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Continúan las labores de preservación de la biodiversidad del maíz en Colombia

Especialista en poscosecha del CIMMYT en sesiones de capacitación. (Foto: Janeth Bolaños)
Especialista en poscosecha del CIMMYT en sesiones de capacitación. (Foto: Janeth Bolaños)

En el marco de la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza, impulsada por la Alianza Bioversity y CIAT y el CIMMYT, se llevó a cabo una gira de entrega y validación de resultados de los talleres de conservación de maíces nativos en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia. Este evento es un paso importante en los esfuerzos para conservación de los maíces nativos y el fortalecimiento de casas de semillas.

La jornada se desarrolló en el Banco de Semillas Nativas del Pueblo Indígena Kankuamo, donde representantes de los Comités de Buen Vivir y Planeación se reunieron con agricultores locales, incluyendo mujeres y hombres dedicados al cultivo de maíces nativos y criollos. Entre los asistentes también se encontraban un profesional en agronomía, técnicos agrícolas y una estudiante de ingeniería agroforestal. Este encuentro permitió un valioso intercambio de conocimientos entre las comunidades locales y los equipos de investigación del CIMMYT y la Corporación colombiana de investigación agropecuaria, Agrosavia.

Durante el evento, se entregaron equipos para la conservación de las semillas, como determinadores de humedad, zarandas, envases de vidrio y plástico, y contenedores herméticos. Estos recursos permitirán a las comunidades mejorar sus prácticas de almacenamiento y preservación de maíces nativos, garantizando así su viabilidad a largo plazo.

Una parte destacada de la jornada fue el conversatorio, donde los asistentes discutieron y practicaron métodos alternativos para determinar la humedad del grano, como el uso de sal, comparándolo con el equipo electrónico especializado. A través de este ejercicio, los participantes pudieron evaluar la efectividad de ambas técnicas y reconocieron que el método de la sal es útil para determinar si el grano está lo suficientemente seco para su conservación.

Recuperar las semillas propias y multiplicarlas fue una de las expectativas compartidas por el coordinador de la Guardia Indígena, quien subrayó la importancia de esta labor para la comunidad. Además, una participante expresó que el banco de semillas debe ser «una escuela de puertas abiertas» para que el conocimiento se multiplique entre mujeres, hombres y niños, y las semillas se conserven no solo en la tierra, sino también en la memoria colectiva.

Al final de la jornada, se destacó la importancia de replicar las prácticas aprendidas entre los miembros del banco de semillas, quienes son aproximadamente 100 personas. «Si le damos el valor real a la semilla con el aprendizaje, comentando las experiencias tradicionales, hablando de momentos de siembra, cosecha y semillas con los hermanos agricultores que conforman el Banco de Semillas, logramos extender los saberes, que las buenas prácticas de conservación se mantengan«, mencionaron los participantes.

“Recuperar las semillas es importante para el hoy y para el mañana”, enfatizó uno de los agricultores participantes, resaltando el valor fundamental que tiene la preservación de las semillas para las generaciones futuras.

Así, este encuentro no solo subraya la importancia de los bancos de semillas para los pueblos indígenas, sino también su relevancia para la biodiversidad y la sostenibilidad del mundo. Como menciona una de las integrantes del Comité de Planeación, «este conversatorio es una iniciativa útil para impulsar los bancos de semilla y una necesidad para los pueblos indígenas y para el mundo«.

Con estas actividades, la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza continúa avanzando en su misión de preservar la biodiversidad del maíz, garantizando que el conocimiento ancestral perdure y se enriquezca con nuevas herramientas y tecnologías basadas en ciencia.

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Capacitar para asegurar el abasto de alimentos

Sandra Basurto Martínez, coordinadora del equipo técnico del programa Autosuficiencia Alimentaria de SEFADER, en la región de los Valles Centrales. (Foto: CIMMYT)
Sandra Basurto Martínez, coordinadora del equipo técnico del programa Autosuficiencia Alimentaria de SEFADER, en la región de los Valles Centrales. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En el campo oaxaqueño se impulsa una transformación significativa gracias a una colaboración estratégica entre el gobierno del estado de Oaxaca —a través de la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural (SEFADER)— y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Ambas instituciones han unido fuerzas para implementar diversas acciones en favor de los productores oaxaqueños.

La participación del CIMMYT busca potenciar el impacto de los programas estatales dirigidos al campo, particularmente los de Autosuficiencia Alimentaria y Abasto Seguro de Maíz a través de la estrategia de formador de formadores y con la instalación de plataformas de investigación para validar las innovaciones agronómicas que después son llevadas a los agricultores para que ellos tomen decisiones informadas y adaptadas a las condiciones locales.

La estrategia formador de formadores responde a la necesidad de reforzar las capacidades técnicas de quienes trabajan directamente con productores de pequeña escala. Para muchos técnicos, el apoyo científico de instituciones como el CIMMYT permite que puedan ofrecer soluciones concretas y efectivas a los productores de la región.

Sandra Basurto Martínez, coordinadora del equipo técnico del programa Autosuficiencia Alimentaria de SEFADER, en la región de los Valles Centrales, destaca la relevancia de esta estrategia al indicar que «la participación de los centros de investigación es fundamental, porque ellos proporcionan toda la parte científica y tecnológica para la producción de maíz y frijol, que son la base del programa».

Además, Basurto subraya la importancia de una formación específica y precisa para enfrentar los desafíos actuales del campo. «Necesitan llegar ya con algo certero, algo bien trabajado con los productores, y no llegar a ensayar o probar, y ese es el propósito de capacitar a formadores, así como de las plataformas de investigación», enfatiza.

Los programas de la SEFADER se articulan con el despliegue de cientos de técnicos en el territorio, quienes abarcan un amplio espectro de poblaciones, incluyendo algunas en situación de alta y muy alta marginación. En este sentido, los técnicos desempeñan un papel fundamental en la distribución de insumos agrícolas, la implementación de biofábricas, el manejo de bancos comunitarios de semillas, y la instalación de huertos escolares.

De acuerdo con Basurto, estas acciones benefician no solo a los productores, sino también a grupos específicos como las mujeres rurales, a quienes se les capacita en el manejo de aves de doble propósito para mejorar la producción en sus hogares, y a los niños, quienes reciben educación sobre prácticas agrícolas en sus escuelas.

El esquema formativo impulsado por la SEFADER y el CIMMYT permite entonces que las tecnologías y conocimientos validados a través de la investigación conjunta se compartan de manera continua y accesible. En palabras de Basurto, la estructura de apoyo entre técnicos y formadores ha sido crucial, ya que el equipo de técnicos en campo es muy grande y las condiciones en el campo son muy variables, por lo que la vinculación con instituciones que están dispuestas a compartir su experiencia y experticia, como el CIMMYT, es esencial.

La sinergia entre SEFADER y CIMMYT no solo representa un avance en términos de capacidades técnicas, sino que también refuerza el compromiso con una agricultura sustentable, resiliente y capaz de mejorar las condiciones de vida de las comunidades oaxaqueñas. Con esta colaboración, el estado de Oaxaca apuesta por un futuro en el que la ciencia y el conocimiento compartido sean la base de un desarrollo agrícola inclusivo y sostenible.

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Morelos Agroecológico

Jelle Van Loon, director asociado SAS-CIMMYT, y Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Jelle Van Loon, director asociado SAS-CIMMYT, y Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

En una ceremonia realizada este 28 de octubre en Cuautla, Morelos, el Gobierno del estado de Morelos y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) consolidaron una alianza para desarrollar la primera fase de una innovadora estrategia de fertilidad, mediante la cual se generarán mapas de fertilidad en la entidad. Este convenio busca posicionar a Morelos como el primer estado agroecológico del país, al integrar ciencia y tecnología en el campo, orientando la producción agrícola hacia la sostenibilidad y la productividad.

La colaboración entre el Gobierno de Morelos y el CIMMYT se enfoca en tres líneas estratégicas: el mapeo de suelos, la capacitación de técnicos y el acompañamiento técnico a productores. Mediante un exhaustivo análisis del suelo de las tierras agrícolas de Morelos, se crearán mapas de fertilidad que serán un referente para las recomendaciones nutrimentales, optimizando el uso de fertilizantes y mejorando los rendimientos de cultivos en función de las necesidades específicas de cada región del estado.

La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, resaltó la importancia de esta alianza para el desarrollo del campo morelense: “Morelos es un Estado donde el 70% de la tierra es rural, con una gran tradición agropecuaria. Este convenio es una oportunidad para hacer más productiva nuestra tierra, que hemos heredado de nuestros abuelos. Hoy, con este mapeo de fertilidad, tenemos la posibilidad de conocer mucho más sobre el tipo de suelo que tenemos y cómo mejorar nuestros cultivos. Queremos llegar a ser el primer estado agroecológico del país, producir los alimentos que realmente necesitamos en las mejores condiciones”.

Por su parte, Jelle Van Loon, director asociado del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMYT, destacó la relevancia de esta iniciativa: “La integración y elaboración de mapas de suelos va más allá de solo generar un mapa. Es para entender cómo impulsar juntos la agricultura sustentable en Morelos. Desde 1969 con la estación experimental de Tlaltizapán, y más recientemente con otras plataformas de investigación instaladas con diversos colaboradores, el CIMMYT ha impulsado la búsqueda de soluciones adecuadas al contexto local. Con este esquema de mapeo, buscamos brindar recomendaciones específicas y optimizar el uso de fertilizantes, fortaleciendo la rentabilidad de las parcelas y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios del estado”.

Además, Margarita Galeana Torres, secretaria de Desarrollo Agropecuario de Morelos, explicó que el proyecto responde a una solicitud histórica de los productores locales: “Morelos por fin tendrá un mapa completo de fertilidad, el primero en su tipo en el país. Este esfuerzo conjunto no solo incluye la toma de muestras y elaboración de los mapas, sino también la capacitación y el acompañamiento a técnicos y productores para maximizar el rendimiento de los cultivos, optimizar la rotación y mejorar las prácticas agronómicas”.

La iniciativa contempla el mapeo de los suelos de los 29 municipios del estado, cubriendo una superficie agrícola de más de 152 mil hectáreas. Los mapas se convertirán en una herramienta clave para una mejor planificación de los cultivos y el monitoreo constante de la fertilidad del suelo. Asimismo, se planea la implementación de infraestructura productiva que beneficie a los agricultores en sus prácticas diarias.

Entre los asistentes al evento se encontraban funcionarios como Javier Bolaños Aguilar, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua; Alan Dupré Ramírez, secretario de Desarrollo Sustentable; diputados locales y federales; presidentes municipales de Morelos, y representantes del sector agrícola, técnicos y productores. Este amplio respaldo subraya la importancia de la colaboración interinstitucional y comunitaria en el proceso de transformación hacia una agricultura más sustentable y resiliente en el estado.

El proyecto de fertilidad en Morelos se estará implementando mediante la metodología de los hubs que impulsa el CIMMYT y sus colaboradores, la cual se enfoca en llevar la ciencia directamente al servicio de los productores, generando beneficios tangibles para ellos y sus familias. Enrique Rodríguez Barrera, productor innovador de Cuautla y quien ha participado en diversas iniciativas con el Hub Pacífico Centro del CIMMYT —el cual abarca el territorio de Morelos—, invitó a otros agricultores a «evolucionar la forma de trabajar el suelo» mediante las prácticas sustentables que se impulsan en el hub, como agricultura de conservación, mecanización a escala adecuada, diversificación de cultivos y otras que han despertado el interés en la entidad.

Con esta colaboración y la infraestructura de investigación del CIMMYT —tanto con la estación experimental de Tlaltizapán, plataformas de investigación y áreas de extensión en varios puntos del estado—, la estrategia de fertilidad es además un modelo innovador para consolidar sistemas agroalimentarios resilientes que contribuyen a la adaptación al cambio climático y a la sostenibilidad del campo, siendo un ejemplo tangible de la ciencia colaborativa que impulsa el CIMMYT, centro de investigación internacional que, en el marco de esta colaboración, pone a disposición su experiencia para acompañar al gobierno de Morelos en la implementación de acciones prioritarias en el campo.

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Celebran 15 años de la certificación que transforma el campo mexicano

Técnicos certificados de distintas generaciones junto con el equipo de capacitación e investigadores-capacitadores. (Foto: Gaby Baracamonte)
Técnicos certificados de distintas generaciones junto con el equipo de capacitación e investigadores-capacitadores. (Foto: Gaby Baracamonte)

La sede global del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en Texcoco, Estado de México, fue el escenario de la conmemoración del 15º aniversario del programa de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable (TC-AS). La ceremonia de celebración destacó la trayectoria e impacto de esta certificación en la profesionalización del extensionismo agrícola en México, y fue encabezada por el doctor Jelle Van Loon, director regional para Latinoamérica y representante para las Américas de CIMMYT.

En su discurso de bienvenida, el doctor Van Loon recordó los orígenes de esta iniciativa, nacida en 2009 como una respuesta a la necesidad de capacitar a asesores técnicos en prácticas de agricultura sustentable en colaboración con el sector privado.

«La Certificación de Técnicos en Agricultura Sustentable no es simplemente un proceso de formación; es una plataforma de innovación que brinda a nuestros técnicos las herramientas para transformar los sistemas agrícolas en México y Latinoamérica,» expresó Van Loon, destacando el papel de los técnicos certificados como líderes y agentes de cambio en sus comunidades. También resaltó el crecimiento del programa, que ha certificado a 495 técnicos a lo largo de 15 generaciones, impactando a más de seis mil agricultores y transformando cerca de 19 mil hectáreas bajo prácticas de intensificación sustentable.

Van Loon enfatizó que el TC-AS es un modelo formativo que evoluciona continuamente para responder a los desafíos del sector agrícola, adaptando el enfoque a las necesidades actuales de sustentabilidad, resiliencia y competitividad. «Este programa ha logrado expandirse hacia Guatemala y Honduras, extendiendo su impacto más allá de México y reafirmando su compromiso con el desarrollo sostenible de toda la región,» agregó Van Loon.

El TC-AS, desarrollado en colaboración con instituciones del sector público, privado y académico, ha sido fundamental en la creación de una red de técnicos comprometidos con la innovación sustentable y la capacitación de agricultores en prácticas de conservación del suelo, manejo eficiente del agua, y reducción de emisiones. La doctora Anabell Díaz, coordinadora de capacitación LATAM-CIMMYT, destacó que el programa es más que una simple capacitación técnica; es un semillero de líderes en sostenibilidad agrícola que están presentes en diferentes sectores, desde el extensionismo hasta la docencia y la investigación.

El ingeniero José Guadalupe Flores, gerente nacional de Hubs del CIMMYT, subrayó que la estructura territorial del programa en los Hubs ha permitido a los técnicos certificados colaborar en redes de innovación adaptadas a las condiciones agroecológicas de cada región. Esta capacidad de adaptación ha sido esencial para transformar las prácticas agrícolas en México, y cada generación de técnicos certificados contribuye a un cambio significativo en el campo.

Uno de los momentos más simbólicos del evento fue la formalización de la Red Latinoamericana de Técnicos Certificados en Agricultura Sustentable. Con esta red, el CIMMYT busca fortalecer la vinculación y el intercambio de conocimientos en la región, permitiendo a los técnicos certificados compartir experiencias, estrategias y avances en agricultura sustentable en distintos contextos y países de Latinoamérica.

“Queremos que esta red sea un espacio de colaboración continua que permita a los técnicos mantenerse actualizados y trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos que la agricultura moderna presenta,” declaró Van Loon al hacer el corte de listón que marcó el nacimiento formal de esta red.

Durante el evento, diversos técnicos certificados compartieron cómo la certificación ha fortalecido su desarrollo profesional y ha sido una puerta a nuevas oportunidades laborales y de reconocimiento, tanto en el sector público como en el privado.

Rubén de la Piedra Constantino, responsable científico de la Plataforma de Investigación Villa Corzo, Chiapas, manifestó: “comentarios de muchos compañeros coinciden en que nos sentimos muy honrados y contentos por esta celebración y por las atenciones recibidas en el evento. Felicitamos al CIMMYT y a su  equipo de Capacitación por este enorme esfuerzo”.

Al cierre, la doctora Anabell Díaz reafirmó la importancia del programa para CIMMYT y su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), enfatizando que los técnicos certificados son pieza clave para construir un futuro agrícola más resiliente y sostenible en México y América Latina.

La celebración del 15º aniversario del TC-AS marcó un hito en la historia del extensionismo en México, consolidando el programa como un pilar de transformación en la agricultura y reafirmando su rol en la profesionalización de asesores comprometidos con el desarrollo sostenible del campo.

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Redes que transforman: Innovación y seguridad alimentaria en la Península de Yucatán

Miguel Ku Balam, durante las mesas de trabajo del Hub Meeting Península de Yucatán. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)
Miguel Ku Balam, durante las mesas de trabajo del Hub Meeting Península de Yucatán. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)

Bajo el lema “Redes de Innovación que Transforman Vidas en los Sistemas Agroalimentarios”, expertos, investigadores, productores, representantes del CIMMYT y del gobierno de Quintana Roo se dieron cita en el Holiday Inn Express Mérida Siglo XXI para el Hub Meeting Península de Yucatán 2024, los días 24 y 25 de octubre. Este evento reunió a actores clave de Campeche, Quintana Roo y Yucatán, todos vinculados al Hub Península de Yucatán, con el objetivo de revitalizar las conexiones entre los distintos sectores y promover una visión conjunta en favor de la seguridad alimentaria.

El primer día, tras el mensaje de bienvenida por autoridades participantes en el evento, Jelle Van Loon, director asociado de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles y Representante Regional para América Latina en CIMMYT, inauguró la jornada con una conferencia magistral sobre los retos y oportunidades en los sistemas agroalimentarios, lo que captó la atención de los asistentes con su análisis del contexto global y sus implicaciones en la región. Posteriormente, una dinámica de consenso permitió que los participantes, incluidos los representantes del gobierno de Quintana Roo, reflexionaran sobre los desafíos locales, lo que abrió un espacio para el diálogo y la construcción de soluciones.

Ignacio Pereira, director general de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Estado de Quintana Roo, destacó la relevancia del trabajo en conjunto con el CIMMYT: “El trabajo que se está realizando con CIMMYT es sumamente importante, sobre todo en este proceso agroalimentario y agroecológico, que permite el conocimiento que se está impartiendo, pero también ampliar las metas en un tema tan relevante como la seguridad alimentaria de la población, sobre todo en el Estado de Quintana Roo. La gobernadora lo ha puesto como uno de los temas prioritarios de su gobierno, y nos ayuda a apoyar a las familias de diversas comunidades, especialmente en la zona maya, manteniendo la tecnología y el conocimiento acumulado durante años para incrementar la producción de sus parcelas. Esto no solo mejora la seguridad alimentaria y el autoconsumo de la población, sino que también genera vínculos para la comercialización de excedentes”.

Por su parte Arturo Alonso Medina Pech, facilitador del programa Sembrando Vida en la coordinación territorial de Xpujil, Campeche, compartió su experiencia sobre la colaboración con el CIMMYT, en el marco del Hub de la Península de Yucatán: “Nuestra vinculación con CIMMYT inició en 2020 y 2021, especialmente para la capacitación del personal operativo del programa en diversas rutas de la coordinación territorial de Sembrando Vida”.

En particular, Medina Pech detalló su participación en la coordinación del municipio de Candelaria, donde se ha capacitado al personal técnico de cuatro rutas. Este esfuerzo incluye trabajo de campo en parcelas de aprendizaje e innovación, con prácticas de mejoramiento del suelo, control de plagas y enfermedades. “Los productores están satisfechos con los resultados, y nuestro objetivo es seguir fortaleciendo esta colaboración con el CIMMYT en los próximos años”, añadió.

Bartolomé Durante, productor del ejido Tabi en Yucatán, compartió su experiencia de vida en el campo y su colaboración con el CIMMYT. “Soy productor de nacimiento, tengo 63 años y sigo trabajando en el campo”, comentó. Además, explicó que, en 2019, con el apoyo del CIMMYT comenzó a implementar prácticas de conservación y un módulo de semillas que le ha permitido intercambiar experiencias con otros productores en Yucatán. “Ahora sabemos trabajar con variedad de semillas criollas y conservamos el maíz de una cosecha a la otra”, señaló agradecido por las capacitaciones brindadas por el Hub, que le han permitido mejorar sus prácticas de cultivo y la sustentabilidad de su producción.

En la actividad “La red invisible: descubriendo conexiones”, los asistentes se agruparon en siete mesas temáticas: inclusión de género y social y desarrollo de capacidades, investigación y poscosecha, innovación y extensión, inclusión financiera y asociatividad, sistema semillas, mecanización y políticas publicas. Cada mesa, moderada por expertos, abordó la importancia de la colaboración y mapeó las conexiones entre los actores presentes. Las dinámicas, enriquecidas con carteles y fotografías, incentivaron a los participantes a visualizar sus interacciones y a identificar oportunidades para fortalecer sus vínculos, y contaron con la activa participación de las autoridades quintanarroenses que compartieron sus experiencias en políticas públicas y apoyo al sector agrícola.

Fotografía grupal de los participantes del Hub Meeting de Península de Yucatán. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)
Fotografía grupal de los participantes del Hub Meeting de Península de Yucatán. (Foto: Sarah Martínez / CIMMYT)

El segundo día comenzó con el taller de innovación colaborativa “Innovando juntos, soluciones para el futuro”. Durante la mañana, se promovió la creatividad en la búsqueda de soluciones a los retos previamente identificados, lo que logró los insumos para desarrollar un plan de acción y un agenda técnica en común. Katharine Schiller, experta en escalamiento de innovaciones, dirigió una dinámica sobre el impacto y la aplicabilidad de estas ideas en el contexto regional.

Antonio Rico Lomelín, subsecretario de Agricultura en la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca del gobierno de Quintana Roo, destacó el valor de los foros de colaboración como el Hub Península: “Este espacio permite una red de actores que, en un territorio compartido, interactúan para fortalecer la producción y productividad de actividades rurales, tales como la agricultura, ganadería, pesca y forestería”. Según Lomelín, el Hub es un espacio de riqueza en interacciones y compromisos entre los participantes, lo que genera una complicidad que impulsa los objetivos comunes.

En cuanto a los beneficios de la colaboración, Lomelín mencionó que el trabajo en red facilita la orientación de recursos y esfuerzos hacia un objetivo común. Un ejemplo clave es la política de rescate de maíces nativos en Quintana Roo, un proyecto en el que se busca no solo preservar esta biodiversidad, sino también generar una cadena de valor que lleve estos productos a nichos de mercado.

El evento concluyó con la presentación de propuestas generadas en cada mesa de trabajo, seguido por una emotiva reflexión final bajo el tema “Construyendo puentes, no caminos solitarios”, a cargo del equipo del CIMMYT. La clausura dejó a los asistentes con una renovada motivación y un fuerte compromiso de colaboración para afrontar los desafíos agroalimentarios de la Península de Yucatán.

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Cempasúchil: tradiciones y oportunidades

    De izquierda a derecha: Benancio Jiménez Gómez, Mateo Pérez Santiz y productores innovadores en una parcela con diversificación de cultivos en Chiapas. (Foto: Gaby Bracamonte / CIMMYT)De izquierda a derecha: Benancio Jiménez Gómez, Mateo Pérez Santiz y productores innovadores en una parcela con diversificación de cultivos en Chiapas. (Foto: Gaby Bracamonte / CIMMYT)

En las laderas de Chiapas, donde con frecuencia la agricultura se enfrenta a significativos retos, una flor de intenso color naranja se abre paso cada temporada de Día de Muertos: el cempasúchil. Este cultivo, tradicionalmente ligado a la celebración ancestral mexicana, es un auténtico emblema de la agricultura sustentable en la región, gracias al trabajo del Hub Chiapas y sus colaboradores, quienes promueven el arreglo de siembra de microrrotación en plataformas, módulos y áreas de extensión.

«En este momento estamos en el tratamiento de franjas de doble hilera con microrrotación«, explica Mateo Pérez Santiz, del equipo técnico del Hub Chiapas. «Al inicio, en la siembra de primavera-verano, se establecieron dos líneas de maíz y dos de frijol, que es donde está actualmente la línea de cempasúchil, y una vez que el frijol se haya cosechado alrededor del mes de julio, inmediatamente se trasplanta el cempasúchil, porque este se germina un mes antes para que la flor salga para Día de Muertos. Porque si se siembra más temprano o más tarde, pues ya no sale para cosechar en flor».

La planeación y el manejo adecuado de los tiempos y espacios en la parcela, señala Pérez Santiz, es esencial para asegurar una cosecha exitosa y para que la producción de cempasúchil esté lista justo en el periodo de mayor demanda: la temporada de ofrendas. Esto se convierte en un “reto tanto para quienes promovemos agricultura sustentable como para el productor, porque de lo contrario el productor se llevaría una desilusión si no se logran los objetivos”, añade el especialista.

La introducción del cempasúchil en las unidades de producción es parte de una estrategia de diversificación de cultivos que beneficia tanto al suelo como al ecosistema circundante. «Aquí la idea de la diversificación de cultivos es que sirva a diversos propósitos», comenta Benancio Jiménez Gómez, coordinador técnico del Hub Chiapas. «Cuando sembramos cultivos diferentes al cultivo principal, también nos sirve como atrayentes de insectos benéficos. Además, las raíces se comportan diferente a las del maíz, entonces, ese es otro beneficio que estamos teniendo».

El cempasúchil, con su color vibrante y su aroma característico, no solo es ornamental, sino que ofrece beneficios agronómicos importantes. Esta flor tiene la capacidad de atraer insectos polinizadores y actuar como una especie de repelente natural de plagas. Además, al integrarse en la rotación de cultivos, ayuda a incrementar la cantidad de materia orgánica que queda en el suelo, un aspecto crucial para mantener la salud del suelo y reducir la erosión, especialmente en terrenos de ladera característicos de la región.

Además de los beneficios ambientales, la incorporación del cempasúchil en los sistemas de producción diversificada abre nuevas oportunidades económicas para los agricultores chiapanecos. “Como es cultivo de flores, también diversificas el ingreso. Puedes sacar maíz para consumo, pero también cultivar flores para la venta. Entonces, ya no solo tu ingreso depende del cultivo principal”, afirma Pérez Santiz, quien resalta que esta estrategia permite a los productores obtener una ganancia adicional sin comprometer su seguridad alimentaria.

Si además de la diversificación de cultivos, que es uno de los elementos básicos de la agricultura de conservación, se añaden prácticas como la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), entonces los agricultores pueden introducir un mayor número de especies en su parcela, beneficiando así la conservación del suelo y, en el largo plazo, contribuyendo a la resiliencia de la tierra. En palabras de Pérez Santiz, “se pueden diversificar en la medida que el productor lo desee”.

El cempasúchil, cuyo nombre proviene del náhuatl y significa “flor de veinte pétalos”, es una planta con una historia que se remonta a épocas prehispánicas y que, hoy en día, cobra nuevo significado en el contexto de la agricultura sustentable. Con una altura que puede alcanzar hasta un metro y una coloración que oscila entre el amarillo y el naranja profundo, esta flor tiene propiedades

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What is AgroTutor

AgroTutor is an AI-powered digital tool designed to improve the livelihoods of smallholder farmers . As a public good, its open and modular architecture enables the development of context-specific farming recommendations, delivered directly to farmers in their local languages. By leveraging AI and farmer-generated data, AgroTutor provides real-time, localized advice to boost productivity, yield, and income.

Farmers can benefit from its peer-to-peer comparison feature, allowing them to learn from successful strategies used by others. The tool also offers multi-channel delivery, including offline and WhatsApp support, ensuring accessibility even in remote areas. With modules like AI-driven responses and customizable advisory services, AgroTutor empowers smallholder farmers with the knowledge and resources needed to optimize their practices and improve their livelihoods.

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Información climática, valiosa herramienta para prevenir plagas en Yucatán

Con el fin de brindar información oportuna y específica a los productores del estado, la Mesa Técnica Agroclimática de Yucatán ha emitido el Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola No. 6, correspondiente a los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2024. Esta publicación es esencial para la toma de decisiones de agricultores y apicultores, ya que incluye pronósticos sobre el comportamiento del clima en las principales regiones productivas del estado, así como recomendaciones prácticas para el manejo de plagas y cultivos.

Según los pronósticos, en las regiones de Mérida, Tizimín y Valladolid, se espera que durante el mes de octubre la lluvia sea menor al promedio histórico de 1991 a 2020, aunque se anticipa que será superior a lo registrado en el mismo mes de 2023. Para noviembre, la precipitación también se espera ligeramente inferior al promedio y menor que la registrada en noviembre del año pasado. Por su parte, en la región de Ticul, la lluvia acumulada tanto en octubre como en noviembre será inferior a la media histórica y muy similar a la del año anterior.

Adicionalmente, las temperaturas en todo el estado se prevé que sean entre 2 y 3 grados más altas que lo habitual, lo cual podría impactar tanto la productividad de los cultivos como la actividad apícola, que también es sensible a las variaciones en la temperatura.

El Boletín Agroclimático incluye valiosas recomendaciones técnicas para el manejo del gusano cogollero, plaga que puede afectar severamente los cultivos de maíz en la región. Las autoridades de sanidad vegetal sugieren mantener un monitoreo riguroso en las primeras semanas de crecimiento del maíz, revisando la presencia de huevos o larvas en las hojas. Si se detecta daño en más del 20% de las plantas, es momento de actuar. Entre las medidas de control destacan la aplicación de productos biológicos como Trichogramma o Bacillus thuringiensis en las primeras fases de desarrollo del gusano, el uso de métodos culturales como la eliminación de maleza en las parcelas, y la utilización de plaguicidas a base de reguladores de crecimiento en dosis bajas y en las primeras etapas de infestación.

Además del control de plagas, el boletín subraya la importancia de prácticas agrícolas preventivas, como la integración o eliminación de los residuos de cultivos anteriores y malezas para evitar la proliferación de enfermedades y plagas. Se recomienda también optar por el cultivo de hortalizas, ya que estas especies suelen adaptarse mejor a las condiciones actuales de la temporada. El frijol Jamapa es mencionado como una excelente alternativa, debido a su capacidad de aprovechar la humedad residual del suelo, mejorar su estructura y contribuir con nitrógeno, lo que resulta especialmente beneficioso para el manejo de tierras agrícolas en la región.

Este boletín es el resultado de los esfuerzos de colaboración entre diversas instituciones que forman parte de la Mesa Técnica Agroclimática de Yucatán, entre las que se encuentran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el CIMMYT y el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Yucatán (CESVY), entre otros actores locales. Las Mesas Técnicas Agroclimáticas juegan un rol fundamental al analizar y traducir los pronósticos climáticos en información útil y adaptada a las realidades productivas de los diferentes sectores del estado.

Por último, el boletín también destaca la importancia de continuar con la adecuada disposición de los envases vacíos de agroquímicos a través del Programa Nacional de Recolección de Envases, una estrategia que busca promover un manejo seguro y responsable de estos residuos, en beneficio del medio ambiente y de las comunidades rurales.

Con esta información, los productores de Yucatán podrán enfrentar de manera más eficaz los desafíos climáticos y optimizar sus prácticas agrícolas y apícolas para mejorar su productividad y sostenibilidad. Da clic en la imagen para descargar el boletín completo.

Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola de Yucatán No. 6 2024
Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola de Yucatán No. 6 2024
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Colombia Agroalimentaria Sostenible: un impulso a la agricultura resiliente

Cultivo de maíz biofortificado en Colombia. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de maíz biofortificado en Colombia. (Foto: CIMMYT)

El proyecto Colombia Agroalimentaria Sostenible, impulsado por el gobierno colombiano a través de Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) coordinado por la Alianza Bioversityy CIAT, es una iniciativa que busca transformar el sector agrícola en el país, promoviendo sistemas agroalimentarios más sostenibles y resilientes. A esta importante misión se han sumado diversas instituciones de investigación como parte de los socios implementadores estratégicos, entre ellas el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) de México.

El objetivo de Colombia Agroalimentaria Sostenible es abordar los desafíos ambientales y productivos que enfrenta la agricultura en Colombia, garantizando al mismo tiempo la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. A través de la implementación de tecnologías innovadoras, mejores prácticas agrícolas y la adaptación al cambio climático, se busca mejorar la competitividad de los productores colombianos y reducir la presión sobre los recursos naturales. En este sentido, el proyecto contribuye al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, en especial los relacionados con la acción por el clima, la vida en la tierra y la reducción de las desigualdades.

El CIMMYT colabora en este proyecto para sumar esfuerzos que permitan fortalecer las capacidades de los agricultores, ya que Colombia Agroalimentaria Sostenible no solo se enfoca en la producción agrícola, sino en todo el sistema agroalimentario, buscando construir cadenas de valor más inclusivas y eficientes, desde la producción hasta el consumidor, haciendo énfasis en la participación comunitaria y en la transferencia de conocimientos de manera inclusiva, involucrando a mujeres, jóvenes y comunidades rurales marginadas en los procesos de toma de decisiones y adopción de tecnologías.

La colaboración entre centros de investigación internacionales del CGIAR, como la Alianza Bioversity-CIAT y el CIMMYT, junto con actores clave de Colombia, demuestra que el futuro de la agricultura depende de una visión integrada que combine ciencia, innovación y colaboración. Así, se sientan las bases para una transformación agroalimentaria en Colombia que beneficie tanto a las personas como al planeta.

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Hub Meeting Chiapas, un encuentro para escuchar a los productores

Mesas de trabajo durante el Hub Meeting Chiapas. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)
Mesas de trabajo durante el Hub Meeting Chiapas. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)

El Hub Meeting Chiapas 2024 reunió a una gran diversidad de actores del sector agroalimentario con un objetivo claro: escuchar a los productores, entender sus necesidades y ofrecer soluciones que les permitan adaptarse a un entorno cambiante. Este esfuerzo conjunto, que involucra a productores, empresas, instituciones de investigación y gobierno, busca no solo mejorar la productividad, sino también consolidar la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia de los sistemas agrícolas en la región.

El compromiso del CIMMYT y sus colaboradores se centra en llevar la ciencia directamente a los campos, poniendo la tecnología y la innovación al servicio de los productores. Sin embargo, este esfuerzo va más allá de la mera implementación de tecnologías sustentables, es un llamado a escuchar activamente, a comprender los desafíos de quienes trabajan la tierra y a cocrear soluciones que respondan a sus realidades.

Así, durante el Hub Meeting se destacó la importancia de seguir promoviendo tecnologías como la agricultura de conservación y otras para mejorar la calidad del suelo y combatir la compactación —un problema que afecta gravemente a la productividad en condiciones de sequía—.

El trabajo del Hub Chiapas se adapta a las particularidades de cada región, garantizando que cada productor reciba el apoyo adecuado:

  • En Larráinzar, Los Altos de Chiapas, se evaluaron prácticas sustentables en la plataforma de investigación Larráinzar, donde sistemas como la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) ha mostrado mejoras en la productividad del maíz y en la eficiencia del uso de suelos a través de la diversificación de cultivos.
  • En la Meseta Comiteca, un centenar de productores han participado en módulos demostrativos para evaluar la asociación de leguminosas forrajeras con maíz (canavalia, frijol gandul, crotalaria), mejorando la calidad del suelo al aumentar la disponibilidad de nitrógeno, además de ser beneficiosas para la alimentación del ganado.
  • En la región de Los Llanos, los sistemas de producción de granos básicos se están fortaleciendo con 250 productores que están integrando prácticas de conservación de suelos y tecnologías sostenibles como la siembra de frijol en relevo al maíz, mejorando la resiliencia de sus comunidades.
  • En la Selva Lacandona y Tulijá-Tseltal-Chol, el sistema MIAF ha sido adoptado por cinco mil productores, mejorando la seguridad alimentaria y la resiliencia frente al cambio climático mediante la biodiversificación de cultivos como maíz, frijol, chile y frutas.
  • En Villa Corzo, mil productores han sido vinculados con tecnologías para mejorar la rentabilidad y reducir costos, evaluando genotipos de maíz con tolerancia a enfermedades como la mancha de asfalto, mientras se implementan tecnologías de conservación de suelos para aumentar los rendimientos.
  • En Amatenango del Valle, la producción de elote bajo agricultura de conservación ha alcanzado 45 mil elotes por hectárea con el apoyo de cien productores, quienes han sido capacitados en prácticas como la micro-rotación y el manejo de estrés hídrico.

Además de estos proyectos productivos, el Hub Chiapas impulsa actividades enfocadas en la comercialización y el acceso a mercados. En Los Altos, Meseta Comiteca y Frailesca, se han organizado grupos de productores rurales para agregar valor a productos como tostadas de maíz nativo y frijol certificado, fomentando la estabilidad económica de las familias y su integración en los mercados locales y nacionales.

Otro pilar fundamental es la mecanización a escala adecuada, donde el Hub ha facilitado el acceso a tecnologías accesibles como equipos multiusos-multicultivos. Esto ha permitido a los agricultores de regiones como Tonalá y La Concordia mejorar la eficiencia en la siembra y fertilización, incrementando la productividad y reduciendo costos.

El trabajo del Hub ha sido posible gracias a la participación de diversas organizaciones de todos los sectores, como la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Chiapas; la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; Educampo; FIRCO; TNC; CONANP, así como de iniciativas como AgriLAC Resiliente.

Durante la clausura del Hub Meeting Chiapas 2024, Cinthia Xiomara Lorenzana Borrego, Secretaria de Igualdad de Género de Chiapas, instó a los presentes a impulsar la agenda de las mujeres en el campo, para que cada vez se desarrollen y capaciten más agricultoras líderes en beneficio de sus comunidades.

Así, el Hub Chiapas sigue siendo un ejemplo de cómo la ciencia puede transformar la vida de los agricultores cuando se trabaja desde la colaboración, la escucha activa y el entendimiento profundo de las necesidades del campo. El CIMMYT hace un llamado a todos los actores a seguir invirtiendo en ciencia y tecnología, pero también a escuchar y acompañar a los productores en su camino hacia la adaptación, la seguridad alimentaria y la resiliencia.