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Disponible la memoria del 2º Simposio Internacional sobre innovación en agricultura regenerativa

Portada de la Memoria del 2º Simposio Internacional de la Red Latinoamericana de Investigación Agronómica, realizado en septiembre de 2024 en Texcoco, México.
Portada de la Memoria del 2º Simposio Internacional de la Red Latinoamericana de Investigación Agronómica, realizado en septiembre de 2024 en Texcoco, México.

Ya está disponible en el repositorio del CIMMYT la memoria del 2º Simposio Internacional de la Red Latinoamericana de Investigación Agronómica: Agricultura regenerativa: ¿ocurrencia o ciencia?, celebrado del 25 al 27 de septiembre de 2024 en Texcoco, Estado de México, con sedes en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Universidad Autónoma Chapingo.

Este evento reunió a más de 90 participantes, entre productores, académicos, investigadores y técnicos del sector agrícola de América Latina, quienes discutieron el impacto y la relevancia de las prácticas de agricultura regenerativa en el contexto de la sostenibilidad agroalimentaria. Durante los tres días de actividades, se llevaron a cabo talleres especializados, conferencias magistrales, mesas de trabajo y visitas técnicas, en las que se exploró cómo implementar plataformas de investigación agrícola para enfrentar los retos actuales.

La memoria de este simposio recoge las principales conclusiones y avances presentados, lo que proporciona una valiosa fuente de información para todos los interesados en el futuro de la agricultura y la investigación científica aplicada.

Descarga la memoria completa a través de este enlace:
https://repository.cimmyt.org/entities/publication/2bbe95bc-90cd-4f70-b819-3f11f9be327d
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Una guía para la mecanización agrícola sostenible

En un mundo donde el cambio climático y los desafíos de la producción agrícola son cada vez más evidentes, la necesidad de contar con soluciones eficientes y sostenibles nunca ha sido más urgente. Para enfrentar estos retos, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha publicado la Guía para la mecanización agrícola sostenible. Maquinaria a la medida y climáticamente inteligente. Esta obra, desarrollada con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y en el marco de la Iniciativa Excelencia en Agronomía del CGIAR, se presenta como una herramienta clave para los productores de México y otros países, ofreciendo soluciones de maquinaria agrícola adaptadas a los tiempos que corren y con un enfoque en la sostenibilidad y la inteligencia climática.

“La mecanización agrícola no solo debe centrarse en mejorar la productividad, sino también en alinearse con las demandas del cambio climático. En este sentido, la agricultura se enfrenta a un doble desafío: incrementar la producción para satisfacer las crecientes necesidades alimentarias de una población global en expansión y, al mismo tiempo, reducir su impacto ambiental. Aquí es donde entra la mecanización agrícola a la medida y climáticamente inteligente”, señalan los autores de la obra.

Así, el libro ofrece una guía integral para ayudar a los agricultores a identificar qué maquinaria es más adecuada para sus necesidades específicas, tomando en cuenta factores como el tipo de cultivo, las condiciones del terreno y, sobre todo, el clima local.

Una de las grandes innovaciones que presenta esta guía es la idea de la “maquinaria a la medida”. Tradicionalmente, la mecanización agrícola ha estado dominada por grandes equipos, adaptados a cultivos a gran escala y con altos niveles de inversión. Sin embargo, no todas las regiones y productores tienen las mismas necesidades ni los mismos recursos. La guía pone énfasis en la importancia de ofrecer soluciones que sean accesibles, eficientes y adaptadas al tamaño de las parcelas, a la diversidad de cultivos y a las particularidades del medioambiente.

En las diversas zonas agroecológicas del país, el CIMMYT y sus colaboradores han llevado este enfoque para establecer puntos de maquinaria, los cuales son operados por los propios agricultores para que las máquinas, herramientas y aditamentos para una agricultura sustentable estén disponibles para un mayor número de productores, dinamizando además la economía local y con la certeza de que los equipos disponibles son adecuados para el tipo de suelo y los requerimientos locales. Las sembradoras multiuso-multicultivo con cortadores para el manejo de residuos, por ejemplo, son una de las soluciones más solicitadas por los agricultores en los puntos de maquinaria.

“A este enfoque lo denominamos mecanización inteligente porque con una máquina podemos hacer diferentes labores. En el el caso de esta maquinaria que tenemos en este punto de maquinaria en Oaxaca podemos fertilizar y sembrar granos pequeños, o si maíz también podemos configurarla para aplicar únicamente una fertilización. Normalmente las personas aquí lo aplican de forma manual y con un tractor que deshierba lo tapan, pero eso implica el pago de jornales y el pago de la maquinaria, mientras que esta máquina ya hace las dos actividades en conjunto”, comenta Rausel Ovando, del Hub Pacífico Sur.

“Se denomina inteligente porque nos permite adaptarla a diferentes condiciones e incluso cultivos. Entonces es maquinaria apropiada en la escala, apropiada a las condiciones, al tamaño de la parcela y al tipo de productor”, mencionan los especialistas, enfatizando en que esta guía de mecanización no son un modelo único para todos los productores, sino más bien un enfoque que les permite a los productores personalizar la solución, al personelegir las herramientas que realmente les ayuden a optimizar sus procesos, sin generar un impacto negativo en su entorno.

El concepto de inteligencia climática es otro de los pilares centrales de esta guía. En este sentido, CIMMYT y sus colaboradores proponen el uso de tecnologías que puedan optimizar los recursos naturales ante la variabilidad climática, subrayando, además, que  la mecanización agrícola no puede verse como un proceso aislado, por lo que debe ir acompañada de un enfoque integral que considere también la formación continua de los productores, el acceso a recursos financieros y la implementación de políticas públicas que fomenten la adopción de estas tecnologías sostenibles.

Finalmente, el libro también resalta la importancia de la colaboración entre los diferentes actores del sector agrícola, desde los gobiernos y las instituciones de investigación hasta las empresas proveedoras de tecnología y los propios agricultores, ya que solo a través de una colaboración estrecha y multidimensional, enfatiza, se podrán alcanzar los objetivos de una agricultura más eficiente, equitativa y resiliente.

Descarga el libro dando clic en la imagen:

Guía para la mecanización agrícola sostenible. CIMMYT, 2024.
Guía para la mecanización agrícola sostenible. CIMMYT, 2024.

 

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Enlace 64: Mecanización agrícola sustentable

Desde el año 2019 el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) promueve la mecanización agrícola en países de Asia y África con el objetivo de aumentar la productividad agrícola y la creación de oportunidades de empleo, adaptando y adoptando innovaciones técnicas y organizativas en las cadenas de valor agroalimentarias.

Recientemente, en el marco del programa de los Centros de Innovación Verde para el Sector Agrícola y Alimentario (GIC) —que la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ, por sus siglas en alemán) ha puesto en marcha en 14 países africanos, India y Vietnam—, expertos en del CIMMYT han desarrollado un amplio trabajo sobre mecanización agrícola sostenible. Sobre estos esfuerzos da cuenta la edición 64 de la Revista EnlACe.

A través del proyecto Centros de Innovación Verde, financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania y ejecutado por la GIZ, el CIMMYT contribuye a modernizar e innovar una gran cantidad de cultivos y cadenas de valor agrícolas. Los expertos del CIMMYT asesoran y apoyan a los GIC individuales para anclar de manera sostenible las innovaciones de mecanización poscosecha y cuestiones amigables con el género, fomentar las relaciones comerciales Sur-Sur y fortalecer las estructuras de desarrollo de competencias y capacidades en ambos continentes.

El número 64 de la Revista Enlace también incluye contenidos sobre proyectos innovadores que el CIMMYT y sus colaboradores impulsan en territorio nacional, como Aguas Firmes, con Grupo Modelo y GIZ; Agriba Sustentable, con Pepsico México y Grupo Trimex; y el proyecto con Walmart Foundation que en el sur-sureste de México busca mejorar la sustentabilidad, el liderazgo comunitario y la asociatividad como base para el desarrollo de los agricultores de pequeña escala.

La edición XIV (64) de la Revista Enlace del CIMMYT está disponible en línea para su descarga gratuita en el siguiente enlace:

Revista Enlace - Edición XIV (64)
Revista Enlace – Edición XIV (64). CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR.

Te animamos a revisar las páginas de esta revista y explorar las perspectivas y soluciones innovadoras que están impulsando la agricultura sustentable a nivel global. No dudes en compartir esta edición con colegas, amigos y todos aquellos interesados en la agricultura sustentable y el mejoramiento de cultivos. Juntos, podemos construir un futuro más sustentable. ¡Feliz lectura!

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Estación Experimental Agua Fría, 20 años de servicio

Las estaciones experimentales son espacios clave para la agricultura y la seguridad alimentaria global. En ellas se buscan soluciones a los principales problemas, presentes y futuros, a los que se enfrentan los agricultores y que, por consecuencia, potencialmente podrían incidir en la seguridad alimentaria de las sociedades si es que no se les atiende.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) opera cinco estaciones de investigación agrícola en México. Están ubicadas estratégicamente en todo el país para responder a las necesidades de los agricultores de las diferentes regiones, desde los que están en las zonas áridas del norte hasta aquellos que cultivan en las zonas templadas y tropicales del centro y sur-sureste.

La Estación Experimental Agua Fría, una de esas cinco estaciones operadas por el CIMMYT, cumple este 2023 “20 años de servicio a la investigación científica para el desarrollo de nuevas líneas mejoradas de maíz y trigo, y de sistemas de cultivos más productivos y sostenibles que contribuyen a la seguridad alimentaria en el mundo y a reducir los impactos del cambio climático”, menciona la  edición especial de la Revista EnlACe que ya está disponible para su lectura.

En este número se relatan los antecedentes, establecimiento y desarrollo de la estación, “ubicada en el estado de Puebla, México, con una altitud de 110 metros sobre el nivel del mar; una estación representativa de las condiciones de las tierras bajas y húmedas, y la principal estación tropical utilizada por el Programa Global de Maíz del CIMMYT”.

“A lo largo de dos décadas, investigadores, técnicos, profesionistas, mejoradores, estudiantes y un equipo de trabajo comprometido, han colocado a la estación de Agua Fría, como un referente nacional e internacional para el estudio e investigación de materiales con altos rendimientos y con resistencia a enfermedades, insectos y pudrición de mazorcas en las condiciones ambientales de humedad de la zona”.

Entre otros temas, el número 63 de EnlACe aborda la tecnología de los dobles haploides —la cual ha facilitado el desarrollo de híbridos altamente competitivos en rendimiento y características agronómicas— y el mejoramiento y desarrollo de variedades de maíz con calidad proteica (QPM). Te invitamos a descargar la revista.

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Retos de la seguridad alimentaria y cómo abordarlos

En un mundo que todavía no se recupera de los efectos de la pandemia y donde se desarrollan conflictos que afectan la producción y distribución de alimentos, hay cerca de 811 millones de personas padeciendo hambre. En este contexto, donde además el tema de los fertilizantes a nivel internacional sigue siendo complejo, ¿cómo producir los granos básicos que necesitan las sociedades?, ¿cómo incrementar la seguridad alimentaria ante los retos del cambio climático y la complejidad socioeconómica actual?

Portada de EnlACe: La revista de la Agricultura de Conservación No. 60.
Portada de EnlACe: La revista de la Agricultura de Conservación No. 62

En su edición 62, la Revista EnlACe del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ofrece un acercamiento a su estrategia 2030 que busca poner la crisis climática en el centro de la investigación mundial sobre seguridad alimentaria y transformar los sistemas alimentarios, terrestres e hídricos.

En el camino hacia el 2030, el CIMMYT continúa e intensifica el establecimiento de alianzas con organizaciones de todos los sectores. En este número, se exponen los puntos clave de diversas iniciativas para incrementar la producción de granos. Con respecto al maíz amarillo en el sur-sureste del país, por ejemplo, destaca un convenio con la Cámara Nacional del Maíz Industrializado (CANAMI) que busca mpliar la capacidad de producción de semilla, con tecnología adecuada y sistemas para incrementar la capacidad de almacenaje.

Por supuesto, la seguridad alimentaria en México y otros países de América Latina también implica considerar sistemas de producción tradicionales como la milpa, donde la innovación y la conservación de semillas son retos que se están abordando en alianza con el sector público y organizaciones de productores con quienes destaca, por ejemplo, un relevante proyecto para desarrollar híbridos de maíz azul con buen rendimiento.

Con respecto al trigo, otro de los granos esenciales para la seguridad alimentaria, se describen diversas investigaciones del CIMMYT en el Valle del Yaqui y se recapitulan las contribuciones del equipo de científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el CIMMYT por las que recibieron el premio Gene Stewardship 2022, otorgado por la Borlaug Global Rust Iniciative (BGRI).

Abastecimiento responsable con la agroindustria, proyectos para mejorar la sustentabilidad hídrica de acuíferos sobreexplotados, y otras iniciativas impulsadas por el programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMYT (que reúne economía agrícola mundial, análisis de sistemas sobre innovaciones agroalimentarias y sistemas agrícolas para el desarrollo en África, Asia y América Latina) forman parte de los contenidos que se incluyen en el más reciente número de la Revista EnlACe, disponible ya de forma gratuita.

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Las minisembradoras aumentan el suministro de alimentos y los beneficios de los cultivadores de maíz de Nepal, según un nuevo estudio

El uso de minisembradoras ligeras de entre 5 y 9 caballos de potencia por parte de los pequeños agricultores de las medianías de Nepal redujo los costos de labranza e incrementó el rendimiento del maíz al facilitar su cultivo en el momento oportuno, mejorando así la autosuficiencia alimentaria y los beneficios agrícolas y reduciendo la pobreza rural, según muestra un nuevo estudio realizado por un equipo internacional de científicos.

El estudio, publicado en el Journal of Economics and Development, recoge los resultados de una encuesta realizada en granjas agrícolas en las que participaron más de 1.000 hogares representativos de 6 distritos de la zona media de las colinas, una región de terreno escarpado donde el maíz de secano es un cultivo básico, la emigración de los habitantes en edad de trabajar hace que la mano de obra agrícola sea escasa y costosa, y los agricultores de pequeñas propiedades fragmentadas suelen labrar las parcelas a mano o con arados tirados por bueyes.

«Los tractores convencionales de dos o cuatro ruedas son difíciles de manejar en la accidentada topografía de las medianías», afirma Gokul P. Paudel, investigador que colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Universidad Leibniz de Hannover (Alemania), y autor principal del estudio. «Las granjas son pequeñas y las minisembradoras encajan bien. Las granjas muy pequeñas —las que tienen menos de 0.4 hectáreas de tierra y normalmente no disponen de mano de obra contratada ni de maquinaria más grande— son las que más se beneficiaron de la adopción de la minisembradora.»

El documento es el primero que proporciona vínculos empíricos entre la mecanización de las granjas agrícolas a pequeña escala y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, en particular el de Fin de la pobreza (ODS-1) y el de Hambre Cero (ODS-2).

«Dada su pobreza rural y la consiguiente emigración de las zonas agrícolas a las ciudades y a otros países, Nepal se ha convertido cada vez más en un país exportador de mano de obra», explicó Paudel, que colaboró en este estudio con investigadores del Instituto del Banco Asiático de Desarrollo y de la Universidad de Cornell. «Nuestra investigación puede ayudar a orientar las inversiones de Nepal y otros países en desarrollo en la mecanización agrícola adecuada a la escala, apoyando a quienes desean permanecer en las granjas rurales y salir adelante.»

Maquinistas poniendo en marcha la minisembradora en el distrito de Kavrepalanchok, en las montañas medias de Nepal. (Foto: CIMMYT)

Según Tim Krupnik, agrónomo de sistemas del CIMMYT y coautor del estudio, el equipo científico descubrió que el tamaño de las granjas, la escasez de mano de obra, la escasez de animales de tiro y la proximidad del mercado son factores importantes que facilitan la adopción de una mecanización adecuada en Nepal.

«Las pequeñas granjas dominan más de dos tercios de los sistemas agrícolas a nivel mundial», dijo Krupnik. «El interés por la mecanización agrícola adaptada a la escala está creciendo rápidamente, sobre todo entre donantes y gobiernos, y es crucial disponer de medidas empíricas prácticas de su impacto». Las conclusiones del último estudio colman esta laguna de conocimientos y aportan pruebas suficientes para dar prioridad a la difusión de tecnologías apropiadas entre los pequeños agricultores.

Krupnik señaló que, a través de su oficina en Nepal y de sólidas actividades compartidas de investigación y desarrollo de capacidades, el CIMMYT ha trabajado durante casi cuatro décadas con científicos nepalíes y socios para el desarrollo, incluidos el Consejo de Investigación Agrícola de Nepal (NARC) y el Ministerio de Desarrollo Agrícola y Ganadero (MoALD), para aumentar la productividad y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas basados en el maíz y el trigo del país.

Además de las sólidas alianzas gubernamentales, el CIMMYT trabaja estrechamente en Nepal con diversas organizaciones no gubernamentales y, lo que es más importante, mano a mano con fabricantes, minoristas y mecánicos privados de maquinaria agrícola.

Lea el estudio completo aquí.

Foto de portada: En el distrito de Palpa, en las montañas de Nepal, una agricultora labra la tierra para sembrar maíz. (Foto: Gokul Paudel/CIMMYT)

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Adaptar las temporadas de cultivo al cambio climático puede aumentar el rendimiento de los cultivos básicos del mundo

El aumento de las temperaturas globales debido al cambio climático está modificando los ciclos de crecimiento de los cultivos en todo el mundo. Registros recientes de Europa muestran que las plantas silvestres y cultivadas crecen antes y más rápido debido al aumento de las temperaturas.

Los agricultores tienden a cultivar cuando las condiciones meteorológicas son más favorables. Al desplazarse estos periodos debido al cambio climático, los calendarios de siembra están cambiando con el tiempo.

A lo largo de miles de años de domesticación y posterior mejoramiento de los cultivos, el ser humano ha conseguido modificar artificialmente la respuesta de las variedades a la temperatura y la duración del día, ampliando así la superficie cultivable. Ahora los agricultores pueden elegir variedades que maduran a ritmos diferentes y adaptarlas a su entorno.

Incluir las decisiones de los agricultores sobre cuándo cultivar y qué variedades cultivar son ingredientes vitales para comprender cómo el cambio climático está afectando a los cultivos básicos en todo el mundo y cómo la adaptación podría contrarrestar los efectos negativos.

En un estudio pionero, un equipo de investigadores del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), la Universidad Técnica de Múnich y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) investigó cómo afectan las decisiones de gestión de los agricultores a las estimaciones del rendimiento futuro de los cultivos mundiales en condiciones de cambio climático.

«Durante mucho tiempo, la parametrización de los modelos de cultivos globales en lo que respecta al calendario y la fenología de los cultivos ha sido un reto», afirma Sara Minoli, primera autora del estudio. «La publicación de calendarios globales de siembra y cosecha ha permitido avances en los modelos de cultivos a escala global y simulaciones de rendimiento más precisas; sin embargo, existe un vacío de conocimiento sobre cómo podrían evolucionar los calendarios de cultivos bajo el cambio climático. Si queremos estudiar el futuro de la producción agrícola, necesitamos modelos que puedan simular no sólo el crecimiento de los cultivos, sino también las decisiones de gestión de los agricultores.»

Mediante simulaciones informáticas y modelos basados en procesos, el equipo proyectó los calendarios de siembra y maduración de cinco cultivos básicos, maíz, trigo, arroz, sorgo y soya, adaptados a un periodo climático histórico (1986-2005) y a dos periodos futuros (2060-2079 y 2080-2099). A continuación, el equipo comparó los periodos de crecimiento de los cultivos y sus correspondientes rendimientos en tres escenarios: sin adaptación, en el que los agricultores siguen con las fechas de siembra y variedades históricas; adaptación oportuna, en el que los agricultores adaptan las fechas de siembra y variedades en respuesta al cambio climático; y adaptación retardada, en el que los agricultores retrasan 20 años el cambio de fechas de siembra y variedades.

Los resultados del estudio, publicado el año pasado en Nature Communications, revelaron que las fechas de siembra condicionadas por la temperatura sufrirán mayores cambios que las condicionadas por las precipitaciones. Los investigadores descubrieron que la adaptación podría aumentar el rendimiento de los cultivos en un 12%, en comparación con la no adaptación, y que el maíz y el arroz mostraban el mayor potencial de aumento del rendimiento de los cultivos, con un 17%. Esto, a su vez, reduciría los efectos negativos del cambio climático y aumentaría el efecto fertilizante del incremento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.

También descubrieron que en el futuro se necesitarán variedades de cultivos de maduración más tardía, especialmente en latitudes más altas.

«Nuestras conclusiones indican que hay margen para mantener y aumentar la productividad de los cultivos, incluso bajo la amenaza del cambio climático. Desgraciadamente, cambiar las fechas de siembra —una medida de muy bajo costo— no es suficiente, y debe complementarse con la adaptación de todo el ciclo de cultivo mediante el uso de diferentes cultivares», dijo Minoli.

Otro aspecto importante de este estudio, según Anton Urfels, agrónomo de sistemas del CIMMYT y coautor del estudio, es que tiende un puente sobre el espectro GxMxE (Gen-Gestión-Medio Ambiente) utilizando simulaciones de cultivos como herramienta interdisciplinar para evaluar interacciones complejas entre dominios científicos.

«Aunque los cultivos modelizados no representan cultivares reales, los resultados aportan información a los mejoradores sobre la duración del crecimiento de los cultivos (es decir, la necesidad de variedades de mayor duración) que se necesitará en el futuro, así como información agronómica sobre las épocas de siembra y cosecha en los principales regímenes climáticos mundiales. Se necesitarán más estudios interdisciplinarios de este tipo para abordar los complejos retos a los que nos enfrentamos en la transición de nuestros sistemas alimentarios hacia otros más sostenibles y resistentes», afirmó Urfels.

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: Mejoradores de maíz del CIMMYT utilizaron modelos climáticos del Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) para fundamentar las decisiones de mejoramiento. (Foto: L. Sharma/Marchmont Communications)

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Siguiendo el desarrollo y alcance de la investigación sobre el clima del CIMMYT

Las organizaciones de investigación para el desarrollo generan una gran cantidad de conocimientos. Sin embargo, debido a las limitaciones de tiempo y recursos, este conocimiento no se ha analizado sistemáticamente, y la dinámica de cómo se comparte la investigación en línea no se ha comprendido plenamente.

Hoy en día, los avances técnicos en minería de textos, análisis de redes y análisis de hipervínculos han hecho posible captar las conversaciones en torno a los resultados de la investigación mencionados casi en cualquier lugar de la web. Han surgido nuevas metodologías de investigación digital que ofrecen enfoques integrales para aprovechar los datos a través de la web y sintetizarlos de formas que serían imposibles de llevar a cabo utilizando enfoques tradicionales.

En un estudio publicado en Nature Scientific Reports, científicos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se asociaron con investigadores de la Universidad de Coimbra y la Universidad de Molise para investigar cómo se está desarrollando la investigación del CIMMYT en cambio climático y agricultura sensible al clima y en qué medida el centro está intercambiando conocimientos con comunidades de todo el mundo.

Utilizando la minería de textos, el análisis de redes sociales y el análisis de hipervínculos para descubrir tendencias, narrativas y relaciones en espacios digitales como bases de datos de investigación, repositorios institucionales y Twitter, el equipo descubrió que el CIMMYT ha aumentado constantemente su atención a la investigación sobre el cambio climático y está compartiendo eficazmente este conocimiento en todo el mundo. Los autores también descubrieron que la investigación climática del CIMMYT se centraba en tres países principales: México, India y Etiopía.

El novedoso marco analítico desarrollado por el equipo ayudará a los científicos a rastrear dónde se comparte y discute su investigación en la web, desde las bases de datos tradicionales de revistas científicas hasta las redes sociales.

«El marco analítico web propuesto en este artículo podría ser una herramienta útil para que muchas organizaciones de investigación para el desarrollo evalúen el alcance de su producción, difusión e influencia del conocimiento desde una perspectiva integrada que cartografíe tanto el panorama científico como el compromiso público», afirma Bia Carneiro, primera autora del artículo.

Los resultados del estudio mostraron que la difusión de la investigación del CIMMYT sobre la ciencia del clima era mayor en las plataformas académicas y de investigación, pero también se reflejaba en las redes sociales y en los sitios web de gobiernos y organizaciones internacionales de todo el Norte y el Sur.

Las conclusiones del estudio son importantes para la descolonización de la ciencia y la democratización del debate científico. Muestran que el CIMMYT está descolonizando la ciencia del clima al compartir, crear y cocrear conocimientos con comunidades de todo el mundo, especialmente en América Latina, Asia meridional y África. En Twitter, el equipo observó que casi todos los países eran mencionados en las conversaciones de Twitter del CIMMYT.

El estudio también muestra que el CIMMYT está llevando la ciencia del clima y la agricultura sensible al clima al debate público, en particular a través de las plataformas de medios sociales, aunque señalan que hay potencial para compartir más conocimientos a través de estos canales.

Según Tek Sapkota, científico de Sistemas Agrícolas y Cambio Climático del CIMMYT y coordinador del estudio, este tipo de análisis ayuda a las organizaciones de investigación para el desarrollo a comprender cómo percibe la gente de todo el mundo su experiencia en la materia, identificar su ventaja comparativa y desarrollar la propuesta de valor de su trabajo de cara al futuro.

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: Red de menciones en Twitter de la cuenta oficial del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (@CIMMYT). (Crédito: Nature Scientific Reports)

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Estrategias de mitigación climática del sector AFOLU en México

Las tareas vitales para que cada país reduzca sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y sus limitadas salidas de carbono son desalentadoras, especialmente con los plazos de 2030 impuestos por el Acuerdo de París a sólo ocho años de distancia. Las partes interesadas nacionales se beneficiarían enormemente de hojas de ruta que identifiquen hitos realistas y alcanzables para señalar el camino a seguir.

Los investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han proporcionado precisamente esa ruta. Utilizando datos fácilmente disponibles, desarrollaron métodos de evaluación rápida y costos de adopción para la mitigación relacionada con los cultivos, la ganadería y la silvicultura, con el fin de identificar lugares y acciones prioritarias. Su artículo se publicó en Carbon Management.

Aplicando estos métodos para México, los investigadores hallaron un potencial nacional de mitigación de 87.88 millones de toneladas métricas (Mt) equivalentes de dióxido de carbono al año.

«Ante un problema tan abrumador como el cambio climático, puede resultar difícil para una persona, una organización y, sobre todo, para toda una nación saber por dónde empezar. Hemos desarrollado un marco de evaluación rápida, probado en India, Bangladesh y México, pero creemos que otras naciones también pueden utilizar nuestros métodos», afirma Tek Sapkota, director del proyecto y primer autor del trabajo.

La investigación se centró específicamente en la mitigación del cambio climático en la agricultura, la silvicultura y otros usos de la tierra (AFOLU). La agricultura y el cambio de uso de la tierra relacionado contribuyeron con alrededor del 23% de las emisiones antropogénicas de GEI del mundo en 2016, y se espera que esa cifra aumente a medida que sea necesario producir más alimentos para la creciente población mundial.

Garbanzos plantados sobre residuos de trigo en agricultura de conservación. (Foto: Iván Ortiz-Monasterio/CIMMYT)

El punto de partida de los investigadores fue cuantificar las emisiones de referencia y analizar las principales fuentes de emisión. El sector AFOLU de México es responsable del 14.5% del total nacional de emisiones de GEI. En el sector agropecuario de México, las emisiones de metano y óxido nitroso proceden de las actividades ganaderas (fermentación entérica y fertilizantes), así como de las actividades agrícolas (gestión del suelo y quema de residuos de cultivos en el campo). En cuanto al uso de la tierra, las emisiones y absorciones de dióxido de carbono se derivan de los cambios en las tierras forestales, los pastos, las tierras agrícolas, los humedales y los asentamientos.

Entre las actividades identificadas para la mitigación de GEI en la producción de cultivos se incluye evitar las subvenciones a los fertilizantes, ya que éstas tienden a recompensar el uso ineficiente del nitrógeno. Sin embargo, las subvenciones podrían ser útiles para animar a los agricultores a adoptar una gestión más eficiente del nitrógeno. La nivelación de precisión de los campos de cultivo puede ayudar a reducir las emisiones de GEI al reducir el tiempo de cultivo y mejorar la eficiencia de los fertilizantes y el agua de riego, así como la adopción de prácticas de agricultura de conservación, como la labranza cero.

«La adopción de estas prácticas no sólo reducirá las emisiones de GEI, sino que también ayudará a aumentar la productividad», afirmó Iván Ortiz-Monasterio, coautor y coordinador en México del estudio.

En el sector ganadero, las posibilidades de mitigación identificadas son la creación de programas oficiales, el apoyo financiero y la capacitación en compostaje y biodigestores. En el sector AFOLU, los investigadores identificaron opciones como la deforestación cero y la compensación de C en el mercado.

Además de trazar los beneficios de mitigación de actividades específicas, los investigadores también consideraron los costes asociados a la ejecución de dichas actividades. «El examen de estas actividades junto con el costo de su ejecución proporciona una imagen completa a los organismos de ejecución para identificar y priorizar sus esfuerzos de mitigación en consonancia con sus objetivos de desarrollo», afirmó Sapkota. Por ejemplo, algunos esfuerzos, como el aumento de la eficiencia en el uso del nitrógeno, no proporcionan los mayores beneficios climáticos pero son relativamente baratos de realizar, mientras que el establecimiento y mantenimiento de mercados de captura de carbono proporciona grandes reducciones de GEI, pero pueden ser caros de implementar.

Los investigadores examinaron los datos espaciales de AFLOU disponibles públicamente para cada estado mexicano. A nivel estatal, los potenciales de mitigación de AFOLU fueron mayores en Chiapas (13 Mt CO2eq), seguido de Campeche (8Mt CO2eq), lo que indica que estos estados pueden considerarse los más prioritarios para los esfuerzos de mitigación. Identificaron otros 11 estados (Oaxaca, Quintana Roo, Yucatán, Jalisco, Sonora, Veracruz, Durango, Chihuahua, Puebla, Michoacán y Guerrero) como medianamente prioritarios, con potenciales de mitigación de 2.5 a 6.5 Mt CO2eq.

«Nuestros resultados, basados en datos y evidencias, pueden ayudar al gobierno de México a afinar su inventario nacional de GEI y su objetivo de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, así como a monitorear los avances», dijo Eva Wollenberg, coordinadora general del estudio y profesora investigadora de la Universidad de Vermont, Estados Unidos. «Este análisis proporciona además un ejemplo de metodología y resultados para ayudar a informar futuros esfuerzos en otros países además de México».

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: Maíz bajo en nitrógeno (al frente) y alto en nitrógeno (atrás) sembrado para abordar la eficiencia en el uso del nitrógeno. (Foto: Iván Ortiz-Monasterio/CIMMYT)

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Una solución sostenible a la carencia de micronutrientes

La carencia de zinc afecta a un tercio de la población mundial; la de vitamina A es un problema de salud pública prevalente en muchas partes del África subsahariana y el sur de Asia. Esto incluye a países como Nepal, donde las alarmantes tasas de carencia de micronutrientes contribuyen a una serie de problemas de salud en diferentes grupos de edad, como el retraso del crecimiento, el debilitamiento del sistema inmunitario y el aumento de la mortalidad materna e infantil.

A falta de opciones asequibles para la diversificación de la dieta, el enriquecimiento de los alimentos o la suplementación con nutrientes, el bioenriquecimiento de los cultivos sigue siendo una de las soluciones más sostenibles para reducir la carencia de micronutrientes en el mundo en desarrollo.

Después de que una encuesta nacional de 2016 sobre el estado de los micronutrientes pusiera de manifiesto la prevalencia de la deficiencia de zinc y vitamina A entre las comunidades rurales de las provincias montañosas occidentales de Nepal, un equipo de investigadores del Consejo de Investigación Agrícola de Nepal y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) propuso un estudio para evaluar el rendimiento de las variedades de maíz enriquecidas con zinc y provitamina A.

Centrándose en la zona de la cuenca fluvial de la provincia de Karnali —donde el maíz es el cultivo alimentario básico para la mayoría de la población— realizaron dos ensayos de campo diferentes utilizando un diseño de celosía alfa para identificar genotipos de maíz bioenriquecidos con zinc y provitamina A consistentes y competitivos en rendimiento a lo largo de las estaciones contrastadas de febrero a julio y de agosto a febrero.

El estudio, publicado recientemente en Plants, comparó el rendimiento de genotipos de maíz recién introducidos con variedades locales, centrándose en la agromorfología general, el rendimiento y el contenido de micronutrientes. Además de registrar niveles más altos de zinc en el grano y de carotenoides totales, descubrió que varios de los genotipos biofortificados con provitamina A y zinc mostraban una mayor consistencia de rendimiento en diferentes entornos en comparación con las variedades normales de maíz ampliamente cultivadas.

Los resultados sugieren que estos genotipos podrían ser herramientas eficaces para combatir la carencia de micronutrientes en la zona y reducir así el hambre oculta, además de mejorar el valor nutritivo de los piensos para el sector avícola, donde el maíz rico en micronutrientes es muy apetecido.

«Uno de cada tres niños menores de cinco años de Nepal y la mitad de los niños de la zona estudiada están desnutridos. La introducción y difusión de semillas y variedades de maíz biofortificadas ayudará a mitigar la intrincada red de inseguridad alimentaria y nutricional, especialmente entre mujeres y niños.» afirma AbduRahman Beshir, especialista en sistemas de semillas del CIMMYT para Asia y coautor de la publicación. Reforzar estas iniciativas de desarrollo de productos y mejorar las vías de distribución de semillas de calidad fomentará la producción sostenible y las cadenas de valor de los cultivos bioenriquecidos, añadió Beshir.

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: El trabajador agrícola Bharat Saud recoge maíz de una desgranadora impulsada por 4WT en Rambasti, Kanchanpur, Nepal. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)