsamos está la gastronomía con maíces nativos para hacer promoción de nuestros sabores originarios. Esto se trabaja con cocineras tradicionales y con chefs gourmet para fusionar sabores y conocimientos, desde la parte ancestral hasta las nuevas tendencias gastronómicas”. 

“Los maíces nativos de colores, particularmente los rojos y azules, son materiales difíciles de conseguir porque muchos se perdieron o dejaron de usarse y de consumirse en esta zona por la idea de que eran maíces no adecuados para la alimentación humana, prevaleciendo la preferencia por el maíz blanco. Por eso ahora estamos trabajando con las comunidades indígenas que resguardaron estos materiales para impulsar la producción y el consumo de los maíces nativos de colores, reintroduciéndolos tanto en las cocinas tradicionales como en la alta cocina”, señala José Esteban. 

“El centro de acopio de maíces nativos está en el municipio de Villa de Tututepec de Melchor Ocampo, Oaxaca. Fomentamos el desarrollo local, pero también procesamos para el mercado de exportación. Se está comercializando a Nueva York, Los Ángeles y Pensilvania, en los Estados Unidos y actualmente estamos trabajando otra propuesta para generar valor agregado en la región de la costa y sierra sur de Oaxaca”, comenta José Esteban Sotelo, quien además explica que estos consumidores pueden tener la certeza de que estos maíces han sido cultivados con prácticas amigables con la naturaleza, como la Agricultura de Conservación que se promueve junto con el CIMMYT. 

“Estamos trabajando con maíces de las variedades Tuxpeño, Olotillo, Conejo y Bandeño. El grano que hasta ahorita hemos mandado más es el blanco, un 95% aproximadamente, un 3% grano amarillo y un 2% morado o de otros colores. Desde el año 2018 hemos implementado una estrategia de rescate y conservación de los maíces pigmentados, principalmente rojos y morados con los que hemos estado tratando también de fortalecer la economía de los pequeños productores”. 

“Queremos fortalecer el mercado local, también queremos que nuestros paisanos disfruten de estos alimentos y por eso estamos aprovechando los mercados turísticos que tenemos en nuestra región. En el caso de Puerto Escondido vamos a procurar la vinculación con un restaurante donde se va a ofertar gastronomía elaborada por cocineras tradicionales, afromexicanas, mixtecas, chatinas, zapotecas y, a través de molino del Puerto, vamos a estar procesando el maíz y teniendo venta directa de grano, tortilla, tostadas y otros productos derivados del sistema milpa”, finaliza José Esteban Sotelo Mariche.

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Cuatro preguntas con el curador del Banco de Germoplasma de Maíz del CIMMYT

Las semillas son la piedra angular de la seguridad alimentaria. Por eso los bancos de germoplasma de maíz y trigo siempre han sido el principal enfoque del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

A principios de este año, cuando la comunidad del CIMMYT despidió a Denise Costich, Terence (Terry) Molnar ocupó su lugar y se hizo cargo de la gestión de la más grande y diversa colección de maíz del mundo.

Molnar se llama a sí mismo curador, pero a diferencia de sus contrapartes en bibliotecas y museos, su trabajo no consiste únicamente en registrar y mostrar las 28.000 colecciones únicas de semillas de maíz. Él y su equipo se aseguran de que la rica biodiversidad del maíz recolectada a lo largo del tiempo y de la geografía se mantenga viva, viable y accesible para los demás.

Nos sentamos a platicar con Molnar para saber más sobre su singular función y sobre lo que podemos hacer para celebrar la biodiversidad en el Día Internacional de la Diversidad Biológica.

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Una conversación sobre conservación

Los bancos de germoplasma de todo el mundo son protectores de la diversidad genética, y en conjunto conservan aproximadamente 700.000 muestras de variedades de trigo procedentes de campos de todo el mundo. Thomas (Tom) Payne, jefe de la Colección de Germoplasma de Trigo del CIMMYT, o banco de germoplasma, gestiona la colección con sede en México de casi 150.000 accesiones procedentes de más de 100 países. Payne ha trabajado en el CIMMYT desde 1988 y ha dedicado su carrera a la mejora y conservación del trigo, trabajando en Etiopía, México, Siria, Turquía y Zimbabue. Además de gestionar el banco de germoplasma, es el presidente del Grupo de Gestores de Bancos de Germoplasma del CGIAR, ha sido secretario del Consejo Directivo del CIMMYT, gestiona la Red Internacional de Mejoramiento de Trigo del CIMMYT y fue galardonado con la Medalla Frank N. Meyer de Recursos Fitogenéticos en 2019.

Antes de su retiro en julio de 2021, la científica principal del CIMMYT Carolina Saint Pierre platicó con Tom Payne a través de Zoom para hacerle algunas preguntas del equipo de mejoramiento de trigo sobre su experiencia de toda una vida en la conservación de la biodiversidad del trigo.

¿Cuál es su especie Triticum favorita?

Triticum aestivum, el trigo harinero, es mi favorito. El trigo harinero alimenta a aproximadamente 2.700 millones de personas en todo el mundo. De hecho, se elaboran más productos alimenticios con trigo que con cualquier otro cereal. Sin embargo, un detalle interesante sobre el Triticum aestivum es que es un hexaploide, lo que significa que es una especie distinta formada por tres especies separadas. La diversidad genética inherente resultante de sus tres especies ancestrales y su capacidad para incorporar de forma natural la diversidad genética de otras especies ofrece a los mejoradores una amplia paleta de diversidad genética con la que trabajar para las necesidades actuales y futuras.

¿Cómo pueden los gestores de bancos de germoplasma de cultivos alimentarios vitales añadir diversidad a las colecciones existentes?

Muestras que componen la colección activa de trigo en el Centro de Recursos Fitogenéticos Wellhausen-Anderson en la sede del CIMMYT en Texcoco, México. (Foto: X. Fonseca/CIMMYT)
Muestras que componen la colección activa de trigo en el Centro de Recursos Fitogenéticos Wellhausen-Anderson en la sede del CIMMYT en Texcoco, México. (Foto: X. Fonseca/CIMMYT)

Hay muchos bancos de germoplasma vitales, con afiliaciones comunitarias, nacionales, regionales e internacionales. Es necesario armonizar estos esfuerzos en una red mundial de conservación. En el caso del trigo, por ejemplo, no conocemos adecuadamente la diversidad de los parientes silvestres del cultivo. Un estudio reciente de la Universidad del Estado de Kansas observó que dos tercios de las accesiones de Aegilops tauschii en posesión de varias colecciones clave eran duplicados. Esto es alarmante para la comunidad mundial del trigo. La colección ex-situ de una especie esencial es menos representativa y más vulnerable de lo que el mero número de accesiones implicaría. Debemos llevar a cabo una caracterización exhaustiva de todos los parientes silvestres de los cultivos para evaluar los riesgos para la diversidad, y un análisis de las deficiencias de los materiales recién recolectados para garantizar que su conservación a largo plazo añada una diversidad única a las colecciones existentes.

¿Cuál de las especies de Triticum que almacena el banco de germoplasma de trigo del CIMMYT debería, en su opinión, explorarse mucho más?

Las especies que pueden cruzarse fácilmente con el trigo cultivado, tanto con el trigo harinero como el trigo duro, se deberían intensificar sus esfuerzos de conservación y caracterización. Algunos ejemplos son Triticum monococcum subespecie monococcum (Einkorn) y Triticum turgidum subespecie dicoccon (Emmer).

¿Cuáles fueron los resultados más sorprendentes de los análisis de diversidad genética de casi 80.000 accesiones de trigo del banco de germoplasma del CIMMYT?

Las modernas herramientas de genética molecular confirmaron, en su mayor parte, la centenaria clasificación taxonómica linneana de las especies Triticum y Aegilops. En general, hay dos grandes escuelas de taxónomos, los «agrupadores» y los «separadores». Los primeros agrupan las especies basándose en unas pocas características comunes, y los segundos definen múltiples taxones basándose en muchos rasgos. El trabajo de Seeds of Discovery, en colaboración con Michiel van Slageren, de Kew Gardens, está confirmando la taxonomía saliente del género Triticum. Van Slageren estudió y publicó una monografía taxonómica sobre el género Aegilops, ancestral del trigo.

¿Cómo pueden ayudar los gestores de un banco de germoplasma en el premejoramiento?

El mantenimiento de la diversidad genética autóctona para su uso en el futuro es una función importante que los gestores de los bancos de germoplasma desempeñan en los procesos de premejoramiento y mejoramiento aplicado. Además, la identificación de variaciones raras y extrañas desempeña un papel importante en la comprensión de la expresión de los rasgos. Los gestores de los bancos de germoplasma están adquiriendo un mayor conocimiento de la representatividad genética de sus colecciones, y pueden identificar dónde pueden existir lagunas en la diversidad genética conservada. Un mejor conocimiento de las colecciones permitirá su conservación y uso sostenible.

Tom Payne en la Bóveda Mundial de Semilla en Svalbard, Noruega, para la ceremonia oficial de apertura en 2008. Payne sostiene una de las cajas selladas utilizadas para almacenar las casi 50.000 colecciones de semillas de maíz y trigo únicas depositadas por el CIMMYT. (Foto: Thomas Lumpkin/CIMMYT)
Tom Payne en la Bóveda Mundial de Semilla en Svalbard, Noruega, para la ceremonia oficial de apertura en 2008. Payne sostiene una de las cajas selladas utilizadas para almacenar las casi 50.000 colecciones de semillas de maíz y trigo únicas depositadas por el CIMMYT. (Foto: Thomas Lumpkin/CIMMYT)

¿Cuál considera que es el mayor reto a la hora de buscar la diversidad genética en el cultivo de trigo para el futuro?

El CIMMYT y otros centros del CGIAR están legítimamente orgullosos de su gestión de los bienes públicos mundiales y del libre acceso y distribución de germoplasma e información. Sin embargo, fuera del CGIAR, muchas comunidades de cultivos todavía no han logrado compartir el germoplasma y los conocimientos en ambos sentidos. Los acuerdos internacionales han tratado de unir el reconocimiento de los derechos de propiedad intelectual con el acceso garantizado y los mecanismos de reparto de beneficios. Sin embargo, el terreno sigue siendo desigual entre las organizaciones públicas y privadas debido a los distintos niveles de inversión y exclusividad, acceso a la tecnología y a la información, y comerciabilidad.

¿Cuál es una forma de garantizar la conservación a largo plazo de los cultivos básicos en todo el mundo?

En los últimos años, varias colecciones de germoplasma de renombre internacional han sido destruidas debido a conflictos civiles, catástrofes naturales e incendios, por ejemplo en Alepo, Ciudad del Cabo y Sao Paulo. En ocasiones, escuchamos que es una pena que el patrimonio destruido se haya perdido, que era insustituible y sin valor. Cuando un banco de germoplasma pierde una accesión, el linaje ancestral de cientos de generaciones se extingue definitivamente. Los gestores de los bancos de germoplasma reconocen esta amenaza, y por ello se están enviando poco a poco muestras duplicadas de todas las accesiones a la Bóveda Mundial de Semilla en Svalbard para su conservación a largo plazo.

Foto de portada: Tom Payne, Director de la Colección de Germoplasma de Trigo y de la Red Internacional de Mejoramiento de Trigo. (Foto: X. Fonseca/CIMMYT)

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El CIMMYT lanza 12 nuevas líneas de maíz

Mazorcas de maíz del conjunto de líneas de maíz del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)
Mazorcas de maíz del conjunto de líneas de maíz del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se complace en anunciar el lanzamiento de un conjunto de 12 nuevas líneas de maíz del CIMMYT (CML en inglés). Estas líneas fueron desarrolladas en varias zonas de mejoramiento del Programa Global de Maíz del CIMMYT por un equipo multidisciplinario de científicos en África subsahariana y Asia. Las líneas están adaptadas a los entornos de producción de maíz tropical a los que se dirigen el CIMMYT y las instituciones asociadas.

El CIMMYT busca desarrollar líneas endogámicas de maíz mejoradas en diferentes perfiles de producto, con un rendimiento superior y tolerancia a múltiples estreses para mejorar la productividad del maíz para los pequeños agricultores. Estas líneas se lanzan tras una evaluación intensiva de combinaciones híbridas bajo diversos estreses abióticos y bióticos, además de en condiciones óptimas. También se evalúa minuciosamente la idoneidad como progenitoras de semillas o de polen.

Para aumentar la utilización de las líneas en los programas de mejoramiento de maíz de las instituciones asociadas, se ha probado el comportamiento heterótico de todas las líneas nuevas y se han asignado a grupos heteróticos específicos del CIMMYT: A y B. Como una nueva práctica, la asignación del grupo heterótico se incluye en el nombre de cada línea, después del número de línea, por ejemplo, CML604A o CML605B.

El lanzamiento de una línea de maíz del CIMMYT no garantiza una alta capacidad de combinación o un rendimiento per se en todos los entornos. Es decir, indica que la línea es prometedora o útil como progenitora para el mejoramiento de pedigrí o como progenitora potencial de combinaciones híbridas para megaambientes específicos. La descripción de las líneas incluye la clasificación del grupo heterótico, junto con información sobre sus puntos fuertes específicos, y su capacidad de combinación con algunas de las líneas nuevas o líneas del CIMMYT ampliamente utilizadas.

Plantas del nuevo conjunto de líneas de maíz del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)
Plantas del nuevo conjunto de líneas de maíz del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)

Más información:

Resumen de las características de las 12 líneas de maíz del CIMMYT (PDF).

Datos de pedigrí y caracterización de todas las líneas lanzadas hasta la fecha, incluyendo el último conjunto (CIMMYT Research Data repository).

Solicitudes de semillas:

Se puede obtener una cantidad limitada de semillas de las líneas nuevas enviando una solicitud al Banco de Germoplasma de Maíz del CIMMYT. Estas líneas están disponibles de manera gratuita para los mejoradores del sector público y privado de todo el mundo en virtud del Acuerdo Normalizado de Transferencia de Material.

Contacto:

Para más detalles sobre las líneas lanzadas, póngase en contacto con B.M. Prasanna, Director del Programa Global de Maíz, CIMMYT, y del Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE).