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Tips para el almacenamiento de granos con silos metálicos herméticos

Jessica González, coordinadora de Investigación del CIMMYT, explica el uso de tecnologías herméticas para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas. (Foto: CIMMYT)
Jessica González, coordinadora de Investigación del CIMMYT, explica el uso de tecnologías herméticas para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas. (Foto: CIMMYT)

Jessica González, coordinadora de Investigación de Hub Valles Altos del CIMMYT, explica cómo usar un silo metálico hermético para almacenar y proteger tu cosecha. Estas tecnologías son ideales para evitar pérdidas y conservar la calidad de tus granos.

¿Qué es un silo metálico hermético?

Jessica González presenta el silo metálico hermético para mejorar el almacenamiento y conservación de granos. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
Jessica González presenta el silo metálico hermético para mejorar el almacenamiento y conservación de granos. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)

Es un cilindro de lámina lisa galvanizada que evita el intercambio de humedad y gases, lo que permite almacenar grano seco, sano, limpio y fresco sin necesidad de químicos. Al usar esta tecnología, se pueden conservar las propiedades y calidad del grano, ya que lo protege de plagasa corto y largo plazo.

Componentes y accesorios de un silo metálico hermético

Partes principales:

Silo metálico hermético, tecnología diseñada para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas de plagas y humedad. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
Silo metálico hermético, tecnología diseñada para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas de plagas y humedad. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
  • Boca de entrada y salida.
  • Cúpula, cuerpo y base.

Accesorios:

  • Llave: Facilita abrir y cerrar las tapas.
  • Empaques y cinta teflón: Garantizan un cierre hermético.
  • Cono o embudo: Ayuda a ingresar el material.
  • Tapas: Pueden ser de bronce, aluminio o latón, dependiendo del proveedor.

Consejo: Una vez realizada la compra de tu silo, solicita a tu proveedor una prueba de hermeticidad con aire como garantía. En los ciclos posteriores, hacer pruebas de hermeticidad con agua para asegurar un almacenamiento efectivo. Agregar del 10 al 15 % de agua de la capacidad total del recipiente, luego cerrar perfectamente e iniciar la verificación en las uniones de lámina y tapones del silo.

Capacidades disponibles

Diferentes tamaños de silos metálicos herméticos, diseñados para adaptarse a diversas necesidades de almacenamiento y proteger los granos de plagas y humedad. (Foto: CIMMYT)

Existen diferentes capacidades de silos metálicos herméticos para adaptarse a tus necesidades (un silo debe llenarse mínimo tres cuartas partes de su capacidad para evitar mucho espacio con oxígeno): 25 kg, 100 kg, 200 kg, 500 kg, 1 tonelada y 2 toneladas. Usa la más adecuada al tamaño de tu cosecha.

La regla de oro para el almacenamiento de granos 

Para evitar pérdidas y mantener la calidad de tu grano, aplica la regla de oro:

  1. Grano limpio: Realiza una selección manual para eliminar residuos, material extraño y granos dañados.
  2. Grano seco: Asegúrate de que la humedad sea menor al 14 %. Si no tienes un medidor, usa el método del sol y la sal.
  3. Grano fresco: Refresca el grano después de secarlo al Sol, déjalo reposar durante la noche.
  4. Grano sano: Elimina mazorcas y semillas picadas por insectos, manchas por hongos, quebradas y germinadas.

Recomendaciones para el uso y cuidado del silo metálico hermético

Silo metálico hermético instalado sobre una tarima en un espacio protegido, demostrando las mejores prácticas para conservar granos y evitar pérdidas. (Foto: CIMMYT)
Silo metálico hermético instalado sobre una tarima en un espacio protegido, demostrando las mejores prácticas para conservar granos y evitar pérdidas. (Foto: CIMMYT)
  • Instala el silo sobre una tarima o superficie que lo separe del suelo.
  • Coloca el silo bajo un techo y evita el contacto directo con la pared.
  • Protégelo del sol, la lluvia y el calor excesivo.
  • Limpia el lugar de almacenamiento, asegurándote de eliminar residuos de cosechas anteriores.

Con el silo metálico hermético y aplicando la regla de oro, puedes conservar tu cosecha, prevenir infestaciones de plagas y mejorar tus ingresos. Estas tecnologías son una inversión clave para productores interesados en proteger su grano de manera efectiva y sostenible.

En el marco del proyecto Seguridad Alimentaria y Nutricional para Comunidades Rurales del Estado de Quintana Roo, realizado en colaboración con el CIMMYT, se promueven soluciones poscosecha innovadoras que buscan garantizar que las familias y comunidades de la región tengan acceso seguro a alimentos de calidad, reduciendo las pérdidas de granos y mejorando sus ingresos.

Para conocer más sobre este proyecto, consulta nuestro boletín semanal y mantente al tanto de nuestras actualizaciones.

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Reparar, una opción para extender la vida útil de las bolsas herméticas

El técnico Omar Francisco Sánchez en un módulo poscosecha en el municipio de Pochutla, Oaxaca, México. (Foto: CIMMYT)
El técnico Omar Francisco Sánchez en un módulo poscosecha en el municipio de Pochutla, Oaxaca, México. (Foto: CIMMYT)

Imagina por un momento que, después de un intenso año de trabajo durante el cual has podido ahorrar una buena cantidad de dinero, pierdes cerca de la mitad de esos recursos logrados con tanto esfuerzo. Esta es la realidad de muchas familias agricultoras mexicanas que se enfrentan a las pérdidas poscosecha causadas, mayoritariamente, por plagas de almacén —como el gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais) y el gorgojo del frijol (Zabrotes subfasciatus)—, causantes de pérdidas poscosecha que en zonas con clima cálido alcanzan hasta 40 %.

Las tecnologías herméticas poscosecha, como los silos metálicos herméticos y las bolsas plásticas herméticas han sido promovidas como soluciones sostenibles y libres de químicos debido a su alta efectividad. Sin embargo, su adopción enfrenta retos como costos y durabilidad.

Para evaluar la viabilidad de reutilizar bolsas herméticas para prolongar su vida útil, reducir costos e impacto ambiental, un equipo de investigadores del CIMMYT comparó la eficacia de bolsas plásticas herméticas, bolsas de plástico de ensilaje y bolsas de polipropileno en la reducción de pérdidas de almacenamiento en maíz y frijol, evaluando cuatro ciclos sucesivos.

En su intento por escapar y respirar, los insectos perforan las bolsas. En este estudio, las bolsas se repararon con cinta gris adhesiva para ductos cuando fueron perforadas por insectos para evaluar el efecto sobre la pérdida de granos al  reutilizar bolsas plásticas herméticas durante ciclos de almacenamiento consecutivos. Se recopilaron datos sobre el número de agujeros por bolsa, el contenido de humedad, el daño de los insectos y la pérdida de peso de los granos antes y después de cada ciclo de almacenamiento.

“La bolsa de plástico de ensilaje fue la más afectada y tuvo que cambiarse después del segundo ciclo de almacenamiento. Las bolsas de polipropileno mostraron graves daños por insectos, alcanzando el 15.6 % durante el segundo ciclo de almacenamiento, mientras que las bolsas herméticas de distintas marcas demostraron mantener el daño por insectos por debajo del 5 %, incluso tras ser reparadas con cinta adhesiva”, señala el artículo de investigación, enfatizando que la reutilización de bolsas herméticas, además de minimizar costos, reduce el impacto ambiental, consolidándose como una tecnología eficiente para agricultores de pequeña escala.

“El estudio confirmó que las bolsas plásticas herméticas son más efectivas que las bolsas de polipropileno para minimizar las pérdidas por plagas en granos almacenados. Incluso tras perforaciones, donde las reparaciones con cinta gris adhesiva para ductos permitieron mantener su funcionalidad por al menos cuatro ciclos consecutivos”, enfatiza el equipo de investigadores.

Estas son buenas noticias para los agricultores de pequeña escala y de autoconsumo, ya que la reutilización de bolsas herméticas reduce su costo unitario y, además, la huella ambiental, por lo que capacitar a agricultores en el secado, limpieza y reparación de bolsas herméticas es clave para maximizar su vida útil.

Será muy importante que se desarrolle nueva investigación enfocada en “desarrollar bolsas herméticas biodegradables y esquemas de reciclaje. También se recomienda extender los estudios a condiciones con alta infestación previa y almacenamiento prolongado”, finaliza el equipo de investigadores del CIMMYT, recalcando que las bolsas herméticas son una solución viable, económica y sostenible para pequeños agricultores en México.

Te invitamos a leer el estudio completo en: https://doi.org/10.1016/j.jspr.2024.102480

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De aprendiz a maestro

Hilario Bolio durante el taller de fabricación de silos. (Foto: Jesús López)
Hilario Bolio durante el taller de fabricación de silos. (Foto: Jesús López)

En una comunidad de la Península de Yucatán, el sonido del martilleo y el zumbido de soldaduras marcan el compás del cambio. Hilario Bolio, un herrero de Tzucacab, Yucatán, se ha convertido en un referente de la seguridad alimentaria y el uso de tecnologías sustentables gracias a su participación en una red de herreros impulsada por el CIMMYT y potenciada por iniciativas como Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, proyecto de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Quintana Roo (ASAQROO) y el CIMMYT.

Recientemente, Hilario participó como capacitador en un taller para la fabricación de silos metálicos herméticos, una tecnología que permite reducir significativamente las pérdidas poscosecha, mismas que llegan a ser de hasta el 40 % en lugares cálidos, afectando seriamente la disponibilidad de alimentos para las familias.

Así, con la intención de mejorar la seguridad alimentaria de las familias productoras, este curso tuvo como objetivo formar a una nueva generación de herreros comprometidos con el bienestar de sus comunidades. “La capacitación en tecnologías herméticas no solo garantiza granos más sanos y seguros, sino que también reduce el uso de pesticidas como el fosfuro de aluminio, protegiendo así la salud de las familias agricultoras”, explicó Jesús López Gómez, especialista del CIMMYT quien también participó como capacitador en el taller.

La historia de Hilario Bolio y las tecnologías herméticas poscosecha comenzó hace varios años, cuando participó en su primer curso sobre fabricación de silos en la sede global del CIMMYT en Texcoco, Estado de México. En aquel momento, era uno de los pocos participantes con un taller de herrería propio, lo que le permitió poner en práctica lo aprendido y consolidar su especialización en la fabricación de silos herméticos. Desde entonces, se ha dedicado a perfeccionar su técnica y a compartir su conocimiento con otros herreros, tanto en México, como en el extranjero.

“Domino varios oficios, entre ellos la herrería, por lo cual los silos metálicos herméticos fueron parte de mi catálogo de productos. Aparte de todas mis actividades participo como ponente para facilitar talleres, particularmente para cálculo, trazo, corte y ensamble de silos metálicos herméticos. Por esto, en 2019 facilité en dos talleres. Uno en Yucatán y otro en Laos. Y este año (2024), aquí en Chetumal, Quintana Roo».

«Me siento muy contento de participar en estos talleres que son muy importantes para que otras personas desarrollen sus habilidades y capacidades en la fabricación de estos equipos. Me siento muy afortunado al saber que los granos de maíz son almacenados en equipos que garantizan su conservación, ya que cuentan con la garantía de la hermeticidad y de esta forma se busca garantizar la salud de las familias, por eso me siento contento y agradecido de participar en esta estrategia», comenta Hilario, cuyo taller en Tzucacab es hoy un punto de fabricación y distribución clave de esta tecnología para toda la región.

El reciente curso-taller convocó a herreros de los tres estados de la Península: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Durante tres días, los participantes aprendieron desde los principios teóricos de la tecnología hermética hasta la fabricación práctica de silos, utilizando herramientas básicas que garantizan que el conocimiento adquirido pueda replicarse en comunidades con recursos limitados.

El taller también abordó la importancia de diversificar los servicios que los herreros ofrecen. “Queremos que ellos no solo fabriquen silos, sino que los integren como un producto más en su oferta, ampliando así las posibilidades de sus negocios y fomentando la adopción de esta tecnología en sus comunidades”, agregó Jesús López Gómez.

La actividad culminó con un ejercicio práctico donde cada equipo fabricó su propio silo, bajo la guía experta de Hilario quien, más allá de sus habilidades como herrero, se ha convertido en un líder y mentor gracias a su disposición de compartir el conocimiento. Así, sus esfuerzos por formar a nuevos fabricantes de silos no solo están transformando las cadenas poscosecha en la región, sino que también están inspirando a otros a ser parte del cambio.

“Con este taller esperamos ampliar la red de herreros y la difusión de las tecnologías herméticas poscosecha en beneficio de las comunidades rurales de Quintana Roo”, destacó Alberto Ignacio Perera Medina, Director General de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Estado de Quintana Roo (ASAQROO).

Gracias a personas como Hilario y a iniciativas como este taller, se avanza en la consolidación de una red de innovación que impacta directamente en la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales de México. Este esfuerzo representa un paso importante hacia un futuro donde las soluciones sustentables sean accesibles para todos, desde el campo hasta la mesa.

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Maíz palomero: sabor, patrimonio y cultura

Maíces palomeros del Banco de Germoplasma del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)
Maíces palomeros del Banco de Germoplasma del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)

Naturales, con mantequilla, con caramelo, con chile o con algún novedoso y exótico sabor, las palomitas son un elemento indispensable de la cultura popular, particularmente a la hora de disfrutar una película. Tanto por su relevancia en el mercado global como por su influencia cultural, esta botana tiene su propio día: el 19 de enero, Día Internacional de las Palomitas de Maíz.

En el marco de esta conmemoración, es imprescindible destacar la historia, el valor y los desafíos del maíz palomero, una joya biocultural mexicana que ha dado al mundo una de sus botanas favoritas. Originario de México, el maíz palomero es más que un alimento; es una ventana a la tradición, la innovación y la preservación de los maíces nativos.

El maíz palomero, conocido por su capacidad de reventar y formar pequeñas “flores” comestibles, se encuentra principalmente en razas como Chapalote, Nal-Tel, Reventador, Palomero de Chihuahua, Palomero de Jalisco y el icónico Palomero Toluqueño.

El Palomero Toluqueño, cultivado en las tierras altas de México, está adaptado a condiciones agroecológicas únicas. Estudios recientes han identificado regiones en su material genético que le confieren ventajas adaptativas en altitudes elevadas. Estas adaptaciones son el resultado de siglos de selección por parte de agricultores locales, quienes han moldeado su genética para resistir climas extremos y mantener su calidad para la elaboración de palomitas.

Las razas nativas son poblaciones dinámicas, cada una con una identidad única moldeada por la interacción entre organismos vivos, factores ambientales, el manejo del cultivo, las semillas y las preferencias del consumidor. Estas razas son el resultado de la selección directa e indirecta de los agricultores, la selección natural en respuesta al medioambiente local y el intercambio a través de redes tradicionales de flujo de semillas. Por lo general, se cultivan en condiciones de bajo consumo y producen un rendimiento modesto pero estable.

El Palomero Toluqueño es una raza ancestral distribuida en las tierras altas de México, especialmente en el Valle de Toluca, a elevaciones de entre 2,100 y 2,900 metros sobre el nivel del mar. Aunque su cultivo actual es limitado, esta raza es considerada progenitora de las variedades modernas más productivas de las tierras altas. Como tal, es un valioso sistema de estudio para comprender la adaptación local y cómo estas características se adquieren al cultivarse en condiciones específicas.

A pesar de su relevancia cultural y biológica, la producción de maíz palomero ha disminuido dramáticamente. Entre los factores que amenazan su cultivo se encuentran la falta de acceso a semillas de calidad, la baja rentabilidad y la competencia con variedades comerciales más productivas, pero menos adaptadas a las condiciones locales.

La rica diversidad de las razas nativas mexicanas está estrechamente ligada a su adaptación local. Sin embargo, esta especialización también las hace vulnerables al cambio climático. Estudios realizados por investigadores del CIMMYT identifican al Palomero Toluqueño como una de las razas más vulnerables. A pesar de ello, los resultados ofrecen un “optimismo cauteloso”, indicando que las variedades de tierras altas podrían mantener niveles productivos frente al cambio climático.

En contraste con su cultivo limitado, el mercado global de las palomitas está en auge. Según Mordor Intelligence, se espera que este mercado crezca a una tasa anual compuesta del 6.1% entre 2023 y 2028, impulsado por la demanda de alimentos saludables y listos para consumir. Este panorama representa una oportunidad para reposicionar al maíz palomero mexicano como un producto valorado por su sabor, calidad y tradición.

Ante este panorama, es crucial desarrollar iniciativas que vinculen a pequeños productores con mercados especializados, donde se reconozca la calidad y el origen del maíz palomero mexicano. La colaboración con la industria gastronómica y de snacks gourmet podría abrir nuevas oportunidades comerciales, permitiendo a los agricultores obtener precios justos y competitivos.

Además, el CIMMYT desempeña un papel clave en la conservación y el desarrollo del maíz palomero. Su banco de germoplasma, el más grande del mundo para maíz, asegura la preservación de razas como el Palomero Toluqueño para las generaciones futuras. A través de tecnologías innovadoras como la agricultura de conservación, el CIMMYT también promueve prácticas sustentables que fortalecen esta tradición agrícola.

El maíz palomero no solo representa una herencia biocultural invaluable, sino también una oportunidad para que México recupere su posición en un mercado global en crecimiento, mientras preserva sus raíces y fortalece a las comunidades agrícolas que han mantenido viva esta tradición durante siglos.

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Cuatro nuevos híbridos de CIMMYT disponibles de los programas de mejoramiento para Latinoamérica

CIMMYT se complace en anunciar cuatro nuevos híbridos de maíz disponibles para su adopción por parte de instituciones del sector público o privado, especialmente para aquellas instituciones interesadas en la comercialización y diseminación de semilla de maíz en Latinoamérica o en zonas agroecológicas similares; por lo que se les invita a solicitar licencia para la comercialización de estos nuevos híbridos, escalar su producción y entrega de los mismos a distintas comunidades agrícolas.

Códigos de los nuevos híbridos disponibles Caracteres clave Agroecologías objetivo
CIM22LAPP1A-10 Madurez media, grano blanco, alto rendimiento, y resistencia al Complejo de la Mancha de Asfalto, Tizón foliar por Maydis, y pudrición de mazorca. Trópicos bajos de Latinoamérica y zonas agroecológicas similares.
CIM22LAPP1A-11
CIM22LAPP1C-10 Madurez media, grano amarillo, alto rendimiento, y resistencia al Complejo de la Mancha de Asfalto, Tizón foliar por Maydis, y pudrición de mazorca.
CIM22LAPP2A-28 Madurez media, grano blanco, alto rendimiento, y resistente a Mancha gris por Cercospora, y pudrición de mazorca. Alturas medias del ciclo primavera-verano de México y zonas agroecológicas similares.

 

Datos de comportamiento agronómico y rendimiento: Descarga el anuncio de estos nuevos híbridos y los resultados de los ensayos CIMMYT-Latinoamérica de etapa 4 del año 2022 y etapa 5 del 2023 en la plataforma Dataverse.
¿Cómo aplicar? Visite la página del CIMMYT de asignación de productos de maíz para mayores detalles (disponible solo en inglés)
Fecha límite para solicitar licencia de comercialización La fecha límite para la presentación de solicitudes de licencias de comercialización es el 31 de enero del 2025. Esta fecha límite es solo para ser considerados en la primera ronda de asignación de productos, ya que se podrán seguir recibiendo solicitudes de licenciamiento después de la fecha límite, pero dichas solicitudes serán consideradas paras las subsecuentes rondas de asignación de productos.

 

Los nuevos híbridos de maíz disponibles fueron identificados a través de un riguroso proceso de evaluación de germoplasma que duró años y de distintas etapas que culminó en los siguientes ensayos de etapa cinco: LT23-STG5-THW, LT23-STG5-THY, y 01-23MASTCHSTW. Se determinó que los productos cumplían con estrictos criterios de desempeño y aceptación por parte de agricultores conforme a los perfiles de producto de los programas de mejoramiento del CIMMYT, mismos que están particularmente diseñados para la generación de productos para pequeños agricultores de zonas bajo estrés ambiental de Latinoamérica.

Las solicitudes deberán ir acompañadas de una propuesta de plan de comercialización para cada producto solicitado, y deben ser enviadas en línea a través del Portal de Licenciamiento de Maíz del CIMMYT en inglés o español. Éstas serán revisadas conforme a los Principios y procedimientos para la Adquisición y uso de híbridos y variedades de maíz de CIMMYT para su comercialización.  Igualmente, agradecemos que sus inquietudes, inconvenientes o dudas con respecto al proceso de solicitud de licenciamientos sean dirigidas al correo electrónico GMP-CIMMYT@cgiar.org con atención a Debora Escandón, Administradora de Proyectos, Programa Global de Maíz del CIMMYT.

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Supera Grupo Bimbo sus metas de agricultura regenerativa

La colaboración entre CIMMYT y Grupo Bimbo en México permitió cultivar 8,390 hectáreas de trigo y 7,300 de maíz con agricultura regenerativa en 2023, logrando mayor eficiencia en el uso de agua y reducciones significativas de emisiones de CO2e. Este esfuerzo refuerza la sostenibilidad agrícola y el bienestar de las comunidades rurales.

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Tips para evaluar la materia orgánica (MO) en tu suelo

José Manuel Rivera explica cómo evaluar la materia orgánica del suelo al utilizar muestras de diferentes estratos y agua oxigenada para determinar su nivel de fertilidad y salud. (Foto: CIMMYT)
José Manuel Rivera explica cómo evaluar la materia orgánica del suelo al utilizar muestras de diferentes estratos y agua oxigenada para determinar su nivel de fertilidad y salud. (Foto: CIMMYT)

José Manuel Rivera, especialista en Fitotecnia y técnico certificado, comparte una práctica sencilla y efectiva para evaluar la materia orgánica en diferentes estratos de tu parcela. La materia orgánica es clave para la fertilidad y estructura del suelo, y esta prueba te ayudará a conocer su cantidad y calidad.

 

¿Qué materiales necesitas?

·  Muestras de suelo de tres estratos:

Muestras de suelo de diferentes estratos listas para la prueba de materia orgánica con agua oxigenada: estrato superior, medio y profundo. (Foto: CIMMYT)
Muestras de suelo de diferentes estratos listas para la prueba de materia orgánica con agua oxigenada: estrato superior, medio y profundo. (Foto: CIMMYT)

1. Estrato superior: 0-10 cm, donde se encuentra la mayor cantidad de materia orgánica.
2. Estrato medio: 30-35 cm, con materia orgánica en menor proporción.
3. Estrato profundo: 40-50 cm, con menor cantidad de materia orgánica.

· Un vaso de plástico o contenedor.

Agua oxigenada, elemento clave para realizar la prueba de materia orgánica en muestras de suelo de diferentes profundidades. (Foto: CIMMYT)
Agua oxigenada, elemento clave para realizar la prueba de materia orgánica en muestras de suelo de diferentes profundidades. (Foto: CIMMYT)

· Agua oxigenada.

Pasos para realizar la prueba

José Manuel Rivera aplica agua oxigenada en muestras de suelo de distintos estratos para evaluar la cantidad de materia orgánica presente. (Foto: CIMMYT)
José Manuel Rivera aplica agua oxigenada en muestras de suelo de distintos estratos para evaluar la cantidad de materia orgánica presente. (Foto: CIMMYT) 

1. Recolecta muestras de suelo de cada estrato, procurando que la cantidad sea uniforme.
2. Coloca cada muestra en un recipiente por separado.
3. Aplica agua oxigenada en cada muestra y observa la reacción.

¿Qué observarás?

Reacción de efervescencia: El agua oxigenada reacciona con la materia orgánica y genera burbujas.

·  Mayor efervescencia: Indica una alta cantidad de materia orgánica, como en el estrato superior.

Reacción de una mayor efervescencia en una muestra de suelo tras aplicar agua oxigenada, indicando un alto contenido de materia orgánica en el estrato superior. (Foto: CIMMYT)
Reacción de una mayor efervescencia en una muestra de suelo tras aplicar agua oxigenada, indicando un alto contenido de materia orgánica en el estrato superior. (Foto: CIMMYT)

·  Menor efervescencia: Señala una baja cantidad de materia orgánica, como en los estratos inferiores.

Aplicación de agua oxigenada en muestras de suelo con menor efervescencia, lo que indica un contenido más bajo de materia orgánica en los estratos profundos. (Foto: CIMMYT)
Aplicación de agua oxigenada en muestras de suelo con menor efervescencia, lo que indica un contenido más bajo de materia orgánica en los estratos profundos. (Foto: CIMMYT)

¿Qué indica esta prueba?

Materia orgánica en estratos superiores: Proviene de rastrojos y residuos de cosecha que se descomponen y enriquecen el suelo.
Materia orgánica en estratos inferiores: Aunque presente, es significativamente menor que en la capa superficial.
 
¿Qué hacer si detectas niveles bajos de materia orgánica?

José Manuel Rivera explica la importancia de evaluar la materia orgánica en el suelo y cómo utilizar agua oxigenada para identificar su presencia en distintos estratos. (Foto: CIMMYT)
José Manuel Rivera explica la importancia de evaluar la materia orgánica en el suelo y cómo utilizar agua oxigenada para identificar su presencia en distintos estratos. (Foto: CIMMYT)

1. Incorpora rastrojos: Deja residuos de cultivos en el suelo después de la cosecha.
2. Siembra cultivos de cobertura: Ayudan a enriquecer y proteger el suelo.
3. Promueve prácticas sostenibles: Evita retirar residuos y fomenta su integración.

José Manuel Rivera destaca la importancia de evaluar la materia orgánica para mantener suelos fértiles y saludables. Esta prueba sencilla te permitirá implementar medidas correctivas y mejorar la productividad agrícola. ¡Realiza esta práctica y cuida tus suelos!

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Plataformas de investigación, una luz para el campo oaxaqueño en Santa Lucía Miahuatlán

Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, junto a Juliana, productora de Santa Lucía Miahuatlán. Juntas, comparten conocimientos y trabajan para transformar el campo oaxaqueño en un espacio de esperanza y aprendizaje colectivo. (Foto: Sarah Martínez)
Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, junto a Juliana, productora de Santa Lucía Miahuatlán. Juntas, comparten conocimientos y trabajan para transformar el campo oaxaqueño en un espacio de esperanza y aprendizaje colectivo. (Foto: Sarah Martínez)

Un brillo especial se nota en la mirada de Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, cuando habla de la plataforma de investigación en Santa Lucía Miahuatlán, Oaxaca. Para Teresa, este espacio no es solo una parcela, es su segunda casa. Es el lugar donde comparte su pasión por el campo y el conocimiento, además de transformar cada visita en una oportunidad para construir algo más grande. Con cada productor que cruza las puertas de la plataforma, Teresa forja, con paciencia y entrega, una familia unida por un mismo objetivo: aprender juntos para crecer juntos.

El trabajo en la plataforma está cuidadosamente diseñado para garantizar imparcialidad y facilitar que los productores adopten prácticas como la agricultura de conservación, el manejo sostenible de la fertilidad del suelo y el uso de variedades mejor adaptadas a sus condiciones. Estas prácticas buscan no solo mejorar la productividad, sino también fortalecer los entornos en los que viven y trabajan los productores. Teresa supervisa ensayos con tres tratamientos distribuidos al azar, asegurándose de que factores como la pendiente o la disponibilidad de agua no influyan en los resultados. “Lo que buscamos aquí es descubrir qué realmente les sirve a los productores, bajo sus propias condiciones”, explica Teresa, mientras recorre el terreno. Es un enfoque práctico y directo, donde la ciencia se aplica para resolver los problemas cotidianos de quienes dependen de la tierra para vivir.

Más que una técnica, Teresa es una hermana mayor para la comunidad. Con dedicación, enseña a calibrar mochilas aspersoras, seleccionar semillas o probar nuevas técnicas agrícolas. No lo hace desde la teoría, sino desde la práctica, al mostrar resultados que los productores pueden ver con sus propios ojos. “De la vista nace el amor,” dice convencida de que esa conexión visual transforma las dudas en confianza, y las ideas en acción.

Pero la labor de Teresa va más allá de los números y las parcelas. En un municipio donde la pobreza, el alcoholismo y la migración marcan la vida de muchas familias, ella entiende que su papel es también social. Por eso, además de utilizar fertilizantes comerciales, trabaja con los productores en la promoción de la agricultura de conservación y otras prácticas sostenibles regenerativas. “Queremos que, cuando nos vayamos, ellos se queden con herramientas propias, que no dependan de recursos externos,” comenta Teresa, mientras muestra el rastrojo que se incorporará como materia orgánica para mejorar la calidad del suelo.

Teresa Santos Cortés transforma el campo oaxaqueño desde la plataforma de investigación, combinando ciencia, tradición y comunidad para sembrar esperanza y fortalecer lazos.

Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, conversa con Virgia, productora local, sobre las mejores prácticas para el cuidado del maíz criollo en Santa Lucía Miahuatlán. (Foto: Sarah Martínez)
Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, conversa con Virgia, productora local, sobre las mejores prácticas para el cuidado del maíz criollo en Santa Lucía Miahuatlán. (Foto: Sarah Martínez)

La plataforma también es un refugio para las mujeres. De los 238 productores participantes, 177 son mujeres que han encontrado en este espacio algo más que un lugar de aprendizaje; es decir, para ellas, la plataforma es un punto de encuentro para compartir conocimientos, convivir y soñar con mejores condiciones de vida. Teresa, consciente del rol crucial que juegan, fomenta su participación a través de actividades que conectan ciencia y cultura, como la lectura de cuentos. La leyenda del maíz, que habla de la lucha por conservar un bien invaluable, resuena especialmente en estas mujeres, quienes trabajan para proteger su semilla criolla, un legado de generaciones. “Aquí no solo evaluamos qué sirve y qué no. Aquí fortalecemos el tejido social, porque en comunidad es como realmente podemos crecer,” afirma Teresa con una sonrisa.

En cada visita, Teresa cruza arroyos, sube montañas y trabaja hombro a hombro, mano a mano, con los productores. Su compromiso va más allá de las palabras, ya que se traduce en sudor, esfuerzo y cercanía. Gracias a esa dedicación, ha ganado la confianza de la comunidad, al demostrar que el liderazgo más efectivo es el que se construye desde la humildad y la empatía.

Para Teresa, la plataforma es como una vela encendida en medio de la oscuridad. Cada productor que llega prende su propia luz sin apagar la de los demás. Esa luz se multiplica e ilumina parcelas, módulos y corazones. Al final, el camino se llena de pequeñas llamas que no solo alumbran, sino que inspiran.

Este esfuerzo no sería posible sin la colaboración entre la SEFADER y el CIMMYT, que trabajan juntos para impulsar y empoderar a productores, técnicos y formadores, y generar grandes impactos en sus comunidades. De forma cercana y comprometida, ambos organismos llevan esperanza a las personas que más lo necesitan, iluminando el camino hacia un futuro sostenible y lleno de oportunidades.

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Prácticas para mejorar la fertilidad del suelo en un contexto de cambio climático

 

Rastrojo como cobertura de suelo. Detalle. (Foto: CIMMYT)
Rastrojo como cobertura de suelo. Detalle. (Foto: CIMMYT)

Un reciente artículo de investigación suma evidencia de los beneficios de la agricultura de conservación para mejorar los sistemas de producción agrícola. Este análisis, realizado por un equipo de científicos del CIMMYT, presenta los resultados de varias pruebas en campo que, a su vez, constituyen un mensaje esperanzador: con las prácticas adecuadas es posible restaurar la fertilidad del suelo y garantizar la seguridad alimentaria en un mundo cada vez más afectado por fenómenos climáticos extremos.

“En México, el maíz es un cultivo que no puede faltar, incluso en el semidesierto. En este artículo, agrupamos los resultados de varias pruebas de campo y pruebas paralelas de proyectos realizados con el apoyo del Gobierno de México en la región semiárida del centro de México, mostrando que la agricultura de conservación aumenta el rendimiento y la rentabilidad, tanto en las pruebas de campo controladas como en las pruebas de campo en condiciones reales de las parcelas de los agricultores”, detalla Simon Fonteyne, coordinador de investigación agronómica para América Latina del CIMMYT.

La agricultura de temporal en las regiones semiáridas se ve afectada por patrones de lluvia variables, lo que resulta en bajos rendimientos en los sistemas agrícolas convencionales. Para abordar este problema, señala el estudio, se evaluaron sistemas de cultivo basados ​​en la agricultura de conservación en dos experimentos de campo y en 17 parcelas de agricultores en las tierras altas semiáridas de Querétaro, México, de 2013 a 2020, para evaluar los rendimientos y la rentabilidad.

Así, se comparó el monocultivo de maíz bajo labranza convencional con el cultivo de maíz en camas permanentes con rastrojo como cobertura del suelo, ya sea en monocultivo o en rotación con triticale, avena o frijol.

En el experimento de campo de San Juan del Río, los rendimientos de maíz en camas permanentes promediaron entre 2.4 y 3.5 kilogramos por hectárea (h/ha) durante cinco años, excediendo en un 70% los rendimientos del sistema con labranza convencional, es decir, con movimiento continuo del suelo y sin cobertura.

Aunque en Cadereyta, el otro sitio donde se realizó el estudio controlado, no hubo diferencias de rendimiento significativas entre ambos sistemas comparados, en las parcelas de los agricultores el maíz en camas permanentes rindió un promedio de 3.7 kg/ha, esto es un 70% más que con la labranza convencional. De manera que el sistema más rentable fue el de las camas permanentes.

La investigación destaca la importancia crítica de la salud del suelo, que es la base sobre la que se asienta la producción agrícola. En un contexto de cambio climático, donde las sequías, las inundaciones y la degradación del suelo son amenazas cada vez mayores, el artículo propone soluciones que tienen el potencial de transformar las prácticas agrícolas actuales. “En general, se suma nueva evidencia de que la agricultura de conservación puede mejorar los rendimientos y la rentabilidad del maíz en las tierras altas semiáridas del centro de México”, finaliza Simon Fonteyne subrayando que, si bien el cambio climático representa un desafío global, también ofrece una oportunidad para repensar la manera en que cultivamos y gestionamos nuestros suelos.

Para conocer todos los detalles de este estudio, te invitamos a leer el artículo completo dando clic aquí: https://doi.org/10.1038/s41598-024-80928-8

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Una guía para la mecanización agrícola sostenible

En un mundo donde el cambio climático y los desafíos de la producción agrícola son cada vez más evidentes, la necesidad de contar con soluciones eficientes y sostenibles nunca ha sido más urgente. Para enfrentar estos retos, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha publicado la Guía para la mecanización agrícola sostenible. Maquinaria a la medida y climáticamente inteligente. Esta obra, desarrollada con el apoyo de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y en el marco de la Iniciativa Excelencia en Agronomía del CGIAR, se presenta como una herramienta clave para los productores de México y otros países, ofreciendo soluciones de maquinaria agrícola adaptadas a los tiempos que corren y con un enfoque en la sostenibilidad y la inteligencia climática.

“La mecanización agrícola no solo debe centrarse en mejorar la productividad, sino también en alinearse con las demandas del cambio climático. En este sentido, la agricultura se enfrenta a un doble desafío: incrementar la producción para satisfacer las crecientes necesidades alimentarias de una población global en expansión y, al mismo tiempo, reducir su impacto ambiental. Aquí es donde entra la mecanización agrícola a la medida y climáticamente inteligente”, señalan los autores de la obra.

Así, el libro ofrece una guía integral para ayudar a los agricultores a identificar qué maquinaria es más adecuada para sus necesidades específicas, tomando en cuenta factores como el tipo de cultivo, las condiciones del terreno y, sobre todo, el clima local.

Una de las grandes innovaciones que presenta esta guía es la idea de la “maquinaria a la medida”. Tradicionalmente, la mecanización agrícola ha estado dominada por grandes equipos, adaptados a cultivos a gran escala y con altos niveles de inversión. Sin embargo, no todas las regiones y productores tienen las mismas necesidades ni los mismos recursos. La guía pone énfasis en la importancia de ofrecer soluciones que sean accesibles, eficientes y adaptadas al tamaño de las parcelas, a la diversidad de cultivos y a las particularidades del medioambiente.

En las diversas zonas agroecológicas del país, el CIMMYT y sus colaboradores han llevado este enfoque para establecer puntos de maquinaria, los cuales son operados por los propios agricultores para que las máquinas, herramientas y aditamentos para una agricultura sustentable estén disponibles para un mayor número de productores, dinamizando además la economía local y con la certeza de que los equipos disponibles son adecuados para el tipo de suelo y los requerimientos locales. Las sembradoras multiuso-multicultivo con cortadores para el manejo de residuos, por ejemplo, son una de las soluciones más solicitadas por los agricultores en los puntos de maquinaria.

“A este enfoque lo denominamos mecanización inteligente porque con una máquina podemos hacer diferentes labores. En el el caso de esta maquinaria que tenemos en este punto de maquinaria en Oaxaca podemos fertilizar y sembrar granos pequeños, o si maíz también podemos configurarla para aplicar únicamente una fertilización. Normalmente las personas aquí lo aplican de forma manual y con un tractor que deshierba lo tapan, pero eso implica el pago de jornales y el pago de la maquinaria, mientras que esta máquina ya hace las dos actividades en conjunto”, comenta Rausel Ovando, del Hub Pacífico Sur.

“Se denomina inteligente porque nos permite adaptarla a diferentes condiciones e incluso cultivos. Entonces es maquinaria apropiada en la escala, apropiada a las condiciones, al tamaño de la parcela y al tipo de productor”, mencionan los especialistas, enfatizando en que esta guía de mecanización no son un modelo único para todos los productores, sino más bien un enfoque que les permite a los productores personalizar la solución, al personelegir las herramientas que realmente les ayuden a optimizar sus procesos, sin generar un impacto negativo en su entorno.

El concepto de inteligencia climática es otro de los pilares centrales de esta guía. En este sentido, CIMMYT y sus colaboradores proponen el uso de tecnologías que puedan optimizar los recursos naturales ante la variabilidad climática, subrayando, además, que  la mecanización agrícola no puede verse como un proceso aislado, por lo que debe ir acompañada de un enfoque integral que considere también la formación continua de los productores, el acceso a recursos financieros y la implementación de políticas públicas que fomenten la adopción de estas tecnologías sostenibles.

Finalmente, el libro también resalta la importancia de la colaboración entre los diferentes actores del sector agrícola, desde los gobiernos y las instituciones de investigación hasta las empresas proveedoras de tecnología y los propios agricultores, ya que solo a través de una colaboración estrecha y multidimensional, enfatiza, se podrán alcanzar los objetivos de una agricultura más eficiente, equitativa y resiliente.

Descarga el libro dando clic en la imagen:

Guía para la mecanización agrícola sostenible. CIMMYT, 2024.
Guía para la mecanización agrícola sostenible. CIMMYT, 2024.