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Cómo cuidar a las abejas desde las parcelas

Abeja transportando polen en una parcela diversificada con girasol en Guanajuato, México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Abeja transportando polen en una parcela diversificada con girasol en Guanajuato, México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

La  principal función de las abejas en los ecosistemas es la polinización, por lo que se considera que la reducción de las colonias de abejas es un problema de particular importancia para la agricultura porque se afecta la polinización de plantas cultivadas y la producción de miel, lo que no representa necesariamente un problema de conservación, ya que las principales especies productoras de miel no están en riesgo de extinción, e incluso su presencia en altas densidades puede tener efectos negativos en las abejas nativas. 

Las abejas adultas se alimentan principalmente de néctar y algo de polen. En este proceso, las flores de ciertas especies de plantas ofrecen como recompensas aceites o fragancias que recolectan algunos grupos de abejas. La diversidad de flores y fragancias se refleja también en la diversidad de aromas y sabores de la miel.

Por lo anterior, son dos las principales acciones que los agricultores pueden realizar para no afectar a este insecto benéfico y, por el contrario, aumentar su población y beneficiarse de su presencia y su acción polinizadora: la primera está referida a un manejo de plagas con enfoque agroecológico; y la segunda a la diversificación de cultivos, particularmente con especies atrayentes de las abejas. 

Una de las alternativas al control convencional de plagas que tienen alto efecto tóxico en humanos, animales e insectos benéficos, como las abejas, es el manejo agroecológico de plagas, una alternativa sustentable que permite regular la población de insectos plaga sin necesidad de exterminarla. 

La diversificación de cultivos, por su parte, representa una gran oportunidad para que los agricultores mejoren su producción; disminuyan el uso de plaguicidas; reduzcan la degradación de sus suelos; obtengan alimentos más variados; y —adicionalmente— comercialicen los excedentes, apoyando así a la economía de sus familias.

La rotación de cultivos, una de las formas de diversificación de cultivos que existen, mejora el balance de nutrientes y permite aumentar la materia orgánica en los suelos; ayuda a aprovechar mejor el agua; y tiene un efecto regulatorio sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades.

Hay especies, como el girasol (Helianthus annuus), que representan una buena opción para diversificar cultivos. Además de ser un cultivo con beneficios agronómicos —sobre todo por su buena respuesta a condiciones de lluvia limitada—, las flores del girasol proveen de néctar a cientos de insectos. Esto es particularmente útil en un contexto de cambio climático porque, en tiempos de sequía —cuando no hay flores disponibles en el entorno natural—, los girasoles cultivados se convierten en auténticos oasis para las abejas.

Por supuesto, existen otras alternativas: muchas especies de leguminosas también presentan floración atrayente para las abejas y, con su diversidad de flores y fragancias, aportan diversidad de olores, sabores y colores en la miel. 

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Se emiten recomendaciones para agricultores y apicultores de Yucatán

En Yucatán, el último trimestre del año será —en general— menos lluvioso y menos frío que el mismo periodo en las tres décadas pasadas, por lo que conviene que agricultores y apicultores de ese estado tomen esta información en consideración para el desarrollo de sus actividades en campo. 

Para brindarle a los productores información pertinente y específica sobre el tema, el tercer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Agrícola-Apícola de Yucatán integra los pronósticos climatológicos de octubre a diciembre, así como recomendaciones técnicas. 

De acuerdo con el boletín, la elevación de la temperatura ambiental y la irregular distribución de las lluvias podrían además favorecer el aumento de la población de la langosta centroamericana, por lo que se recomiendan acciones preventivas desde las primeras etapas de desarrollo de este insecto. 

El manejo adecuado de residuos de cosecha —conviene dejarlos como cobertura del suelo— y la rotación de cultivos son algunas de las prácticas de agricultura sustentable que la mesa técnica recomienda para hacer frente a los efectos de la variabilidad climática en Yucatán.  

Para los apicultores, el boletín también incluye recomendaciones diversas, entre las que destaca una serie de especies vegetales productoras de néctar y polen. 

El boletín es producto de la colaboración entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Gobierno del Estado de Yucatán, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —a través de su Hub Península de Yucatán—, mediante el cual también se han sumado otros centros del CGIAR, como la Alianza de Bioversity International y el CIAT.

Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola - Yucatán No. 3
Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola – Yucatán No. 3
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Disponible el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán

Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

De aproximadamente 20 mil especies de abejas que existen en el mundo, más del 85% son solitarias y no viven en colmenas, así que solo pocas especies producen miel.  Las abejas melíferas son las abejas productoras de miel más conocidas, aunque constituyen solo nueve especies del total y, de estas, la abeja europea Apis mellifera es la más extendida tanto en el imaginario social como en la apicultura, es decir, la crianza y cuidado de las abejas para obtener miel, jalea real, propóleo, cera y polen. 

En América no existían abejas del género Apis, así que las civilizaciones mesoamericanas cultivaron diversas variedades de los géneros Trigona y Melipona, entre las que destaca la abeja melipona o abeja maya (Melipona beecheii), que aún se trabaja en Yucatán siguiendo la tradición de la meliponicultura de la cual los mayas alcanzaron un grado de complejidad único. 

La producción de miel, sin embargo, es solo uno de los grandes beneficios de las abejas. El menos visible, pero muy probablemente el más importante es la polinización —que es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor—, proceso que sí realizan todas las especies de abejas y, de hecho, las abejas nativas tienen un papel muy relevante.

Los polinizadores son fundamentales para la continuidad de la vida en el planeta. Abejas, colibríes, avispas, abejorros, mariposas y otros polinizadores son esenciales para la producción del 35% de los cultivos que se consumen en el mundo. En el caso de México se estima que de las 236 plantas cultivadas que son utilizadas como comestibles, se consumen los frutos o semillas de 171, de las cuales 85% depende de los polinizadores.

Por su importancia económica y sus invaluables servicios ecosistémicos, las abejas y los otros polinizadores son organismos esenciales. Los monocultivos y el uso inadecuado y excesivo de insecticidas afectan a estas especies y, en cambio, los cultivos diversificados y los enfoques agroecológicos benefician sus poblaciones. 

Por la relevancia de los polinizadores y sus amplios beneficios a la agricultura, desde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se impulsan prácticas como el Manejo Agroecológico de Plagas y la diversificación de cultivos principalmente con especies que presentan floración —como diversas leguminosas y algunas oleaginosas—, ya que se estima que el 90% de las flores requiere polinización.

En el marco de la estrategia Mesas Técnicas Agroclimáticas, también se considera a las abejas. En el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán —en cuya primera edición participaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Gobierno del estado de Yucatán, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Yucatán (AUDY), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el CIMMYT y otros centros CGIAR—, por ejemplo, se ofrece información relevante para los apicultores de la región. 

Este mes de mayo —precisa el boletín agroclimático— aumentará considerablemente el régimen de lluvias en gran parte de todas las regiones de interés para la apicultura y, debido a las variaciones de temperatura, de humedad, de lluvias y frecuencia de frentes fríos y nortes registradas en la región, algunas especies productoras de néctar adelantarán o atrasarán su floración (desfase en su floración).

Además, señala el documento, debido a la presencia de floraciones y de los flujos de néctar y polen en el campo, no es necesario durante este trimestre proporcionar alimentación artificial a las colonias de abejas basados en jarabes de azúcar (alimentación energética) y suplementos o sustitutos de polen (alimentación proteica), pero sí es importante preservar y conservar los parches de monte alrededor de los apiarios y evitar la eliminación de especies vegetales en floración alrededor de cultivos agrícolas y carreteras ya que son fuentes de néctar y polen para las abejas. 

Esta y más información está disponible en el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán, disponible aquí.