Categorías
Noticias

México envía semillas a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard

Equipo del Banco de Germoplasma que participó en el nuevo envío de semillas a Svalbard. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Equipo del Banco de Germoplasma que participó en el nuevo envío de semillas a Svalbard. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

En un acto que subraya el compromiso de México con la preservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria global, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) realizó su noveno envío de semillas de maíz a la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Este depósito marca un hito significativo: con él, se completa el 90 % de la colección de maíz y el 92 % de la de trigo, lo que consolida a CIMMYT en uno de los principales custodios del patrimonio biocultural agrícola mundial.

La Bóveda de Svalbard, conocida como la «bóveda del fin del mundo», es un imponente depósito ubicado en una isla noruega, a más de 8 mil kilómetros de México. Su objetivo es resguardar semillas de todo el mundo para proteger la biodiversidad ante desastres naturales, conflictos o los efectos del cambio climático. Con este reciente envío, México refuerza su papel en la conservación de semillas que, en situaciones críticas, podrían significar la diferencia entre el colapso o la resiliencia de los sistemas alimentarios globales.

Cristian Zavala, experto en conservación de germoplasma del CIMMYT, resaltó la relevancia de este envío para las colecciones de maíz y trigo. «Este envío es fundamental para asegurar la disponibilidad de la semilla en el futuro», mencionó Zavala, y aludió al largo proceso necesario para completar el respaldo de las colecciones. «Aunque no es el último envío para Svalbard, es un envío fundamental para asegurar la disponibilidad de las semillas en el futuro«, añadió.

Este esfuerzo no solo busca proteger la diversidad genética de estos cultivos, sino también asegurar que las semillas estén disponibles para su distribución. Zavala explicó: «Además del respaldo del 92 % en este envío, la colección de trigo alcanza un 90 % de disponibilidad para su distribución, lo cual nos hace elegibles para participar en financiamiento a largo plazo». Esta disponibilidad es clave para garantizar la seguridad alimentaria y permite que estas semillas puedan ser recuperadas y distribuidas a las regiones que puedan requerir su repatriación o rematriación.

El Banco de Germoplasma del CIMMYT en Texcoco, que alberga las colecciones más grandes y diversas de maíz y trigo en el mundo, no solo sirve a México, sino a toda la humanidad. Estas semillas, resguardadas como un «bien global», están disponibles para la investigación, la agricultura y la educación. «Cuando hablamos de un bien público o un bien global, nos referimos a que toda la humanidad tiene derecho a disfrutar de esta diversidad de manera responsable», afirmó Zavala.

La bóveda de Svalbard, con su capacidad para resistir desastres naturales y otras amenazas, representa una garantía para los países que resguardan sus colecciones de semillas ahí. En palabras de Zavala: «En caso de perder esta diversidad, los únicos que pueden y tienen la capacidad de devolverla a sus lugares de origen son este tipo de bancos de germoplasma». Este refleja el esfuerzo global y colaborativo que implica preservar la biodiversidad agrícola.

Este logro es el resultado del trabajo colectivo. «Para poder realizar este envío, fue necesaria la participación de un equipo muy grande de personas. Este año participaron alrededor de 50 personas para lograr respaldar este set de semillas«, afirmó Zavala. La conservación de los recursos genéticos es un esfuerzo de equipo, que involucra a múltiples actores para garantizar la disponibilidad de estas semillas en el futuro.

El envío a Svalbard es un recordatorio de la importancia de los bancos de germoplasma como herramientas cruciales para enfrentar los desafíos del cambio climático y asegurar la seguridad alimentaria global. Las semillas enviadas no están destinadas para su cultivo inmediato, sino que funcionarán como una copia de seguridad, listas para ser utilizadas en caso de que una catástrofe afecte las colecciones originales. Así, México contribuye a un bien público de inestimable valor para toda la humanidad.

En un mundo cada vez más vulnerable a los efectos del cambio climático, la pérdida de biodiversidad o la inestabilidad social, estos envíos son más que un simple almacenamiento. Son un acto de responsabilidad colectiva que permite a la humanidad mantener la capacidad de alimentarse y prosperar.

Categorías
Noticias

Trazar caminos para transformar la agricultura hortícola

Foto grupal de los participantes del taller. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)
Foto grupal de los participantes del taller. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)

En diciembre de 2023, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el World Vegetable Center (WorldVeg) establecieron una alianza para promover la diversificación sostenible de los sistemas alimentarios, impulsar buenas prácticas agrícolas y desarrollar sistemas de producción de cereales y hortalizas, así como cadenas de valor agroalimentarias seguras y sostenibles. Este esfuerzo conjunto ha tomado un nuevo impulso con la realización de un taller estratégico el 14 y 15 de octubre de 2024, diseñado para identificar desafíos y oportunidades en la cadena de valor hortícola de México y América Latina.

Durante estos dos días, la Red Mexicana de Hortalizas reunió a actores clave del sector agrícola para fortalecer la colaboración entre el CIMMYT y el WorldVeg, además de trazar un plan para transformar la producción y comercialización de hortalizas en México, y ampliar así su impacto a nivel regional. El evento se realizó en la sede global del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México.

El taller inició con la bienvenida por parte de representantes de ambas organizaciones —Alvin Poncin, director general de Transformación de WorldVeg; y Sylvanus Odjo, científico y líder en Innovación de Tecnología Agrícola del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMYT—, quienes destacaron la importancia de fortalecer las cadenas de valor hortícolas en México. Los participantes, entre los que se contaron investigadores, agrónomos y representantes de cooperativas, compartieron sus expectativas para el evento, coincidiendo en la importancia de esta colaboración.

Posteriormente, se realizaron presentaciones clave. Roland Schafleitner, líder del Programa Insignia-Diversidad y Mejora de Hortalizas y jefe de Genética Molecular de WorldVeg, ofreció una visión general de las actividades de su organización, mientras que Derek Barchenger, científico de Mejoramiento de Pimientos de WorldVege, actualizó a los asistentes sobre las iniciativas en América Latina y el Caribe. Uno de los momentos más relevantes fue la presentación de Jesús Arévalo, director de Innovación y Desarrollo de FERTILAB, quien expuso los resultados preliminares del mapeo de cooperativas hortícolas en México, en la que subrayó la importancia de trabajar de manera coordinada para mejorar la competitividad del sector.

Por la tarde, se realizaron mesas de trabajo para identificar brechas en la cadena de valor de cultivos como tomates, chiles y pimientos. Estas discusiones fueron cruciales para destacar los principales retos, tales como el acceso limitado a insumos, las plagas, y las dificultades de los pequeños productores para acceder a mercados más grandes.

El segundo día estuvo dedicado a diseñar soluciones a los problemas identificados. Los grupos de trabajo retomaron los resultados del primer día y, al utilizar una metodología de colaboración abierta, comenzaron a proponer intervenciones específicas. Las discusiones giraron en torno a cómo enfrentar los desafíos relacionados con el acceso a insumos agrícolas, mejorar la resiliencia ante plagas y enfermedades, y optimizar para los pequeños productores las rutas hacia los mercados.

A lo largo de este día, los participantes compartieron sus ideas a través de un enfoque de retroalimentación continua. Los líderes de cada grupo se encargaron de resumir las conclusiones y presentar ideas clave que podrían marcar una diferencia en la cadena de valor de hortalizas en México como la conservación de los recursos fitogenéticos de hortalizas, el desarrollo de variedades resistentes, el desarrolla del sistema de producción de semillas, la promoción de bioinsumos para reducir la dependencia al uso de pesticidas químicas y la promoción de prácticas sostenibles. Estas ideas serán fundamentales para guiar futuras intervenciones, alineadas con la visión de diversificación de cultivos más saludables y sostenibles.

Categorías
Noticias

GRUMA y CIMMYT impulsan la agricultura sostenible con innovadora capacitación tecnológica

Foto grupal del TC-GRUMA 2024. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)
Foto grupal de la segunda sesión del TC-GRUMA. (Foto: Jenifer Morales/CIMMYT)

Del 15 al 18 de octubre de 2024, GRUMA y CIMMYT realizaron la segunda sesión del Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable, como parte del “Proyecto de Sustentabilidad GRUMA: Impulsando Sistemas Agroalimentarios Sostenibles en Esquemas de Producción Intensivos”. El evento tuvo lugar en la sede global de CIMMYT en Texcoco, Estado de México, y se centró en el uso de la plataforma e-Agrology, fertilidad de suelos, manejo integrado de malezas y comunicación para el desarrollo.

En la primera jornada, los técnicos conocieron las bases para el uso de la plataforma e-Agrology, una herramienta para la recolección y manejo de datos agronómicos en tiempo real. Guiados por el equipo de Monitoreo, Evaluación, Rendición de Cuentas y Aprendizaje (MEAL, por sus siglas en inglés) de CIMMYT, realizaron simulaciones prácticas para aprender a registrar y gestionar la información, que luego aplicarán en conjunto con los productores en el campo.

El 16 de octubre, el enfoque estuvo en la fertilidad integral del suelo, con la participación de Iván Ortiz, investigador agrónomo, y Jacobo Arellano, de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh). Los técnicos aprendieron a interpretar análisis de suelos, realizar muestreos y utilizar sensores como herramientas de diagnóstico. Asimismo, se discutió la relación entre la agricultura regenerativa y la captura de carbono, temas fundamentales para una producción agrícola más sostenible.

El tercer día se centró en el manejo integrado de malezas, donde los participantes se actualizaron sobre las prácticas eficientes para el uso de herbicidas y sobre los productos agropecuarios más recientes, bajo la dirección de Fernando Urzua, profesor e investigador de la UACh.

En la última jornada, Nuria Ochoa, coordinadora de capacitación del programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables (SAS) del CIMMYT, presentó el tema de comunicación para el desarrollo y la innovación. Además, los técnicos participaron en un taller de inteligencia artificial impartido por Rosa Elena Bautista, investigadora de la UACh. Durante el cierre de la sesión, se presentó la estrategia de tutoría que acompañará a los técnicos en su labor de campo, al brindarles herramientas prácticas para mejorar la transferencia de conocimientos y colaborar de forma efectiva con los productores.

Carlos Zamudio, supervisor agrícola en la Zona Noreste y participante del curso, destacó: “En esta segunda sesión he visto varias aplicaciones directas al campo que no habíamos aprovechado. La información y herramientas que nos proporcionan son clave para mejorar la productividad en el cultivo de maíz y para trabajar con agricultores que no tienen acceso a esta información”.

Por su parte, Alejandra Guadalupe Sánchez García, técnica de GRUMA, expresó su satisfacción con el sistema e-Agrology: “En GRUMA, teníamos otro sistema que no contaba con tantas facilidades. eAgrology permite registrar parcelas, diagnosticar y georreferenciar, mejorando significativamente nuestro trabajo. La experiencia ha sido positiva, especialmente en temas de fertilización y control de malezas, porque nos enseña a calcular fertilizantes de manera precisa y sostenible”.

Ambos testimonios reflejan el impacto positivo en la preparación de los técnicos de GRUMA para enfrentar los desafíos del campo y aplicar las tecnologías y conocimientos adquiridos para mejorar la sostenibilidad agrícola. Así, GRUMA y CIMMYT reafirman su compromiso con el desarrollo de sistemas agroalimentarios sostenibles y adaptados a las realidades locales de Sonora y Sinaloa, donde se espera mayor trabajo en campo y prácticas que aborden problemáticas reales como la compactación de suelos.

Categorías
Noticias

Hub Meeting Pacífico Sur 2024: Innovación y colaboración para el futuro

Apertura del Hub Meeting Pacífico Sur 2024. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)
Apertura del Hub Meeting Pacífico Sur 2024. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)

El Hub Meeting Pacífico Sur 2024, que se llevó a cabo los días 10 y 11 de octubre, fue un evento que reunió a investigadores, técnicos, productores y autoridades locales con el fin de celebrar más de una década de avances en innovación agrícola. Con sede en la localidad de Yanhuitlán, Oaxaca, el encuentro se enfocó en fortalecer la red de colaboración y mostrar las tecnologías que están revolucionando la agricultura en la región. La misión principal ha sido mejorar la sostenibilidad y productividad de los pequeños productores, y ofrecer soluciones adaptadas a largo plazo.

El primer día del Hub Meeting comenzó con la bienvenida de Jaime Leal, gerente del Hub Pacífico Sur, y Leodegario Osorio del INIFAP. En sus palabras, destacaron los logros alcanzados en la región y dieron un panorama general de las actividades del evento.

Posteriormente, los participantes asistieron al taller titulado «Tejer el Impacto», dividido en dos partes, donde los expertos de CIMMYT y ABC-CIAT, como Frederic Goulet, Genowefa Blundo y Katharina Schiller, guiaron una discusión sobre cómo maximizar el impacto de las innovaciones agrícolas en las comunidades locales. Este taller permitió a los asistentes identificar los desafíos y oportunidades de adaptación tecnológica, desde la agricultura de conservación hasta la mejora de la fertilidad de los suelos mediante el uso de abonos verdes y cultivos de cobertura.

El día finalizó con una sesión de reflexión a cargo de Jaime Leal, quien enfatizó la importancia de mantener el enfoque en la innovación sostenible para garantizar la seguridad alimentaria de las familias en Oaxaca.

El segundo día del Hub Meeting Pacífico Sur 2024 se centró en mostrar los avances en el campo. Los asistentes participaron en un recorrido por el Sitio Experimental Mixteca de INIFAP, donde pudieron ver de primera mano cómo las innovaciones tecnológicas han impactado los cultivos locales. Esta visita fue una oportunidad para observar la implementación de la agricultura de conservación, el uso de abonos verdes y otras prácticas que han permitido a los productores reducir costos, mejorar la salud del suelo y aumentar la productividad.

A continuación, las autoridades locales, como representantes de INIFAP, SEFADER y CIMMYT, compartieron una serie de presentaciones que reflejaron los avances logrados en la región a través de la red de innovación. Leodegario Osorio del INIFAP habló sobre la colaboración con el Hub, que ha permitido a los agricultores de la Mixteca adoptar prácticas más sostenibles en cultivos básicos como maíz, frijol y trigo.

Por su parte, Flavio Aragón, subsecretario de Seguridad Alimentaria de SEFADER, destacó la importancia de las seis plataformas de investigación en el estado, que han sido clave para mejorar la autosuficiencia alimentaria de los pequeños productores.

Una de las actividades fue la muestra fotográfica y de carteles, bajo el título «La Innovación en imágenes y ciencia colaborativa». La muestra ofreció un viaje visual por el paisaje agrícola de Oaxaca, con imágenes que capturan la esencia de los esfuerzos colectivos para transformar el campo a lo largo de los años. Las fotografías mostraban desde paisajes rurales hasta las innovaciones implementadas por los productores en sus parcelas.

A la par, la exposición de carteles destacó los resultados de las plataformas de investigación y las áreas de extensión del Hub. Los carteles, elaborados por los colaboradores del Hub Pacífico Sur, mostraron cómo las tecnologías sustentables se han adaptado a las diversas condiciones agroecológicas de la región. Este espacio permitió a los asistentes conocer los avances técnicos, desde el manejo postcosecha hasta las estrategias de conservación de suelo y agua.

El evento cerró con un taller interactivo liderado por Katharina Schiller de CIMMYT, donde se discutieron estrategias para escalar el impacto de las innovaciones tecnológicas en las comunidades rurales. Este espacio permitió a los participantes intercambiar ideas y trazar una hoja de ruta para fortalecer la red de innovación en los próximos años.

Jaime Leal, en su mensaje final, hizo hincapié en la importancia de continuar ampliando el menú de tecnologías del Hub para que los productores puedan mejorar sus prácticas agrícolas y asegurar la sostenibilidad alimentaria de sus familias. «Este es solo el comienzo. La innovación es continua y debemos adaptarnos a las necesidades de los productores locales para seguir avanzando«, afirmó.

El Hub Meeting Pacífico Sur 2024 celebró los logros alcanzados en más de una década de trabajo, asimismo, reafirmó el compromiso de seguir colaborando con las comunidades, productores y autoridades locales para enfrentar los desafíos del futuro. El evento fue un éxito en la promoción de innovaciones que transforman la agricultura y la vida en Oaxaca.

Categorías
Noticias

Inclusión y sustentabilidad agroalimentaria en los Valles Altos

Carlos Juárez, productor del Estado de México, durante su participación en el Hub Meeting Valles Altos. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Carlos Juárez, productor del Estado de México, durante su participación en el Hub Meeting Valles Altos. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

Los días 8 y 9 de octubre se desarrolló el Hub Meeting Valles Altos 2024, una reunión clave para evaluar los avances y definir estrategias futuras que fortalezcan los sistemas agroalimentarios sustentables en la región. La reunión, que tuvo lugar en las instalaciones de la sede global del CIMMYT en Texcoco, Estado de México, congregó a organizaciones tanto del sector público, privado, académico, así como a agricultores y técnicos de Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Estado de México y Ciudad de México.

La bienvenida estuvo a cargo de Jelle Van Loon, director asociado del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMYT, quien destacó la importancia de trabajar de manera conjunta con todos los sectores para enfrentar los retos agroclimáticos que impactan la región, como las sequías y las lluvias erráticas. Van Loon subrayó la necesidad de una transición hacia una producción más sustentable, aprovechando las alianzas con universidades y actores clave del sector privado como Yara, Bayer y Syngenta, y enfatizó el rol de la educación en este proceso, mencionando los esfuerzos conjuntos con la Universidad Mexiquense Bicentenario y la Universidad Politécnica Francisco I. Madero para capacitar a futuras generaciones de técnicos e investigadores para el campo.

Por su parte, José David González Merlín, Director General de Innovación y Competitividad del Gobierno del Estado de Puebla, abordó la importancia de adaptar las prácticas agrícolas a los efectos del cambio climático, señalando que es importante construir procesos a largo plazo que generen confianza y resultados sostenibles en el campo. Esta visión fue respaldada por José Guadalupe Flores, gerente nacional de Hubs del CIMMYT, quien destacó la relevancia del pensamiento sistémico y las metodologías participativas en la planeación de las próximas acciones conjuntas del Hub.

El programa del Hub Meeting Valles Altos incluyó la presentación de resultados de la data de MasAgro en la plataforma de e-Agrology, así como el análisis del impacto de las plataformas de investigación de la región, destacando los procesos colaborativos e inclusivos desarrollados en las plataformas Cuatempan (Puebla), Mixquiahuala y Francisco I. Madero (Hidalgo), espacios experimentales que han sido clave para evaluar y ajustar prácticas que buscan mejorar la resiliencia de los agricultores de la región.

Un momento central del encuentro fue el panel de agricultores, donde productores de distintas regiones compartieron sus experiencias sobre la implementación de tecnologías sustentables y los desafíos que enfrentan en sus territorios. Estas voces, fundamentales en el diseño y ajuste de soluciones tecnológicas, refuerzan la importancia de continuar con un enfoque participativo en la construcción de estrategias locales.’

Durante el Hub Meeting también se desarrolló un taller participativo para definir colectivamente la futura vía de impacto del hub, basándose en la experiencia adquirida y en la visión de futuro de sus miembros. El taller fue facilitado por Genowefa Blundo, investigadora del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés), en colaboración con Frederic Goulet del CIRAD y Katharina Schiller del CIMMYT.

Además de las presentaciones y el taller en mención, se realizaron mesas de trabajo que abordaron tres áreas clave para el desarrollo sustentable: 1) tecnologías para la sustentabilidad, 2) políticas públicas y financiamiento, y 3) abastecimiento responsable. Estas mesas permitieron generar propuestas concretas para fortalecer las cadenas agroalimentarias de la región, con miras a consolidar los trabajos del Hub Valles Altos para conectar de manera efectiva las necesidades de los productores con el apoyo técnico y financiero necesario.

Foto grupal del Hub Valles Altos 2024. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Foto grupal del Hub Valles Altos 2024. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

El Hub Meeting Valles Altos también contó con la participación de representantes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, ICAMEX, La Moderna, la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (CORENADR) de la Ciudad de México, y otras organizaciones, cuya participación reafirma el compromiso multisectorial por el desarrollo de un sistema agrícola más sustentable y resiliente.

El Hub Meeting Valles Altos 2024 no solo fue un espacio para compartir logros, sino también para proyectar un futuro basado en la ciencia, la colaboración y la innovación tecnológica. Este esfuerzo coordinado entre múltiples actores seguirá siendo fundamental para garantizar la sostenibilidad alimentaria de la región en los próximos años.

Categorías
Noticias

En la parcela me siento feliz

La señora Guadalupe Mo Alvarado, agricultora de Quintana Roo. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
La señora Guadalupe Mo Alvarado, agricultora de Quintana Roo. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

En el marco del proyecto Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, impulsado por el gobierno de este estado en colaboración con el CIMMYT, agricultoras de diversas localidades están accediendo a herramientas y tecnologías que no solo mejoran su producción, sino que también garantizan la conservación segura de sus cosechas, contribuyendo así a la seguridad alimentaria de sus comunidades.

Una de las principales innovaciones que están aprendiendo a utilizar son las bolsas plásticas herméticas para el almacenamiento de granos, una tecnología poscosecha que permite reducir significativamente las pérdidas sin necesidad de recurrir a químicos como las pastillas de fosfuro de aluminio.

La señora Guadalupe Mo Alvarado, una de las agricultoras que participa en el proyecto, comparte su experiencia con esta tecnología y cómo ha transformado su labor diaria en el campo: “Es difícil cuidar el maíz por los animales. Cuando empieza a espigar, ahí tiene que estar uno en la mañana, en la noche, en la tarde, porque los animales se lo acaban. Los pájaros, los tejones, todos esos se acaban toda la milpa. Y por eso hay que estar cuidando. Y después con esas bolsas para conservar el maíz, para que no se pique, porque hace poco nos vinieron a enseñar cómo vamos a utilizar esas bolsas para que no se pique el maíz, porque el maíz que se pone en la bolsa, pues, se conserva”, comenta.

Las pérdidas poscosecha son un problema constante para los pequeños productores, además de algunos animales, las plagas de almacén, como el gorgojo, llegan a reducir considerablemente las cosechas. «Antes pues echábamos el maíz en pomos, en frascos, y comprábamos una pastilla, y metíamos el maíz, los ibes, los frijoles, para que no saliera gorgojo, pero se conserva mejor en la bolsa. Sin veneno, sin nada, sí se conserva, solo hay que secarlo bien, bien, como nos dijeron, hay que secarlo para que no tenga humedad para echarlo en la bolsa.»

La capacitación impartida por el equipo del proyecto ha permitido a las agricultoras adquirir conocimientos prácticos y comprobar los beneficios de estas nuevas técnicas de conservación: “Los que vinieron a visitarnos, nos vinieron a enseñar cómo se puede conservar las semillas. Y esos compañeros que vinieron, pues, hicieron una junta acá y muchos vinieron a verlo y muchos aprendieron. Hicieron una demostración con varias formas de conservar los granos. A los tres meses se abrió para ver si tenían gorgojos. En tambo no funcionó. Con cal no funcionó. Con la pastilla huele mal, huele a ajo. Lo que funcionó es lo que se selló con las bolsas. Las bolsas verdes. Se sellan así con ese como cierre. Y sí quedó bien. No tiene mal olor, ni mal sabor, nada”.

La señora Guadalupe Mo en su parcela. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
La señora Guadalupe Mo en su parcela. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

Guadalupe reflexiona sobre la importancia de estas innovaciones en la vida de las mujeres rurales, quienes, además de ser responsables de la producción de alimentos, también enfrentan los desafíos del hogar y la crianza de animales: «Ahora conservamos así el maíz, en bolsas con cierre. Nos ayudan mucho porque, ¿qué tal si no nos da una cosecha un año? ¿Qué voy a hacer? Voy a sufrir como otros que sufren, que van y lo tienen que comprar. Y luego no hay. Y andan buscando maseca, andan buscando, preocupados por sus animales. Y yo lo que no quiero es preocuparme de lo que consumimos, de lo que comemos. Por eso este maíz es consumo para mis cochinitos, y para comer nosotros. Porque nosotros vivimos de la masa, del maíz».

El testimonio de Guadalupe Mo Alvarado refleja el compromiso y la resiliencia de las mujeres rurales, que no solo cultivan la tierra, sino también la esperanza de una vida mejor para sus familias. Estas mujeres, que pasan sus días en el campo, están construyendo un futuro más seguro para sus comunidades, garantizando que la producción agrícola sea sostenible y que las prácticas mejoradas contribuyan a una mejor calidad de vida.

«Yo paso todo mi día en la milpa. Todo el día paso allá sembrando. Tengo mucho ánimo para trabajar. Porque la verdad, solamente el campo es lo que nos enseñó mi papá. Mi papá en vez de que nos diera estudios, nos enseñó el campo. Y me gustó el campo y ya no quiero quedarme solo en la cocina. Voy en la mañana, voy en las tardes. Mi marido se queda medio día en la casa. Porque nos ayudamos entre ambos. Ya crió sus pollitos, su pavito, su cochinito. Riega las plantas que tenemos acá.

“Aquí sembramos chile habanero, tomate, pepino, sandía, melón; sembramos maíz, de todo tipo de maíz, Xmejen nalblanco, amarillo… Sembramos un montón. Sembramos para la vida, para comer. Me gusta el monte. Quiero ir cuando amanece, cuando dan las cuatro ya quiero ir. Me gusta sembrar. Ya me acostumbré. En la parcela siento que no me canso ni me siento enferma. Nada. Allí me siento feliz”.

En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, celebramos a mujeres como Guadalupe, que son la columna vertebral de la seguridad alimentaria en sus comunidades. Con proyectos como el que desarrolla el gobierno de Quintana Roo y el CIMMYT, ellas continúan empoderándose con conocimientos y tecnologías que transforman sus vidas y fortalecen la capacidad de sus comunidades para enfrentar los desafíos alimentarios del futuro.

Categorías
Noticias

Mejores cultivos para zonas áridas, tarea esencial en México y África

Investigadores de África en el Banco de Germoplasma que custodia el CIMMYT en México. (Foto: Gaby Bracamonte)
Investigadores de África en el Banco de Germoplasma que custodia el CIMMYT en México. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)

En el marco de las iniciativas “Contribución México” y “Dryland Crops Program”, una delegación de 15 científicos provenientes de distintos institutos de investigación agrícola de África y de centros de investigación del CGIAR visitó las instalaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) el pasado 2 de octubre. Esta visita forma parte de un intercambio de conocimientos con científicos del CIMMYT y del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), con el objetivo de fortalecer la colaboración en la investigación de cultivos para zonas áridas en ambos continentes.

La delegación africana, conformada por representantes de organizaciones como la Kenya Agricultural and Livestock Research Organization (KARLO), el National Agricultural Research Organization de Uganda (NARO), el Tanzania Agricultural Research Institute (TARI), y la Alianza Bioversity-CIAT, estuvo acompañada por expertos del CIMMYT y del INIFAP durante su recorrido por las instalaciones de su sede global en Texcoco, Estado de México, e instalaciones del INIFAP y campos de agricultores en y cerca de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Celaya, Guanajuato.

El encuentro permitió a los científicos que trabajan en el continente africano conocer de primera mano las capacidades de investigación en agronomía, fitomejoramiento y edición genómica que el CIMMYT, junto con sus socios y colaboradores, ha desarrollado para mejorar la productividad de cultivos como el sorgo, el mijo, el cacahuate, y otros más con los que se busca brindar soluciones a las cambiantes condiciones climáticas en todo el mundo.

“Dryland Crops Program” (Programa de Cultivos de Zonas Áridas),  es uno de cinco programas de investigación del CIMMYT, y una de las iniciativas del CGIAR que tiene como objetivo mejorar los sistemas de producción y la disponibilidad de semillas para cultivos que son fundamentales en África debido a su capacidad de resistir condiciones climáticas adversas. El programa busca fortalecer los sistemas de semillas y apoyar a los pequeños productores de cereales y leguminosas en países como Tanzania, Uganda y Kenia, entre otros, proporcionando acceso a semillas mejoradas y promoviendo el desarrollo profesional y la infraestructura en estos sistemas.

Durante las reuniones con el CIMMYT y el INIFAP, se exploraron oportunidades para aplicar enfoques innovadores en genética cuantitativa, mejoramiento de la calidad y agronomía de cultivos, con miras a mejorar la eficacia de los programas de mejoramiento tanto en África como en México. El Dr. Kevin Pixley, científico del CIMMYT, destacó la importancia de estos intercambios: “El trabajo conjunto entre México y África tiene un enorme potencial para enfrentar los desafíos de la agricultura en zonas áridas. Esta colaboración permitirá a los científicos compartir conocimientos y enfoques que podrán beneficiar tanto a los agricultores africanos como mexicanos en la producción de cultivos más resistentes y sustentables”.

La iniciativa “Contribución México”, impulsada por el Gobierno de México y el CIMMYT, también jugó un papel central en la visita. Esta iniciativa busca generar soluciones innovadoras que fortalezcan la seguridad alimentaria y promuevan la sustentabilidad agrícola tanto en México como en otras regiones del mundo. La visita de los científicos de África a México es un claro ejemplo de cómo la colaboración internacional puede contribuir al desarrollo de soluciones compartidas frente a retos globales como el cambio climático y la necesidad de cultivos resistentes.

Investigadores de África en el Laboratorio de Calidad de Maíz de CIMMYT. (Foto: Gabriela Bracamonte)
Investigadores de África en el Laboratorio de Calidad de Maíz de CIMMYT. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)

La delegación africana también tuvo la oportunidad de conocer plataformas de investigación en Chiapas y Guanajuato donde el INIFAP y el CIMMYT colaboran de forma cercana y donde se llevan a cabo importantes investigaciones sobre cultivos de zonas áridas. Este intercambio reafirma el compromiso del CIMMYT, INIFAP y sus socios internacionales para seguir impulsando la innovación agrícola y mejorar los medios de vida de pequeños productores en diferentes contextos agroecológicos.

Cabe mencionar que está programada una visita de aproximadamente seis científicos del INIFAP a Kenia y Uganda, para recorrer los campos de investigación de KALRO, NARO, CIAT y CIMMYT en ese continente; además de campos de agricultores que siembran sorgo, cacahuate, mijo o frijol. El último día de esta visita se realizará una reunión para priorizar oportunidades de colaboración entre las instituciones participantes en este intercambio y otras que comparten el interés por mejorar estos cultivos.

La colaboración entre México y África en el marco de “Dryland Crops Program” y “Contribución México” es un paso importante hacia el fortalecimiento de la investigación agrícola para zonas áridas. Con el intercambio de experiencias y conocimientos entre científicos de ambos continentes, se abre la puerta a nuevas oportunidades para enfrentar los desafíos comunes y asegurar un futuro más resiliente para los agricultores de todo el mundo.

Categorías
Noticias

Maíz, lo que sustenta la vida

Ceremonia del maíz ancestral en el marco de la Reunión Latinoamericana de Maíz. (Foto: José Luis Zambrano)
Ceremonia del maíz ancestral en el marco de la Reunión Latinoamericana de Maíz. (Foto: José Luis Zambrano)

Con la participación de investigadores, técnicos, especialistas, estudiantes y agricultores tuvo lugar del 14 al 16 de agosto de 2024 en la Ciudad de Antigua, Guatemala, la XXV Reunión Latinoamericana del Maíz, bajo el lema “IXIM Maíz, lo que sustenta la vida”.

La reunión congregó a representantes de los socios que forman parte de la Red, entre ellos el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA) de Guatemala, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) de México, el Instituto de Innovación Agropecuaria de Panamá (IDIAP) de Panamá, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal «Enrique Álvarez Córdova (CENTA) de El Salvador, la Corporación colombiana de investigación agropecuaria AGROSAVIA de Colombia, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) de Ecuador, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) de Perú, Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (EMBRAPA) de Brasil, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), entre otros.

El encuentro bienal de esta comunidad de práctica facilita compartir las experiencias frente a los retos que encara cada país en lo relacionado con el maíz, un grano que es también pilar de la identidad de la región; así como difundir los avances tecnológicos y las perspectivas de la proyección del cultivo en los próximos años.

Es así como la agenda académica de la reunión regional contó con un conjunto de ponencias especializadas, que pueden consultarse en la revista Archivos Académicos de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), que fueron entregadas al ministro de agricultura Mynor Estrada, incluyendo también los 57 pósteres que fueron presentados por técnicos e investigadores durante los días del encuentro.

La agenda de la reunión contó con un foro dedicado específicamente a compartir y debatir sobre el impacto del cambio climático, las medidas de mitigación emprendidas y los aprendizajes en el proceso de adaptación de la producción de maíz en la región. El uso de semillas resistentes a sequía y calor, así como la práctica de una agricultura climáticamente inteligente, y el manejo poscosecha adecuado se destacaron como las principales recomendaciones respaldadas con experiencias exitosas, cuya réplica hace necesario que en los países se fortalezcan modelos y metodologías de transferencia de tecnologías y conocimientos que efectivamente los pongan a disposición de los agricultores.

En el marco de este encuentro regional también hubo espacio para celebrar con la debida importancia la conmemoración del día nacional del maíz en Guatemala. Es así como se llevó a cabo un día de campo y feria internacional del maíz en la sede del ICTA, La Alameda, Chimaltenango; allí se dieron cita 525 participantes que pudieron apreciar la muestra gastronómica y la biodiversidad de los maíces nativos de Guatemala.

La Reunión Latinoamericana de Maíz se proyecta cada vez más como un actor comprometido con seguir contribuyendo a la difusión y adopción de técnicas agrícolas, que lleven a la seguridad alimentaria y al desarrollo económico de la región.

Categorías
Noticias

Innovadora estrategia de Fertilización Óptima se implementa en Sinaloa

Cultivo de trigo en el norte de México. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de trigo en el norte de México. (Foto: CIMMYT)

Ante los crecientes costos de los fertilizantes, los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y diversas organizaciones de la cadena de valor de trigo del norte de Sinaloa, promueven una innovadora estrategia de fertilización óptima que contribuye a una producción más eficiente y sustentable del trigo en la región.

La iniciativa, que será implementada por cerca de medio centenar de técnicos agrícolas con vasta experiencia en la región, inició con un curso de acreditación para los técnicos en mención, con el objetivo de mejorar sus habilidades y destrezas en temas enfocados a la “implementación de sistemas de producción sustentables para así mejorar la calidad del suelo, desarrollar diagnósticos de parcela y planes de manejo agronómico que permitan incrementar la rentabilidad del cultivo de trigo en la región”, detalló el representante de FIRA, institución que facilitó la participación de su especialista estatal, Roberto Enrique Ruelas, y también las instalaciones de su Residencia Estatal Sinaloa para desarrollar la capacitación del 8 al 10 de octubre.

De acuerdo con Eliud Pérez, gerente del Hub Pacífico Norte del CIMMYT, el objetivo final del proceso de capacitación es que los técnicos cuenten con “las mejores herramientas para apoyar a los productores locales en la mejora de sus prácticas agrícolas, por esta razón también se abordan sistemas de monitoreo de cultivos, control de costos de producción y prácticas de fertilización avanzada”. Además, se promueven estrategias de agricultura sustentable que no solo buscan incrementar la productividad de las cosechas, sino también reducir significativamente los costos de producción.

Durante la inauguración de la capacitación, el representante de la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur (AARFS), una de las organizaciones participantes, enfatizó en que la estrategia “es un paso hacia una agricultura más inteligente y sostenible, y busca brindar herramientas para enfrentar los desafíos económicos y ambientales del sector, por lo que esperamos que los agricultores de la región vean un aumento en su eficiencia y rentabilidad”.

Además de FIRA, CIMMYT y la AARFS, participan en esta estrategia Agroservicios Integra, 30 de mayo USPR, Asociación de Agricultores del Río Mocorito, Industrias Corerepe, Japare Fertilzer Trade, Molino Villafañe, Servicios Agrofinancieros del Norte y la Unión de Ejidos para la Producción, Industrialización, Comercialización y Servicios del Ramo Agropecuario, Lic. Adolfo López Mateos.

Categorías
Noticias

Un mar de girasoles: ciencia e innovación para diversificar el campo

Personal del CIMMYT en las parcelas experimentales de girasol en su sede global en Texcoco, Estado de México. (Foto: Divulgación-CIMMYT)
Personal del CIMMYT en las parcelas experimentales de girasol en su sede global en Texcoco, Estado de México. (Foto: Divulgación-CIMMYT)

Inmortalizados en las obras de Van Gogh y otros grandes artistas como Claude Monet y Gustav Klimt, los girasoles son sinónimo de belleza, pero también de resiliencia. Sí, sus icónicas flores amarillas, que han sido inspiración artística por siglos, también simbolizan la fortaleza del campo y las oportunidades de un futuro más sostenible. En las parcelas experimentales del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en Texcoco, Estado de México, estas majestuosas flores no solo adornan los campos de investigación; son el reflejo de un esfuerzo científico que busca ofrecer nuevas opciones a los agricultores mexicanos.

El girasol (Helianthus annuus), cuyo centro de origen se localiza en el norte de México y el sur de Estados Unidos, es una planta clave dentro de la estrategia 2030 del CIMMYT y de sus esfuerzos para diversificar los cultivos, mejorando tanto la salud de los suelos como la economía de los agricultores, hecho particularmente importante en un contexto donde el monocultivo de maíz y trigo domina la agricultura del país. Así, el girasol representa una alternativa de cultivo que no solo aporta beneficios agronómicos, sino también una fuente de ingresos diversa, especialmente para las agricultoras.

Un símbolo de resiliencia y sostenibilidad

Las investigaciones del CIMMYT han demostrado que los girasoles, más allá de la estética, tienen un profundo impacto positivo en los suelos. Sus raíces pivotantes penetran profundamente en el suelo, ayudando a descompactarlo, lo cual es muy útil para mejorar la estructura y la fertilidad del terreno. Este proceso facilita que otros cultivos puedan desarrollarse en mejores condiciones, contribuyendo a la sostenibilidad del ecosistema agrícola.

Además, el girasol es una opción excelente para la rotación de cultivos. Al incluirlo en los sistemas agrícolas, se interrumpe el ciclo de plagas y enfermedades, se mejora la biodiversidad y se reduce la dependencia de productos químicos, como insecticidas. Un caso destacado es el de la Meseta Purépecha en Michoacán, donde la inclusión del girasol y otros cultivos alternativos en las rotaciones ha permitido reducir el uso de insecticidas, protegiendo tanto al medio ambiente como la salud de los productores.

Ya que su ciclo de cultivo corto, también una buena alternativa para condiciones de lluvias limitadas, pues además muestran una mayor tolerancia a la sequía (en comparación con los cultivos básicos). Su semilla tiene un alto contenido de aceite (entre 35 y 45%) y posee una calidad nutricional alta, por lo que es muy apreciada por la industria aceitera. Con la pasta sobrante de la extracción pueden elaborarse concentrados para la alimentación animal y las cabezas sin semillas son una fuente rica en proteínas y pueden usarse molidas para aves o ganado. Y en verde se puede ensilar para forraje.

Un cultivo polivante

Existen muchas variedades de girasol, algunas adaptadas para la producción de aceite, otras para forraje, y algunas más para la flor de corte. Esta versatilidad permite a los agricultores elegir la opción que mejor se adapta a sus necesidades y condiciones agroecológicas.

En Oaxaca, por ejemplo, muchas parcelas de girasoles se han convertido en un atractivo turístico. En lugares como Guelatao y otras regiones de Oaxaca, los campos de girasoles no solo embellecen el paisaje, sino que también atraen a turistas. Incluso, no es raro ver en esas parcelas quinceañeras y parejas recién casadas, que buscan retratarse entre los vibrantes colores de estas flores.

El caso de Oaxaca es solo uno de los ejemplos del impacto positivo del girasol en México. En Villa de Tututepec, también en Oaxaca, se ha llevado a cabo la Feria del Girasol, un evento que promueve tanto la diversificación de cultivos como el turismo local. Gracias a la colaboración entre el CIMMYT y la Integradora Agroempresarial del Río Verde, esta iniciativa ha potenciado la producción de girasol con fines turísticos y comerciales. José Esteban Sotelo Mariche, representante de la integradora, destaca que “el girasol no solo mejora el suelo, sino que también ha impulsado el turismo y la producción de aceite comestible en la región”.

En otros lugares como Tamaulipas, el girasol está contribuyendo a frenar el avance de la desertificación, un problema que afecta gravemente a las zonas áridas del país. Su capacidad para crecer en suelos secos y compactados lo convierte en un aliado en la lucha contra la degradación del suelo.

Empoderamiento de mujeres a través del girasol

Una de las contribuciones más significativas del cultivo de girasol ha sido el empoderamiento económico de las mujeres rurales. En comunidades de Oaxaca y Campeche, muchas mujeres han encontrado en el girasol una oportunidad para generar ingresos complementarios al vender las flores como ornato o como materia prima para productos como aceites y cosméticos naturales. Para muchas de ellas, el cultivo del girasol representa una fuente de ingresos adicional que les ha permitido desarrollar microemprendimientos, contribuyendo así a su autonomía económica y al bienestar de sus familias.

“El cultivo del girasol nos ha permitido mejorar nuestra economía. Además de venderlo como flor, hemos comenzado a hacer jabones, cremas y otros productos naturales que se venden bien en la comunidad”, cuenta una agricultora de Oaxaca.

Investigación y colaboración para un futuro más resiliente

El girasol también juega un papel crucial en la visión del CIMMYT de desarrollar sistemas agrícolas resilientes y climáticamente inteligentes. Los proyectos de investigación que impulsa el CIMMYT con girasoles en estados de las regiones del Bajío, el Pacífico Sur, y el centro-norte de México, han demostrado su potencial para mejorar la productividad agrícola y mitigar los efectos del cambio climático. En estas y otras regiones, se continúa además con investigaciones particulares para identificar su mejor utilidad en los sistemas agrícolas locales, aunque en general, los resultados son esperanzadores. En la plataforma de Mixquiahuala, Hidalgo, por ejemplo, los estudios han mostrado que este cultivo brinda buenos rendimientos con agricultura de conservación, lo que lo convierte en un cultivo de interés para futuras investigaciones.

Cada girasol que florece en las parcelas experimentales del CIMMYT y sus colaboradores es un recordatorio del poder de la ciencia aplicada para generar cambios reales en el campo. Así, estas flores, que alcanzan hasta 30 centímetros de diámetro y siguen la trayectoria del sol —un fenómeno conocido como heliotropismo—, representan algo más que un paisaje pintoresco. Son un símbolo de la innovación, la sostenibilidad y el compromiso del CIMMYT por un futuro agrícola más resiliente.

DSC_4728