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La utilidad de un menú de tecnologías validadas

Colaboradores de CIMMYT analizando el menú tecnológico en las oficinas del Hub Pacífico Sur. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)
Colaboradores de CIMMYT analizando el menú tecnológico en las oficinas del Hub Pacífico Sur. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)

Oaxaca presenta una gran variedad de zonas agroecológicas con diferentes potenciales de producción agrícola determinados por factores como el clima y el tipo de suelo. La mayoría de las regiones del estado, sin embargo, se caracteriza por el incremento de la deforestación, la pérdida de biodiversidad y la degradación de los suelos.

Para transitar, de manera efectiva, de prácticas agrícolas que agravan esos problemas a prácticas agrícolas sustentables, es necesario realizar estudios locales de evaluación y validación de las prácticas a ser promovidas. “Por eso los colaboradores de CIMMYT establecieron plataformas de investigación, módulos y áreas de extensión en varias regiones del estado”, señala la coordinación de plataformas del Hub Pacífico Sur de CIMMYT.

En las plataformas de investigación se han estudiado por años diversas prácticas a fin de identificar las más útiles y viables para atender las necesidades de los productores de la región. Así, los resultados de las plataformas conforman el menú de tecnologías validadas que fue presentado recientemente a los colaboradores del Hub Pacífico Sur.

“En el taller organizado para este propósito se exploraron opciones para mejorar el menú tecnológico y hacer que la información científica esté disponible para los productores de la manera más útil y práctica posible. También, se expusieron los desafíos que se han tenido que superar para integrar el documento, así como el impacto positivo del menú en territorio oaxaqueño”, enfatiza la coordinación de plataformas del Hub Pacífico Sur.

Y es que integrar un menú de tecnologías validadas científicamente no es una tarea sencilla. “Uno de los principales desafíos es la continuidad en la investigación. El tema de que podamos validar en un mediano y largo plazo la tecnología para dar resultados más confiables hacia los productores es un gran desafío”, señala Jonatan Villa Alcántara, colaborador responsable de la plataforma de investigación San Juan Cotzocón.

“Otro de los desafíos ha sido cómo coordinarnos los diferentes investigadores en Oaxaca para tener un documento en común. Coordinar la investigación e integrar un solo documento solamente nosotros sería algo complicado por las diferentes actividades que tenemos, pero ahí entra la labor del hub, ayudándonos para que superemos ese desafío y tener un documento que integre las diferentes tecnologías validadas para los ambientes de Oaxaca”, enfatiza Jonatan.

Un ejemplo de cómo este menú de tecnologías ha contribuido a generar cambios positivos está en el Itsmo, una zona donde se ocupa mucha maquinaria para la preparación del suelo: el arado, las rastras, el surcado.

“Una de las cosas que se detectó en el Itsmo fue la compactación del suelo. Ahí, en colaboración con el gobierno del estado, se ha capacitado a los técnicos sobre diferentes innovaciones tecnológicas, una de ellas la labranza vertical para eliminar zonas compactadas en predios que han sido manejados con maquinaria durante muchos años”.

Ante el problema de la compactación, “se sugirió a los técnicos que aplicaran la labranza vertical; y con resultados muy positivos en la productividad: hay predios de Zapalote Chico que en promedio tenían una tonelada, tonelada y media, y a través de esta práctica de labranza vertical tienen ahora rendimientos de dos y media hasta tres y media toneladas por hectárea”, concluye Jonatan.

La labranza vertical forma parte del Menú de tecnologías validadas – Maíz en Oaxaca. Te invitamos a consultar el documento completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Manejo de residuos agrícolas. Opciones para Oaxaca

Manejo de residuos en laderas. (Foto: AMDSL)
Manejo de residuos en laderas. (Foto: AMDSL)

Uno de los aspectos esenciales de la agricultura de conservación es el aprovechamiento de los residuos agrícolas (rastrojos). Al momento de implementar este sistema de producción sustentable, sin embargo, una de las preguntas más frecuentes entre los agricultores es cómo manejar dichos residuos que, de forma convencional, suelen ser quemados o removidos y empacados.

Las opciones de manejo de residuos son variadas y elegir la más conveniente depende de las particularidades del sistema de producción. En Oaxaca, por ejemplo, existen diversas zonas agroecológicas con tipos de suelo, climas y tradiciones de cultivo igualmente diversas. Para cada una, el Hub Pacífico Sur de CIMMYT y sus colaboradores han integrado un menú de tecnologías validadas con opciones de manejo de residuos. Todas estas muestran la conveniencia de retener los rastrojos sobre la superficie de la parcela.

«Resultados de investigaciones iniciadas en 2017 muestran que la retención del rastrojo generó un incremento en el rendimiento promedio del maíz de 140 kilos por hectárea (kg/ha)», señalan los responsables de la plataforma de investigación San Miguel Tlacamama, en la región Costa de Oaxaca.

Los investigadores puntualizan que la asociación de cultivos fue fundamental para lograr estos resultados: «en maíz asociado con frijol, la retención de residuos incrementó el rendimiento promedio de maíz en 686 kg/ha, con 319 kg/ha de frijol. Esto significa que dejar rastrojo en la asociación maíz-frijol permitió obtener mejores utilidades que los monocultivos, independientemente del manejo de rastrojo en esos últimos».

En la región del Papaloapan, los investigadores de la plataforma San Juan Cotzocón señalan que «la cero labranza con rastrojo presentó mayores rendimientos que la cero labranza sin rastrojo en cuatro de los seis años de evaluación».

En esa plataforma «el rendimiento promedio de maíz en camas permanentes fue de 5.4 t/ha, el cual fue mayor que los rendimientos promedios de la labranza convencional (5.1 t/ha) y la cero labranza (4.7 t/ha). La mayor diferencia en rendimiento se observó en 2017, cuando posterior a la siembra se presentaron fuertes precipitaciones afectando la germinación en labranza convencional».

En la plataforma San Francisco Lachigolo, en la región de Valles Centrales, «se evaluaron dos tipos de labranzas (camas permanentes y labranza vertical, ambos con retención de rastrojo) como alternativas a la labranza convencional con remoción de rastrojo. En promedio, la labranza vertical tuvo un rendimiento de maíz de 3.4 t/ha, superior a los de las camas permanentes y la labranza convencional que fueron 2.8 t/ha y 2.0 t/ha, respectivamente», indican los responsables de dicho espacio de investigación.

Por su parte, en la plataforma de Tamazulapam del Espíritu Santo, ubicada en la región Sierra Norte, «se compararon la cero labranza (con 50% de residuos retenidos) y la labranza convencional (preparación del suelo con azadón + remoción de todos los residuos). En todos los años de evaluación, desde el 2015, el rendimiento de maíz fue mayor en cero labranza, en promedio con 0.5 t/ha. Además, los costos de producción fueron menores con cero labranza por la menor carga de trabajo para preparar el terreno».

Estos resultados forman parte del Menú de tecnologías validadas – Maíz en Oaxaca. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Uso eficiente de agua en Sonora

Trigo cultivado con agricultura de conservación en Sonora, México. (Foto: Hub Pacífico Norte-CIMMYT)
Trigo cultivado con agricultura de conservación en Sonora, México. (Foto: Hub Pacífico Norte-CIMMYT)

México enfrenta desafíos significativos en términos de disponibilidad y calidad del agua. Además, de acuerdo con el Índice de Estrés Hídrico Global, México se encuentra entre los países con mayor estrés hídrico (cuando la demanda de una región excede la cantidad de agua disponible durante un período de tiempo específico), lo que indica presiones significativas sobre los recursos hídricos disponibles.

El uso del agua en México es diverso, abarcando desde el consumo humano hasta la agricultura y la industria. De acuerdo con CONAGUA, el 76% del agua se destina a la agricultura, el 13% a usos urbanos y el 11% a la industria.

Por lo anterior, es fundamental que los agricultores conozcan y adopten prácticas que les permitan aprovechar, cuidar y optimizar el agua disponible, particularmente en un contexto de variabilidad climática, donde las lluvias se vuelven erráticas, los periodos de sequía se prolongan y, en general, hay incertidumbre sobre si habrá agua o no para cultivar.

Para apoyar a los agricultores en esta tarea, CIMMYT y sus colaboradores han establecido plataformas de investigación donde se ponen a prueba distintas prácticas que pueden ser de utilidad en el campo. En la plataforma de investigación Cajeme II, en Sonora, por ejemplo, entre los temas que se estudian está el efecto de riego reducido.

Desde el ciclo otoño-invierno de 2013 en que se ha establecido y documentado la práctica, señalan los responsables de la plataforma, “el cuarto riego de auxilio ha aumentado el rendimiento del trigo en una tonelada por hectárea (t/ha) empleando camas permanentes (con rastrojo en la superficie) y 0.3 t/ha en labranza convencional”, lo que confirma los beneficios de la agricultura de conservación para la optimización del uso del agua.

En la plataforma de investigación Navojoa, el efecto del riego reducido se ha monitoreado desde el ciclo otoño-invierno 2011-12 (reportándose que los mejores rendimientos con un riego antes de la siembra y dos o tres riegos de auxilio, han sido con camas permanentes), sumando evidencia de que el uso de camas permanentes contribuye notablemente al cuidado del recurso hídrico.

Evidencia como la generada en estas plataformas sonorenses confirman entonces la pertinencia de distintas prácticas de agricultura de conservación para el cuidado del agua. Por esta razón, este enfoque para el uso eficiente del recurso hídrico forma parte del Menú de tecnologías validadas – Trigo de riego en Sonora. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Tecnologías agrícolas para la Mixteca oaxaqueña

Efecto de la sequía en maíz bajo dos sistemas de labranza en temporal. Labranza convencional sin residuos (Izquierda), labranza mínima con residuos (Derecha). Yanhuitlán, Oax. PV-2019. (Foto: Leodegario Osorio)
Efecto de la sequía en maíz bajo dos sistemas de labranza en temporal. Labranza convencional sin residuos (Izquierda), labranza mínima con residuos (Derecha). Yanhuitlán, Oax. PV-2019. (Foto: Leodegario Osorio)

Aprendida por generaciones, la práctica de prender fuego a los residuos de cosecha sigue siendo una estampa común en el campo oaxaqueño. Sin embargo, esta práctica contribuye a la degradación de los suelos agrícolas, a la pérdida de fertilidad de los mismos y, consecuentemente, a una disminución de la productividad.

Una mejor alternativa es aprovechar los rastrojos como cobertura del suelo: “la retención de residuos en labranza mínima incrementó el rendimiento de maíz criollo en 208 kilos por hectárea (kg/ha) en promedio, comparado con la labranza convencional de la zona —que consta de un barbecho a 30 cm de profundidad y un paso rastra a 10 cm— sin residuos, lo cual indica que es una alternativa viable para la región de la Mixteca”, señalan los responsables de la plataforma de Santo Domingo Yanhuitlán, donde colaboran investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y CIMMYT.

La de Yanhuitlán forma parte de una extensa red de plataformas de investigación que CIMMYT —centro de investigación internacional que promueve sistemas agrícolas sustentables y resilientes— y sus colaboradores impulsan en todo el territorio nacional y que más recientemente se ha extendido a nivel Latinoamérica. Muchas de estas plataformas tienen más de una década investigando diversas prácticas agrícolas a fin de identificar las más pertinentes para cada región y cada tipo de agricultor.

“Uno de los beneficios más notables de esta labranza mínima es mantener más humedad disponible para el cultivo, y este beneficio se expresa más en tiempos de sequía, como en 2019 en el que el rendimiento fue de 2.2 t/ha en labranza mínima contra 680 kg/ha en labranza convencional”, enfatizan los investigadores que han registrado puntualmente el comportamiento de estos dos tipos de labranza desde el año 2013.

Con respecto a la parte económica, “el costo de producción con labranza mínima fue 800 pesos por hectárea (800 MXN/ha) menor que la labranza convencional”, puntualizan los investigadores, señalando que la inclusión del rastrojo —cuyo valor está estimado en 3  500 MXN/ha en la región de la Mixteca—, “incrementaría la utilidad neta promedio de la labranza convencional a $14,346 MXN/ha”.

En las plataformas de Santa María Teopoxco, en la región Cañada; San Miguel Tlacamama, en la Costa; San Francisco Lachigoló, en Valles Centrales; y Tamazulapam del Espíritu Santo, en la Sierra Norte, los resultados de años de investigación también confirman que el rastrojo es un elemento importante para los sistemas agrícolas de la región, por lo que los investigadores hacen una invitación a los productores para que se acerquen a cualquiera de estas plataformas o con colaboradores de CIMMYT para conocer más sobre cómo un adecuado manejo de los residuos de cosecha puede impulsar grandes cambios en la agricultura.

Esta práctica forma parte del Menú de tecnologías validadas – Maíz en Oaxaca. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Manejo de residuos, un enfoque hacia la conservación del suelo

Manejo de residuos en cultivo de trigo. (Foto: CIMMYT)
Manejo de residuos en cultivo de trigo. (Foto: CIMMYT)

La agricultura sustentable se ha convertido en un imperativo global para garantizar la seguridad alimentaria y preservar el medioambiente. En este contexto, el manejo adecuado de los rastrojos, los residuos de cosecha que suelen ser pasados por alto, desempeña un papel crucial en la promoción de prácticas agrícolas respetuosas con el entorno.

Los rastrojos o socas son los residuos de cultivos que quedan en el campo después de la cosecha. Estos pueden incluir tallos, hojas y otros restos vegetales. Aunque la quema de rastrojos ha sido una práctica común, esta contribuye al cambio climático y afecta negativamente a los organismos microscópicos en el suelo. Esto es relevante porque la vida microscópica, incluyendo bacterias y hongos, desempeña un papel crucial en la degradación de la materia orgánica y en los ciclos de elementos esenciales para la fertilidad del suelo.

En este sentido, conservar los rastrojos ayuda a mantener la vida microbiana del suelo y contribuye a mejorar su estructura física: por un lado, dejar los rastrojos en la superficie del suelo actúa como una barrera natural que previene la erosión. Esto es fundamental para mantener la salud del suelo y la sostenibilidad a largo plazo de la tierra de cultivo. Además, durante la descomposición de los rastrojos se liberan nutrientes esenciales en el suelo, como nitrógeno, fósforo, potasio y calcio, reduciendo así la dependencia de fertilizantes inorgánicos.

Aprovechar los rastrojos como cobertura del suelo no solo reduce el impacto ambiental de las quemas agrícolas, sino que también tiene un valor económico, por lo que esta práctica es una alternativa viable y rentable que ayuda a mejorar la fertilidad y la productividad del suelo.

En Sonora, en la plataforma de investigación Cajeme I, por ejemplo, se ha investigado el uso de residuos como cobertura en camas permanentes desde el año 2006, confirmándose que “los rendimientos de camas permanentes con retención total o parcial de rastrojo tienen mayor valor —promedio de 7.4 toneladas por hectárea (t/ha)— que cuando el rastrojo es quemado o incorporado con la labranza, esto lo vemos en rotación con cultivo de maíz en verano”, señalan los responsables de la plataforma.

“Por su parte, en la plataforma Cajeme II la siembra en camas permanentes con cobertura con rastrojo ha tenido, desde el ciclo otoño-invierno 2014-15, un mayor rendimiento que las camas permanentes sin cobertura, con una diferencia promedio de 0.3 t/ha”, apuntan los investigadores de esta plataforma.

Evidencia como la generada en estas plataformas sonorenses confirman entonces la pertinencia de aprovechar los rastrojos. Por esta razón, este enfoque para el manejo de residuos forma parte del Menú de tecnologías validadas – Trigo de riego en Sonora. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Opciones para diversificación de cultivos en Oaxaca

Cultivo de girasoles en la región de La Costa de Oaxaca. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Cultivo de girasoles en la región de La Costa de Oaxaca. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

Diversificar cultivos (a través de rotaciones, asociaciones o relevos) permite romper con los ciclos de diversas plagas y enfermedades. Ya que cada plaga tiene hábitos o un comportamiento específico asociado a un cultivo particular, al variar los cultivos estos ciclos pueden romperse.

Además de este beneficio, la diversificación de cultivos permite que los suelos estén en un mejor estado general porque ayuda a reponer las capacidades del suelo en medida que cada cultivo tiene necesidades y aportaciones de nutrientes diferentes; o bien, algunos cultivos tienen propiedades agronómicas particulares que resultan útiles en ciertos contextos.

En el plano de la comercialización y la seguridad alimentaria la diversificación de cultivos también tiene beneficios, ya que incrementa la variedad de las dietas de las familias productoras, o bien, contribuye a tener una producción adicional en distintos momentos.

De acuerdo con el #MenúTecnológicoSustentable de Oaxaca, integrado por CIMMYT y sus colaboradores, para el estado de Oaxaca se han identificado cultivos que no solo se han adaptado bien a las condiciones de la entidad, sino que reportan distintos beneficios de acuerdo con usos específicos.

En las plataformas de investigación del estado “se evaluaron, en diferentes ensayos y vitrinas, 16 cultivos y los resultados permiten clasificarlos, de acuerdo con su adaptabilidad, en los mega ambientes de Valles Altos, Subtrópico y Trópico del estado de Oaxaca”, comentan especialistas del Hub Pacífico Sur de CIMMYT.

Trópico (0-1500 msnm) Subtrópico (1500-2000 msnm) Valles Altos

(2000-2500 msnm)

•Chícharo gandul

•Caupí

•Frijol mungo

•Soya

•Girasol

•Mucuna

•Canavalia

•Cacahuate

•Frijol

•Girasol

•Frijol ayocote

•Caupí

•Crotalaria

•Chícharo

•Garbanzo

 

•Canola

•Girasol

•Ebo

•Frijol Ayocote

•Grasspea

•Chícharo

 

Ya sea para la alimentación de humanos y ganado, o para mejorar el suelo o protegerlo, estos cultivos tienen amplios usos y beneficios. Gracias a la red de ensayos de cultivos alternativos y vitrinas establecidas por CIMMYT y sus colaboradores, se ha logrado identificar, con mayor precisión, la acción específica de cada uno de estos cultivos.

Consumo humano Forraje Fijadores de nitrógeno Coberturas y abonos verdes
•Frijol ayocote

•Chícharo

•Frijol

•Caupí

•Garbanzo

•Chícharo gandul

•Frijol mungo

•Soya

•Cacahuate

•Canola

•Girasol

•Ebo

•Frijol ayocote

•Grasspea

•Caupí

•Crotalaria

•Chícharo gandul

•Frijol mungo

 

•Frijol ayocote

•Chícharo

•Frijol

•Caupí

•Garbanzo

•Chícharo gandul

•Frijol mungo

•Soya

•Cacahuate

•Ebo

•Grasspea

•Mununa

•Canavalia

•Chícharo gandul

•Caupí

•Frijol mungo

•Soya

•Girasol

•Mununa

•Canavalia

•Cacahuate

 

Esta tecnología forma parte del Menú de tecnologías validadas – Maíz en Oaxaca. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Agricultura sustentable para empoderar a las comunidades

Miriam Torres en actividades en campo en el Oriente de Honduras. (Foto: Miriam Torres)
Mirian Torres en actividades en campo en el Oriente de Honduras. (Foto: Mirian Torres)

En la región de Oriente de Honduras, Mirian Lizeth Torres, ingeniera agroindustrial graduada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, está marcando la diferencia. Su compromiso con la sostenibilidad agrícola y el empoderamiento de las comunidades locales a través de la agricultura sustentable es evidente en su trabajo con la Asociación Regional de Servicios Agropecuarios de Oriente (ARSAGRO) y con su participación en el InnovaHub Oriente, instalado en el marco de la iniciativa AgriLAC Resiliente.

«En 2023, hice un voluntariado en ARSAGRO, abordando temas cruciales con los productores, desde eventos y extensión hasta proyectos con CIAT que se centraron en el diagnóstico de parcelas, agua, suelo, bosque, plagas y enfermedades, nutrición del frijol, calidad del grano, entre otros», comparte Mirian, resaltando la amplitud de su experiencia.

Su participación en el InnovaHub Oriente ha sido clave para integrar teoría y práctica en el campo. «Soy estudiante del curso de agricultura de conservación, donde he explorado prácticas agronómicas que mejoran la sostenibilidad de los cultivos, creando sistemas más resilientes», destaca. «Estas prácticas se comparten con los productores a través de módulos de innovación, que son parcelas donde se implementan las innovaciones de la agricultura de conservación y se comparan, lado a lado, con métodos convencionales».

Mirian sabe de la importancia de comunicar estos conocimientos a las comunidades. «En eventos realizados en estas parcelas, compartimos prácticas y conocimientos, llegando a productores que no estaban familiarizados con estas tecnologías», explica. «Gracias a AgriLAC en 2023, hemos contribuido significativamente al empoderamiento de los productores y grupos organizados en la región de Oriente de Honduras«.

Además, Mirian se enorgullece de su papel como inspiradora para la inclusión de jóvenes y mujeres en la agricultura. «En cada evento que organizamos, observamos una creciente participación de jóvenes y mujeres», señala. «El empoderamiento de las mujeres en las actividades agrícolas ha sido notable, con muchas retomando actividades en el campo a través de la transferencia de conocimientos».

Mirando hacia el futuro, Mirian espera fomentar aún más la participación de la juventud. «Mi invitación a los jóvenes es que no abandonen el campo; que se involucren en temas agrícolas para contribuir al sustento de sus familias y, al mismo tiempo, reducir la migración», afirma con determinación.

En un mundo donde la agricultura sustentable es esencial, Mirian Lizeth Torres ha asumido un liderazgo sólido desde el campo, contribuyendo a que su comunidad se encamine hacia un futuro agrícola más sostenible y equitativo.

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Un cambio cultural desde el campo hondureño

Judith Pineda en actividades de asesoría agrícola en campo. (Foto: Judith Pineda)
Judith Pineda en actividades de asesoría agrícola en campo. (Foto: Judith Pineda)

“La importancia de compartir el conocimiento científico con las mujeres en comunidades como Copán Ruinas radica en la necesidad de superar las barreras que enfrentan en el acceso a la formación universitaria y al conocimiento diversificado, especialmente en sectores históricamente liderados por hombres. Estas mujeres, debido a limitaciones en oportunidades educativas, a menudo se ven excluidas de ámbitos donde la presencia masculina ha sido dominante”, comenta Judith Pineda.

Judith es ingeniera agrónoma, se ha desempeñado en diferentes proyectos del área agrícola enfocados en temas de cambio climático, agricultura de conservación, agricultura orgánica, así como el enfoque de género y la promoción de los derechos humanos. Actualmente colabora con la Comisión de Acción Social Menonita (CASM) que, en el marco de la iniciativa AgriLAC Resiliente, promueve la agricultura sustentable como parte del InnovaHub Occidente de Honduras.

Como parte del equipo técnico de esta iniciativa del CGIAR —que es puesta en marcha por centros de investigación internacional como CIMMYT y la Alianza Bioversity y CIAT— Judith considera que el conocimiento científico, “transmitido mediante el modelo de los InnovaHubs, permite generar nuevas o mejores alternativas de producción para un desarrollo sostenible de la comunidades y familias del Occidente de Honduras”.

Para AgriLAC Resiliente el papel del equipo técnico, del cual forma parte Judith, es esencial para transmitir el conocimiento científico en comunidades donde, en general, prevalecen circunstancias que limitan el acceso a la educación superior. En este sentido, los InnovaHubs —cuya metodología fue desarrollada por CIMMYT y sus colaboradores mediante diversas iniciativas en México— facilitan esta transmisión y diálogo de conocimientos.

Yo decidí estudiar esta carrera (ingeniería agronómica) para aportar al trabajo que realizaba mi papá en campo. Mi familia estaba compuesta por cinco hermanas, mi mamá y mi papá. En ese momento consideré que estudiando esta carrera podría compensarle a mi papá la ayuda que necesitaba. Yo era la única que me involucraba en temas de la agricultura y la ganadería. Esto fue lo que me impulsó porque sí hubo detractores, entre ellos se podría mencionar los chistes o comentarios despectivos e incómodos por el hecho de ser mujer”, relata Judith sobre su formación universitaria.

Así, para Judith, iniciativas como AgriLAC Resiliente “no solo se abren oportunidades individuales, sino que se sientan las bases para un cambio cultural y comunitario más amplio, que a su vez fortalece el sector agrícola y aprovecha todo el potencial de cada miembro, independientemente de su género”.

“Así que, puedo concluir, que al compartir el conocimiento científico con las mujeres de estas comunidades no solo es un acto de justicia social, sino también una inversión en el desarrollo sostenible y la prosperidad de la comunidad en su conjunto”, menciona Judith quien, dirigiéndose a las niñas y a las jóvenes de Honduras, enfatiza en que estas deben “confiar en su potencial y no temer a desafiar las expectativas de género. Creo fielmente que las mujeres contamos con habilidades y capacidades que nos permiten lograr cosas increíbles si nos lo proponemos, por eso, las invitaría a cultivar una red de apoyo, para enfrentar desafíos y avanzar en sus metas profesionales”.

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Opciones para el almacenamiento y conservación de granos en Chiapas

Envases de PET reutilizados para la conservación de granos de maíz y frijol, Ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 de febrero 2024. (Foto: Hub Chiapas-CIMMYT)
Envases de PET reutilizados para la conservación de granos de maíz y frijol, Ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 de febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)

Para lograr la seguridad alimentaria es prioritario buscar opciones sustentables para la producción de alimentos —que cubra las necesidades de una población creciente— y también mejorar los procesos poscosecha mediante la conservación de la cantidad y calidad de granos básicos.

Como parte de la iniciativa AgriLAC Resiliente, CIMMYT —a través de su Hub Chiapas—promueve el uso de tecnologías sustentables para el manejo poscosecha de granos básicos (maíz y frijol) durante el almacenamiento, entre ellas los contenedores herméticos y polvos inertes —hidróxido de calcio micronizado— para hacer frente a la pérdida de granos por el ataque de plagas de almacén.

Entre las principales plagas de almacén que se presentan en Chiapas sobresalen el gorgojo, el barrenador, la palomilla y los roedores. Estas plagas ocasionan pérdidas de hasta un 40 %, por lo que se hace necesario ofrecer alternativas sustentables que las familias productoras reduzcan o eliminen el uso de productos químicos para el control de plagas de almacén, reduciendo así los riesgos a la salud.

De entre las tecnologías promovidas, una de las de mayor adopción ha sido el uso de recipientes herméticos, cuya principal característica es impedir el intercambio gaseoso entre el exterior y el contenido al interior del recipiente una vez que se realiza el cierre.

Lo anterior hace que el grano almacenado junto con los insectos plaga que quedan dentro al momento del almacenamiento vayan consumiendo el oxígeno disponible en el interior, reemplazando por dióxido de carbono (CO2). Esto ocasiona la muerte de huevecillos, larvas y adultos de cualquier insecto plaga. Además, se inhibe el desarrollo de hongos aeróbicos —que requieren oxigeno—, conservando así la calidad del grano por un periodo largo hasta la apertura del recipiente. Otros beneficios de la tecnología hermética es que se conserva características del grano como color, olor, sabor, peso específico y, sobre todo, libre de productos químicos.

Antes de almacenar los granos se deben cumplir algunos requisitos:

  • En el caso del maíz, la humedad del grano no debe ser mayor al 13.5 % y, en frijol, esta no debe ser mayor al 12 % —para conocer la humedad del grano existen varias opciones como el método del Sol, el método de la sal o el uso de equipos electrónicos determinadores de humedad—.
  • El grano debe estar fresco (no caliente), con buena sanidad y libre de impurezas.
  • Los contenedores deben ser herméticos, de fácil uso, libres de agentes contaminantes y deben estar secos.
  • Contar con un espacio fresco y limpio con condiciones que garanticen la integridad de los recipientes empleados para la conservación de granos básicos.

Uno de los contenedores con principio hermético disponible en la mayoría de las regiones son los envases de PET, los cuales pueden encontrarse con diferentes capacidades y ser reutilizados —previo a una limpieza y secado adecuado— para almacenar y conservar granos.

La señora Crecencia Parcero mostrando el uso de los envases PET para el almacenamiento de grano, en el ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)
La señora Crecencia Parcero mostrando el uso de los envases PET para el almacenamiento de grano, en el ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)

Para garantizar que los envases de PET se sequen completamente, es recomendable que después del lavado se dejen por cuatro días boca abajo para que se elimine el agua por escurrimiento y, posteriormente, se dejen secar por siete días adicionales boca arriba en la sombra. Esto es muy importante para evitar que el vapor de agua que haya quedado se condense.

Por sus buenos resultados, estas prácticas han sido adoptadas por numerosas familias productoras de la región. En el ejido de San Martín Chamizal (Palenque, Chiapas), por ejemplo, al menos 15 familias han adoptado el uso de envases de PET para almacenar frijol y maíz con fines de autoconsumo ya por más de cinco años.

Otro ejemplo lo constituyen 10 familias del grupo de agricultores de Triunfo Agrarista, del municipio Osumacinta, las cuales lograron almacenar en 2023 un total de 1 885 kg de maíz y 187 kg de frijol destinados al autoconsumo. Esto, después de conocer la tecnología en los talleres implementados por parte de CIMMYT en colaboración con la CONANP y TNC.

En suma, el principio de hermeticidad se puede conseguir con diferentes recipientes, siempre y cuando estén libres de agentes contaminantes, sean de fácil manejo, accesibles y de bajo costo.

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El impacto del conocimiento científico más allá de las parcelas

Mujeres participando activamente en los procesos de capacitación de las organizaciones que integran los InnovaHubs en Honduras. (Foto: CASM)
Mujeres participando activamente en los procesos de capacitación de las organizaciones que integran los InnovaHubs en Honduras. (Foto: CASM)

En América Latina las mujeres han avanzado en el campo científico, pero la representación sigue siendo desigual en comparación con sus colegas masculinos. Fomentar vocaciones científicas en niñas y mujeres jóvenes, en este sentido, es importante tanto para lograr la equidad en todos los campos, como para hacer extensivos los beneficios del conocimiento científico entre la sociedad.

“Yo estudié ingeniería agroindustrial en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Yo decidí estudiar esto porque mi familia es una familia de productores”, comenta Lourdes Jimena Sosa, quien actualmente forma parte del equipo técnico de los recientemente instalados InnovaHubs de Honduras, a través de los cuales decenas de organizaciones están trabajando en equipo para consolidar sistemas agroalimentarios sustentables y resilientes.

“Yo vivo en Arauli, aquí está la Asociación de Productores Agropecuarios de Oriente (APAO) que surgió después del huracán Mitch. Después de esos desastres los productores de la comunidad se reunieron y decidieron hacer esa sociedad, sabiendo que todo en conjunto es mucho mejor. Hoy APAO tiene 22 años y yo ya tengo tres años de estar trabajando y colaborando con ellos”, relata Lourdes, quien además de ser socia, es responsable de la tienda de insumos de la APAO.

“A finales de 2020 llegó un proyecto de insumos agrícolas por parte del gobierno. Entonces APAO decidió, con esos insumos, tener una tienda aquí en Arauli para los asociados y productores de la zona, pero quería que la atendiera una persona que fuera de la propia asociación. Yo ya tenía mi título. Entonces decidieron que yo administrara esa tienda de insumos”, comenta Lourdes, destacando que para este propósito también tuvo que estudiar mucho.

Cuando se unió a los esfuerzos de CIMMYT y otros centros de CGIAR —junto con una gran diversidad de organizaciones locales— para el establecimiento de los InnovaHubs en Honduras, Lourdes fue convocada a tomar un curso de agricultura sustentable: “Ingresamos tres por parte de la asociación, de los cuales eran dos varones. Solo yo continué. Yo decidí no salirme y aprendí muchísimo durante ese año”.

Con respecto a cómo la metodología de los hubs permite que el conocimiento científico llegue a los productores, Lourdes señala que “todo lo que aprendimos lo estamos implementando en nuestras comunidades. Yo, por ejemplo, trabajé con girasoles, maíz y frijol, y a los productores se les hacía raro ver esa innovación, entonces iba yo y les explicaba en qué consistía y les llamaba la atención. Esto para mí ha servido como experiencia personal y les hemos ayudado a los productores de la asociación. Entonces el impacto de esto muy importante”.

Aunque en la organización de la que forma parte Lourdes hay una gran apertura a la innovación y a la incorporación de mujeres y jóvenes a sus proyectos, en la región aún prevalecen condiciones adversas para estos sectores de la población. De ahí la importancia de iniciativas como AgriLAC Resiliente —a través de la cual CIMMYT y otros centros de CGIAR están colaborando en Honduras, Guatemala y otras latitudes de América Latina—, la cual apuesta por sistemas agroalimentarios sólidos y sensibles a temas como el género.

“Aquí, en esta zona del altiplano, hemos integrado bastante a las mujeres en todos los trabajos. Hay muchas mujeres que debido a la necesidad económica han decidido trabajar en lo que sea, por eso las hemos ido integrando, o nos hemos ido integrando poco a poco, porque también podemos y tenemos que ir dejando el machismo atrás, pero para eso estamos, y en la asociación ya hay de hecho varias mujeres que están impulsando sus propios proyectos”.

Finalmente, Lourdes se dirige a todas las niñas, particularmente a las niñas de su región: “si quieren estudiar algo que les gusta, no se detengan; porque uno tiene que trabajar en lo que a uno le apasiona o si no se va a sentir frustrada toda la vida. Así que hay que seguir estudiando, adquirir conocimiento y experiencia”.