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Valle del Yaqui y Valle del Mayo, una apuesta histórica por la ciencia

Ciudad Obregón, Son.- El Valle del Yaqui y Valle del Mayo, en el sur de Sonora, tienen un clima árido y humedad deficiente durante la mayor parte del año; sin embargo, son considerados un referente mundial en la producción de trigo, contribuyendo significativamente a que el estado sea el principal productor de ese cultivo a nivel nacional (50% de la producción).

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los rendimientos de trigo por hectárea en Sonora son superiores al promedio nacional y están por encima del rendimiento mundial. El Centro de Estudios para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria (CEDRSSA) explica que este logro se debe a una apuesta histórica por la ciencia.

La alta productividad de trigo en Sonora, refiere el CEDRSSA, ha sido posible gracias “al conocimiento que [los productores] poseen sobre el cultivo debido a la tecnología generada por los centros de investigación, la diversidad de variedades disponibles y la tolerancia [que estas tienen] a las enfermedades”.

La vinculación entre el Valle del Yaqui y Valle del Mayo con la investigación científica se remonta a 1945, cuando el doctor Norman E. Borlaug —Premio Nobel de la Paz por su lucha para prevenir el hambre en el mundo— inició en el Campo Experimental El Yaqui los primeros ensayos de selección de líneas mejoradas de trigo con resistencia a royas.

A partir de las investigaciones dirigidas por el doctor Borlaug, la producción creció exponencialmente y México logró —hacia 1960— la autosuficiencia en trigo. Desde entonces, los productores del sur de Sonora han invertido en investigación científica y se han interesado por las innovaciones derivadas de esta.

Ha sido a través de esta apuesta por la ciencia que muchos productores del Valle del Yaqui y el Valle del Mayo han podido superar las adversidades que se han presentado para el cultivo del trigo. Los altos costos de producción y la insuficiencia de agua son los problemas de los que más hablan los productores en la actualidad.

Para brindar soluciones a esta problemática, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —institución en cuya creación participó el doctor Borlaug— y el despacho de asesoría técnica Agrinova promueven recorridos demostrativos a parcelas de productores que han innovado al adoptar la Agricultura de Conservación como sistema de producción.

Con la Agricultura de Conservación se reduce el laboreo del suelo, lo cual favorece su estructura y calidad. Gracias a esto, los productores del sur de Sonora que recientemente han implementado este sistema han tenido ahorros que oscilan entre los $1,500 y $3,000 por hectárea. Y, al mantener el rastrojo como cobertura del suelo, reduce la erosión y conserva la humedad.

Además de mostrar la Agricultura de Conservación, durante los recorridos demostrativos se promueve el uso (y se explica el funcionamiento) de sensores ópticos como el GreenSeeker® —para optimizar la fertilización nitrogenada—, se difunden prácticas para hacer un manejo eficiente del agua y se muestra la importancia de la inclusión de microorganismos y el uso de biofertilizantes.

En conjunto, estos elementos permiten tener amplios beneficios ambientales y económicos a cualquier productor que los integre a su sistema de producción de manera correcta. Para mayores referencias, sigue el movimiento #AgriculturaConCiencia, coordinado por el Hub Pacífico Norte —del CIMMYT— y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades).

#AgriculturaConCiencia promueve acciones (como los recorridos demostrativos) para articular los esfuerzos de los productores y los diversos actores estratégicos que en el norte del país impulsan una Agricultura Sustentable y de alta productividad, fundamentada en el conocimiento científico. ¡Súmate!

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Maquinaria especializada en Agricultura Sustentable, una demanda en aumento

Uno de los beneficios de implementar Agricultura de Conservación (AC) es que al reducirse el laboreo del suelo, se tienen ahorros en ese proceso. Los productores del sur de Sonora que recientemente implementaron este sistema han tenido ahorros que oscilan entre los $1,500 y $3,000 por hectárea (durante el ciclo 2017-2018), hecho que los entusiasma para continuar con una producción sustentable.

Sin embargo, la poca disponibilidad de maquinaria especializada para Agricultura de Conservación es una limitante para potenciar los beneficios de la AC y maximizar su efecto positivo en esa región. Esto se debe a que la maquinaria convencional no está diseñada para hacer mínima remoción del suelo, que es uno de los principios de la AC.

La mínima remoción del suelo —o labranza mínima— favorece la calidad, estructura y cantidad de materia orgánica del suelo (lo cual también beneficia su fertilidad), por lo que muchos productores, ante la poca disponibilidad de maquinaria especializada, terminan por hacer adaptaciones a la maquinaria convencional que tienen.

Para buscar alternativas y atender la necesidad creciente de maquinaria especializada, alrededor de cincuenta productores del Valle del Yaqui y el Valle del Mayo que han implementado la Agricultura de Conservación se reunieron con representantes de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), el Patronato para la Investigación y Experimentación Agrícola del Estado de Sonora (PIEAES) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Por parte del CIMMYT, Paullette Galaviz Soto, coordinadora del Hub Pacífico Norte, habló de los ahorros y beneficios que se tienen al remover menos el suelo y de cómo —al mismo tiempo— se reduce la erosión. También señaló la importancia de fomentar la transferencia de tecnología a través de puntos de maquinaria donde estén disponibles equipos especializados en Agricultura de Conservación, como varios que el CIMMYT y sus colaboradores han impulsado en la región.

En su intervención, Lorenzo García Romo, supervisor de FIRA en Sonora, mencionó las alternativas de crédito para la compra de este tipo de equipo, el cual —comentó— incluso podría ser adquirido con los ahorros por la implementación de prácticas sustentables.

Finalmente, se expuso a los asistentes que —a través del convenio firmado por FIRA, el CIMMYT y PIEAES— se les puede brindar asesoría técnica para que implementen Agricultura de Conservación y otras prácticas sustentables y se sumen así al movimiento #AgriculturaConCiencia, el cual busca potenciar la agricultura regional a través del conocimiento científico.

Por: Iván Gaytán Cantua, técnico certificado en Agricultura Sustentable, despacho Agrinova.

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La Agricultura de Conservación cambió mi forma de vivir y de pensar: Juan Pablo Wattenbarger

Juan Pablo Wattenbarger Cortez es un productor de la comunidad de San José, en Bácum, Sonora. Tiene 51 años de edad, cuenta con más de 30 años de experiencia en el campo y es uno de los pioneros de la zona en cambiar la forma de trabajar la tierra. Su acercamiento a la Agricultura de Conservación (AC) fue por cuenta propia hace cinco años. “Lo que me impulsó a buscar alternativas fue la inquietud de ver cómo otros productores obtenían buenos resultados; por eso decidí cambiar, para ver si mejoraba mi producción y mi rentabilidad”, comenta.

Al no contar con la experiencia o el conocimiento de la metodología de trabajo, inicialmente los resultados no fueron los mejores, pero una vez que se acercó a las instituciones y los técnicos certificados por el CIMMYT, logró resultados favorables. “Ya tengo algunos años haciendo Agricultura de Conservación, y las experiencias han sido muy buenas, más que nada en el ahorro de los costos de producción, que es donde primero se nota el cambio. Al reducir el paso de maquinaria, ahorras bastante en el gasto de diésel. Después se empieza a notar un suelo más fértil, lo que lleva a que, con el paso del tiempo, se logre un rendimiento más elevado que antes”, menciona.

Con respecto a la calidad del suelo, refiere que “el cambio más notorio se dio en la fertilidad de la tierra: se nota un suelo más blando, que no se endurece y tiene más cuerpo. Además, el cambio en la población de malezas también se nota: se ha reducido cerca de 40%. Lo noto en los días que el suelo no tiene cultivo. Antes se llenaba de correhuela y quelite en todas las parcelas, y ahora se ha reducido mucho toda esa infestación. Además, uso biofertilizantes, microrganismos más que nada”.

Para Juan Pablo, la clave para obtener mejores resultados con AC es el aprovechamiento del rastrojo y el uso de maquinaria especializada, aunque comenta que “la poca disponibilidad de maquinaria para AC fue el principal obstáculo, pero hay que saber adaptarse a lo que se tiene, pues muchas veces no se cuenta con el equipo necesario; sin embargo, adaptando nuestros propios equipos, también salen las cosas muy bien. Si no se cuenta con la maquinaria adecuada, hay que adaptar nuestros equipos y trabajar con lo que hay”.

La AC, además, ha hecho posible que Juan Pablo optimice su sistema de producción, permitiéndole incluso tener más tiempo disponible para su familia. “Mi familia notó ese cambio en mí porque ahora sienten que paso más tiempo con ellos, y eso es bueno para mí y para ellos. La Agricultura de Conservación cambió mi forma de vivir y de pensar; me he vuelto más inquieto y me resultan más atractivas todas las innovaciones”, señala.

Por estas razones, invita a todos los productores a que se animen a practicar la Agricultura de Conservación y dejen atrás los miedos. “La verdad es que yo también tenía mis miedos, pero una vez que empiezas ya no paras, y cada vez aprendes más. Si no lo hacen ahora, lo van a hacer más adelante por necesidad, pues esto es el futuro de la agricultura. Tarde o temprano todos tendremos que practicar la AC, por beneficio propio y por el del medioambiente, que estamos deteriorando cada vez más con las prácticas convencionales que realizamos”.

A través de este testimonio, se puede observar de forma clara cómo —mediante la articulación del esfuerzo de instituciones, despachos, técnicos y productores— es posible impulsar una Agricultura Sustentable y eficiente y asegurar así que las innovaciones desarrolladas sean las adecuadas para cada tipo de terreno y de productor. Este último es el actor central, pues —finalmente— es el productor el único que puede tomar las mejores decisiones en favor de su sistema de producción. Súmate a #AgriculturaConCiencia.

Por: Carlos Torres García, Agrinova.

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Llegó una nueva sembradora para Agricultura de Conservación al Valle del Évora

Una nueva sembradora especializada en Agricultura de Conservación (AC) llegó a la central de maquinaria de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora (JLSVVE). El presidente de esta organización, Mario Urías Cuadras, detalló que esta máquina se obtuvo por medio de la vinculación con la empresa Sembradoras del Bajío y gracias a los esfuerzos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa y la Fundación Produce Sinaloa.

Urías Cuadras declaró que la sembradora tiene el objetivo de apoyar principalmente a los productores de temporal, los cuales regularmente se encuentran en una situación económica vulnerable, pues no cuentan con esta clase de equipos y no disponen de créditos o seguro agrícola. Y enfatizó que “es importante que los productores acepten las asesorías, y les aseguramos que tendrán resultados positivos”. Al adoptar la AC, los productores pueden tener importantes ahorros.

El presidente de la JLSVVE destacó que más de 100 productores que participaron en una jornada de capacitación realizada con el apoyo del CIMMYT cooperarán con esta institución y sus colaboradores para implementar la Agricultura de Conservación en sus parcelas, fungiendo como ejemplo para que las prácticas sustentables de ese sistema de producción se repliquen en la región.

Entre otros beneficios, la AC permite aprovechar y cuidar el agua en los cultivos. Esto es particularmente útil si se considera que en las zonas de temporal del Évora se establecen más de 40,000 hectáreas de sorgo, 7,000 de ajonjolí y 8,000 de cacahuate. Para mejorar los rendimientos de estos cultivos, la Junta promueve el aprovechamiento de los implementos especializados, el laboratorio de insectos benéficos y la biofábrica de microorganismos y lixiviados de lombriz que tiene disponibles para los productores.

En una región donde los productores han mostrado disponibilidad para adoptar innovaciones sustentables (como los miembros del Club de Agricultores de Conservación de la Región del Évora), esta nueva máquina especializada es un ejemplo de cómo —mediante la generación de alianzas, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades— la Agricultura Sustentable puede beneficiar a amplios colectivos de productores.

El movimiento #AgriculturaConCiencia, coordinado por el Hub Pacífico Norte –del CIMMYT– y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades), promueve acciones como esta con la finalidad de articular los esfuerzos de los productores y los diversos actores estratégicos que promueven en el norte del país una Agricultura Sustentable y de alta productividad, fundamentada en el conocimiento científico.

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Sinaloa tendrá una nueva plataforma de investigación para desarrollar ciencia en favor de la agricultura nacional

El aumento de la población y la reducción de la superficie cultivable en México y el mundo constituyen uno de los grandes retos para todos los países. De este hecho deriva la urgencia de lograr la sustentabilidad en las zonas agrícolas actuales y realizar investigación científica en agricultura que permita avanzar en la seguridad alimentaria y nutricional, reducir el impacto ambiental de las actividades agrícolas y adaptar los sistemas productivos al cambio climático.

La firma del convenio para el establecimiento de una nueva plataforma de investigación en Sinaloa —suscrito entre la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— es una acción local de impacto global que tiene relevancia en el ámbito nacional, pues de los recursos generados por la comercialización de grano de maíz en México, cerca de 22% son aportados por Sinaloa (SIAP, 2018). Lo anterior convierte a esta entidad en el líder productor de grano a nivel nacional.

Esto significa que la producción agrícola de Sinaloa es clave para la alimentación de los mexicanos y la economía del país. Consecuentemente, y ante un panorama de precios internacionales deprimidos y un incremento en los precios de los insumos, es fundamental promover alternativas que permitan a los productores de esa entidad continuar con su actividad agrícola. De ahí la relevancia de la colaboración entre la AARC, la Fundación Produce Sinaloa y el CIMMYT para el establecimiento de la plataforma en el Valle de Culiacán.

Las plataformas de investigación son espacios donde se desarrollan y validan prácticas agronómicas e innovaciones sustentables orientadas a incrementar la productividad y minimizar el impacto ambiental. Para Enrique Rodarte Espinoza de los Monteros, dirigente de la AARC, estos espacios son “la mejor alternativa que tenemos para reducir costos y volver a ampliar el margen de utilidad que se nos ha ido diluyendo poco a poco”.

El doctor Bram Govaerts, director global de Desarrollo Estratégico del CIMMYT, explicó que el convenio es una ratificación de los resultados que ya se han obtenido (actualmente, en Sinaloa se tienen registradas alrededor de 20,000 hectáreas que se cultivan de forma sustentable), así como una ampliación de su impacto. Asimismo, expresó que con el compromiso de la AARC y el apoyo de la Fundación Produce Sinaloa, los productores podrán tomar decisiones fundamentadas para lograr una Agricultura Sustentable, una #AgriculturaConCiencia que les permita generar un valor agregado, cuidar sus recursos y obtener más ingresos.

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#AgriculturaConCiencia: hacia una agricultura eficiente, responsable e inteligente

La Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades) inició el movimiento #AgriculturaConCiencia, el cual se implementará junto con la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). El movimiento articula los esfuerzos de productores y diversos actores estratégicos que en el norte del país promueven una Agricultura Sustentable y de alta productividad, fundamentada en el conocimiento científico.

Gustavo Rojo Plascencia, presidente de la Caades, destacó la labor del CIMMYT en la construcción del soporte científico del movimiento, el cual es pertinente —dijo— debido a la complicada situación que atraviesan los granos básicos en un panorama de precios bajos. El dirigente agregó que en Sinaloa cuatro de las 11 asociaciones agrícolas adheridas a la Caades ya cuentan con plataformas MasAgro, desde las cuales se promueve la Agricultura de Conservación, sistema que para esta organización es una vía para lograr una agricultura rentable.

En su mensaje, Rigoberto Mejía Samaniego, subsecretario de Agricultura de Sinaloa, comentó que este tipo de acciones son fundamentales para promover una agricultura más sustentable que beneficie a los productores del estado, donde la Secretaría de Agricultura y Ganadería ha impulsado el establecimiento de puntos de maquinaria y el CIMMYT transfiere tecnología adecuada para la implementación de la Agricultura de Conservación.

Por su parte, José Luis Velasco, gerente del Hub Pacífico Norte —del CIMMYT—, precisó que #AgriculturaConCiencia es una composición de palabras enfocadas a la concientización de los efectos de prácticas agrícolas inadecuadas —como la quema de soca— y a la ciencia como recurso para mitigarlos y generar innovaciones sustentables. Mencionó que en las plataformas de investigación se buscan soluciones a los problemas de los productores de la región, en aspectos como la fertilización, el riego, el manejo de plagas y la rotación de cultivos.

En la actividad también estuvieron presentes Enrique Rodarte, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán; Tomás Sánchez Montoya, dirigente de la Asociación de Agricultores del Río Mocorito; Baltazar Aguilasocho Montoya, presidente de la AARSP; representantes de la AARFS; y Ramsés Meza Ponce, director general de Fundación Produce Sinaloa, la cual ha apoyado diversas acciones en favor de la implementación de la Agricultura de Conservación en la entidad.

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Rotación de cultivos: beneficios directos a la economía de los productores

Uno de los tres componentes de la Agricultura de Conservación es la rotación de cultivos. Esta práctica evita problemas con enfermedades, plagas y malezas, e implica la diversificación del ingreso y la reducción de los riesgos de producción y comercialización, ya que los cambios en los precios de venta y los desastres naturales no impactan a todos los cultivos de la misma manera.

Se ha demostrado que la rotación de cultivos genera mayores rendimientos, por lo que es uno de los componentes clave de la Agricultura Sustentable. Sin embargo, en muchas regiones hay un cultivo que —por su rentabilidad— prevalece, y resulta difícil encontrar otros que se puedan incorporar a la rotación. Hallar las especies complementarias adecuadas es fundamental, ya que no todos los cultivos generarán beneficios en una rotación; incluso es posible que algunos tengan efectos negativos en el cultivo subsecuente, pues los cultivos tienen diferentes tipos de raíces y, en consecuencia, distintas necesidades de nutrientes.

Se requieren entonces cultivos que sean productivos, tengan una cadena de valor establecida y sean complementarios con el cultivo principal. Por lo anterior, y para encontrar los mejores cultivos complementarios, es necesario evaluar los efectos de la rotación en cada región. En este sentido, en la plataforma de investigación Cajeme I, en Sonora, investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) actualmente estudian los efectos de la rotación en parcelas cultivadas con el sistema de Agricultura de Conservación.

Como en el Valle del Yaqui —región a la que pertenece el municipio de Cajeme— el trigo es el cultivo principal, los científicos del CIMMYT investigan cuáles cultivos de rotación tienen más beneficios para el trigo producido con Agricultura de Conservación. En uno de los experimentos que conforman el ensayo, se evaluaron parcelas tratadas con camas permanentes (porciones del suelo que quedan elevadas al formar los surcos, facilitando el drenado del agua) y retención total de los residuos agrícolas.

Los resultados demuestran que la rotación de cultivos no solamente tiene beneficios para el manejo y la sustentabilidad del sistema productivo, sino que también aumenta los rendimientos (ver tabla 1 y gráfica 1). De hecho, las rotaciones más diversas generaron los mayores rendimientos. En promedio, el trigo con maíz o sorgo los aumentó en 397-718 kg/ha, y el cártamo, en 978 kg/ha; en la rotación con garbanzo —una especie de leguminosa— los incrementó en 1,207 kg/ha.

Los aumentos en el rendimiento gracias a la rotación de cultivos se han mantenido relativamente estables a través de los años, de manera que este hecho puede ser un factor que considerar a la hora de seleccionar los cultivos de rotación, además de la rentabilidad. Estas evidencias obtenidas por los investigadores del CIMMYT en la plataforma de investigación demuestran los beneficios de la rotación de cultivos y son un ejemplo de cómo una #AgriculturaConCiencia puede beneficiar a los productores.

Trigo-Trigo Trigo-Cártamo Trigo/sorgo-Trigo/sorgo Trigo/maíz-Trigo/maíz Trigo-Maíz/sorgo Trigo-Garbanzo
6,464 7,443 7,182 6,861 7,095 7,671
Diferencia con el monocultivo 978 718 397 631 1,207

Tabla 1. Rendimientos promedio de trigo (kg/ha) con diversas rotaciones desde 2013, cuando se incorpopró la rotación trigo-garbanzo en el ensayo. El cultivo después de “/” fue producido en el ciclo primavera-verano.

Gráfica 1. Rendimientos de trigo en camas permanentes con retención de rastrojo, con diferentes rotaciones, en la plataforma de investigación Cajeme I, en Sonora. El cultivo después de “/” fue producido en el ciclo primavera-verano.