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El fin de una era: Alexey Morgunov se jubila después de 28 años de carrera

A finales de 2019, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se despedirá de Alexey Morgunov, jefe del Programa Internacional de Mejoramiento del Trigo de Invierno (IWWIP, en inglés) en Turquía.

Nacido en Rusia, Morgunov se unió al CIMMYT como mejorador de trigo de primavera en 1991 trabajando con Sanjaya Rajaram, ex director del Programa Global de Trigo y ganador del Premio Mundial de la Alimentación. Morgunov trabajó como mejorador de trigo de invierno en Turquía en 1994 y posteriormente en Kazajstán, donde ayudó a generar nuevas variedades y tecnologías de trigo para Asia Central y el Cáucaso.

Desde 2006 dirige el Programa Internacional de Mejoramiento del Trigo de Invierno (IWWIP), una colaboración altamente productiva entre Turquía, el Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Secas (ICARDA por sus siglas en inglés) y el CIMMYT.

Como parte de ese programa, Morgunov contribuyó al desarrollo de más de 70 variedades de trigo ampliamente cultivadas en Asia Central y Occidental y, en 2013, a un inventario nacional de variedades locales de trigo en Turquía. También ha ayudado a desarrollar y caracterizar trigos sintéticos, creados al cruzar el trigo duro moderno con parientes herbáceos del cultivo — y han sido utilizados en el mejoramiento para ampliar la diversidad del trigo de invierno.

Alex Morgunov (right) with World Food Prize laureate and former CIMMYT wheat program director Sanjaya Rajaram. (Photo: Alex Morgunov/CIMMYT)
Alex Morgunov (a la derecha) con el ganador del Premio Mundial de la Alimentación y ex director del Programa Global de Trigo del CIMMYT, Sanjaya Rajaram. (Foto: Alex Morgunov/CIMMYT)

Un viaje profesional por Asia Central

Morgunov dijo que su infancia en la Rusia rural le inculcó la importancia de la agricultura y la educación.

«Mis padres, que vivían en la zona rural de Rusia, padecían hambre y trataban de asegurarse de que sus hijos trabajaramos en algún lugar cercano a la producción de alimentos para que no pasáramos hambre», explicó. «Ellos nos decían: Alex, está bien ir a una universidad agrícola, no tendrás hambre.»

Después de sus estudios universitarios, Morgunov se unió al Instituto de Fitomejoramiento en Cambridge como científico visitante a fines de la década de 1980, donde se encontró con científicos del CIMMYT que buscaban asociarse con los nuevos estados independientes de la antigua Unión Soviética. Después de una entrevista en 1991, fue invitado a unirse al equipo del CIMMYT en México como mejorador de trigo.

Más tarde fue enviado a Kazajstán para construir relaciones en Asia Central, un período que cita como un hecho sobresaliente. «A finales de 1990, el CIMMYT comenzó a trabajar con países de Asia Central que experimentaban graves problemas de seguridad alimentaria», dijo. «Realmente no tenían ninguna tecnología o variedad para la producción de granos, así que entre 1995 y 1996 comenzamos un programa que después se convirtió en un programa del CGIAR».

«En ese momento, tuvimos un gran impacto en esos países, introduciendo labranza cero en Kazajstán, nuevas variedades de semillas en Tayikistán después de la guerra civil y variedades de alto rendimiento y resistentes a la roya en Uzbekistán».

Al reflexionar sobre su trayectoria en el CIMMYT, Morgunov considera que los amigos y las conexiones fueron los elementos que más sobresalieron.

«Lo que más disfruté fue comunicarme con mis colegas», dijo Morgunov. “Empiezas a trabajar en Kazajstán y otros lugares y construyes relaciones técnicas y de cooperación y, con el tiempo, estas relaciones se convierten en amistades que disfrutamos mientras vivimos. Creo que esto es muy satisfactorio para nosotros como seres humanos».

El mes pasado, Morgunov recibió un reconocimiento de la Sociedad de las Ciencias de los Cultivos de América. El reconocimiento más alto otorgado por la asociación.

Una jubilación activa

One of Morgunov’s passions is sailing. (Photo: Alex Morgunov)
Una de las pasiones de Morgunov es navegar. (Foto: Alex Morgunov)

A pesar de sus planes para jubilarse, Morgunov todavía planea seguir trabajando, pero bajo sus propios términos. «Mi esposa es de Kazajstán, así que nos mudaremos allí y planeo seguir trabajando en una función y un horario diferente», explica. “Algunas universidades rusas me escriben para participar en proyectos y también universidades de Kazajstán. Tengo un par de estudiantes de doctorado en Kazajstán, así que me gustaría avanzar más en el aspecto educativo, trabajando con gente más joven».

A principios de este año, la Universidad Estatal de Washington le otorgó el título de Profesor Adjunto y será voluntario para ellos.

Morgunov recalcó que el CIMMYT cree en un estado «emérito» para los colegas que se retiran de la organización desde hace mucho tiempo, para que puedan continuar apoyando a la organización.

Sin embargo, no todo será trabajo. Morgunov es un tenista devoto y planea mejorar su revés. También es un entusiasta de la navegación y espera pasar más tiempo en las olas y visitar nuevos países.

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Soluciones agrícolas para afrontar la crisis climática

Más de 11 000 científicos firmaron un informe reciente que muestra que el planeta Tierra se enfrenta a una emergencia climática y las Naciones Unidas advirtieron que el mundo está en camino a un aumento de 3.2 grados para 2100, incluso si se cumplen los compromisos del Acuerdo de París 2015.

La agricultura, la silvicultura y el cambio en el uso del suelo están implicados en aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

La agricultura también ofrece oportunidades para mitigar el cambio climático y ayudar a los agricultores, en particular a los pequeños productores en las economías en desarrollo y emergentes que han sido los más afectados por el clima cálido y la reducción de las precipitaciones más erráticas.

La mayor parte del trabajo del CIMMYT se relaciona con el cambio climático, lo que ayuda a los agricultores a adaptarse a las crisis mientras satisface la creciente demanda de alimentos y, cuando es posible, reduce las emisiones.

Family farmer Geofrey Kurgat (center) with his mother Elice Tole (left) and his nephew Ronny Kiprotich in their 1-acre field of Korongo wheat near Belbur, Nukuru, Kenya. (Photo: Peter Lowe/CIMMYT)
El agricultor familiar Geofrey Kurgat (al centro) con su madre Elice Tole (a la izquierda) y su sobrino Ronny Kiprotich en su campo de trigo de Korongo cerca de Belbur, Nukuru, Kenia. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

Cultivos resistentes al clima y prácticas agrícolas

53 millones de personas se benefician del maíz tolerante a la sequía. Las variedades de maíz tolerantes a la sequía desarrolladas mediante el mejoramiento convencional proporcionan al menos un 25% más de grano que otras variedades en condiciones secas en el África subsahariana — esto representa hasta 1 tonelada por hectárea más de grano en promedio. Estas variedades ahora se cultivan en casi 2.5 millones de hectáreas, beneficiando a unos 6 millones de hogares o 53 millones de personas en el continente. Un estudio muestra que el maíz tolerante a la sequía puede proporcionar a las familias de agricultores de Zimbabue 9 meses adicionales de alimentos sin costo adicional. La mayor productividad se genera cuando estas variedades se desarrollan con labranza reducida o cero y manteniendo residuos de cultivo en el suelo, como se demostró en el sur de África durante la sequía de El Niño de 2015 a 2016. Finalmente, la tolerancia del maíz a las altas temperaturas en combinación con la tolerancia a la sequía tiene un beneficio de al menos el doble que cualquier otro rasgo.

Los rendimientos de trigo aumentan en ambientes difíciles. Casi dos décadas de datos de 740 ubicaciones en más de 60 países muestran que el mejoramiento del CIMMYT está aumentando los rendimientos de trigo en casi un 2% cada año, es decir, unos 38 kilogramos por hectárea más al año durante casi 20 años, en condiciones secas o difíciles. Esto se debe en parte al uso de líneas y cruces tolerantes a la sequía con pastos silvestres que aumentan la resistencia del trigo. Un consorcio internacional está aplicando ciencia de vanguardia para desarrollar trigo resistente al clima. Tres líneas de trigo tolerantes al calor y la sequía de este trabajo están ayudando a los agricultores en Pakistán, una potencia de trigo que enfrenta temperaturas crecientes y condiciones más secas; la línea más popular se cultivó en aproximadamente 40 000 hectáreas en 2018.

Gestión de suelos y fertilizantes climáticamente inteligente. Las rotaciones de arroz y trigo son el sistema agrícola predominante en más de 13 millones de hectáreas en las llanuras indogangéticas del sur de Asia, proporcionando alimentos y medios de subsistencia a cientos de millones de personas. Si los agricultores de la India solo ajustaran las dosis de fertilizantes para cultivos utilizando las tecnologías disponibles, como teléfonos celulares y sensores de fotosíntesis, cada año podrían producir cerca de 14 millones de toneladas más de granos, ahorrar 1.4 millones de toneladas de fertilizantes y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a CO2 en 5.3 millones de toneladas. Los científicos han estudiado y promovido ampliamente tales prácticas, al igual que el uso de la siembra directa sin labranza y manteniendo los residuos de los cultivos en el suelo, métodos de cultivo que ayudan a capturar y retener el carbono y pueden ahorrar hasta una tonelada de emisiones de CO2 por hectárea en cada ciclo de cultivo. Asesorados por investigadores del CIMMYT, los funcionarios estatales de la India que buscan reducir la contaminación estacional en Nueva Delhi y otras ciudades han implementado medidas políticas para frenar la quema en los campos de arroz en el norte de la India mediante el uso generalizado de la labranza cero.

Farmers going home for breakfast in Motoko district, Zimbabwe. (Photo: Peter Lowe/CIMMYT)
Los agricultores van a casa a desayunar en el distrito de Motoko, Zimbabue. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

Medición de los impactos y ahorros del cambio climático

En un estudio histórico que involucró a fisiólogos del trigo del CIMMYT y subrayó los impactos nutricionales del cambio climático, se descubrió que el aumento del CO2 atmosférico reduce el contenido de proteína del grano de trigo. Dado el papel del trigo como fuente clave de proteínas en las dietas de millones de personas de escasos recursos, los resultados muestran la necesidad de mejoramiento y otras medidas para abordar este efecto.

Los científicos del CIMMYT están ideando enfoques para medir las reservas de carbono orgánico en los suelos. El carbono almacenado mejora la resistencia y la fertilidad del suelo y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Su investigación también proporciona la base para un nuevo sistema global de información del suelo y para evaluar la efectividad de las prácticas de manejo de cultivos que conservan los recursos.

CIMMYT scientist Francisco Pinto operates a drone over wheat plots at CIMMYT's experimental station in Ciudad Obregon, Mexico. (Photo: Alfonso Cortés/CIMMYT)
El científico del CIMMYT, Francisco Pinto, opera un dron sobre parcelas de trigo en la estación experimental del CIMMYT en Ciudad Obregón, México. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)

Manejo de plagas y enfermedades

El aumento de las temperaturas y el cambio de las precipitaciones están causando la aparición y propagación de nuevas enfermedades mortales de los cultivos y plagas de insectos. Los socios de investigación en todo el mundo están ayudando a los agricultores a ganar ventaja al monitorear y compartir información sobre los movimientos de patógenos y plagas, al difundir medidas de control y fomentar el acceso oportuno a los fungicidas y pesticidas, y al desarrollar variedades de maíz y trigo que presentan resistencia genética a estos organismos.

Los virus y las larvas de la polilla atacan el maíz. La acción rápida y coordinada entre las instituciones públicas y privadas en África subsahariana ha evitado un desastre de seguridad alimentaria al contener la propagación de la necrosis letal del maíz, que apareció en Kenia en 2011 y se trasladó rápidamente a los campos de maíz en toda la región. Las medidas han incluido el desarrollo de capacidades con compañías de semillas, extensionistas y agricultores, y el desarrollo de nuevos híbridos de maíz resistentes a las enfermedades.

El insecto conocido como gusano cogollero llegó a África en 2016, se extendió rápidamente por casi todos los campos de maíz del continente y actualmente se extiende en Asia. Los consorcios regionales e internacionales están combatiendo la plaga con orientación sobre el manejo integrado de plagas, capacitaciones organizadas y videos para apoyar a los pequeños agricultores, al igual que con las variedades de maíz mejorado que pueden resistir, en parte, al gusano cogollero.

Nuevas enfermedades fúngicas amenazan las cosechas mundiales de trigo. La raza Ug99 surgió en África oriental a fines de la década de 1990 y generó 13 nuevas cepas que finalmente aparecieron en 13 países de África y más allá. Además de la adversidad del trigo, una enfermedad devastadora en las Américas conocida como «brusone de trigo» apareció repentinamente en Bangladesh en 2016, causando pérdidas de cosechas de trigo de hasta un 30% en una gran área y amenazando con moverse rápidamente por las vastas tierras de trigo del sur de Asia.

En ambos casos, las respuestas internacionales rápidas, como la Iniciativa global Borlaug contra la roya, han podido controlar y caracterizar las enfermedades y, especialmente, desarrollar y desplegar variedades de trigo resistentes.

A community volunteer of an agricultural cooperative (left) uses the Plantix smartphone app to help a farmer diagnose pests in his maize field in Bardiya district, Nepal. (Photo: Bandana Pradhan/CIMMYT)
Un voluntario comunitario de una cooperativa agrícola (a la izquierda) utiliza la aplicación para teléfonos inteligentes Plantix para ayudar a un agricultor a diagnosticar plagas en su campo de maíz en el distrito de Bardiya, Nepal. (Foto: Bandana Pradhan/CIMMYT)

Socios y patrocinadores de la investigación climática del CIMMYT

El CIMMYT, líder mundial en investigación de maíz y trigo financiado con fondos públicos y sistemas agrícolas relacionados, es miembro del CGIAR y lidera el Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS en inglés).

El CIMMYT recibe apoyo para la investigación relacionada con el cambio climático de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otras agencias públicas y privadas. Los principales financiadores incluyen los Programas y Plataformas de Investigación del CGIAR, la Fundación Bill & Melinda Gates, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México (SADER), la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID), el Centro Australiano para la Investigación Agrícola Internacional (ACIAR), la Universidad de Cornell, Agencia de Cooperación Alemana (GIZ), el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas del Reino Unido (BBSRC) y los contribuyentes del Fondo del CGIAR.

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Productores prueban nueva app para mejorar el rendimiento del trigo y estabilizar sus ingresos

Un equipo internacional de científicos está trabajando con agricultores en el Valle de Yaqui, en el estado de Sonora, México, para desarrollar y probar una nueva tecnología móvil que tiene como objetivo mejorar la productividad del trigo y la caña de azúcar al ayudar a los agricultores a manejar los factores que causan la brecha de rendimiento entre el potencial de cultivo y el rendimiento real.

Los científicos han desarrollado y probado una aplicación para teléfonos inteligentes donde los agricultores pueden registrar sus actividades agrícolas, incluida la fecha de siembra, el tipo de cultivo y el riego, y recibir a cambio asesoramiento local y preciso sobre el manejo del cultivo.

Este proyecto es una asociación público-privada conocida como Mexican COMPASS, o Sistema de Servicios de Análisis, Gestión y Análisis de Producción de Cultivos Mexicanos.

La investigación ha demostrado que el momento adecuado del riego es más importante para los rendimientos que las cantidades totales de agua. También se ha demostrado que los tiempos de siembra precedentes mejoran los rendimientos de trigo. Tener fechas óptimas para ambas actividades podría ayudar a los agricultores a mejorar los rendimientos y estabilizar sus ingresos.

COMPASS smartphone app interface. (Photo: Saravana Gurusamy/Rezatec)
Interfaz de la aplicación COMPASS para teléfonos inteligentes. (Foto: Saravana Gurusamy/Rezatec)

La aplicación para teléfonos inteligentes COMPASS utiliza datos satelitales de observación terrestre y datos de campo in situ capturados por los agricultores para proporcionar información como la fecha óptima de siembra y la programación del riego.

«El momento de la siembra y el riego son razones considerables del potencial de rendimiento en esa región — estas son dos características de la aplicación que estamos por validar durante la próxima temporada», explicó Francelino Rodrigues, científico de agricultura de precisión del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Datos a salvo

Actualmente, la innovación tecnológica para la productividad de los cultivos se necesita más que nunca debido a las amenazas a la seguridad alimentaria en aumento y los recursos naturales cada vez más escasos. Los agricultores están bajo una presión constante para producir más con menos, lo que significa que se necesita una mayor precisión en sus prácticas agrícolas.

El Valle del Yaqui, el área con mayor producción de trigo en México, se encuentra en el desierto semiárido de Sonora, en la parte norte de México. La seguridad del agua es un desafío serio y los agricultores deben ser muy precisos en su gestión del riego.

El consorcio Mexican COMPASS, que está compuesto por la empresa de análisis de datos geoespaciales Rezatec, la Universidad de Nottingham, Booker Tate, el CIMMYT y el Colegio de Postgraduados (COLPOS) en México, evolucionó como una forma de ayudar a los agricultores mexicanos a mejorar la eficiencia en el uso del agua.

«Los agricultores del Valle del Yaqui son agricultores muy experimentados, sin embargo, también pueden beneficiarse al usar una aplicación diseñada localmente para informar y registrar sus decisiones», explicó Rodrigues.

La aplicación para teléfonos inteligentes también permitirá a los agricultores registrar y programar sus prácticas de manejo de cultivos y les dará acceso a mapas de índice de vegetación normalizada (NDVI en inglés) de series de tiempo semanales, que les permitirán ver sus campos en cualquier momento desde cualquier lugar.

«¡Toda esta información se proporciona de forma gratuita! Esa es la parte emocionante del proyecto. El modelo de negocios fue diseñado para que los agricultores no tengan que pagar por el acceso a la aplicación y sus características a cambio de proporcionar sus datos de campo. Es una situación ganar-ganar», dijo Rodrigues.

CIMMYT research assistant Lorena Gonzalez (center) helps local farmers try out the new COMPASS app during the workshop in Ciudad Obregon, Sonora state, Mexico. (Photo: Alison Doody/CIMMYT)
La asistente de investigación del CIMMYT, Lorena González (centro), ayuda a los agricultores locales a probar la nueva aplicación COMPASS durante el taller en Ciudad Obregón, estado de Sonora, México. (Foto: Alison Doody/CIMMYT)

Diseño enfocado en el agricultor

Por ahora, la aplicación está en la etapa de validación y los socios de COMPASS están invitando a los agricultores a probar la tecnología en sus propias granjas. Un taller, realizado el 21 de octubre en Ciudad Obregón, proporcionó a los agricultores capacitación práctica para la aplicación y les permitió dar su opinión.

Más de 100 agricultores asistieron al taller, que contó con presentaciones de Saravana Gurusamy, gerente de proyecto en Rezatec, Iván Ortíz-Monasterio, científico principal del CIMMYT, y representantes de grupos de agricultores locales como la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora (AOASS) y el Distrito de Riego del Río Yaqui (DRRYAQUI). El taller contó con una demostración paso a paso de la aplicación y ejercicios prácticos para que los agricultores lo prueben por sí mismos.

“Hoy en día, necesitamos tecnología porque tenemos que lidiar con muchos factores. Cada año, el beneficio que obtenemos con el trigo es cada vez menor, por lo que debemos ser muy productivos. Espero que esta aplicación pueda ayudarme a producir una mejor cosecha”, dijo un agricultor de trigo local que asistió al taller.

Los comentarios de los usuarios han jugado un papel clave en el desarrollo de la aplicación. COMPASS entrevistó a docenas de agricultores para observar qué diseño les funcionó.

“Inicialmente se nos ocurrió un diseño realmente complicado. Cuando se lo dimos a los agricultores, no sabían cómo usarlo», explicó la gerente del proyecto Rezatec, Saravana Gurusamy. El equipo volvió a la mesa de diseño y, con los comentarios que recibieron de los agricultores, se les ocurrió un diseño simple que cualquier agricultor, independientemente de su experiencia con la tecnología o la alfabetización digital, podría usar.

 

Al hablar con Gurusamy después del taller, describió su visión para el futuro de la aplicación.

“Mi visión es ver a todos los productores de trigo de Sonora usando la aplicación. El primer paso es probar la tecnología aquí, luego implementarla en todo México y eventualmente a nivel internacional”.

Mexican COMPASS es un proyecto de cuatro años financiado por el Programa de Asociación Internacional de la Agencia Espacial del Reino Unido (IPP-UKSA por sus siglas en inglés) y el Programa de Investigación de Trigo del CGIAR (WHEAT). Este proyecto es una colaboración entre Rezatec, la Universidad de Nottingham y Booker Tate en el Reino Unido, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Colegio de Postgraduados (COLPOS) en México.

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Abriendo Camino: Pieter Rutsaert busca una mejor comercialización del maíz climáticamente inteligente en África

¿Alguna vez se ha preguntado por qué los agricultores prefieren ciertas variedades de maíz? ¿Qué rasgos de cultivo valoran? ¿Cómo hacen sus selecciones de semillas en el mercado? Pieter Rutsaert, experto en mercados y cadenas de valor del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), analiza los factores importantes que los agricultores africanos consideran al comprar variedades de maíz con agro-distribuidores y las implicaciones sobre cómo la industria de semillas puede satisfacer mejor las necesidades de los agricultores.

El maíz es el cultivo más importante de África, cultivado en más de 29 millones de hectáreas bajo secano y consumido diariamente por alrededor del 50% de la población. Sin embargo, los patrones climáticos cada vez más erráticos amenazan el rendimiento de las variedades de maíz cultivadas, poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de los hogares.

«Los pequeños productores africanos suelen plantar semillas de maíz con las que están familiarizados, pero estas variedades a menudo carecen de los atributos para tolerar un clima más duro, como sequías, calor extremo o estrés por enfermedades», explica Rutsaert.

“A pesar de la existencia de variedades de maíz cultivadas para resistir el clima más severo, sus atributos intrínsecos no son suficientes por sí solos para convencer a los agricultores de que dejen sus variedades preferidas. Estas variedades tolerantes al estrés deben comercializarse adecuadamente para ser competitivas y aumentar su cuota de mercado”.

Con experiencia previa como consultor de mercadotecnia en la industria alimentaria, Rutsaert aporta habilidades y enfoques únicos al proyecto Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA en inglés) del CIMMYT, para ayudar a las empresas a desarrollar nuevas estrategias de distribución y comercialización de semillas para llevar variedades resistentes al clima a los campos de los agricultores.

Pieter Rutsaert (right) discusses a research study questionnaire with consultant enumerator Victor Kitoto. (Photo: Jerome Bossuet/CIMMYT)
Pieter Rutsaert (derecha) discute un cuestionario de estudio de investigación con el consultor encuestador Victor Kitoto. (Foto: Jerome Bossuet/CIMMYT)

La inteligencia de mercado en semillas climáticamente inteligentes

Rutsaert ve a los agro-distribuidores locales como un punto de entrada estratégico para que los investigadores recopilen información sobre los diferentes intereses y condiciones de los agricultores a medida que se revela información sobre la demanda de semillas en el punto de compra.

A pesar de las grandes inversiones para apoyar los sistemas de semillas en el África subsahariana, incluidas las inversiones para mejorar la capacidad de los comerciantes agrícolas, existe evidencia limitada sobre cómo las mujeres y los hombres toman decisiones sobre la compra de semillas de maíz para apoyar las iniciativas de desarrollo.

“El espacio del agro-distribuidor es aquel donde los agricultores deciden qué insumos comprar. Además de proporcionar a los agricultores acceso a insumos a precios competitivos, los agro-distribuidores ofrecen asistencia técnica, como asesoramiento sobre el uso de insumos y prácticas de producción, y crédito a corto plazo para compras de insumos”.

Por lo tanto, los agro-distribuidores ofrecen la oportunidad de aprender sobre las condiciones únicas de los agricultores y se aseguran de que los productores adopten la variedad correcta. Recopilar estas ideas tiene el potencial de apoyar a las pequeñas y medianas empresas de propiedad local que producen variedades tolerantes al estrés, adecuadas para las condiciones locales, dice el experto en mercadotecnia.

An agent from a seed company (right) promotes sales at an agro-dealer shop. (Photo: Pieter Rutsaert/CIMMYT)
Una agente de una compañía de semillas (derecha) promueve su producto en una tienda de agro-distribuidores. (Foto: Pieter Rutsaert/CIMMYT)

Estrategias de mercadotecnia para agro-distribuidores

En comparación con las compañías multinacionales de semillas, se espera que las empresas muestren una mayor disposición para buscar segmentos del mercado de semillas tradicionalmente desatendidos, como los agricultores más pobres o aquellos ubicados en regiones de producción menos favorecidas. Sin embargo, los productores y minoristas locales de semillas generalmente carecen de capacidades de mercadotecnia y tienen una comprensión limitada de los costos y beneficios de los diferentes enfoques para comercializar sus semillas, dice Rutsaert.

«Sin estrategias de comercialización efectivas que respondan a las necesidades de diferentes clientes, los agricultores se apegarán a las semillas que conocen, incluso cuando esta no sea la mejor opción para su situación», continúa.

Con base en la información del mercado recopilada, Rutsaert trabaja con los agro-distribuidores para desarrollar estrategias de venta minorista, como materiales de mercadotecnia específicos, provisión de apoyo para la toma de decisiones sobre semillas e incentivos de precios y para ayudar a los hombres y mujeres a obtener los insumos que funcionan mejor.

Rutsaert afirma que está comprometido a utilizar su experiencia en el sector privado para mejorar la comprensión del CIMMYT sobre el sector de semillas y desarrollar la capacidad de los comerciantes locales para distribuir variedades de maíz resistentes al clima en toda la región africana.

El proyecto STMA busca desarrollar cultivares de maíz con tolerancia y resistencia al estrés múltiple para los agricultores, y apoya a las compañías locales de semillas para producir semillas a gran escala. Este proyecto tiene como objetivo desarrollar una nueva generación de más de 70 variedades mejoradas de maíz tolerante al estrés y facilitar la producción y el uso de más de 54 000 toneladas métricas de semillas certificadas. El proyecto STMA está financiado por la Fundación Bill & Melinda Gates y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés).

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Sembrando la esperanza

Las semillas de maíz tolerantes a la sequía desarrolladas a través de asociaciones globales y locales a largo plazo en África están mejorando la seguridad nutricional y alimentaria en el norte de Uganda, una región rodeada de conflictos y lluvias impredecibles.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) trabaja con la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria de Uganda (NARO, por sus siglas en inglés) y con compañías locales de semillas para desarrollar y difundir variedades de semillas de maíz mejoradas tolerantes al estrés. Bajo los proyectos de Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA en inglés) y Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA en inglés), los agricultores utilizan variedades como el híbrido UH5051, conocido localmente como Gagawala, que significa «hacerse rico».

Durante dos décadas, la mayor parte de la población en el norte de Uganda ha vivido en campamentos internos de personas desplazadas y dependía de la ayuda alimentaria y otros recursos de ayuda para su subsistencia debido a la rebelión del Ejército de Resistencia del Señor (LRA en inglés).

Durante los últimos años, Gulu, uno de los distritos afectados, se encuentra en proceso de recuperación. Con la paz imperante, Geoffrey Ochieng’ y su esposa ahora pueden cultivar de manera segura sus 4.5 acres de tierra para cultivar maíz y otros productos básicos. Pueden alimentar a su familia y vender productos para satisfacer otras necesidades del hogar.

Sin embargo, los agricultores de esta región, en la frontera con Sudán del Sur, se enfrentan a lluvias más erráticas y la aparición incierta de las mismas. Gracias a las nuevas variedades de maíz tolerantes a la sequía y resistentes a las enfermedades, la familia Ochieng’ puede adaptarse a este clima variable y asegurar una buena cosecha de maíz incluso en temporadas poco confiables.

Geoffrey Ochieng’, a smallholder farmer from northern Uganda. He plants the UH5051 variety on his land. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Geoffrey Ochieng’, un pequeño agricultor del norte de Uganda planta la variedad UH5051 en su parcela. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

La tolerancia es clave

“La popularidad de esta variedad tolerante a la sequía ha crecido entre los agricultores gracias a su buen rendimiento y confiabilidad incluso con lluvias escasas y por su resistencia a enfermedades foliares comunes como el tizón norteño de la hoja y la mancha gris, además de una buena resistencia al virus del estriado”, explicó Daniel Bomet, un mejorador de maíz de NARO. «Con una maduración de poco más de cuatro meses, Gagawala puede producir de dos a tres mazorcas de maíz, lo que atrae a los agricultores».

Ochieng’ ha plantado maíz UH5051 desde 2015. Antes de adoptar el nuevo híbrido, Ochieng’ cultivaba Longe 5, una variedad de polinización abierta popular que es menos productiva y poco resistente a las enfermedades.

«Lo que me gusta de UH5051 es que incluso con bajo estrés de humedad, crecerá y cosecharé algo», dijo Ochieng’. En condiciones óptimas, Ochieng’ cosecha alrededor de 1.2 toneladas métricas de grano de maíz en un acre del híbrido UH5051.

Con la antigua variedad Longe 5, solo cosechaba 700 kg. «Si las lluvias se retrasaban o no lluvia mucho, tenia suerte de obtener 400 kg por acre con el Longe 5, sin embargo, ahora obtengo el doble con el híbrido», explicó Ochieng’.

Gracias a esta variedad tolerante, Ochieng’ puede pagar la escuela de sus hijos y proporcionar un excedente de grano a sus familiares.

A worker at the Equator Seeds production plant in Gulu displays packs of UH5051 maize seed. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Un trabajador de la planta de producción de Equator Seeds en Gulu muestra paquetes de semillas de maíz UH5051. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Fuera lo viejo, dentro lo nuevo

«Una estrategia clave para mejorar los medios de vida de nuestros agricultores en el norte de Uganda es reemplazar gradualmente las variedades antiguas con variedades nuevas que puedan hacer un mejor frente al cambio climático, las plagas y las enfermedades», dijo Godfrey Asea, director del Instituto Nacional de Investigación de Recursos Genéticos (NaCCRI, por sus siglas en inglés) en NARO. “Longe 5, por ejemplo, se comercializa desde hace más de 14 años. Ha cumplido su parte y necesita dar paso a nuevas variedades mejoradas como UH5051″.

La empresa Equator Seeds, con sede en Gulu, ha sido el centro de la transformación agrícola en el norte de Uganda. De 70 toneladas métricas de semillas producidas cuando comenzó a operar en 2012, la compañía alcanzó una capacidad anual de aproximadamente 7 000 a 10 000 toneladas métricas de semillas certificadas de diferentes cultivos en 2018. Trabajando con productores dedicados como Anthony Okello, quien tiene un terreno de 40 acres, y 51 cooperativas de pequeños agricultores, Equator Seeds produce semillas de maíz híbrido de polinización abierta y otros cultivos, que llegan a los agricultores a través de una red de 380 agro-distribuidores.

 

«El 80% de los agricultores en el norte de Uganda todavía usan semillas recicladas o almacenadas en granja, por lo que se les considera nuestra principal competencia», comentó Tonny Okello, Director Ejecutivo de Equator Seeds. “Actualmente, alrededor del 60% de nuestras ventas son en semillas de maíz. Esta parte debería aumentar al 70% para 2021. Planeamos reclutar más agro-distribuidores, establecer más parcelas de demostración, principalmente para los híbridos y de esa manera, alentar a más agricultores a adoptar nuestras variedades resistentes de alto rendimiento».

Los disturbios de dos décadas desanimaron a las compañías de semillas a aventurarse en el norte de Uganda, pero ahora ven su enorme potencial. «Para ayudar a su recuperación, hemos recibido un gran apoyo del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las Naciones Unidas y las agencias humanitarias para comprar semillas y distribuirlas a los agricultores en el norte de Uganda y Sudán del Sur”, dijo Okello.

Godfrey Asea (right), director of the National Crops Resources Research Institute (NaCRRI), and Uganda’s National Agricultural Research Organization (NARO) maize breeder, Daniel Bomet, visit an improved maize plot at NARO’s Kigumba Station, in central Uganda. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Godfrey Asea (a la derecha), director del Instituto Nacional de Investigación de Recursos Genéticos (NaCCRI), y el mejorador de maíz de la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria de Uganda (NARO) y Daniel Bomet, visitan una parcela de maíz mejorado en la estación Kigumba de NARO, en el centro de Uganda. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Impacto social

El sector de semillas de Uganda es dinámico gracias a las asociaciones eficientes público-privadas. Mientras NARO desarrolla y prueba nuevas líneas parentales e híbridos en sus instalaciones de investigación, ahora se han aventurado en la producción y procesamiento de semillas en su Granja Kigumba de 2 000 acres en el oeste de Uganda a través de NARO Holdings, su órgano comercial.

«Debido a que la demanda de semilla mejorada no siempre se satisface, NARO Holdings comenzó a producir semilla certificada, pero el enfoque principal está en la producción de semilla de generación temprana, que a menudo es un cuello de botella para el sector de semillas», dijo Asea.

Aniku Bernard, Farm Manager, examines a maize cob at the foundation seed farm located inside the Lugore Prison premises. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Aniku Bernard, gerente de granja, examina una mazorca de maíz en la granja de semillas de la fundación ubicada dentro de las instalaciones de la prisión de Lugore. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Otra colaboración innovadora ha sido trabajar con los establecimientos del Servicio de Prisiones de Uganda (UPS en inglés) para producir semilla de maíz. «Cuando comenzamos esta colaboración con UPS, sabíamos que tenían algunas ventajas comparativas, como tierras de cultivo, mano de obra, equipos de mecanización y buen aislamiento, que son importantes para la producción de semillas de maíz híbrido de alta calidad», explicó Asea. La instalación de UPS en Lugore, Gulu, que tiene 978 hectáreas de tierra, produce semillas de base de UH5051.

«Las cárceles ofrecen un gran potencial para apoyar la creciente industria de semillas», dijo. “Junto con el CIMMYT, debemos desarrollar aún más la capacidad de UPS para producir semillas de fundación y certificadas. Proporciona ingresos muy necesarios para las instituciones. Los reclusos, además de ser remunerados por el trabajo agrícola, participan en actividades positivas al aire libre. Esta habilidad es útil para su futura reintegración en la sociedad».

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Abriendo Camino: Velu Govindan incorpora zinc en el trigo para combatir el hambre oculta

Velu Govindan recuerda a su padre pidiéndole que no desperdiciara su comida. “Solía decir que el arroz y el trigo eran productos muy caros, que la mayoría de las personas podían permitirse comerlo una vez por semana durante su juventud”, recuerda el mejorador de trigo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Como en muchas partes del mundo, la Revolución Verde tuvo un impacto significativo en la producción agrícola y dietas del sur de la India, donde creció el padre de Govindan, y a finales de la década de 1960, todos los agricultores de la zona habían oído hablar del ‘científico’ de Estados Unidos. “La influencia de Borlaug en la India es muy grande ya que esas variedades de alto rendimiento alimentaron a millones de personas, incluyéndome a mí”.

Pero alimentar a millones era solo una parte de la batalla.

Actualmente, cerca de dos mil millones de personas en todo el mundo padecen deficiencia de micronutrientes, caracterizada por la anemia por deficiencia de hierro, la falta de vitamina A y la deficiencia de zinc.

Govindan trabaja en colaboración con HarvestPlus para mejorar la calidad nutricional en los cereales, además de rasgos importantes como el potencial del rendimiento, la resistencia a las enfermedades y la tolerancia al clima. Su área de enfoque es el sur de Asia, donde el trigo es un alimento básico importante y muchos pequeños agricultores no tienen acceso a dietas diversificadas que incluyan fruta, verduras o productos animales, los cuales brindan altas cantidades de micronutrientes como el hierro y el zinc.

“Es importante que las personas no solo tengan acceso a los alimentos, sino también acceso a una dieta saludable”, dice Govindan. “La idea es mejorar los alimentos básicos como el arroz, el maíz y el trigo para que las personas que consumen estas variedades biofortificadas obtengan mayores beneficios al satisfacer sus necesidades de alimentación diaria y para combatir el hambre oculta.”

El desafió, explica Govindan, es que el mejoramiento de la calidad nutricional a menudo se realiza a expensas del rendimiento. Pero las variedades necesitan un alto potencial de rendimiento para tener éxito en el mercado ya que los agricultores en los países en vías de desarrollo no obtendrán un precio superior simplemente por tener un alto contenido de micronutrientes en sus granos.

Las enfermedades del trigo que evolucionan de manera rápida son otro problema que se debe enfrentar. “Si liberas una variedad resistente a enfermedades hoy, en tan solo tres o cuatro años será susceptible porque la roya continúa mutando. Es una batalla continua, pero de eso se trata el fitomejoramiento.”

Velu Govindan speaks at International Wheat Conference in 2015. (Photo: Julie Mollins/CIMMYT)
Velu Govindan habla en la Conferencia Internacional de Trigo en 2015. (Photo: Julie Mollins/CIMMYT)

La incorporación del zinc

Cuando se trata de mejorar, el mejoramiento es la primera parte del proceso, explica Govindan. “Podemos hacer un buen trabajo en el laboratorio, pero si nuestras variedades no son llevadas a los agricultores no servirán de nada.”

Govindan y su equipo trabajan en colaboración con un numero de organizaciones del sector público y privado para promover nuevas variedades, asociarse con el sistema nacional de investigación agrícola (NARS, en inglés) e institutos de investigación avanzada para llegar a los agricultores en la India, Nepal y Paquistán. Como resultado, se han comercializado y distribuido con éxito variedades adicionales con alto contenido de zinc en el sur de Asia, así como las líneas biofortificadas nuevas que se prueban actualmente en el África subsahariana para su posible liberación y cultivo por parte de los agricultores.

Sus esfuerzos dieron frutos con el desarrollo y lanzamiento de más de media docena de variedades competitivas con alto contenido de zinc, incluida la línea Zinc-Shakthi, cuyo grano contiene 40% más de zinc que las variedades convencionales y su rendimiento es alto, tiene buena resistencia a la roya y madura una semana antes que las variedades populares, lo que permite a los agricultores aumentar su intensidad de cultivo. Hasta la fecha, estas variedades de trigo biofortificado con alto contenido de zinc han llegado a casi un millón de productores en las regiones objetivo del sur de Asia y se espera que se extienda más en los próximos años.

El siguiente paso será apoyar la integración del zinc, de modo que se convierta en una parte integral de los programas de mejoramiento en lugar de una adición opcional. “Esperamos que, en diez años, la mayor parte del trigo que consumimos cuente con estos beneficios adicionales.”

Puede que el camino sea largo, pero Govindan se mantiene optimista ante la tarea que tiene por delante.

Velu Govindan examines wheat in the field.
Velu Govindan examina trigo en el campo.

Nacido en una familia de agricultores, tiene buenos recuerdos de una infancia en la que paso ayudando a su padre en los campos, con tardes y vacaciones escolares dedicadas al cultivo de arroz, algodón y otros cultivos en la parcela familiar.

La región ha experimentado cambios significantes desde entonces, y ahora, los agricultores se enfrentan al aumento de las temperaturas y a las precipitaciones impredecibles. La motivación para ayudar a los agricultores más pobres a adaptarse al cambio climático y mejorar la producción de alimentos fue lo que llevó a Govindan a dedicarse al mejoramiento.

Han pasado casi diez años desde que Govindan se unió al equipo del Programa de Trigo de Primavera del CIMMYT, y se siente honrado de formar parte de un programa con un legado tan significativo. “Norman Borlaug, Sanjay Rajaram y mi supervisor, Ravi Singh, son personas legendarias,” explica. “Afortunadamente, no comenzamos desde cero. Estas personas hicieron la vida más fácil, y solo necesitamos seguir avanzando para lograr ganancia genética continua para seguir mejorando la seguridad alimentaria y nutricional.”

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Los desafíos climáticos, nutricionales y de seguridad requieren la transformación del sistema alimentario mundial

«¿Podemos alimentar de manera sostenible a entre nueve y diez mil millones de personas en nuestro planeta en 30 años?», Preguntó Kenneth M. Quinn, presidente de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación. «Esta pregunta se vuelve aún más desafiante con dos cambios radicales actuales: el conflicto y el cambio climático».

Expertos en alimentación y agricultura se reunieron en Des Moines, Iowa, para discutir estos temas en el Diálogo Borlaug y la entrega del Premio Mundial de la Alimentación 2019.

El enfoque ha cambiado en los últimos años; de los alimentos a los sistemas alimentarios que ahora incluyen salud y nutrición. «Necesitamos un enfoque estratégico de sistemas agroalimentarios para la seguridad alimentaria, la nutrición, la conservación de la naturaleza y la seguridad humana», dijo Bram Govaerts, director del programa de Desarrollo Estratégico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Los oradores acordaron que, para enfrentar los desafíos actuales de la nutrición y el cambio climático, necesitamos una transformación del sistema alimentario mundial. «Contamos con algo muy positivo — esta narrativa de la transformación del sistema alimentario», dijo Rubén Echeverría, Director General del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).

En las discusiones, los oradores destacaron varias áreas que deben tenerse en cuenta en esta transformación.

Hale Ann Tufan, recipient of the 2019 Norman E. Borlaug Award for Field Research and Application, speaks at the award ceremony. (Photo: Mary Donovan/CIMMYT)
Hale Ann Tufan, ganadora del Premio Norman E. Borlaug 2019 para la Investigación y Aplicación de Campo, habla en la ceremonia de premiación. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)

Seguridad alimentaria para la paz y el desarrollo

El tema del Diálogo de Borlaug de este año fue «Pax Agricultura: La paz a través de la agricultura». Los paneles abordaron los temas interrelacionados de seguridad alimentaria, conflicto y desarrollo.

En el discurso de apertura, el administrador de la USAID, Mark Green, hizo un llamado a la acción y retó a los participantes a «asumir los problemas de inseguridad alimentaria y económica que están surgiendo debido a los niveles de desplazamiento y migración forzada sin precedentes de esta era». Los embajadores, ministros y expertos en desarrollo dieron ejemplos de la interdependencia de la agricultura y la paz, cómo las sequías y las inundaciones pueden crear conflictos en un país, y cómo la paz puede reconstruirse a través de la agricultura.

«La agricultura podría erradicar la insurgencia mejor que cualquier otra cosa que hayamos hecho», dijo Quinn sobre la rendición de los Jeremes Rojos en Camboya, donde se desempeñó como embajador.

En el genocidio de Ruanda en 1994, más de 1 millón de personas murieron en 100 días. Geraldine Mukeshimana, ministra de Agricultura y Recursos Animales de Ruanda, explicó que, en el proceso de reconstrucción del país, todas las políticas se centraron en la agricultura.

«Casi ningún país ha salido de la pobreza sin una transformación agrícola», dijo Rodger Voorhies, presidente de Crecimiento y Oportunidades Globales de la Fundación Bill y Melinda Gates, en una charla con el galardonado del Premio Mundial de la Alimentación 2009 Gebisa Ejeta.

La agricultura es vital porque sin alimentos no podemos construir instituciones, procesos o economías. «No puedes hablar de derechos humanos si no tienes comida en el estómago», dijo Chanthol Sun, ministro de Obras Públicas y Transporte de Camboya.

Josette Sheeran, presidenta y directora ejecutiva de Asia Society, retomó ese pensamiento: «Nada es más importante para la estabilidad humana que el acceso a los alimentos».

En un discurso inaugural, Víctor M. Villalobos, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, habló sobre el CIMMYT, el proyecto MasAgro y la necesidad de mejorar los sistemas alimentarios y la agricultura para combatir la violencia y la migración forzada. «La agricultura, la prosperidad y la paz están unidas de manera intrínseca».

CGIAR had a booth at the 2019 World Food Prize and Borlaug Dialogue, and participated in several events and panels. (Photo: World Food Prize)
El CGIAR tuvo un stand en el Premio Mundial de la Alimentación 2019 y el Diálogo Borlaug, y participó en varios eventos y paneles. (Foto: Premio Mundial de la Alimentación)

Cómo lograr que las innovaciones tecnológicas funcionen

Las innovaciones y la tecnología pueden apoyar una transformación del sistema alimentario mundial y ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

En un panel sobre seguridad alimentaria en la próxima década, los oradores compartieron las tecnologías agrícolas que les entusiasman: datos, edición genética, biología sintética, ciencia de datos y agricultura de precisión.

Josephine Okot, directora de Victoria Seeds Ltd, dijo: «Debemos tener mecanización». Describió el hecho de que las agricultoras de Uganda todavía dependen de herramientas manuales como una «desgracia para la humanidad».

El Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés) organizó una sesión donde los panelistas discutieron cómo realizar una transformación en los sistemas alimentarios a través de tecnologías de última generación, destacando el papel que juegan los marcos regulatorios y las políticas en la adopción de nuevas tecnologías.

Hacer que las innovaciones funcionen es más que desarrollar el producto. «Se necesita mucho más que una buena semilla para que un agricultor la use», dijo el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019 Simon Groot. «Incluye buena distribución, buen marketing, buena capacitación, etcétera».

La adopción de tecnología requiere un énfasis humano y un elemento cultural además del desarrollo tecnológico.

The Executive Director of CGIAR, Elwyn Grainger-Jones (left), 2019 World Food Prize Laureate, Simon Groot (second from left) and other speakers present CGIAR's Crops to End Hunger initiative. (Photo: Mary Donovan/CIMMYT)
El Director Ejecutivo del CGIAR, Elwyn Grainger-Jones (a la izquierda), el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019, Simon Groot (segundo desde la izquierda) y otros oradores presentan la iniciativa Crops to End Hunger del CGIAR. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)

Mejoramiento de cultivos para todos en función de la demanda

«El verdadero enemigo de los agricultores son las semillas malas», dijo Simon Groot en su discurso después de recibir el Premio Mundial de la Alimentación.

El CGIAR aprovechó la premiación para lanzar una nueva iniciativa, Crops to End Hunger. “Estamos buscando grandes soluciones en el CGIAR. Crops to End Hunger es una de ellas”, dijo el Director General del CIMMYT, Martin Kropff. Este programa tiene como objetivo satisfacer las necesidades alimentarias, nutricionales y de ingresos de los productores y consumidores, responder a las demandas del mercado y aumentar la resiliencia a los desafíos de la crisis climática.

“El CGIAR lanzó 417 nuevas variedades el año pasado. Sin embargo, podemos hacer más. Crops to End Hunger superará rápidamente los ciclos de mejoramiento”, dijo Elwyn Grainger-Jones, Director Ejecutivo del CGIAR.

Felister Makini, subdirector general de la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO por sus siglas en inglés), explicó que centrarse en los usuarios finales es lo que tendrá un impacto real. «Es importante desarrollar tecnologías basadas en la demanda para que los agricultores quieran cultivarlas y los consumidores quieran comprarlas y comerlas».

En una sesión para revelar la iniciativa Crops to End Hunger organizada por Corteva Agriscience y el CGIAR, Marco Ferroni, Presidente del Consejo Administrativo del Sistema CGIAR, dijo que el CGIAR está cambiando en dirección a una agenda impulsada principalmente por la demanda en fitomejoramiento, donde los mercados dictan cuales deben ser las prioridades de investigación.

«Debemos considerar el aspecto humano en el mejoramiento», dijo Michael Quinn, Director de la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento del CGIAR (EiB). «Aquí es donde realmente llegará el éxito».

Los panelistas discutieron el mejoramiento con perspectiva de género, o tomar en cuenta los rasgos deseados por las mujeres y los hombres.

El tema de género también fue enfatizado por la ganadora del Premio Norman Borlaug 2019, Hale Ann Tufan. Quien pidió a los asistentes del Diálogo que cuestionaran los prejuicios de género y «no solo» llevarlo al agricultor «sino llevarlo a todos los agricultores».

CIMMYT's Director General, Martin Kropff (right), speaks at a session to share the details of CGIAR's Crops to End Hunger initiative. (Photo: Mary Donovan/CIMMYT)
El Director General del CIMMYT, Martin Kropff (a la derecha), habla en una sesión para compartir los detalles de la iniciativa Crops to End Hunger del CGIAR. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)

Foto de portada: Sesión plenaria del Diálogo Borlaug 2019. (Foto: Premio Mundial de la Alimentación)

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¿Están dispuestos los consumidores a pagar más por el maíz azul?

Al entrar a los supermercados o restaurantes en la Ciudad de México y la zona metropolitana es posible encontrar productos hechos de maíz azul —alimento que no hubiera estado disponible hace algunos años. Algunos de los platillos favoritos de México adquieren un nuevo tono con chips de maíz azul, tortillas o tamales azules. Pero, ¿los mejoradores, molineros, procesadores y organizaciones de agricultores deberían invertir en la expansión de la producción de maíz azul y sus productos? ¿Los consumidores están realmente interesados y dispuestos a pagar más?

Estas son algunas de las preguntas que los investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en México se propusieron responder. Establecieron un estudio para evaluar las preferencias de los consumidores y su disposición para pagar por estas tortillas de maíz azul.

El maíz es un cultivo básico principal en México y las tortillas forman la base de muchos platillos tradicionales. Las variedades de maíz azul han existido durante miles de años, pero hasta hace poco eran en su mayoría desconocidas fuera de las comunidades agrícolas que las cultivaban. Además de su color llamativo, el grano ha ganado popularidad en parte debido a los beneficios para la salud derivados de la antocianina, el pigmento azul que contiene antioxidantes.

Trent Blare (izquierda), economista del CIMMYT y líder del estudio, realiza un experimento de elección con el entrevistado Luis Alcántara. (Foto: Carolyn Cowan/CIMMYT)

«La demanda de maíz azul se ha disparado en los últimos años», dijo Trent Blare, economista del CIMMYT y líder de la investigación. «Hace tres años, el maíz blanco y azul se vendían al mismo precio. Hace un año, el maíz azul costaba solo unos pocos pesos mexicanos más, y ahora el maíz azul vale mucho más. Sin embargo, todavía nos falta información sobre la demanda y las preferencias de los consumidores».

Según Blare, el objetivo final del estudio es explorar la demanda de maíz azul y tratar de comprender mejor su potencial de mercado. «Si queremos que los agricultores que cultivan maíz azul puedan obtener un mejor valor de mercado, tenemos que saber cómo se ve el mercado».

Esta investigación recibió fondos de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agropecuarios (ASERCA) de México, la cual trabaja con organizaciones de agricultores en soluciones de almacenamiento poscosecha para su maíz. Como el maíz azul es más blando que las variedades típicas blancas o amarillas, requiere de un almacenamiento especial para protegerlo contra insectos y daños. Para ayudar a proporcionar a los agricultores la tecnología correcta de almacenamiento de maíz, ASERCA y otros en México se beneficiarán de una comprensión más profunda del mercado del maíz azul en la región. Además, los investigadores estaban interesados en saber si hay una prima por cultivar maíz azul o para hacer tortillas a mano. Las primas podrían ayudar a convencer a los agricultores a invertir en tecnologías poscosecha y en la producción de maíz azul.

“Existe la idea de que la demanda debería provenir de los productores, pero hay muchos pasos en la cadena de valor del maíz. Básicamente, estamos retrocediendo en la cadena de valor: hay demanda, hay mercado, desde el consumidor hasta el agricultor», explicó Blare.

«Hubo un aspecto de género interesante en esta investigación: en su mayoría, las mujeres compraban y fabricaban estos alimentos a base de maíz, y estaban más dispuestas a pagar más por el maíz azul», dijo Miriam Pérez (derecha), asistente de investigación y entrevistadora. (Foto: Carolyn Cowan/CIMMYT)

Una cuestión de gusto

El estudio se realizó en Texcoco, a las afueras de la Ciudad de México, donde se encuentran la sede mundial del CIMMYT. Esta ciudad en el Estado de México fue elegida por su larga historia de cultivo y consumo de maíz azul. Las entrevistas se llevaron a cabo en tres lugares diferentes, un mercado tradicional y dos centros comerciales locales, a fin de garantizar que se incluyeran diferentes grupos socioeconómicos.

“Hay cierto orgullo en la tortilla azul. Como mexicanos, la tortilla es algo que nos une», dijo Mariana García Medina, asistente de investigación y entrevistadora. (Foto: Carolyn Cowan/CIMMYT)

El equipo entrevistó a 640 consumidores, haciendo preguntas como dónde compran diferentes tipos de tortillas, en qué platillos usan diferentes tipos de tortillas y si tuvieron dificultades para comprar su tortilla preferida. El equipo también realizó análisis sensoriales y atributos, y dio a los participantes del estudio una opción entre tortillas de maíz azul y maíz blanco hechas a mano y tortillas de maíz blanco hechas a máquina.

Los entrevistados recibieron tres escenarios diferentes. ¿Estarían dispuestos a pagar más por las tortillas azules en comparación con otras tortillas si comieran quesadillas en un restaurante?, ¿servirlas durante un evento especial o la visita de un miembro de la familia?, ¿para consumo diario?

Las respuestas permitieron a los investigadores cuantificar cuánto más estaban dispuestos a pagar los consumidores y en qué circunstancias, ya que se les dieron diferentes puntos de precio para diferentes tipos de tortillas en distintos escenarios.

Colores verdaderos

Los investigadores encontraron que las preferencias por el maíz azul y blanco eran distintas para los diferentes platillos, y que había una preferencia particular por el maíz azul cuando se usaba en platillos tradicionales de esta región, como los tlacoyos o la barbacoa. La mayoría de los consumidores estaban dispuestos a pagar más por tortillas de mayor calidad, independientemente del color, siempre que fueran hechas a mano y frescas con maíz cultivado de manera local. Los entrevistadores también vieron una diferencia notable en la preferencia por las tortillas azules dependiendo de la situación: las tortillas azules se demandan más para ocasiones especiales y en los mercados tradicionales.

«Me pareció fascinante que haya una diferencia en el consumo de maíz azul en función de las circunstancias en las que se está comiendo», dijo Blare. «Esta es una de las innovaciones en nuestro estudio de demanda —no analizar la demanda de un producto alimenticio en general, sino analizar las diferencias en la demanda de un producto en diferentes contextos, lo cual es importante ya que la comida es un componente muy importante para las celebraciones».

«Creemos que hay potencial para replicar esto en otros lugares de México, para ver la preferencia del consumidor y la disposición a los precios del maíz azul y otros productos de maíz de valor agregado», dijo Jason Donovan, economista sénior del CIMMYT. “Esto no solo informará a los agricultores y los mercados, sino también a cómo hacer este tipo de investigación, especialmente en las economías de ingresos medios. Este estudio es el primero de su tipo».

“Como colombiana, ¡realmente me sorprendió que los mexicanos pudieran distinguir entre las tortillas de maíz blanco y azul incluso con los ojos vendados! Realmente muestra la importancia del maíz para su dieta y cultura”, dijo Diana Ospina Rojas (izquierda), asistente de investigación y entrevistadora. (Foto: Carolyn Cowan/CIMMYT)

Aún tenemos el azul

En general, los resultados revelaron que las mujeres estaban dispuestas a pagar un 33% más por las tortillas de maíz azul, mientras que los hombres estaban dispuestos a pagar un 19% más. Por cada año adicional de educación, un consumidor estaba dispuesto a pagar un 1% más por las tortillas de maíz azul. Curiosamente, los ingresos de una persona no tuvieron ningún efecto sobre su voluntad de pagar más por tortillas de maíz azul. Muchas personas entrevistadas expresaron su preferencia por el maíz azul, pero comentaron que no siempre pueden encontrarlo en los mercados locales.

La información recopilada en estos experimentos de elección ayudará a los agricultores, mejoradores y otros actores a lo largo de la cadena de valor del maíz a tomar decisiones más informadas sobre la mejor manera de proporcionar variedades de maíz azul al público y brindar a los consumidores lo que quieren.

«Fue una experiencia muy interesante, nunca antes había participado en una encuesta como esta y creo que es importante tomarse el tiempo para pensar en nuestras decisiones sobre la comida», dijo Brenda López, una de las entrevistadas en el experimento de elección. López prefería las tortillas hechas a mano, especialmente las hechas con maíz azul. «Creo que tienen más sabor», dijo. «Acabo de comprar tortillas hechas a mano en el mercado antes de participar en esta encuesta, pero tuve que comprar blanco porque no había azul».

Otro entrevistado, Luis Alcántara, estuvo de acuerdo. «Prefiero el azul por el sabor, la textura, incluso el olor», dijo. “En casa comemos tortillas hechas a máquina porque es difícil encontrar tortillas hechas a mano, e incluso si las encuentras, no son azules. Compraríamos azul si pudiéramos.

Foto de portada: Tortillas de maíz azul. (Foto: Luis Figueroa)

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Diez cosas que deberías saber sobre el maíz y el trigo

A medida que llegamos al 16 de octubre, es hora de celebrar el Día Mundial de la Alimentación. En el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), te presentamos algunos datos que debes conocer sobre el maíz y el trigo, dos de los cultivos más importantes del mundo.

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1. Miles de millones de personas comen maíz y trigo.

El trigo es el alimento de 2.500 millones de personas en 89 países. Alrededor de mil millones de ellos viven con menos de 1.90 dólares al día y dependen del trigo como su principal alimento.

El maíz es el alimento básico preferido por 900 millones de consumidores de escasos recursos y es el cultivo alimentario más importante del África subsahariana.

Según las cifras de 2017, el maíz se cultiva en 197 millones de hectáreas. El trigo cubre 218 millones de hectáreas, un área más grande que Francia, Alemania, Italia, España y el Reino Unido juntos. La cosecha anual total de estos dos cultivos asciende a aproximadamente 1.9 mil millones de toneladas de grano.

A little girl eats a freshly-made roti while the women of her family prepare more, at her home in the village of Chapor, in the district of Dinajpur, Bangladesh. (Photo: S. Mojumder/Drik/CIMMYT)
Una niña come un roti recién hecho mientras las mujeres de su familia se preparan más, en su casa en el pueblo de Chapor, en el distrito de Dinajpur, Bangladesh. (Foto: S. Mojumder/Drik/CIMMYT)

2. De las 300 000 especies de plantas comestibles conocidas en el mundo, solo 3 representan alrededor del 60% de nuestras calorías y proteínas: el maíz, el trigo y el arroz.

Alrededor de 300 000 especies de plantas en la Tierra podrían servir como alimento, pero los humanos comen solo 200 especies en todo el mundo.

Aproximadamente el 75% de los alimentos del mundo se genera a partir de solo 12 plantas y 5 especies animales. De hecho, más de la mitad de nuestras proteínas y calorías de origen vegetal provienen de solo tres especies: maíz, arroz y trigo.

Farmers Kanchimaya Pakhrin and her neighbor Phulmaya Lobshan weed rice seedling bed sown by machine in Purnabas, Kanchanpur, Nepal. (Photo: P. Lowe/CIMMYT)
Las agricultoras Kanchimaya Pakhrin y su vecina Phulmaya Lobshan cultivan plántulas de arroz sembradas con maquinaria en Purnabas, Kanchanpur, Nepal. (Foto: P. Lowe/CIMMYT)

3. El CIMMYT administra las colecciones de maíz y trigo más diversas de la humanidad.

El banco de germoplasma de la organización, también conocido como banco de semillas, está en el centro de su investigación de mejoramiento de cultivos. Este notable catálogo de diversidad genética viva está compuesto por más de 28 000 colecciones únicas de semillas de maíz y 150 000 de trigo.

Desde sus programas de mejoramiento, el CIMMYT envía medio millón de paquetes de semillas a 800 socios en 100 países cada año. Con investigadores y agricultores, el centro también desarrolla y promueve métodos y herramientas de producción de maíz y trigo más productivos y precisos que ahorran dinero y recursos como el suelo, el agua y los fertilizantes.

Shelves filled with maize seed samples make up the maize active collection in the Wellhausen-Anderson Plant Genetic Resources Center at CIMMYT's global headquarters in Texcoco, Mexico. Disaster-proof features of the bank include thick concrete walls and back-up power systems. (Photo: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)
Estantes llenos de muestras de semillas de maíz conforman la colección activa de maíz en el Centro de Recursos Fitogenéticos Wellhausen-Anderson en la sede mundial del CIMMYT en Texcoco, México. Las características del banco a prueba de desastres incluyen gruesos muros de concreto y sistemas de energía de respaldo. (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)

4. El maíz y el trigo son fundamentales para una renovación del sistema alimentario mundial.

En 2010, la agricultura representó aproximadamente una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Las variedades de maíz y trigo de alto rendimiento y resistentes al clima, junto con un uso más eficiente de los recursos, son un componente clave de la intensificación sustentable de la producción de alimentos necesaria para transformar el sistema alimentario mundial.

Miguel Ku Balam (izquierda), de Quintana Roo, México, cultiva el tradicional sistema mesoamericano de milpa. "Mi apellido Ku Balam significa ‘Dios Jaguar’. Vengo de la cultura maya”, explica. “Nosotros los mayas cultivamos la milpa para la subsistencia. No lo hacemos como un negocio, sino como parte de nuestra cultura, algo que heredamos de nuestros padres". (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)
Miguel Ku Balam (izquierda), de Quintana Roo, México, cultiva el tradicional sistema mesoamericano de milpa. «Mi apellido Ku Balam significa ‘Dios Jaguar’. Vengo de la cultura maya”, explica. “Nosotros los mayas cultivamos la milpa para la subsistencia. No lo hacemos como un negocio, sino como parte de nuestra cultura, algo que heredamos de nuestros padres». (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

5. Debemos aumentar los rendimientos de maíz y trigo para seguir alimentando al mundo.

Para el año 2050, habrá unos 9.7 mil millones de personas viviendo en la Tierra. Para satisfacer la creciente demanda de una población en aumento y una dieta cambiante, los rendimientos de maíz deben aumentar al menos 18% y los rendimientos de trigo 15% para 2030, a pesar de los climas más cálidos y la precipitación más errática.

Farmers walk through a wheat field in Lemo district, Ethiopia. (Photo: P. Lowe/CIMMYT)
Agricultores caminan por un campo de trigo en el distrito de Lemo, Etiopía. (Foto: P. Lowe/CIMMYT)

6. La agricultura climáticamente inteligente permite mayores rendimientos con menos emisiones de gases de efecto invernadero.

Décadas de investigación y aplicación por parte de científicos, extensionistas, especialistas en maquinaria y agricultores han perfeccionado las prácticas que conservan los recursos del suelo y el agua, mejoran los rendimientos en condiciones más cálidas y secas, y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación asociada con el cultivo de maíz y trigo en África, Asia y América Latina.

Kumbirai Chimbadzwa (left) and Lilian Chimbadzwa stand on their field growing green manure cover crops. (Photo: Shiela Chikulo/CIMMYT)
Kumbirai Chimbadzwa (izquierda) y Lilian Chimbadzwa en el campo donde cultivan abono verde. (Foto: Shiela Chikulo/CIMMYT)

7. El trigo integral es bueno para tu salud.

Una revisión exhaustiva de la investigación sobre los cereales y la salud ha demostrado que comer granos enteros, como el pan integral y otras fuentes excepcionales de fibra dietética, es beneficioso para la salud humana y está asociado con un menor riesgo de cáncer y otras enfermedades no transmisibles.

Según este estudio, el consumo de granos integrales se asocia con un menor riesgo de enfermedad coronaria, diabetes, hipertensión, obesidad y mortalidad general. Comer granos enteros y refinados es beneficioso para la salud del cerebro y está asociado con un menor riesgo de diversos tipos de cáncer. La evidencia también muestra que, para la población general, las dietas sin gluten o sin trigo no son inherentemente más saludables y pueden poner a las personas en riesgo de deficiencias dietéticas.

Whole wheat bread. (Photo: Rebecca Siegel/Flickr)
Pan integral. (Foto: Rebecca Siegel/Flickr)

8. El maíz y el trigo biofortificados combaten el «hambre oculta».

El «hambre oculta» es la falta de vitaminas y minerales. Más de 2 mil millones de personas en todo el mundo son demasiado pobres para acceder a dietas diversas y no obtienen suficientes nutrientes esenciales de sus alimentos básicos.

Para abordar esta situación, el CIMMYT —junto con HarvestPlus y socios colaboradores en 18 países— promueven más de 60 variedades de maíz y trigo cuyo grano contiene más micronutrientes esenciales de zinc y provitamina A. Estas variedades biofortificadas son esenciales en la lucha contra el «hambre oculta».

A 2015 study published in The Journal of Nutrition found that vitamin A-biofortified orange maize significantly improves visual functions in children, like night vision. (Photo: Libby Edwards/HarvestPlus)
Un estudio de 2015 publicado en The Journal of Nutrition encontró que el maíz naranja biofortificado con vitamina A mejora significativamente las funciones visuales en los niños, como, por ejemplo, la visión nocturna. (Foto: Libby Edwards/HarvestPlus)

9. 53 millones de personas se benefician del maíz tolerante a la sequía.

El maíz tolerante a la sequía desarrollado por el CIMMYT y sus socios colaboradores que utilizan el mejoramiento convencional proporciona al menos un 25% más de grano que las variedades convencionales en condiciones secas en el África subsahariana; esto representa hasta 1 tonelada por hectárea más de grano en promedio.

Estas variedades ahora se cultivan en casi 2.5 millones de hectáreas, beneficiando a unos 6 millones de hogares o 53 millones de personas.

Un estudio muestra que las variedades de maíz tolerantes a la sequía pueden proporcionar a las familias de agricultores de Zimbabue 9 meses adicionales de alimentos sin costo adicional.

10. El maíz con calidad proteica está ayudando a reducir la desnutrición infantil.

Desarrollado por el CIMMYT durante las décadas de 1970 y 1980 y galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación en el año 2000, el maíz con calidad proteica presenta niveles mejorados de lisina y triptófano, aminoácidos esenciales que pueden ayudar a reducir la desnutrición en niños cuyas dietas dependen en gran medida del maíz.

Two girls eat biofortified maize in Mukushi, Zambia. (Photo: Silke Seco/DFID)
Dos niñas comen maíz biofortificado en Mukushi, Zambia. (Foto: Silke Seco/DFID)

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Anunciados los ganadores de los Premios de Innovación Juvenil en Maíz 2019 – América Latina

El Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE) se complace en anunciar a los ganadores de los Premios de Innovación Juvenil en Maíz 2019 – América Latina. Estos premios reconocen las contribuciones de jóvenes menores de 35 años que están implementando innovaciones en los sistemas agroalimentarios basados en el maíz de América Latina incluyendo la investigación para el desarrollo, los sistemas de semillas, la agroindustria y la intensificación sustentable.

Los ganadores de los premios tendrán la oportunidad de asistir a la XXIII Reunión Latinoamericana del Maíz en Montería, Colombia, donde recibirán sus premios y se les dará la oportunidad de presentar su trabajo. Los ganadores del premio también tendrán la oportunidad de colaborar con el Programa de Investigación de Maíz y sus científicos asociados en América Latina para implementar o promover sus innovaciones.

Esta es la tercera entrega de los premios, seguida de la entrega en Asia en octubre 2018 y en África en mayo 2019.

Felicidades a los ganadores de este año, siente jóvenes excepcionales que trabajan en los sistemas de maíz de América Latina.

Eduardo Cruz Rojo.
Eduardo Cruz Rojo.

Eduardo Cruz Rojo, México – Categoría: Agricultor

Eduardo Cruz Rojo es un joven emprendedor agrícola preocupado por el abandono del campo en su región y las malas prácticas agrícolas que han llevado al campo a dejar de ser rentable. Eduardo es ingeniero en logística y es originario de Alfajayucan, Hidalgo, México. Durante los últimos 4 años ha trabajado en la investigación y producción de maíz enfocándose en el mejoramiento de las prácticas agrícolas para ayudar a los productores a alcanzar mejores rendimientos al incluir mejoramiento del suelo, fertilizantes orgánicos, lombricomposta y control biológico de plagas. Mediante investigación y pruebas, Eduardo ha mostrado a pequeños productores el costo beneficio que implica la adopción de mejores prácticas agrícolas. Estas prácticas amigables con el medio ambiente han beneficiado a los agricultores locales con mejores suelos y rendimientos.

 

Yésica Chazarreta.
Yésica Chazarreta.

Yésica Chazarreta, Argentina – Categoría: Investigadora

Yesica Chazarreta es licenciada en genética y becaria doctoral del Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica. Forma parte del grupo de ecofisiología de cultivos de INTA Pergamino en Buenos Aires, Argentina. Su trabajo se enfoca en comprender el control genético y ambiental de los determinantes fisiológicos del llenado, secado y calidad de granos de maíz en genotipos destinados para grano o silaje. Su objetivo es generar conocimiento que permita avanzar en la mejora de la producción y abrir la posibilidad de establecer programas de mejoramiento diferenciados por épocas de siembra para su región, además de proveer información valiosa para la creación de modelos mecanísticos de predicción de la evolución de la humedad de los granos de maíz. Esta información puede ayudar a los agricultores en la toma de decisiones y elegir cuál es el mejor momento para cosechar. Yesica está interesada en profundizar sobre la calidad de la biomasa de maíz cuando se utiliza para la alimentación animal, una práctica que ha aumentado en su país debido a los cambios en las prácticas de manejo de cultivo relacionadas con los atrasos en la fecha de siembra.

 

Omar Garcilazo Rahme.
Omar Garcilazo Rahme.

Omar Garcilazo Rahme, México – Categoría: Investigador

Omar Garcilazo Rahme es estudiante de posgrado en manejo sostenible de agroecosistemas de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

Omar es ingeniero en alimentos con un profundo interés en la conservación del patrimonio biocultural mexicano, el maíz como alimento básico en su país y los diversos métodos empleados para su producción y preservación. Su proyecto de investigación se enfoca en mejorar los rendimientos económicos, nutricionales y socioculturales asociados con los sistemas de producción de maíz.

Actualmente colabora en una agencia de innovación y transferencia de tecnología en temas de etiquetado nutrimental, macrodatos y soluciones de tecnología aplicada para la industria agroalimentaria.

 

Lucio Reinoso.
Lucio Reinoso.

Lucio Reinoso, Argentina – Categoría: Investigador

Lucio Reinoso es un ingeniero agrónomo con maestría en ciencias agrarias de la Universidad Nacional del Sur, Argentina. Ha trabajado como profesor en la Universidad Nacional de Río Negro desde 2009. Lucio fue becario e investigador por 12 años en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Trabaja en modelos sustentables de producción de maíz bajo riego en los valles irrigados del Norte de la Patagonia, Argentina. Lucio investiga específicamente la adaptación del maíz en condiciones edafoclimaticas de la región con un enfoque en las necesidades hídricas y nutricionales para maximizar la producción sin descuidar el ambiente.

Trabaja con agricultores locales para adoptar la tecnología de siembra directa para escalar y ajustar el manejo de riego que mejora la eficiencia del uso del agua y preserva las características físicas, químicas y biológicas del suelo aumentando su resiliencia.

 

Viviana López Ramírez.
Viviana López Ramírez.

Viviana López Ramírez, Colombia – Categoría: Investigadora

Viviana López Ramírez es ingeniera bióloga con una maestría en medio ambiente de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín.

Actualmente es estudiante de doctorado en ciencias biológicas en la Universidad Nacional de Río Cuarto, Argentina, donde estudia la aplicación de bacteriocinas para el control biológico de bacterias fitopatógenas.

Este trabajo de bacteriosis en maíz es desarrollado por un grupo multidisciplinar y se enfoca en la identificación de bacterias patógenas aisladas de una población diversa de maíz.

 

José Esteban Sotelo Mariche.
José Esteban Sotelo Mariche.

José Esteban Sotelo Mariche, México – Categoría: Agente de cambio

José Esteban Sotelo Mariche es ingeniero agrónomo de Villa de Tututepec en la región costa de Oaxaca, México. Estudió en la Universidad Autónoma Chapingo y tiene diplomados en desarrollo rural y seguridad alimentaria.

Desde 2012 se ha dedicado a la capacitación a pequeños productores de maíz en su región. En 2014 constituyó la Sociedad Integradora Agroempresarial del Rio Verde S.P.R. de R.I. con la finalidad de impulsar la producción y comercialización de productos agropecuarios. Actualmente, el grupo cuenta con más de 80 productores indígenas y afromexicanos. En 2016 comenzó su trabajo con Misienda para ayudar a los agricultores locales a exportar maíz nativo a restaurantes gourmet en Estados Unidos.

Esteban ha trabajado en la integración del Centro de Validación y Transferencia de Tecnología Rural para evaluar sistemas de agricultura de conservación, uso eficiente del agua y agroforestería. El espacio sirve para actividades de capacitación y asistencia técnica a integrantes de la sociedad y agricultores de la región.

 

Carlos Barragan.
Carlos Barragan.

Carlos Barragán, México – Categoría: Agente de cambio

Carlos Barragán es ingeniero en agroecología por la Universidad Autónoma Chapingo, es colaborador del proyecto MasAgro en el estado de Oaxaca en México donde trabaja adaptando sistemas de producción a pequeña escala al cambio climático.

Carlos trabaja en la fertilidad del suelo y el desarrollo de modelos de negocio incluyentes de pequeños productores que atiendan cadenas cortas agroalimentarias.