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Maíz teotihuacano: sabor y sustentabilidad

México.- Con más de 90 años de operaciones ininterrumpidas, el restaurante La Gruta es parte de los atractivos turísticos de Teotihuacan, en el Estado de México —está ubicado atrás de la Pirámide del Sol, en una gruta de origen volcánico—, pero también es un referente de cómo la sustentabilidad en el sector restaurantero puede generar cambios sociales positivos. 

La idea generalizada de sustentabilidad en el ámbito restaurantero es hacer uso de productos locales y de temporada; sin embargo, La Gruta ha ido más allá: el chef Carlos Cedillo, director operativo del restaurante, impulsó la construcción de una huerta in situ para el entendimiento y fomento de buenas prácticas agrícolas (con la colaboración de la Universidad Autónoma Chapingo), y más recientemente desarrolló un programa para fomentar la producción y el consumo de maíz nativo en el Valle de Teotihuacan, iniciativa en la que ha contado con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Actualmente, La Gruta cuenta con un padrón activo de 30 productores con más de 40 hectáreas de producción de maíz nativo. El restaurante apoya a los agricultores locales con asesoría gratuita (desde la siembra hasta la poscosecha), aprovechando y rescatando en el proceso los conocimientos tradicionales de los productores, los cuales se han fortalecido con el conocimiento científico que los especialistas del CIMMYT comparten con ellos en esta iniciativa que busca asegurar que el maíz con el que se preparan los platillos de La Gruta fue cultivado con las mejores prácticas agronómicas.

Uno de los aspectos más importantes del proyecto es la calidad de la producción. Para esto ha sido fundamental adoptar las tecnologías adecuadas para minimizar el daño por plagas de almacén y hongos. Las tecnologías poscosecha, como los silos metálicos herméticos y el uso de cal micronizada, han sido clave para que los agricultores que participan en el proyecto aseguren que el maíz teotihuacano que se consume en La gruta sea de la más alta calidad. De hecho, esto contribuyó a que el restaurante haya sido distinguido a nivel internacional por sus prácticas sustentables.

Cabe mencionar que esta iniciativa ha propiciado que el tejido social de la comunidad se fortalezca: ante fenómenos como la migración y el abandono del campo que son palpables en Teotihuacan, los jóvenes de la localidad comienzan a ver que el campo es una opción económica viable y rentable para ellos y sus familias, pero también que el cultivo sustentable del maíz se puede reflejar en la mesa de los comensales, contribuyendo a la valorización de la cultura local y de la Agricultura Sustentable.



Este ejemplo de “sustentabilidad a la mesa” fue el motivo de la conversación entre el chef Carlos Cedillo y el doctor Sylvanus Odjo —coordinador de Poscosecha del CIMMYT— durante la quinta sesión de la jornada de conversatorios Platiquemos de Maíz, un esfuerzo conjunto de la Fundación Tortilla y el CIMMYT para acercar el conocimiento científico a la sociedad. Las sesiones se transmiten todos los martes (hasta el 1 de diciembre) a las 6 pm a través de la página de Facebook de Fundación Tortilla y el canal de YouTube CIMMYTCAP.

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Más allá del mejoramiento: El potencial de las técnicas mejoradas de almacenamiento poscosecha para los pequeños agricultores

En la época en la que organizaciones como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) iniciaron, la respuesta para mejorar la seguridad alimentaria mundial era obvia: ayudar a las personas a cultivar más alimentos. Hoy la situación es mucho más compleja. Muchos desarrollos interesantes en el mejoramiento son de naturaleza protectora o correctiva. Las variedades de semillas tolerantes al estrés están destinadas a ayudar a proteger contra los peores efectos del cambio climático global. Los esfuerzos para desarrollar variedades ampliamente cultivables y de alto rendimiento basadas en variedades locales buscan reintroducir parte de la biodiversidad perdida a través del éxito desbocado de solo un puñado de variedades comerciales.

Sin embargo, los problemas de inseguridad alimentaria y pobreza persisten, sobre todo entre los pequeños agricultores. La buena noticia es que es precisamente entre estos agricultores donde quedan importantes cosas por hacer, especialmente si consideramos los muchos pasos desde la siembra hasta el consumo final, donde se pueden realizar mejoras técnicas y procesales. “El simple hecho de tener una semilla no es suficiente”, dijo Sylvanus Odjo, especialista en poscosecha del CIMMYT. “Por supuesto que es importante tener buenas semillas, pero también se necesitan buenas prácticas agronómicas”.

A nivel mundial, señaló Odjo, un tercio de la producción agrícola se pierde en la fase de poscosecha. En el México tropical, las pérdidas poscosecha entre los pequeños agricultores de maíz pueden alcanzar hasta el 40%.

Como muestran los hallazgos recientemente publicados de un proyecto de investigación de dos años dirigido por investigadores del CIMMYT, tales pérdidas son totalmente evitables. El estudio, que se llevó a cabo en 2017 y 2018 en docenas de sitios en México que representan una amplia gama de altitudes y ecologías, probó múltiples tecnologías de almacenamiento para determinar cuáles son las más efectivas para evitar pérdidas poscosecha utilizando prácticas de pequeños agricultores del mundo real, independientemente del clima y factores ambientales.

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Llenado de silo metálico hermético en Peto, Yucatán. (Foto: CIMMYT)

Los investigadores compararon los resultados del almacenamiento utilizando métodos convencionales, como almacenar maíz sin tratar en bolsas de polipropileno de 50 kg, almacenar maíz en bolsas de polipropileno y tratarlo con uno de varios agentes —incluidos fosfuro de aluminio, malatión desodorizado o polvos inertes— y opciones de almacenamiento hermético como el metal hermético para silos, dos tipos de bolsas de plástico herméticas GrainPro y alternativas de bajo costo como botellas de plástico y bolsas de ensilaje.

En condiciones controladas, encontraron que los resultados de las pérdidas eran muy variables para el maíz almacenado convencionalmente, con o sin agentes de tratamiento. Mientras que el grano sin tratar almacenado en bolsas de polipropileno en condiciones templadas en Texcoco solo exhibió solo 2.2% de maíz dañado por insectos, el grano tratado con fosfuro de aluminio y almacenado en bolsas convencionales en condiciones tropicales en Cotzocón sufrió 46.3% de daño por insectos.

En contraste, el maíz almacenado en alternativas herméticas de bajo costo, como botellas de plástico y bolsas de ensilaje, exhibió un máximo de 1.2% de granos dañados por insectos en todos los sitios. Los silos metálicos herméticos y las bolsas GrainPro funcionaron bien en todos los climas, con un par de importantes excepciones. El porcentaje de grano de maíz dañado por insectos almacenado en silos metálicos herméticos en Zacaultipán fue de 13,5%. El maíz almacenado en bolsas GrainPro en este sitio sufrió un 8.1% de daño por insectos.

En general, el estudio demostró de manera convincente la eficacia de las tecnologías de almacenamiento hermético para minimizar el daño por insectos y micóticos, así como la pérdida de peso del maíz almacenado independientemente del clima o la altitud. Sin embargo, persisten importantes obstáculos para la adopción efectiva de las tecnologías. En el caso de los silos metálicos herméticos, se determinó que a pesar de la existencia de una estricta norma nacional para su construcción en México, los silos en ocasiones no cumplían con el estándar nacional y debían readaptarse para asegurar la hermeticidad. Y, como lo demostró el ejemplo de Zacaultipán, un procesamiento deficiente previo al almacenamiento del grano puede comprometer la efectividad de las tecnologías de almacenamiento hermético.

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Los investigadores del CIMMYT probaron múltiples tecnologías de almacenamiento para determinar cuáles son las más efectivas para evitar pérdidas poscosecha. (Foto: CIMMYT)

Durante el transcurso de la realización del experimento, los investigadores descubrieron otros desafíos. En México, como suele suceder entre los pequeños agricultores a nivel mundial, las mujeres están en gran parte a cargo de las actividades poscosecha. “Pero nos dimos cuenta de que eran en gran parte hombres los que se presentaban a las capacitaciones”, dijo Odjo. Los investigadores tuvieron que pensar en estrategias, desde ser más cuidadosos con los horarios de las reuniones hasta obtener el apoyo de mujeres líderes locales, para asegurarse de que las capacitaciones llegaran a las mujeres que realmente realizan este trabajo.

Como señaló Odjo, resolver este tipo de desafíos de implementación y promoción, desde asegurar una capacitación adecuada y familiaridad con las tecnologías, hasta alentar a los socios del sector público y privado a hacer que las tecnologías sean más accesibles, es el siguiente paso del proyecto. “La parte menos compleja de este trabajo es la parte técnica”, dijo. «Nuestro trabajo en el CIMMYT es llevar estas innovaciones a los agricultores… Necesitamos involucrar a todos los actores relevantes en el juego».

El proyecto se llevó a cabo en asociación con el gobierno mexicano a través de MasAgro y recibió financiamiento del Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE). Su implementación involucró la colaboración con decenas de socios locales en todo México y se llevó a cabo en respuesta a las sugerencias de los pequeños agricultores.

Lea el artículo completo: Las tecnologías de almacenamiento hermético reducen el daño de las plagas del maíz en los sistemas agrícolas de pequeños agricultores en México

Esta nota se publicó originalmente en el sitio web de MAIZE.

Imagen de portada: Evaluación de la calidad del grano después de seis meses de almacenamiento en Venustiano Carranza, Chiapas. (Foto: CIMMYT)

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Reutilizar PET también permite conservar semillas

Trinidad Zaachila, Oax.- El tereftalato de polietileno, o simplemente PET (por sus siglas en inglés), es el tipo de plástico más usado para envasar bebidas gaseosas. Su importancia como material de envase alimentario se debe a que ha sustituido al vidrio y el policloruro de vinilo (PVC) gracias a su mayor manejabilidad e inocuidad. Es decir, además de ser un material resistente, ligero, barato y reciclable, no conlleva riesgos de contaminar los alimentos.

Por supuesto, es importante reducir el consumo de productos plásticos, así como reutilizar los envases ya existentes. Debido a sus características, las botellas de PET son una alternativa viable para almacenar granos y semillas con buenos resultados, ya que este tipo de recipientes son seguros, prácticos y herméticos como un silo metálico hermético, siempre y cuando no presenten daños que permitan la entrada de aire o plagas a su interior.

Como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)―, técnicos de RicinoMex ―colaborador del CIMMYT en Oaxaca― instalaron a inicios de este año un módulo poscosecha en la localidad Santa María Roaló, municipio de Trinidad Zaachila, Oaxaca.

El objetivo del módulo es evaluar distintas tecnologías de almacenamiento de granos básicos (tecnologías herméticas, polvos inertes, etc.). Este tema, que se ha tratado en diversos eventos formativos, ha despertado un gran interés entre las familias productoras de la localidad, ya que las plagas de almacén suelen ser muy agresivas, haciendo que en ocasiones se pierda hasta 40% de las cosechas.

Emplear los recipientes de PET tiene un beneficio adicional: la reutilización de este material plástico permite hacer un uso responsable de este tipo de materiales que, habitualmente, al no ser reutilizados inmediatamente después de su uso original, generan contaminación.

Para darles un uso adecuado como contenedores de semillas, previamente se debe realizar una inspección y verificar que tanto el recipiente como la tapa (esta debe conservar en buen estado —preferentemente— el sello plástico que normalmente tiene) estén en óptimas condiciones para seguir brindando hermeticidad.

Con la instalación de este módulo poscosecha, los productores de Santa María Roaló y de comunidades cercanas logran ver el uso alternativo (en favor de un manejo de granos y semillas adecuado) que puede darse a materiales como las botellas de PET. Con un tratamiento adecuado, este material puede contribuir al resguardo de las semillas nativas de colores que aún se cultivan en la región, por lo que este tipo de módulos cobra mayor importancia.

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Sin oxígeno, no hay plagas

El manejo poscosecha de granos incluye prácticas de control de plagas, acondicionamiento y almacenamiento. Convencionalmente, el almacenamiento se hace con bolsas de plástico, costales de polietileno y botellas de PET, a los cuales ―una vez llenos de grano― se les suelen aplicar insecticidas como el fosfuro de aluminio o Graneril, un producto económico y efectivo que ―sin embargo― contamina los granos y causa efectos a largo plazo en la salud de los consumidores.

Si hay un almacenamiento inapropiado (mal secado, enfermedades o sobrepoblación de insectos), las pérdidas de la semilla o el grano se aceleran. Las pérdidas poscosecha anuales de maíz, trigo y frijol en México se estiman entre 5 y 25%, pudiendo llegar a ser de hasta de 40% ―e incluso más― para algunas regiones. En la Mixteca Alta de Oaxaca, por ejemplo, las pérdidas poscosecha oscilan entre 40 y 60%, aunque hay casos en los que diferentes plagas de almacén han hecho que se pierda hasta la totalidad de las cosechas.

Para ofrecer alternativas a esta problemática, Fondo para la Paz (FPP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) desarrollan capacidades en comunidades rurales vulnerables de la Mixteca Alta de Oaxaca para que, a través de las tecnologías herméticas, minimicen la pérdida de granos durante el almacenamiento (el silo metálico hermético, la bolsa plástica hermética o las lonas flexibles son ejemplos de estas tecnologías que son altamente eficientes, siempre y cuando se utilicen adecuadamente).

En el marco del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT―, en esa región de Oaxaca se han desarrollado diversos ensayos para evaluar distintas tecnologías de almacenamiento poscosecha. Asimismo, en los municipios de San Antonino Monte Verde y Villa de Chilapa de Díaz se ha capacitado a 350 productoras y productores en diversos temas de manejo poscosecha.

 

La importancia de los ensayos en distintos contextos

De los diferentes ensayos, destaca un análisis de almacenamiento de granos de alverja (Pisum sativum) ―una leguminosa resistente a la incidencia de plagas― que puso de relieve la importancia de las tecnologías herméticas con relación al tiempo y los propósitos del almacenamiento. Los resultados del ensayo mostraron que el peso del grano al inicio y final del periodo de almacenamiento (tres meses) usando costales de polietileno (forma convencional) y silos metálicos herméticos (innovación) fue similar.

Lejos de significar que las tecnologías herméticas no son útiles o necesarias, el ensayo acentuó su importancia en función del tiempo y el tipo de grano que se desee poner a resguardo: a diferencia del maíz, los productores locales cultivan la alverja en bajos volúmenes ―principalmente porque es para autoconsumo―, por lo que el periodo de almacenamiento es mucho menor (de tres a seis meses) en comparación con el que se estima para la comercialización de los granos de maíz (de ocho a nueve meses), cultivo para el que las tecnologías herméticas poscosecha ofrecen amplias ventajas al reducir las pérdidas hasta en 40%.

Cabe mencionar que en el ensayo realizado en costales se pudo encontrar una larva de polilla que ―aunque supone un daño minúsculo para este caso particular― podría llegar a desencadenar afectaciones mayores si se tratara de otro grano o de un periodo de almacenamiento más prolongado, de manera que asegurar la hermeticidad del almacenamiento es primordial.

Este tipo de ensayos permite ofrecer a los productores el contexto para que tomen las mejores decisiones con base en sus necesidades, expectativas y posibilidades, ya que para muchas familias de la Mixteca Alta de Oaxaca un silo metálico hermético ―cuyo precio es de aproximadamente $2,000― representa un gasto considerable, pero también amplias posibilidades para el almacenamiento y la comercialización de sus excedentes.

Por: Fondo Para la Paz (FPP).

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Opciones para garantizar la seguridad alimentaria

Guachochi, Chih.- En medio de la actual emergencia sanitaria por el COVID 19, las sociedades —particularmente las de países en desarrollo— buscan opciones para garantizar la seguridad alimentaria de los sectores de la población que son más vulnerables ante prolongados periodos de distanciamiento social y de pausa en diversas actividades económicas. Por lo anterior, adquiere relevancia contar con sistemas agroalimentarios productivos, robustos y resilientes que favorezcan precisamente a los sectores más vulnerables.

En días pasados, a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se realizó el taller ‘Uso de Tecnologías Herméticas para Conservación de Granos’ en la cabecera municipal de Guachochi, Chihuahua, a fin de dar a conocer los procedimientos de almacenamiento y el uso de los diferentes dispositivos y tecnologías herméticas poscosecha.

Dispositivos como los silos metálicos herméticos o las bolsas plásticas con cierre (zip) son opciones viables para el almacenamiento de granos por largos periodos en las comunidades donde plagas —como la palomilla de los cereales (Sitotroga cerealella)—, diversos roedores (ratas, ratones y ardillas) y pájaros reducen las cosechas.

Las soluciones herméticas poscosecha evitan la entrada de aire y humedad, reduciendo la incidencia de plagas y hongos, evitando el deterioro de los granos y minimizando el uso de plaguicidas potencialmente dañinos para la salud humana.

Durante el taller también se dieron a conocer otras opciones (más económicas y de fácil disponibilidad) que —debidamente manejadas— permiten obtener buenos resultados, como los bidones plásticos (de diferentes capacidades) o las garrafas de reúso. Lo fundamental de estas opciones es asegurar el principio de hermeticidad (ausencia de oxígeno) y el adecuado secado del grano antes de su almacenamiento.

Entre las condiciones que se deben tomar en cuenta para almacenar granos por largos periodos de tiempo, se encuentran la humedad del grano (que debe ser menor de 14%), la temperatura y la limpieza previa del grano (para no almacenar de mala calidad). Por este motivo, durante el taller también se presentaron los diferentes métodos caseros (como el método del sol y el método de la sal) para determinar la humedad del grano, que es el factor más importante para no tener pérdidas posteriores.

El correcto almacenamiento de granos evita pérdidas significativas, las cuales —considerando los precios en la zona— pueden ser de hasta $1,800 por tonelada. Esto es destacable, ya que la producción en la zona de Guachochi apenas es suficiente para el autoconsumo familiar, y es más relevante aún si se considera que a través de estos aprendizajes, las familias de la zona tienen más elementos para ser resilientes en tiempos como los actuales.

En este video te compartimos más información sobre el método del sol y el método de la sal. Y recuerda, #ConservaTuCosecha

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Evaluación y resultados de tecnologías herméticas para el almacenamiento de grano en sistemas de autoconsumo en Jalisco

Poncitlán, Jal.- El maíz y el frijol son productos básicos en la dieta de las familias rurales del estado de Jalisco. Los productores generalmente almacenan entre 1.5 y 1.8 toneladas de maíz; esta cantidad puede ser suficiente para 10 meses de alimentación de una familia de 9 integrantes, con un consumo de 4 a 6 kilogramos de maíz por día. Debido a la importancia de los granos en la alimentación familiar, existe preocupación por la presencia de plagas como el gorgojo de maíz, que, según los productores, puede causar pérdidas de hasta 50% de la producción (Xochicentli AC). Se ha demostrado que las tecnologías herméticas son eficaces para reducir las pérdidas de granos básicos durante el almacenamiento, en ambientes diversos y con diferentes tipos de maíz. Sin embargo, el proceso de adopción ha sido limitado, en ocasiones, debido al desconocimiento de las bondades de estas tecnologías. El modelo de innovación propuesto requiere la demostración de éstas directamente con productores y usuarios potenciales. En este sentido, el presente documento describe la implementación y los resultados obtenidos en dos módulos demostrativos del estado de Jalisco; el trabajo fue desarrollado dentro del convenio de colaboración entre el CIMMYT y Xochicentli AC.

El módulo Poncitlán I fue instalado en la comunidad Agua Caliente, Poncitlán, Jalisco (20° 19.005’ N, 102° 55.317’ O). El grano empleado correspondió a un material nativo de color amarillo, y no se observaron daños por insectos o roedores, pero sí por hongos (de 1 a 2% de granos dañados). El producto se almacenó con 8.4% de humedad y la temperatura fue de 27.7°C. Los recipientes fueron llenados y sellados el 7 de febrero de 2017, y se colocaron en una tarima de madera a 45 cm del piso (cuadro 1).

Cuadro 1. Tecnologías de almacenamiento evaluadas en el módulo Poncitlán I. Jalisco, 2017

En el caso del módulo Poncitlán II, ubicado en la comunidad de San Juan Tecomatlán, Poncitlán, Jalisco (20° 19.705’ N, 103° 5.964’ O; a 1,532 msnm), el grano empleado fue un híbrido de maíz amarillo de Pioneer. Se observó de 1 a 2% de daño por insectos y de 1 a 2% por hongos, y 3% de granos quebrados al momento del establecimiento. El producto se almacenó con 10% de humedad y la temperatura fue de 27°C. Los recipientes fueron llenados y sellados el 22 de febrero de 2017, y se colocaron en una banca de madera a 45 cm del piso (cuadro 2).

Cuadro 2. Tecnologías de almacenamiento evaluadas en el módulo Poncitlán II. Jalisco, 2017.

En ambos casos, el tratamiento convencional correspondió a un costal reciclado de polipropileno y el grano fue tratado con una pastilla de fosfuro de aluminio. En el módulo Poncitlán I, el levantamiento se realizó el 13 de junio de 2017, 127 días después de la instalación. En el caso de Poncitlán II, el almacenamiento fue por 89 días.

En la región donde se instalaron los módulos los productores han usado las pastillas de fosfuro de aluminio por más de 10 años como una práctica convencional de almacenamiento de granos para autoconsumo. Sin embargo, consideran que los resultados son regulares con este tipo de control, ya que los gorgojos siguen apareciendo aun después de “curar” el grano y las pérdidas fluctúan entre 10 y 15%. Adicionalmente, se observa que el grano cambia a la vista, se vuelve opaco y se amarilla —sobre todo en el caso del frijol—, y queda con un olor desagradable (Xochicentli AC).

Cuadro 3. Parámetros evaluados durante la caracterización del grano almacenado bajo diferentes tecnologías en Poncitlán, Jalisco, en 2017
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Almacenamiento y conservación de granos en instalación de módulo poscosecha

Texcoco, Edo. de Méx.- En el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se trabaja para proporcionar soluciones sustentables para el almacenamiento de granos, y que así conserven su calidad nutritiva para el uso en la alimentación humana y animal, así como su valor comercial. En general, estas alternativas están enfocadas a pequeños productores de autoconsumo y productores con excedentes. Para aumentar el impacto en México de las actividades poscosecha, se trabaja en colaboración con productores, técnicos certificados y otros actores con el fin de alcanzar a más productores, proveer de conocimiento local e indicarnos lo que es importante investigar y validar.

Los técnicos interesados en colaborar con la estrategia de poscosecha lo pueden hacer participando en capacitaciones; compartiendo prácticas alternativas con otros técnicos; dando seguimiento, capacitación y apoyo técnico a productores; vinculándose con proveedores locales de tecnologías (tecnologías herméticas y polvos inertes); validando tecnologías de poscosecha en un módulo; identificando nuevas tecnologías para validar-demostrar y elaborando recomendaciones enfocadas.

En un módulo de poscosecha se comparan prácticas alternativas con la práctica tradicional del productor, para la validación y extensión de tecnologías. Algunas de las actividades de un técnico que decide colaborar en la implementación de módulos de poscosecha son identificar productores cooperantes, coordinar eventos de capacitación durante la instalación y el levantamiento del módulo, la colección y captura de datos y el seguimiento periódico de las tecnologías instaladas. Para llevar a cabo una exitosa instalación de módulo, el CIMMYT proporciona capacitaciones, asesoría técnica y material didáctico de apoyo.

Para apoyar a técnicos cooperantes se elaboró el videotutorial “Instalación de módulo poscosecha” y algunos documentos que, en conjunto, facilitan el entendimiento de la implementación de un módulo poscosecha. El video contiene información sobre los pasos a seguir y los aspectos a tomar en cuenta para la instalación de un módulo poscosecha, como las condiciones previas necesarias y el proceso de instalación. Los documentos ayudan a profundizar en el método para el diseño del experimento y las características de éste (formato protocolo): el levantamiento de la muestra y los datos a colectar, como la humedad y temperatura; la clasificación y conteo de daños; la identificación de insectos y de materiales y equipo a utilizar (formato datos de instalación y manual de colecta de datos de módulos poscosecha); así como el seguimiento después de la instalación y durante el periodo de almacenamiento (seguimiento mensual).

Para localizar este material de apoyo es necesario consultar los siguientes enlaces:

Videotutorial “Instalación de módulo poscosecha”:
https://www.youtube.com/watch?v=6QyPxF4Zu3c

Lista de documentos de apoyo:

• Datos de levantamiento
• Formato de seguimiento
• Datos de instalación
• Protocolo modulos
• Manual para colectar datos en modulo poscosecha

Para cualquier duda o comentario, favor de comunicarse al 01800 4627247 o enviar un correo electrónico a CIMMYT-ContactoAC@cgiar.org

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Instalación de módulo poscosecha para la evaluación de tecnologías alternativas de almacenamiento en Agua Blanca, Hidalgo

Agua Blanca de Iturbide, Hgo.- En el ejido Agua Blanca (Cerro Alto), municipio de Agua Blanca, Hidalgo, el 1 de junio se instaló un módulo poscosecha y se capacitó a un grupo de productores sobre el manejo adecuado de las tecnologías herméticas. La conservación del grano en Agua Blanca se realiza generalmente en costales que tienen los productores, así como en tambos de plástico de diferentes tamaños, pero desde 2010 existen algunos productores que cuentan con silos metálicos, por lo cual es necesario brindar apoyo técnico y científico para guiar el manejo adecuado y validar la tecnología en esta región.

El evento inició con la capacitación sobre tecnologías herméticas para el almacenamiento de granos, impartida por Noé Gerardo Reyes González, quien explicó a los productores los principios sobre el almacenamiento. Los participantes se mostraron activos e interactuaron haciendo las prácticas de limpieza de grano, determinación de humedad, temperatura y llenado correcto de las tecnologías.

En el módulo se almacenó el maíz híbrido AS-722, en bolsa plástica hermética ziper (40 kg), silo metálico hermético (90 kg) y como práctica tradicional una cubeta de plástico (15 kg). A partir de tres muestras de 500 gramos del grano de maíz almacenado, se tomaron datos como el peso de impurezas, el peso de daños (insectos, hongos, roedor, quebrado y otros daños) y la identificación de insectos para poder caracterizar el estatus del grano almacenado. Esto permite hacer la comparación del estatus inicial con el estatus después de seis meses de almacenamiento (10 de noviembre), cuando se abrirán los recipientes para valorar el desempeño de almacenamiento de cada tecnología. Con base en esto se puede brindar una mejor recomendación de acuerdo con las necesidades y resultados locales.

El grano almacenado en general se encontraba en buenas condiciones; sus características en el muestreo fueron: 14.8 % de humedad y 20.73 °C de temperatura; 94.6% de grano limpio, 3.8% de grano con daño por hongos, 0.86% de grano con daño por insecto, 0.32% de grano quebrado, 0.18% de grano dañado por roedor, 0.1 % de impurezas y 0.2 % de grano con otros daños. Los insectos identificados en las submuestras fueron palomillas muertas (2) y gorgojos vivos (1) y muertos (1).

Cada mes, Noé Gerardo Reyes González visitará el almacén para corroborar que se esté llevando el manejo adecuado e identificar problemas que puedan obstruir la evaluación del módulo (apertura de tecnologías, presencia de plagas, mover las tecnologías de lugar, etc.). Además estará dando seguimiento a los precios locales para considerar la mejor oportunidad del precio de venta en el mercado durante el periodo de almacenamiento, y así permitir una evaluación económica de las tecnologías.

En este caso, el productor cooperante, Eugenio Hernández Gómez, mencionó que el grano almacenado lo utilizará todo para autoconsumo (40% comida y 60% animales), debido a que el precio de venta en el momento del levantamiento está previsto en aproximadamente $ 8.00, y el día de la Instalación está en $ 12.00.

El módulo fue instalado de manera adecuada; los productores, además de mostrarse interesados y participativos, quedaron a la expectativa sobre los resultados que se presentarán al final del periodo de almacenamiento, en noviembre.

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Estudiantes, actores clave en la difusión de tecnologías alternativas para conservación de granos en sus zonas de procedencia

Colotlán, Jalisco.- Con el propósito de contribuir a disminuir la pérdida en cantidad y calidad en granos almacenados, se convocó al taller “Manejo alternativo para conservación de granos para autoconsumo familiar”, en el marco de la primera Jornada Agro-Administrativa, organizada por el Centro Universitario del Norte de la Universidad de Guadalajara.

El taller se llevó a cabo el pasado 3 de mayo, en las instalaciones del CU Norte en Colotlán, Jalisco y se contó con la participación de estudiantes, docentes y productores de la región. Se abordaron temas como la caracterización del manejo poscosecha en la región Norte del estado de Jalisco y áreas aledañas, las principales plagas de granos almacenados, los principios básicos para la conservación adecuada de granos y las tecnologías alternativas de almacenamiento y conservación de granos sin uso de químicos que se difunden a través del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, MasAgro. Asimismo, se presentaron los trabajos de investigación que realiza el CU Norte en torno al uso de aceites esenciales para la conservación de granos y en los cuales participan tesistas del propio centro universitario.

Pérdidas en almacenamiento que oscilan entre 25 y 30 por ciento y el control químico de plagas a base de pastillas de fosfuro de aluminio (producto catalogado como de toxicidad aguda alta y de uso restringido) en dosis muy por encima de lo recomendado para su uso, fueron punto de partida para la reflexión conjunta. El taller concluyo con el establecimiento de un módulo poscosecha en el CU Norte y la definición de un área de extensión en el municipio de Benito Juárez, Zacatecas.

Los asistentes consideraron de suma importancia y utilidad los temas abordados y el CU Norte expresó su disponibilidad de continuar la relación y fortalecer la colaboración en torno a otras tecnologías MasAgro que puedan responder a las necesidades de la región.

El taller “Manejo alternativo para conservación de granos para autoconsumo familiar” tuvo como facilitadores a Araceli Palma y Tomas Avalos, de Xochicentli AC, así como a Othoniel García, docente de CU Norte. Se llevó a cabo con apoyo de CIMMYT-Hub Bajío y de Carlos Pinedo, coordinador de la licenciatura en Agronegocios, en representación del CU Norte.

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Productores agrícolas de Chiapas reciben apoyo para tecnologías sustentables en poscosecha

Por: Hugo Castellano, Georgina Mena y Jorge García
9 de mayo de 2017.

Chiapas.- El pasado 21 de abril se llevó a cabo un evento de demostración de uso de equipos de poscosecha para almacenamiento de grano, financiados por un importante programa de apoyo a productores agrícolas de baja escala, de Chiapas. Este esfuerzo, en el que participan el CIMMYT, con el programa MasAgro, y Firco (Fideicomiso de Riesgo Compartido), ha sido posible gracias a la colaboración y el apoyo decidido de Víctor Zepeda, gerente estatal de Firco, quien a partir de conocer los resultados de las evaluaciones de estas tecnologías que realiza MasAgro, se dio el interés y la oportunidad de apoyar a los productores que participan en el Hub Chiapas.

El apoyo consistió en la entrega de lonas flexibles herméticas denominadas comúnmente “Cocoon”, con capacidad de 5 toneladas. Además, otros productores recibieron una desgranadora, una báscula electrónica de una tonelada y silos metálicos de 500 kg para la conservación de granos. Las evaluaciones de estos equipos y las capacitaciones para su correcto uso están a cargo del CIMMYT, mediante el soporte técnico del programa MasAgro, y son un sólido avance para el fortalecimiento de la cadena de valor del maíz en Chiapas.

En el acto de entrega se pudo escuchar el testimonio del productor don Enrique Abadía Pimentel, quien compartió con los asistentes su experiencia. “Con MasAgro iniciamos con un módulo en 2012, y desde entonces hemos venido implementando tecnologías para mejorar la producción. También participamos en la evaluación de tecnologías para almacenar granos sin que sufran daño y sin el uso de químicos que afectan nuestra salud y la de nuestros familiares. Agradecemos a Firco por el apoyo brindado para la compra de los Cocoon de 5 toneladas, que servirán para almacenar granos para alimento de las familias, grano molido para ganado, y para guardar grano para vender”.

Por su parte, Bram Govaerts, quien lidera el Programa de Intensificación Sustentable en América Latina del CIMMYT, destacó, respecto del desafío de la actividad y el actual escenario agrícola global, que “todos tenemos que dar nuestros resultados sobre los indicadores. Y el indicador para el productor es más alimento, más ingreso para su familia, para que avance la economía familiar y para que los hijos puedan estudiar mejor, y para que ese hijo pueda ser un productor con más acceso a información, con más cambio en su campo y que deje a sus hijos un campo más cuidado de lo que nosotros pudimos hacer”. Del trabajo que se hace en Chiapas, el doctor Govaerts sintetizó que “hoy podemos decir que aquí hay potencial y aquí lo hemos transformado en dar de comer a más personas”.

Víctor Zepeda recalcó la importancia de trabajar en equipo institucionalmente. Mencionó que uno de sus primeros acercamientos con las tecnologías de poscosecha evaluadas por MasAgro fue cuando en una reunión conoció la historia de una señora de Oaxaca que fabricaba silos metálicos. Reafirmó su compromiso por seguir trabajando y favoreciendo a productores con incentivos que fortalezcan las actividades de los productores.

Estuvieron presentes en el acto, entre otras autoridades, productores e invitados especiales como Jorge Víctor Rojo, director de Vinculación en INIFAP, Efraín Fernández Martínez, representante de FIRA y Juan Carlos Velasco Corzo, secretario municipal, en representación de Francisco Javier Chambe Morales, presidente municipal de Ocozocoautla.