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Al mejorar los suelos contribuyen al cuidado del acuífero de Apan

Cultivo sustentable de cebada en el marco del proyecto Aguas Firmes. (Foto: CIMMYT)
Cultivo sustentable de cebada en el marco del proyecto Aguas Firmes. (Foto: CIMMYT)

Aguas Firmes es un proyecto del Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

En la región de los llanos de Apan, en Hidalgo, donde la agricultura es de temporal, el proyecto se enfoca en mejorar la calidad de los suelos agrícolas, ayudando así a mejorar la infiltración. A la fecha, con la participación de 44 productores de los municipios de Apan, Emiliano Zapata, Almoloya y Tepeapulco, el proyecto ha impactado positivamente en más de 856 hectáreas en donde ya se implementan prácticas de agricultura sustentable.

El menú de tecnologías promovidas es amplio. Durante el segundo año de ejecución del proyecto en Hidalgo, por ejemplo, las principales tecnologías adoptadas por los productores participantes fueron la siembra con arreglo topológico en hileras —mediante el uso de sembradoras facilitadas por el mismo proyecto—, seguida del manejo de rastrojo —componente de la agricultura de conservación enfocado en mejorar elementos de la estructura de suelo y conservación y manejo eficiente del agua de lluvia—.

“Para el proyecto es fundamental el desarrollo de capacidades entre los productores, por ello ha brindado capacitaciones en diversos temas: calibración de equipos de siembra para granos pequeños, elaboración de productos orgánicos para el cultivo de cebada, calibración de equipos de aspersión, alternativas de aplicación de insumos, fertilización integral, estimación de rendimiento, manejo de residuos (construcción e instalación de biodigestor), entre otros”, señala el equipo técnico del proyecto.

El proyecto no se limita a mejorar los sistemas de producción de los agricultores participantes, pues al formar parte de un agroecosistema, busca incidir positivamente en el territorio. En este sentido, “se ha trabajado adicionalmente con productores de pequeña escala, se ha involucrado al gobierno municipal de Apan y figuras de organización ejidal para brindar capacitaciones en tecnologías herméticas para la conservación del grano, manejo de los suelos e importancia de los residuos de cosecha, mejoramiento participativo a través del método de selección masal en maíces criollos y conceptos básicos de una fertilización integral”, puntualiza el equipo de Aguas Firmes en Hidalgo.

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Su disposición para innovar hoy se refleja en mejores cosechas

Siembra directa de avena en rastrojo de maíz con el productor Héctor Gutiérrez en la Magueyera, Calera, Zacatecas el 3 de febrero de 2023. (Foto: Julio César González)
Siembra directa de avena en rastrojo de maíz con el productor Héctor Gutiérrez en la Magueyera, Calera, Zacatecas el 3 de febrero de 2023. (Foto: Julio César González)

“Antes, con el barbecho, trabajamos mucho, era mucho trabajo, usar muchos implementos: rejas, picos, discos de arar… Se trataba de dejar molida la tierra, hacerla polvo”, comenta Héctor Manuel Gutiérrez Martínez, quien cultiva maíz, frijol, avena, girasol y chile en Calera, en el estado mexicano de Zacatecas.

Actualmente Héctor participa en el proyecto Aguas Firmes, a través del cual implementó agricultura de conservación en su parcela: “Tenemos dos años en el proyecto. Desde que iniciamos en él hacemos mínima labranza y dejamos los residuos de los cultivos haciendo siembra directa y tratando de ahorrar agua en nuestros procesos”.

Para Héctor los resultados son claros: “en el caso del maíz estábamos produciendo entre nueve y 10 toneladas, el año pasado subimos a 17 800; en el caso de las avenas producíamos tres toneladas y media y este año fueron cinco toneladas, así que sí se han incrementado mucho nuestros rendimientos y hemos ahorrado mucho en cuestión de diésel”.

Además del ahorro en costos de producción y el incremento de los rendimientos, los beneficios por implementar agricultura de conservación también se reflejan en un suelo más sano, con una mejor estructura y que, gracias a la cobertura con residuos de cosecha, conserva mayor humedad: “Los pozos se están secando, algunos ya se secaron y pues sí estamos batallando mucho con el agua. Hoy, afortunadamente, cualquier precipitación que tengamos se absorbe rápidamente pues el rastrojo le ayuda a que no se evapore tan rápido, le ayuda a que se mantenga mas tiempo húmedo”.

Aguas Firmes es un proyecto que desarrolla capacidades en los productores a fin de que sean ellos mismos los gestores del cambio en sus propias unidades de producción: “Nos han invitado a varias capacitaciones y nos han traído a especialistas en nutrición, sistemas de riego, plagas y otras tecnologías. Nos han mostrado lo que están haciendo en varias partes del mundo y hemos podido adoptar algunas cosas, nos han servido de mucho para ayudarnos en nuestros procesos”.

Héctor, convencido de los beneficios de realizar una agricultura sustentable, se ha convertido en un promotor de las prácticas que ha aprendido y colabora con los técnicos para desarrollar ensayos a fin de identificar las prácticas, tecnologías y variedades que más se ajustan a la zona. Así, recomienda a otros productores que “si tienen oportunidad ingresen al programa de Aguas Firmes. Hay muchos beneficios. Se aprenden muchas cosas y los técnicos están a disposición de todas las personas que quieran aprender”.

Aguas Firmes es un proyecto impulsado por AB InBev Grupo Modelo en alianza con la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

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Cultivos de cobertura abren la posibilidad de consolidar sistemas sustentables en Hidalgo

Polinizadores y cultivos de cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Polinizadores y cultivos de cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En la región del altiplano del estado de Hidalgo el monocultivo de cebada es uno de los retos principales para lograr un sistema de producción sustentable en el que se propicie la biodiversidad y se den manejos menos erosivos, señala el equipo técnico del proyecto Aguas Firmes en Hidalgo, el cual promueve prácticas de agricultura sustentable para mejorar la sustentabilidad hídrica del acuífero de Apan.

De acuerdo con especialistas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el uso de los cultivos de cobertura (individuales o mezclados) brinda un servicio medioambiental en el sistema productivo, ya sea mediante el mejoramiento de la fertilidad del suelo, el control de malezas y plagas, o el incremento de la biodiversidad. Esto representa una oportunidad para brindar soluciones que permitan lograr la sustentabilidad de los sistemas agrícolas en el altiplano cebadero y contribuir así al objetivo de Aguas Firmes en Hidalgo.

Para identificar cultivos alternativos que se adapten a las condiciones de humedad y temperatura en la zona del acuífero de Apan en el periodo de invierno, en el ciclo otoño-invierno 2021-2022 se establecieron algunas parcelas de validación. Los resultados mostraron que el ebo presentó mejor adaptación a las condiciones de poca humedad y bajas temperaturas, en comparación con los otros cultivos evaluados (canola, rábano y girasol).

Aunque aún falta evaluar el efecto de los cultivos de servicio en el rendimiento de la cebada para estar en condiciones de emitir recomendaciones puntuales a los agricultores, la identificación de cultivos de servicio adecuados para la zona es un paso fundamental en la transición hacia sistemas sustentables y rentables en esta zona de Hidalgo donde el proyecto Aguas Firmes sigue difundiendo los beneficios de adoptar sistemas como la agricultura de conservación.

Uno de los componentes de la agricultura de conservación es la diversificación de cultivos, a través de asociaciones, intercalados o rotaciones que facilitan el reciclaje de nutrientes en distintos perfiles de suelo. De igual forma permite romper ciclos de plagas y enfermedades que afectan los cultivos. De ahí la recomendación de realizar más validaciones que permitan conocer a detalle el desempeño y la adaptación de cultivos como alternativa para aumentar la productividad del territorio.

Aguas Firmes es un proyecto impulsado por Grupo Modelo en alianza con la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

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Con agricultura sustentable buscan mejorar la calidad de los suelos de Calera

Optimización del riego a través del proyecto Aguas Firmes. (Foto: Julio César González / Agrocime)
Optimización del riego a través del proyecto Aguas Firmes. (Foto: Julio César González / Agrocime)

Los resultados de cerca de un centenar de análisis de suelo realizados en parcelas cercanas al acuífero de Calera, en Zacatecas, México, indican que el 90 % de los suelos agrícolas de ese perímetro son alcalinos o muy alcalinos, lo que podría hacer que los micronutrientes y otros elementos que son importantes para el desarrollo de los cultivos —como es el caso del fósforo— tuvieran baja disponibilidad.

Los suelos alcalinos son comunes en regiones áridas y semiáridas. Se trata de suelos arcillosos que, en términos generales, tienen una estructura pobre, suelen ser poco fértiles y difíciles para la agricultura porque tienen un drenaje deficiente que hace que el agua de lluvia o de riego quede retenida en la superficie —generando además una baja movilidad de los escasos nutrientes disponibles—, lo cual termina traduciéndose, frecuentemente, en una reducción del crecimiento de la planta.

De acuerdo con investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que, en el marco del proyecto Aguas Firmes están trabajando en el mapeo de la fertilidad de los suelos de los municipios que integran el perímetro del acuífero de Calera, el hecho de que la mayor parte de los suelos de ese espacio sean alcalinos plantea considerables retos para la agricultura local, pero también una gran oportunidad para la adopción de sistemas como la agricultura de conservación.

“Las prácticas de agricultura de conservación —basada en mínima labranza, cobertura del suelo y diversificación de cultivos— van a ayudar a que el agua se infiltre, porque aquí llueve poco y, cuando llueve, el agua se va; ese es el problema, que el agua no se infiltra porque la estructura del suelo ya está muy deteriorada y por eso es importante incrementar la materia orgánica que es, de alguna forma, el pegamento para que los granos de suelo se unan y hagan que el suelo tenga una estructura adecuada”, comenta Jesús Pérez Gómez, coordinador técnico del Hub Intermedio del CIMMYT.

“Nosotros trabajamos con productores de riego por goteo con agua de pozo extraída del acuífero porque la prioridad es mejorar la sustentabilidad hídrica de ese cuerpo de agua. Esto implica transformar muchas cosas. Aquí los productores riegan conforme a un rol, no hay una planeación del riego ni se consideran los requerimientos del cultivo y, como muchas veces se comparte el pozo, el productor riega porque le toca regar, ya que si no lo hace  tendría que esperar nuevamente su turno, entonces normalmente se está regando cuando todavía no se tendría que regar y se aplica mucha agua, más de lo requerido”, señala Jesús.

Con el 90 % de los suelos en el perímetro del acuífero de Calera con un pH arriba de 7.3,  el 61 % con uno de 8 a 9.1 —por lo que se consideran suelos alcalinos o muy alcalinos— y el 74 % con niveles de materia orgánica bajos y moderadamente bajos, promover prácticas de agricultura de conservación y para la optimización del riego es una prioridad.

“Esperamos contar con equipos para monitorear la humedad y temperatura a diferentes profundidades y, con esos datos, hacer recomendaciones de riego más puntuales para el productor. Por el momento lo que hemos desarrollado es un plan de riego que se hace de acuerdo con los datos climáticos de la zona y los requerimientos del cultivo”, puntualiza el coordinador técnico del Hub Intermedio del CIMMYT, institución de investigación científica que promueve la agricultura sustentable como uno de los pilares de Aguas Firmes.

Aguas Firmes es un proyecto impulsado por Grupo Modelo en alianza con la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

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Mejorar la capacidad de infiltración del suelo, esencial para preservar acuíferos

Cultivo de cebada en Apan (Hidalgo, México) en parcelas participantes en el proyecto Aguas Firmes. (Foto: María del Pilar Vázquez)
Cultivo de cebada en Apan (Hidalgo, México) en parcelas participantes en el proyecto Aguas Firmes. (Foto: María del Pilar Vázquez)

Las extracciones del acuífero de Apan, en el estado mexicano de Hidalgo, se han incrementado notablemente en años recientes. Actualmente, de hecho, se extrae casi la misma cantidad de agua que la que se recarga, lo que limita seriamente la disponibilidad del líquido y acerca al acuífero a un estatus de sobreexplotación. 

Para contribuir a la conservación del acuífero se desarrolla Aguas Firmes, un proyecto del Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

“En Apan el proyecto empezó a operar en el ciclo primavera-verano 2021. Su ejecución en campo, a finales del ciclo productivo, abarcó la vinculación con los primeros productores de cebada, proveedores de Grupo Modelo. Con ellos trabajamos inicialmente con la incorporación del rastrojo, uno de los pasos principales para empezar a ejecutar otras tecnologías que en conjunto mejoran la calidad del suelo y su capacidad de infiltrar agua, contribuyendo así a la recarga de los mantos acuíferos”, comenta María del Pilar Vázquez Martínez, consultora del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para el proyecto Aguas Firmes en la zona de Apan. 

Uno de los principales problemas de los suelos de Apan que limitan su capacidad de infiltración de agua es la compactación, la cual es producto del excesivo paso de maquinaria y el sobrepastoreo. Capas de suelo compactadas se pueden encontrar incluso entre los 15 y 20 cm de profundidad en muchos los casos, menciona Pilar.

A la par de la compactación, en la superficie del suelo “la degradación por viento o por agua es notable, principalmente, porque el movimiento de suelo que se acostumbra hacer en la zona es muy agresivo: al menos son tres o cuatro rastreos más un barbecho por preparación en cada inicio de ciclo y, de hecho, en muchos casos se busca que el suelo quede hecho polvo, totalmente suelto, así que en el periodo en que no hay cultivo se pierde muchísimo suelo fértil”. 

 Para definir las prácticas y tecnologías más adecuadas para hacer frente a esta problemática “se eligieron seis parcelas en zonas estratégicas. En ellas se establecieron módulos en los que se realizó un análisis de suelo, un análisis químico, un análisis de la estructura del suelo, un análisis de infiltración de agua y un análisis de compactación del suelo. Estas mediciones se realizaron el año pasado, a finales del ciclo productivo. La intención es tomar esos mismos parámetros al final para ver qué ganancia hemos obtenido con la implementación de las diferentes tecnologías que estamos promoviendo”, señala Pilar. 

Adicionalmente, comenta Pilar, “por parte del programa se adquirieron 10 equipos de siembra para grano pequeño de 16 líneas. Estos equipos se distribuyen de manera estratégica en las zonas que estamos trabajando. Además, hay un productor que nos apoya con lo que nosotros llamamos punto de resguardo o punto de maquinaria, que no solamente funciona para reguardar el equipo, sino para darle seguimiento, monitorear en dónde está, en qué zona se está trabajando, facilitando que otros productores también accedan a él. Es una forma con la que estamos contribuyendo para que los productores accedan a equipos de mayor eficiencia”. 

En un contexto donde la degradación del suelo afecta la capacidad de infiltración de agua de los suelos agrícolas, proyectos como este son relevantes. 

¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Aguas Firmes es una cooperación de desarrollo que forma parte del programa develoPPP entre la cervecera líder AB InBev a través de Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH, quien lo implementa por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ). Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es

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El valor del agua, una visión desde la agricultura

Sesión de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, del 23 de agosto de 2022. (Foto: Jelle Van Loon/CIMMYT)
Sesión de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento, del 23 de agosto de 2022. (Foto: Jelle Van Loon/CIMMYT)

La Semana Mundial del Agua (del 23 de agosto al primero de septiembre) es una iniciativa de diversas organizaciones a nivel global —coordinada por el Instituto Internacional del Agua de Estocolmo— para explorar nuevas formas de gestionar el agua y abordar los mayores desafíos de la humanidad que la implican: desde la seguridad alimentaria y la salud hasta la agricultura, la tecnología, la biodiversidad y el clima.

Como en muchos otros lugares del mundo, en México, la grave situación del agua también ha llevado el tema a las mesas de debate más importantes del país, incluyendo diversos espacios y foros gubernamentales. 

El pasado 23 de agosto, por ejemplo, se desarrolló una sesión de la Comisión de Recursos Hidráulicos, Agua Potable y Saneamiento —por primera vez fuera de la Cámara de Diputados— de la LXV Legislatura en el Tecnológico Nacional de México (TECNM) campus Pabellón de Arteaga, en Aguascalientes, México, a la que fue convocada el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para exponer, desde la óptica científica, las posibilidades para optimizar el uso del agua en el campo mexicano. 

Durante su intervención, Jelle Van Loon, investigador del CIMMYT, enfatizó que “Sí es posible reducir el consumo de agua sin perder la productividad”. En este sentido, el científico del CIMMYT expuso la amplia evidencia que se ha generado desde las distintas plataformas de investigación, misma que confirma que la agricultura sustentable es clave para la gestión del agua en México. 

“En Ciudad Obregón, Sonora, los resultados de diversos ensayos nos muestran cómo con dos riegos con agricultura de conservación se produce casi lo mismo que con el sistema convencional que implica tres riegos. Es decir que, con mejores prácticas, podemos ahorrar prácticamente un riego completo y aseguramos que la productividad no disminuya”, recalcó. 

De acuerdo con la evidencia científica, para países como México la tecnificación del riego no sería una solución que deba priorizarse sobre otras, pues la gestión agrícola es mucho más importante: “vemos que hay menos erosión en parcelas donde se han implementado mejores prácticas, eso hace que haya menos contaminación en los ríos, que el agua esté más limpia cuando llega a los pozos para ser utilizada. A nivel de cuenca las prácticas sustentables permiten que haya más infiltración y por lo tanto una mayor recarga de los acuíferos”, señaló el investigador del CIMMYT. 

Finalmente, Jelle Van Loon habló de la diversidad de proyectos que el CIMMYT impulsa junto con colaboradores de los sectores público, privado, académico y social. Entre ellos, por el papel central del agua, destaca la iniciativa Aguas Firmes, un proyecto del Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones, cuyo objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

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Riego eficiente, fundamental para no sobreexplotar acuíferos

Tecnificación del sistema de riego en Zacatecas, México. (Foto: Aguas Firmes)
Tecnificación del sistema de riego en Zacatecas, México. (Foto: Aguas Firmes)

La agricultura es la actividad que más consume agua en el mundo, por lo que uno de los grandes retos es optimizar su uso —idealmente, producir más con menos cantidad de agua—. En México, donde la actividad agrícola ocupa alrededor del 76% del total de las extracciones de agua, se siembran alrededor de 22 millones de hectáreas, de estas, el 80% es de temporal y solo el 20% tiene infraestructura de riego.

Zacatecas, que en el país ocupa el puesto ocho de entidades con menor precipitación anual, es uno de los estados con zonas áridas y semiáridas donde el riego con agua subterránea es muy importante para el desarrollo de la agricultura. Y es que, después de los mantos de hielo en los polos, los acuíferos subterráneos albergan la mayor cantidad de agua dulce del planeta. 

Lamentablemente, es común que de estos cuerpos de agua se extraiga más líquido que el que se recarga. Tan solo en México, 157 de los 653 acuíferos existentes se encuentran sobreexplotados, como el de Calera, en Zacatecas, donde la agricultura tiene un papel preponderante y por lo que es fundamental transitar a sistemas de producción más sustentables.

La optimización de los sistemas de riego y los suelos sanos son fundamentales para el cuidado del agua de los acuíferos porque el agua de lluvia con la que estos se alimentan no les llega directamente sino a través del suelo que permite su infiltración. 

Los suelos degradados por años de prácticas inadecuadas —como la labranza excesiva que destruye la estructura del suelo o el continuo paso de maquinaria o ganado que genera compactación— ven reducida su capacidad para infiltrar agua. En cambio, al minimizar el movimiento del suelo y cubrirlo con rastrojos es posible mejorar significativamente su estructura y sus funciones ecosistémicas.

Esta forma de cultivar basada en el mínimo movimiento del suelo y su cobertura con residuos agrícolas es conocida como agricultura de conservación. “A través de Aguas Firmes trabajamos para introducir y promover de forma incluyente la adopción de este sistema, pero también tecnologías asociadas que nos permitan ayudar a que el agricultor tenga una mayor eficiencia en su sistema producción”, señala Alberto Cabello, gerente del Hub Intermedio del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

Aguas Firmes es un proyecto del Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

Entre las tecnologías que se están promoviendo junto con la agricultura de conservación destaca la tecnificación del riego en los casos donde aún se practica el riego rodado, es decir, que requiere una pendiente para distribuir el agua por efecto de la gravedad. De hecho, a través de Aguas Firmes los productores también pueden tener acceso a créditos para la tecnificación de los sistemas de riego mediante el Programa de Financiamiento a la Modernización de los Sectores Agroalimentario y Rural que ejecuta FIRA.

“En estas parcelas con un riego al día alcanzábamos a cubrir un promedio de un cuarto de hectárea solamente. Ahora regamos tres hectáreas en un día. Ya se ha hecho más eficiente el riego. Con la siembra en hileras usamos una cintilla a una distancia entre hilera de 20 centímetros, lo cual nos ayuda a hacer uso eficiente del agua”, comenta Héctor Manuel Gutiérrez Carrillo, uno de los productores de Calera que participa en el proyecto. 

Tecnificar el riego tiene muchos beneficios porque en Calera, donde no hay ríos o presas, el agua es uno de los bienes más preciados y con los riegos rodados “el agua no rendía gran cosa”, se desperdiciaba con riegos de 15 o 16 horas, incluso 18, cuando ahora, comentan los productores que han tecnificado el riego, “los más pesados son de seis horas”. 

Aunque el tipo de suelo también influye en la eficiencia del sistema de riego, este cambio es muy significativo porque el riego rodado, de acuerdo con observaciones hechas por diversos hubs del CIMMYT, a penas tiene una eficiencia de entre 22 y 32% en el uso del agua. Así que optimizar los sistemas de riego constituye un importante primer paso para que, desde las parcelas, se contribuya a mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos. 

¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Aguas Firmes es una cooperación de desarrollo que forma parte del programa develoPPP entre la cervecera líder AB InBev a través de Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH, quien lo implementa por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ). Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es

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Para cuidar de los acuíferos migran hacia sistemas de agricultura más eficientes

Productores participantes en el proyecto Aguas Firmes, en calera, Zacatecas. (Foto: Hub Intermedio/CIMMYT)
Productores participantes en el proyecto Aguas Firmes, en calera, Zacatecas. (Foto: Hub Intermedio/CIMMYT)

Calera, Zac.- En México, la mayor parte del agua extraída de los acuíferos se destina al uso agropecuario y para el abastecimiento público —se estima que un poco más de las dos terceras partes del agua destinada al abastecimiento público se obtiene de fuentes subterráneas—. Los acuíferos son, en este sentido, fundamentales para la sociedad. Lamentablemente, cerca del 16% de los acuíferos en el país están sobreexplotados. 

El acuífero de Calera, en Zacatecas, es estratégico para la agricultura regional; sin embargo, es uno de los más sobreexplotados a nivel nacional y, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), es necesario disminuir aproximadamente 100 hectómetros cúbicos (hm3) —100 mil millones de litros— anuales de extracción para estabilizar la relación recarga-extracción de este acuífero. 

Allí, en Calera, Zacatecas, actualmente se encuentra en operación Aguas Firmes, un proyecto de Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversas organizaciones públicas y privadas.

“En Zacatecas se eligió el acuífero de Calera por su relevancia en la región”, comenta Alberto Cabello, gerente del Hub Intermedio del CIMMYT, “en este momento ya vamos sobre las mil hectáreas impactadas con prácticas de Agricultura Sustentable y tenemos un objetivo de llegar a las cuatro mil hectáreas en el tercer año del proyecto. El objetivo es introducir y promover el de forma incluyente la adopción de prácticas y tecnologías que permitan que el agricultor tenga una mayor eficiencia en su sistema producción, ahorrando recursos e incrementando rendimientos”.

Al optimizar el agua de riego se contribuye a la gestión sustentable de los acuíferos y, por esta razón, en el ciclo primavera-verano 2022, que empieza este mes de mayo, el Hub Intermedio del CIMMYT contempla implementar un plan de escalamiento que será reforzado por los técnicos del proyecto, quienes han sido formados con todos los criterios de sustentabilidad que maneja este organismo de investigación internacional. 

“Como parte de nuestro proceso de intervención en la región se están realizando diagnósticos de parcela como herramienta para identificar las acciones pertinentes en acondicionamiento de predio, ensayos con nivelación láser y rotura vertical. El análisis de suelo es muy importante para realizar recomendaciones precisas de nutrición del cultivo de acuerdo con una meta de rendimiento establecida con el productor, y más ahora que el precio de los fertilizantes es alto”, señala el gerente del Hub. 

“Estamos emitiendo nuestras recomendaciones a partir de diagnósticos de suelo. Usando estos análisis se ha visto que uno de los principales beneficios es que los productores ahorran prácticamente en todo, mantienen o incrementan rendimientos”, menciona Julio César González, uno de los técnicos que brinda acompañamiento y capacitación a los productores participantes. 

“En la zona la mayor parte de los gastos son por tierras con bastantes problemas sanitarios y es difícil. El ciclo pasado sucedió, desafortunadamente, que perdieron mucho en el cultivo de cebolla.  Entonces ahora se replantean si sembrar o no porque no les dan los números”, comenta Julio César para quien este panorama de descapitalización generalizado se convierte en una razón de peso para que los agricultores de la zona migren hacia sistemas agrícolas más eficientes y sustentables.

“Ante este escenario también hemos hecho énfasis en el uso de la microbiología, el uso de entomopatógenos, es decir el uso de microorganismos para controlar enfermedades que afectan a las hortalizas —principal cultivo en la zona—, que es por lo que un agricultor va desplazándose, va cambiando de parcelas hacia otros lados, buscando parcelas nuevas que no hayan tenido hortalizas por qué ya hay fuertes problemas fitosanitarios. Con esta práctica hemos tenido buenos resultados y ya incluso algunos productores nos empezaron a recomendar, a invitar a sus vecinos”. 

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Fuentes:

  • Conagua. (2022). Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero Calera (3225) estado de Zacatecas. México: Comisión Nacional del Agua. 
  • SINA, Conagua, Semarnat. Acuíferos. Disponible en: http://201.116.60.25/sina/index_jquery-mobile2.html?tema=acuiferos. Fecha de consulta: mayo de 2022.
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Prácticas de conservación del suelo suman a la preservación de acuíferos

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), los acuíferos sobreexplotados indican el uso no sustentable de las aguas subterráneas y representan un riesgo para el abasto humano y de las actividades agropecuarias e industriales de las regiones en donde se encuentran, pudiendo elevar los costos de extracción del líquido e incluso ocasionar hundimientos del terreno.

El acuífero de Calera, en Zacatecas, está considerado uno de los más sobreexplotados. Reportes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) muestran que tan solo en 2021 de ese acuífero se extrajeron un poco más de 162 mil millones de litros de agua —162.47 hm3 (hectómetros cúbicos)—, pero solo se recargó 56% de esa cantidad —91.1 hm3—.

Para contribuir a la preservación y manejo sustentable del acuífero de Calera, recientemente se puso en marcha el proyecto Aguas Firmes, impulsado por el Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversas organizaciones públicas y privadas. 

En el caso de la iniciativa Aguas Firmes, la Agricultura Sustentable es fundamental para la preservación y manejo de los acuíferos. La razón es muy sencilla: sin suelos sanos el agua de lluvia difícilmente podría infiltrarse y alimentar a los acuíferos. Por esto, el CIMMYT promueve la adopción de prácticas sustentables basadas en Agricultura de Conservación: el ciclo pasado fueron 562 hectáreas en las que se implementaron prácticas sustentables, este ciclo ya son cerca de mil hectáreas y se espera alcanzar las cuatro mil en futuros ciclos. 

¿Qué prácticas y tecnologías son las que se están promoviendo de forma específica? Alberto Cabello —gerente del Hub INGP del CIMMYT— y Julio César González —técnico de Aguas Firmes—, comentan que entre los productores que recién se acercan a la Agricultura Sustentable se están fomentando inicialmente acciones de acondicionamiento del predio y fertilidad integral, con recomendaciones basadas en diagnósticos de suelo. 

Dentro del proyecto incluimos la posibilidad de apoyar agricultores, al menos 120, con el costo del análisis de suelo para hacer un programa de nutrición enfocado a una meta de rendimiento porque muchos fertilizan sin tener una base del por qué toman la decisión de usar determinada cantidad de fertilizante”, señala Alberto Cabello. 

“El elevado costo de los fertilizantes ha sensibilizado al agricultor en la importancia de basar su aplicación en una base técnica. A partir de ahí se han implementado otras prácticas como el manejo agroecológico de plagas —enfoque que ha tenido un efecto positivo en las hortalizas donde ya se presentaban fuertes problemas fitosanitarios que orillaban a los productores a buscar nuevas parcelas constantemente—”, comenta Julio César. 

“También se han promovido mejores arreglos topológicos —la disposición de las plantas en el terreno—. El ciclo pasado se movilizaron unas sembradoras del CIMMYT hacia la zona. Aquí es común que se siembre al voleo —arrojando la semilla a puñados por el aire—, lo que demanda mucha semilla y agua, a diferencia de la siembra en hileras con la cual algunos productores han reducido a la mitad las horas de riego. Eso se refleja además en el pago de la luz —necesaria para la extracción del agua—”, comenta Alberto Cabello.

“El proyecto incluye todo un sistema de nivelación láser para optimizar el riego y el drenaje del terreno. Inicialmente el CIMMYT trasladó dos niveladoras láser. Estas permitieron mostrar a los agricultores cómo funciona la tecnología y, gracias al proyecto, ya fue posible incorporar una niveladora láser adicional”, agrega el gerente del Hub INGP del CIMMYT.

Algunos productores que han decidido explorar más allá han hecho siembra directa —sobre los residuos de cosecha del ciclo anterior—, observando amplios beneficios: “no aplicaban tanta agua y todavía se mantenía húmedo el suelo cuando sembraron sobre rastrojo de cebada”, comenta Alberto Cabello, quien agrega que el proyecto contempla un “programa de manejo de rastrojos, el cual busca construir la fertilidad del suelo además de una nutrición exacta del cultivo para buscar así rendimientos superiores”. 

En esta zona de Zacatecas donde la precipitación pluvial es baja, este tipo de prácticas permite aprovechar al máximo la poca agua disponible. Así, combinando Agricultura de Conservación, tecnificación del riego (riego por goteo) y otras prácticas como las descritas, entonces el ahorro de agua y el aprovechamiento de los recursos es mucho mayor.