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Productoras agropecuarias de la Mixteca adoptan la agricultura de conservación

Maribel Landero, productora de la Mixteca de Oaxaca, México, dando de comer una mezcla forrajera a su ganado. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)
Maribel Landero, productora de la Mixteca de Oaxaca, México, dando de comer una mezcla forrajera a su ganado. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)

Maribel Landero Taltempan es una productora del estado mexicano de Oaxaca, tiene 37 años y está casada con Raúl quien, por su trabajo, está fuera de su comunidad de lunes a viernes. Sin presunción, cuenta Maribel, la adopción de la agricultura de conservación, sobre todo de la “matraca”, le ha permitido no depender de la presencia de un hombre para hacer producir su parcela y así obtener alimento para el autoconsumo y sus seis chivos. 

La matraca es una sembradora manual que para mí es algo innovador. Solo los primeros días se me dificultó la sincronización porque la pinza que tiene en la parte inferior se cierra cuando se hunde en la tierra y se abre al sacarla. Es práctica, solo hay que escuchar que el grano caiga a una distancia de 15 centímetros”, explica la agricultora que vive en San Marcos Monte de León, agencia del municipio mixteco de Villa Chilapa de Díaz.

Desde que Maribel aprendió a manejar la sembradora manual, cuenta, solo necesita dos mozos para encargarse de las labores en su parcela. Además, al no disponer de tiempo para llevar a pastar a sus animales, les construyó un corral con características que le facilitan limpiarlo, así como dar de beber y comer a sus chivos una mezcla de zacate, triticale, alfalfa y canola, “vitaminas o las fibras que necesitan”, relata. 

Junto con otras 321 productoras, Maribel participa en el proyecto CLCA —impulsado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) e implementado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversos colaboradores—, el cual promueve el uso de la agricultura de conservación en sistemas agropecuarios en zonas áridas para mejorar la eficiencia en el uso de agua, la fertilidad del suelo y la productividad.

En Oaxaca, el proyecto ha propiciado la implementación de 62 módulos de innovación, áreas de extensión y de impacto con presencia de mujeres. Este énfasis en el tema de género es porque a la carga de labores que tienen por sus roles tradicionales de responsables de las labores de la casa y la familia, muchas productoras de la Mixteca deben agregar a sus tareas el cultivo de maíz o el pastoreo de animales en un contexto de sequía que complejiza la rentabilidad de las actividad agrícola y pecuaria.

La avena que producen con agricultura de conservación María Martínez Cruz y su esposo Isidro Reyes Cruz en el municipio de Vicente Nuñú les permite “en tiempo de sequedad” tener alimento para sus animales que no se mantendrían con la pastura que encuentran en esos montes.

“Si no suben los animales, si no logran subir, se mantienen por lo menos, porque ahorita en los campos, pos (sic) como no ha querido llover, todo está seco, pero ya con lo verde de la avena, ya nos ayuda a mantener a los animales”, expresa María,satisfecha de incorporar una alternativa de alimento para su ganado.

Sara Cruz Ramos, productora de San Andrés Sinaxtla, resiente también la sequía en la Mixteca y por eso ha implementado algunas innovaciones como hacer con cinceles un subsoleo —una técnica que permite aflojar el suelo, pero sin removerlo— en su parcela y dejar de hacer el barbecho tradicional.

“Con las pocas lluvias que se han presentado en estos años se hizo un subsoleo para poder captar agua”, además de dejar el residuo de la cosecha anterior “para que haya más materia orgánica y podamos tener un suelo con más nutrientes”.

Reducir gastos es el logro en que Felicitas Velasco Soriano, originaria San Bartolo Soyaltepec, ve al implementar las prácticas que el CIMMYT y sus colaboradores promueven a través del proyecto de CLCA, con el que inició a sembrar otros cultivos como ebo, trébol y girasol que intercalado con maíz le garantiza la alimentación en su familia, pero también de sus animales.

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Opciones para la agricultura en el semidesierto

En la región del semidesierto queretano (que abarca los municipios de Cadereyta, Ezequiel Montes, Colón, Peñamiller y Tolimán) el agua es uno de los principales problemas para los agricultores locales, no solo cuando escasea (que es la mayor parte del año), sino también cuando hay lluvias, pues estas suelen presentarse en forma de fuertes aguaceros que propician que el suelo se erosione (erosión hídrica por arrastre) y que el agua no se infiltre. 

Ya que los rendimientos en la zona son muy bajos debido a la problemática del agua y a la prevalencia de prácticas agrícolas inadecuadas, los productores de la región complementan su actividad agrícola (el maíz y el frijol son los cultivos prrincipales) con la ganadería extensiva. 

Para brindarles alternativas que les permitan mejorar su sistema de producción (incluyendo propuestas de manejo de cultivo para incrementar rendimientos, así como cultivos alternativos para la producción de forraje de buena calidad), en la plataforma de investigación Cadereyta se evalúan prácticas para disminuir la erosión, conservar la humedad de las escasas lluvias y disminuir los costos de producción.

Analizando los datos de cuatro años de la plataforma se ha podido observar que el uso de rastrojo como cobertura del suelo tiene un efecto notable en el rendimiento de maíz (esta práctica es uno de los principios de la Agricultura de Conservación). La labranza convencional, en cambio, ha arrojado los rendimientos más bajos. Esta tendencia a favor de las prácticas sustentables es más notable a partir de 2018 (figura 1), como resultado de un efecto acumulado. 

También se encontró que el sistema de labranza afecta las características físicas y químicas del suelo: mientras que se observa un mayor pH en labranza convencional (7.2), en Agricultura de Conservación el pH fue menor (6.7) —este pH más bajo es más favorable para el desarrollo del cultivo— y, con respecto al contenido de materia, se notó un ligero incremento en los tratamientos con Agricultura de Conservación (cuadro 2). 

Los mejores resultados de la producción de maíz y frijol se han observado con la retención de residuos sobre la superficie del suelo (destacan los resultados de frijol en camas permanentes). Sin embargo, en la región alrededor a la plataforma esta práctica se ve limitada debido al valor que tienen los rastrojos para la alimentación animal y la poca disponibilidad de estos en la temporada de estiaje. Una alternativa es la producción de cultivos forrajeros como la avena, que puede aportar aproximadamente 4.6 toneladas por hectárea (t/ha) de forraje achicalado con un costo de alrededor de 7 mil pesos por hectárea.  

Debido al escaso temporal en la región y a que en los últimos años las lluvias se han presentado al final del ciclo primavera-verano, los cultivos que crecen con humedad residual son una alternativa para producción de grano y forraje. Cuando se presentan lluvias en octubre después de la cosecha de frijol o avena, se puede aprovechar la humedad residual para sembrar ebo, garbanzo o alberjón forrajero (Lathyrus sativus), el cual ha mostrado buena adaptación a las condiciones de temporal, produciendo hasta 9.2 t/ha de materia seca y 2.2 t/ha de grano. 

Figura 1. Características del sistema de producción de la región en torno a la plataforma Cadereyta, Querétaro.

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Figura 1. Rendimiento de maíz bajo diferentes sistemas de labranza y rotación de cultivos en la plataforma Cadereyta, de 2016 a 2019. CCA=camas anchas con labranza convencional; CP= camas permanentes angostas; CPA= camas permanentes anchas; CM: camas anchas reformación con subsuelo; MM= monocultivo de maíz; AM= rotación anual de maíz y avena; FM: rotación anual de maíz y frijol.
Variable Agricultura de Conservación Labranza convencional
Profundidad del muestreo 0-5 cm 5-30 cm 0-5 cm 5-30 cm
Materia orgánica 1.92 1.82 1.85 1.90
pH 6.75 6.81 7.25 7.19
Densidad aparente 0.73 0.72 0.72 0.78
Cuadro 2. Características fisicoquímicas del suelo en tratamientos de Agricultura de Conservación y labranza convencional.

 

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Ciénega de Zimatlán, de la producción de forrajes a la asociatividad

Ciénega de Zimatlán, Oax.- En la localidad Ciénega de Zimatlán, ubicada en el municipio del mismo nombre ―perteneciente a la región Valles Centrales―, en Oaxaca, el tema de la asociatividad está cobrando importancia entre los pequeños productores, quienes ―paulatinamente― están conociendo los beneficios de asociarse en algunas actividades del proceso de producción o en la cadena de valor de sus cultivos.

Como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)―, el pasado 28 de febrero se realizó el curso ‘Promoción de la Asociatividad y Acceso al Financiamiento’ con la Banca de Desarrollo, a través de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario Rural, Forestal y Pesquero (FND).

Durante el curso, se revisaron experiencias pasadas en el tema de asociatividad para detectar las áreas de oportunidad que tienen los productores de la localidad. Se puso particular énfasis en el tema de los mecanismos de crédito, tratando aspectos como requisitos básicos para solicitar financiamiento, plazos, comisiones, tasa de interés, montos de financiamiento, etc.

Cabe mencionar que en esa misma localidad la Unión de Productores Agrícolas y Pecuarios de Cotzocón ―que colabora con el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT― ha promovido la diversificación de cultivos para producción de forraje. Entre los cultivos alternativos destacan la canola, el grass pea, la avena y la alfalfa, que ―en el primer corte― brindaron un rendimiento promedio de 40 toneladas por hectárea de forraje verde.

Esta asociación de diferentes cultivos se estableció en el ciclo otoño-invierno 2019-20, pero por motivos de la pandemia (muchas localidades estuvieron bloqueadas) ya no se pudo recopilar la información correspondiente a los demás cortes. No obstante, los resultados del primero fueron muy alentadores para los productores de la localidad.

La diversificación de cultivos permite construir sistemas más sustentables que se adaptan a las variadas necesidades de los productores. En el caso de esta localidad, la ampliación de la gama de forrajes permite visualizar opciones de asociatividad y acceso a financiamiento; esta ampliación de la agrobiodiversidad ha provocado la presencia de gran número de insectos benéficos, muchos de ellos polinizadores.

Si deseas conocer más sobre los beneficios de la diversificación de cultivos y el proyecto, suscríbete a este boletín o síguenos a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.

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Cuidar el suelo permite ahorrar dinero

Guachochi, Chih.- La Agricultura de Conservación tiene diversos beneficios. Dependiendo de las condiciones y circunstancias específicas de cada productor y parcela, los resultados varían, pero si se implementa adecuadamente, son siempre positivos. Para los productores de Nacachi, municipio de Guachochi, Chihuahua, el primer acercamiento con este sistema de producción ha sido satisfactorio y motivador.

En esta localidad la forma de convencional de cultivar es con dos barbechos y un pase de rastra para preparar el suelo; el costo aproximado de estas labores es de alrededor de $3,000 por hectárea, según los costos de maquila y combustible que estén vigentes. Con Agricultura de Conservación, estos costos se reducen, ya que se minimiza el movimiento del suelo para —entre otras cosas— mejorar su estructura.

Los productores de Nacachi que decidieron innovar implementando Agricultura de Conservación en el ciclo primavera-verano 2019 (evaluando tres variedades de avena) tuvieron que hacer un barbecho y un pase de rastra solamente en una ocasión para rehabilitar la tierra e incorporar la semilla (ya que no se cuenta con una sembradora de siembra directa para granos finos), pero aun así tuvieron un ahorro de 49% en sus costos de producción.

Si se considera que el área cultivada no se había usado para fines agrícolas en cuatro años (de manera que el suelo estaba excesivamente compactado por el ganado que ahí pastaba), que se presentaron algunas heladas que obligaron a anticipar el corte de la avena sembrada y que después hubo fuertes lluvias que impidieron empacarla oportunamente para forraje (perdiendo su calidad y disminuyendo su precio de venta), los ahorros son todavía más relevantes.

Para la zona —donde los suelos son ligeramente ácidos y están visiblemente compactados, predomina el monocultivo, no se incorpora materia orgánica y convencionalmente se siembra al voleo sin fertilizar en fechas adecuadas (los productores esperan a que el cultivo se desarrolle hasta que, a su parecer, sea conveniente invertir en fertilizante)—, la Agricultura de Conservación es además una alternativa para mejorar los suelos.

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Garban­zo forrajero ­y humedad residual

Cadereyta, Qro.- Querétaro tiene municipios con una importante producción ganadera; Cadereyta es uno de ellos. Ahí, la necesidad de forraje para la alimentación del ganado hace que el rastrojo producido en las parcelas sea muy demandado. Con frecuencia, esto limita la adopción de la Agricultura de Conservación (sistema de producción sustentable que aprovecha el rastrojo como cobertura para retener humedad y mejorar la calidad del suelo y que disminuye la incidencia de plagas y malezas a través de la rotación de cultivos).

Además de la necesidad de forrajes, en Cadereyta ―que se encuentra en la región Semidesierto queretano― hay otros desafíos para la agricultura, como el monocultivo, que sigue siendo una práctica común ―lo que aumenta la incidencia de plagas y malezas y deteriora el suelo― y se suma al escaso temporal y el cambio de los patrones de lluvia en años recientes.

Ante esto, en la plataforma de investigación de Cadereyta de Montes ―donde colaboran el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la asociación Sustentabilidad Agropecuaria de Querétaro (SAQ)― se han desarrollado diversos estudios sobre algunos cultivos que crecen con humedad residual, los cuales se perfilan como una opción para diversificar cultivos y brindar forrajes de calidad.

En uno de estos estudios ―realizado en colaboración con el doctor Jorge Acosta Gallegos, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)―, se cultivó garbanzo después de la cosecha de frijol y avena (para aprovechar la humedad residual del suelo), evaluándose tanto el rendimiento en grano como la biomasa de los cultivos.

De las seis variedades de garbanzo evaluadas, las forrajeras (el patrón y san Antonio) fueron las más tolerantes a las bajas temperaturas y tuvieron un desarrollo más adecuado (siendo además las únicas que lograron producir grano). La variedad el patrón, por ejemplo, tuvo una excelente germinación y dio 1.9 toneladas por hectárea de grano. También fue la variedad con la que se obtuvo mayor cantidad de biomasa (3.3 toneladas por hectárea de materia seca).

En suma, el garbanzo es una excelente alternativa para hacer rotación de cultivos en condiciones como la descrita y como cultivo de humedad residual después de la cosecha de cultivos de ciclo corto, como el frijol y la avena. Además de aprovechar el agua disponible, el garbanzo forrajero contribuye a mejorar la fertilidad del suelo (por la biomasa que aporta) y ayuda a bajar la incidencia de malezas. También es una buena opción para generar forraje de alta calidad para la alimentación del ganado cuando inicia la época de estiaje.

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MasAgro genera impacto científico en el mundo

México está generando un impacto científico en el mundo. A través de la investigación colaborativa que promueve MasAgro —programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, científicos del CIMMYT y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrollaron un estudio sobre Agricultura de Conservación en San Luis Potosí. Por su relevancia, la revista científica internacional Agronomy publicó este mes los resultados de ese estudio.

En el artículo, los investigadores del CIMMYT y el INIFAP describen cómo los rendimientos aumentaron con Agricultura de Conservación (bajo condiciones de riego) en la plataforma Soledad de Graciano Sánchez, en San Luis Potosí (una de las plataformas de investigación de MasAgro). Entre los aspectos destacados del estudio está que, incluso en suelos de mala calidad, la Agricultura de Conservación puede mejorar la calidad del suelo, tanto que —aún bajo condiciones de riego— se observó un incremento de 3 toneladas por hectárea en el rendimiento.

Simon Fonteyne, Miguel Ángel Martínez, Abel Saldivia y Nele Verhulst son los científicos que realizaron la investigación de la cual se deriva el artículo “La Agricultura de Conservación mejora el rendimiento a largo plazo y la calidad del suelo en la rotación de avena y maíz con irrigación”. En él se detalla que la Agricultura de Conservación —sistema basado en la mínima labranza, la cobertura del suelo y la rotación de cultivos— se ha implementado (y estudiado) principalmente en condiciones de temporal, donde ayuda a capturar y retener la humedad, por lo que se consideraba improbable que en condiciones de riego mejorara los rendimientos.

La investigación es doblemente relevante porque sus resultados no solo benefician al ámbito agrícola nacional, sino que tienen un impacto científico en el mundo. Las condiciones en las tierras altas mexicanas —como las de San Luis Potosí, en donde se desarrolló el estudio— son representativas de las tierras altas tropicales de todo el mundo (las cuales también están densamente pobladas e intensamente cultivadas), lo cual significa que la Agricultura de Conservación —que fomenta MasAgro— podría ayudar a reducir la degradación y los problemas de fertilidad del suelo en amplias regiones del planeta.

Con Agricultura de Conservación, variedades de maíz adecuadas y camas elevadas permanentes —arreglo del suelo que permite un mejor aprovechamiento del agua— no solo se obtuvieron mayores rendimientos y ganancias (poco más de $18,000 por hectárea en promedio), sino que además se aumentó el carbono orgánico del suelo en un promedio de 63%.

Estos y otros detalles pueden ser consultados directamente en la revista Agronomy mediante el siguiente enlace: https://www.mdpi.com/2073-4395/9/12/845/htm

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Mijo, una perla de las zonas áridas

Se domesticó hace 4,500 años en los valles de lo que hoy es la República de Malí, África, y puede crecer en zonas áridas donde no prosperan otros cultivos; por su potencial de rendimiento en condiciones de sequía y calor, su cultivo se ha extendido a varias zonas del mundo. Se trata del mijo perla (Pennisetum glaucum), una gramínea que en México aún es poco conocida. Las experiencias que se tienen son —como en otras partes del mundo— en la producción de forrajes, sobre todo en zonas con limitada retención de agua, pues se adapta bien a condiciones extremas de temperatura y a suelos ácidos y poco fértiles con escasa retención de agua.

En general, las estadísticas internacionales que existen sobre el mijo son escasas. En México son pocos los estudios sobre este cultivo (por ejemplo, los de Hernández et al., 2006, y Flores et al., 2018). Por esto, y porque muchos productores en el norte de Guanajuato realizan tanto actividades ganaderas como agrícolas, se desarrolló un experimento para buscar opciones de cultivo que permitan ampliar la oferta de especies forrajeras y dar a conocer entre los productores el potencial de rendimiento del mijo perla.

En el rancho El Morquecho, en el municipio de Ocampo, Guanajuato, se encuentra la plataforma de investigación Ocampo, en la que colaboran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Allí, recientemente se evaluó maíz (dos variedades), mijo perla y avena de la variedad turquesa (el cultivo más común en la zona).

Para realizar el análisis se observaron y registraron diversos aspectos, desde la siembra hasta la cosecha (humedad, tipo de siembra, cobertura del suelo, arreglo de las parcelas, densidad de la siembra, etapa del grano al momento de la cosecha, etcétera). Se tomaron 10 muestras representativas de cada cultivo y se midieron variables como rendimiento, altura de planta, altura de mazorca y altura de panícula.

Los resultados indican que las dos variedades de maíz (en materia verde y peso seco) tuvieron un rendimiento superior al del mijo perla (en 23.35% y 50.94%, respectivamente) (gráfica 1). Sin embargo, el mijo perla se perfila como una buena alternativa para la producción de forraje verde, superando en 20.53% el rendimiento de la avena turquesa y en 39.01% el de la avena en la región Mesa Central (Altiplano Central), que en los últimos cinco años fue de 9.21 t/ha, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

En suma, los resultados del experimento muestran que tanto el maíz como el mijo perla obtienen mayores rendimientos que la avena turquesa. El mijo perla, al usar eficientemente el agua, ser tolerante a la sequía y la salinidad y tener un ciclo más corto que el maíz, es una opción viable para la producción de forraje en la región. Además, el grano y el forraje tienen un valor nutritivo similar al del maíz, que es adecuado para elaborar tortillas y tamales o como componente de alimentos concentrados para aves y otros animales de corral.

Gráfica 1. Rendimiento de forraje en verde y en materia seca de diferentes especies forrajeras. Plataforma de investigación Ocampo, PV 2017.
Gráfica 1. Rendimiento de forraje en verde y en materia seca de diferentes especies forrajeras. Plataforma de investigación Ocampo, PV 2017.

 

Fuentes:

Flores, H., Santana, S., Rosales, R., Jiménez, R. y Domínguez, P. A. (2018). Alternativa de producción de forraje en Durango: uso del mijo perla (Pennisetum glaucum). Desplegable para productores, 113. Durango, México: Centro de Investigación Regional Norte Centro-Campo Experimental Valle del Guadiana.

Hernández, J. A., Zavala, F., Martínez, M. A., Jasso, C., Ventura, E. y Duran, K. (2006). Potencial de producción del mijo perla en San Luis Potosí. Desplegable para productores, 29. SAGARPA-INIFAP-Cirne. Campo Experimental San Luis.

Olivares, H. S. (1994). Estudio químico y anatómico de dos variedades de mijo perla (Pennisetum americanum L.) en tres etapas de desarrollo bajo dos condiciones de fertilización y riego (Tesis de maestría). Universidad Autónoma de Nuevo León. Facultad de ciencias biológicas. Monterrey, Nuevo León. Eprints.uanl.mx/7317/1/1020091381.

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (1997). La economía del sorgo y del mijo en el mundo: hechos, tendencias y perspectivas. Recuperado el 9 de julio de 2019, de http://www.fao.org/3/w1808s0c.htm

Paredes, R. y Mandujano, A. Características del estado de Guanajuato. Guía para la producción de maíz, frijol, trigo y sorgo en Guanajuato. Libro técnico, 4, p. x-xviii.

Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). (2019). Recuperado en junio de 2019, de http:IIwww.siap.gob.mx/

Por: Juan José García Rodríguez, investigador del INIFAP (garcia.juanjose@inifap.gob.mx).

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¿Cómo ayuda la rotación de cultivos cuando las lluvias son escasas?

En Querétaro y otras entidades de la región del Bajío las lluvias han sido escasas (de menos de 70 mm de precipitación en lo que va del ciclo). La sequía ha provocado pérdidas cuantiosas en las zonas agrícolas de temporal, y los pronósticos son desfavorables. Por esta razón, el Hub Bajío —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— presentó a productoras y productores de la región alternativas sustentables que les permitan hacer frente a esta situación. La rotación de cultivos —uno de los principios de la Agricultura de Conservación— fue la práctica que se abordó con mayor amplitud, pues es de particular utilidad en contextos de poca disponibilidad de agua.

Para mostrar de manera tangible los beneficios de la rotación de cultivos, se visitó el área de extensión (parcelas de productores que han implementado innovaciones sustentables de la Agricultura de Conservación) denominada El Puente, en la localidad de Santa Rosa Xajay (donde la sequía ha afectado 95% de la superficie cultivable). El área de extensión pertenece al señor Erick Sanjuanero Nieves, uno de los 30 productores de la zona que —a través del despacho Sustentabilidad Agropecuaria de Querétaro y el Hub Bajío— han adoptado la Agricultura de Conservación como sistema de producción con resultados favorables, por lo cual cooperan con el CIMMYT y sus colaboradores para promover prácticas sustentables.

Entre los beneficios de la rotación de cultivos están la reducción de labores, el mejoramiento y la ampliación de la porosidad del suelo, el aumento en la infiltración de agua de lluvia y el crecimiento adecuado de las raíces de cada cultivo. También se rompe el ciclo de las plagas, malezas y enfermedades y, ya que los requerimientos nutricionales de cada cultivo cambian, se favorece un mejor balance en el suelo. Además, cuando se rota con leguminosas, se agrega el beneficio de la captura del nitrógeno del aire en el suelo, mejorando la fertilidad del sistema.

Entre los cultivos que son una buena opción para la zona y el temporal escaso están el girasol (el cual puede ser utilizado para la alimentación del ganado), el garbanzo (que puede ser consumido por personas y animales; además, se tiene el historial de que tres productores lo sembraron el año pasado), la avena forrajera, el sorgo forrajero y el frijol ayocote.

Para los productores que están interesados en conocer qué cultivos se pueden establecer como opción para la alimentación del ganado, los ingenieros Miguel Ángel Uribe y Humberto Hernández comentaron que la cebada capuchona es una opción para forraje en temporal. Para ayudar a mitigar la falta de forraje para el ganado cuando hay pérdida total del cultivo de maíz, se recomendó que si se presentan lluvias, se siembre garbanzo, avena, grass pea, ajonjolí, sorgo forrajero o frijol ayocote. Adicionalmente, estos cultivos permiten mantener una cubierta vegetal en el suelo, y así tener sistemas más sustentables.

La rotación de cultivos, en combinación con otras prácticas sustentables, permite además mejorar los rendimientos. En la zona, por ejemplo, el rendimiento convencional es de 300 kg/ha en el caso del maíz y 600 kg/ha en el del frijol; con innovaciones sustentables —como el Manejo Agroecológico de Plagas, la fertilización adecuada, las curvas a nivel y la introducción de variedades adecuadas—, el rendimiento se ha incrementado a 1.8 t/ha en maíz y 1.2 t/ha en frijol.

Después de ver de forma directa los beneficios de estas innovaciones, los productores participantes se interesaron en implementar —para el próximo ciclo— algunos cultivos forrajeros (como avena y sorgo forrajero) y sembrar en las terrazas algo de frijol ayocote y cebada capuchona. Además, se acordó con el grupo de productores que se conseguirán algunas semillas de pastos que puedan ser opción para esta zona con lluvias muy escasas.

Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

Te invitamos a ver un mini documental sobre esta situación. Da click al video.

 

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La rotación de cultivos, clave para lograr parcelas más rentables

En el municipio de la Barca, Jalisco, el predominio del monocultivo en la superficie agrícola de temporal es notorio. De acuerdo con estadísticas recientes, de un total de 154,758 hectáreas sembradas durante 2018, 90% de la superficie correspondió a maíz; 8.8%, a sorgo; y sólo 1.2%, a cultivos alternativos como garbanzo, frijol, tomate verde y cebolla (SIAP, 2019). El problema del monocultivo es que a largo plazo propicia la pérdida de biodiversidad y de fertilidad del suelo; una mayor susceptibilidad de los cultivos a plagas, enfermedades y malezas; y —como consecuencia— un consumo mayor de agroquímicos, con efectos negativos en la salud y el ambiente.

Por lo anterior, en la plataforma de investigación Ocotlán —en la que colaboran Xochicentli y el Hub Bajío, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se realizan estudios sobre rotación de cultivos. La importancia de estos estudios radica en que la diversificación de las especies cultivadas aporta múltiples beneficios a los productores: mejora el balance de nutrientes, la materia orgánica en los suelos y el aprovechamiento del agua; tiene un efecto regulador sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades; y, además, diversifica los ingresos y brinda mayores oportunidades para acceder a mercados.

Durante el ciclo otoño-invierno 2018-19 se realizó rotación de avena con maíz (el maíz fue el cultivo precedente). Con el uso de biofertilizantes se obtuvieron rendimientos de entre 25.3 y 31.6 t/ha de avena en verde. Estos resultados estuvieron por encima de los reportados para el municipio de la Barca por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en 2018.

La inclusión de la avena en la rotación fue por su aptitud forrajera y porque permite tener una cosecha adelantada con respecto al trigo. Además de su aprovechamiento para la alimentación animal, la avena aporta a la calidad del suelo, pues sus raíces penetran las capas más profundas, dejando una estructura porosa que permite que el agua se infiltre en el suelo y quede disponible para cultivos futuros. Este es un ejemplo de los diversos beneficios de rotar cultivos.

Debido a que las leguminosas y las oleaginosas —de las cuales se obtiene aceite— son buenas opciones para la rotación de cultivos, actualmente en la plataforma de Ocotlán se evalúa el cultivo de girasol para rotaciones en condiciones de temporal, pues ofrece ventajas como un ciclo de cultivo corto, una buena respuesta a condiciones de lluvias limitadas y una mayor tolerancia a la sequía (en comparación con los cultivos básicos).

Otros de los beneficios del girasol es que su semilla tiene un alto contenido de aceite (entre 35 y 45%) y posee una calidad nutricional alta, por lo que es muy apreciada por la industria aceitera. Con la pasta sobrante de la extracción pueden elaborarse concentrados para la alimentación animal y las cabezas sin semillas son una fuente rica en proteínas y pueden usarse molidas para aves o ganado. Y en verde se puede ensilar para forraje. A pesar de esto, la producción nacional sigue siendo pequeña.

Rotar cultivos ofrece varios beneficios. Además de los expuestos, ayuda a regular plagas y malezas; beneficia la fertilidad del suelo; y —en la parte económica— minimiza los riesgos de mercado, ya que al tener diferentes cultivos los productores no están limitados por el precio de un solo producto.

Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

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MasAgro Guanajuato brinda alternativas con el cultivo de avena-ebo para forraje en Acámbaro

Durante un evento demostrativo en la plataforma de investigación MasAgro Guanajuato, ubicada en el municipio de Acámbaro, productores de esta región realizaron un recorrido para conocer los beneficios del cultivo asociado avena-ebo como forraje para alimentar el ganado o como alternativa para la vinculación de los productores al mercado para mejorar su ingreso.

Como parte de las actividades en la plataforma, los asistentes también fueron testigos del arranque del sistema de riego por pulsos, una técnica que es útil para mejorar la eficiencia del riego y promover el uso responsable del agua en la región. La explicación y operación del sistema estuvo a cargo de los ingenieros José Ascensión Hernández y José Cervantes Carpio, colaboradores de MasAgro Guanajuato.

Los ingenieros explicaron los detalles del sistema de riego por pulsos, que consiste en aplicar agua a los surcos por medio de un dispositivo que abre y cierra las compuertas en intervalos de tiempo, donde la distribución del agua se realiza a través de una válvula mariposa o “T” que abastece a dos tubos laterales ubicados en la cabecera del surco y asegura a cada uno de ellos un caudal regulado y uniforme, con muy baja presión de entrega, mientras que el agua se distribuye por medio de un tubo con orificios regulables. La apertura y el cierre de la válvula de campo se acciona automáticamente a través un controlador del tipo “star”, que funciona mediante energía solar. De esta forma, se generan períodos alternados de mojado y secado sobre la superficie del surco. A estas aplicaciones que se realizan intermitentemente se les denomina pulsos de riego.

Con respecto a la utilidad y los beneficios de sembrar avena-ebo, la ficha tecnológica elaborada por el ingeniero Manuel Mora Gutiérrez, investigador del INIFAP, que expuso el ingeniero Manuel Avelino, coordinador técnico de MasAgro Guanajuato, establece que en el patrón de cultivo ebo-avena (una leguminosa con una gramínea) se tiene una fuente rica en proteína y energía, con niveles apropiados de fibra, rica en calcio y de alta palatabilidad. La avena funciona como tutor del ebo y proporciona el complemento de fibra, mientras el ebo ofrece alta proteína y alta digestibilidad al forraje.

Son forrajes alternativos al cultivo de alfalfa, tienen calidad similar pero mayor potencial de producción en materia seca en el ciclo otoño-invierno, periodo en el que la de alfalfa disminuye. Su producción de materia seca es superior a las 12 toneladas; la de alfalfa es de alrededor de 6 toneladas por hectárea en el periodo de invierno. Con relación a la calidad del forraje, el ebo-avena contiene alrededor de 27% de proteína, mientras que la alfalfa contiene 24%.

 

Manejo agronómico

 Fecha de siembra:

15 de nov-15 de enero.

 

Fecha de corte:

80-100 días (el ebo en floración y la avena en estado de llenado de grano).

Otra opción utilizada es hacer dos cortes, el primero a los 65 días y el segundo 65 días después del primer corte.

 

Densidades de siembra:

96 kg de ebo y 24 kg de avena, para un total de 120 kg/ha de la mezcla.

40 kg de ebo y 60 kg de avena, para un total de 100 kg/ha de la mezcla.

50 kg de ebo y 50 kg de avena, para un total de 100 kg/ha de la mezcla.

En la plataforma 55 ebo y 65 avena, se programó para 50 y 50.

Fertilización:

La dosis de fertilización es de 160-40-00 (NPK).

 

Usos:

Se puede utilizar verde, henificado, ensilado o directamente en el pastoreo

En general, se pueden obtener producciones superiores a las 12 toneladas de materia seca. La principal característica para definir el potencial productivo de una variedad es la acumulación de materia seca, la cual aumenta con la madurez; sin embargo, tiende a disminuir el porcentaje de proteína. La digestibilidad de la materia seca también disminuye con la madurez de la planta.