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Siendo sustentables han bajado sus costos de producción

Parcela de productor del bajío quien participa en Agriba Sustentable. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Parcela de productor del bajío quien participa en Agriba Sustentable. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

La agricultura de conservación es un sistema de producción sustentable con muchos beneficios: «La agricultura de conservación es un enfoque en la producción agrícola que se centra en la conservación del suelo, el agua y la biodiversidad, así como en la reducción del uso de insumos químicos», explica el equipo técnico de Agriba Sustentable —una colaboración entre PepsiCo México, Grupo Trimex y CIMMYT—, el cual enfatiza en que este enfoque utiliza técnicas que maximizan el uso eficiente de los recursos naturales y minimizan el impacto ambiental.

En Irapuato, uno de los municipios de Guanajuato donde se desarrolla el proyecto, los productores han adoptado varias prácticas de agricultura de conservación, logrando una significativa reducción en los costos de producción. «Allí, las prácticas adoptadas por los productores han logrado disminuir los costos de producción hasta en 12 % solo en la preparación mecánica del suelo», puntualizan los técnicos del proyecto, agregando que ese ahorro se debe en gran parte a la reducción de la labranza y al mantenimiento de la cubierta del suelo.

La labranza reducida y el uso de cubiertas vegetales no solo disminuyen los costos de preparación del suelo, sino que también contribuyen a mantener los rendimientos al mismo nivel o incluso superiores al manejo convencional. «Al realizar labranza vertical en el fondo de la cama de siembra y mantener la cubierta vegetal del cultivo anterior se logra que la humedad del suelo se mantenga, previniendo que se presente estrés hídrico en el cultivo», mencionan.

Además de la reducción de costos, la agricultura de conservación ofrece varios beneficios adicionales:

  • Ahorro de tiempo y esfuerzo: Al no tener que preparar el suelo mediante el arado, se requiere menos trabajo y tiempo.
  • Ahorro de combustible: La mínima labranza reduce el consumo de combustible y la emisión de gases contaminantes.
  • Mayor conservación del suelo: Ayuda a mantener la estructura del suelo y a prevenir la erosión, mejorando también la vida del suelo al promover la actividad de microorganismos beneficiosos y la retención de humedad.
  • Mayor rendimiento: Se logran rendimientos más altos que con la siembra tradicional, debido a que el suelo se mantiene más húmedo y se reduce el crecimiento de malezas.

La agricultura de conservación no solo es económicamente ventajosa, sino que también es ambientalmente sostenible. Estas prácticas ayudan a preservar los recursos naturales y a reducir el impacto ambiental de la agricultura. Mantener la estructura del suelo y prevenir la erosión son fundamentales para la sostenibilidad a largo plazo.

A pesar de sus numerosos beneficios, la agricultura de conservación también presenta desafíos, como la necesidad de un mayor conocimiento y habilidades por parte de los agricultores. Por ello, «el equipo técnico de Agriba se enfoca en capacitar y asesorar a los productores de la región Bajío que estén dispuestos a colaborar y contribuir a la adopción de prácticas sostenibles».

Con el apoyo de PepsiCo México, Grupo Trimex y CIMMYT, los agricultores del Bajío están aprendiendo a implementar prácticas que no solo reducen los costos y mejoran los rendimientos, sino que también protegen el medioambiente. Esta combinación de beneficios económicos y ambientales hace de la agricultura de conservación una opción atractiva y viable para el futuro de la agricultura en México.

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Adaptación al cambio climático en México. Parte 2

Técnico de CIMMYT brindando acompañamiento técnico a productor que participa en el proyecto Trigo Regenerativo Bimbo. (Foto: Hub Bajío)
Técnico de CIMMYT brindando acompañamiento técnico a productor que participa en el proyecto Trigo Regenerativo Bimbo. (Foto: Hub Bajío)

De acuerdo con las proyecciones, de cara a los años 2050s, México estaría atravesando por una dura etapa de estrés hídrico, en la que la mayor parte del territorio nacional presentará una sequía grave.

Estados como Sonora y Sinaloa, y parte del Bajío, serían los más afectados al presentar temperaturas por arriba del promedio y prácticamente sin agua suficiente para riegos y cultivos. Pero igual los estados del Sur del país por su naturaleza tropical serán fuertemente afectados por el continuo incremento de temperaturas y cambios de precipitación a largo plazo.

Esta situación no es particular de México, pues otras regiones del mundo también se verían afectadas por este fenómeno que se ve potenciado por los efectos del cambio climático, lo que obliga a la humanidad a pensar en soluciones a corto, mediano y largo plazo para enfrentarla crisis climática, pues en este momento ya no es posible revertirla, más aún cuando el uso de combustibles fósiles no se ha reducido, ni se prevé que esto suceda en un futuro próximo.

En este marco, Kai Sonder, agrónomo y jefe de la unidad de Sistemas de Información Geográfica (SIG) del CIMMYT, resalta la necesidad de buscar tecnologías más eficientes para el cultivo de trigo, que se caractericen por un consumo bajo de agua y que esta se aproveche al máximo.

A nivel mundial, el agrónomo explica que el cambio climático para 2050 calentará tanto el planeta que latitudes elevadas en el norte de Canadá, algunas partes de Alaska y el norte de Estados Unidos, además del sur de Argentina, se convertirán en áreas adicionales en donde se expandirá la producción de trigo.

En el caso de Europa ocurre una situación similar, en donde la región de Escandinavia; Siberia, en Rusia, al igual que el Norte de China, serían más propicias para el cultivo de maíz y trigo.

Y aunque en el caso de México la sequía y altas temperaturas son una constante en el norte del país, estas condiciones se verán potenciadas en los próximos 10 años, por lo que Sonder hizo un llamado a un uso más eficiente del agua, como el riego por goteo, mayor inversión en los sistemas de riego e incluso pensar en el desarrollo de variedades de trigo que sean más tolerantes a la sequía y el calor y a la vez sean productivas, por lo que el reto que se avecina es grande.

Adoptar tecnologías sustentables para mitigar el cambio climático

De acuerdo con el experto, el empleo de tecnologías sustentables podría ser de gran utilidad para estabilizar los efectos del cambio climático, por ejemplo, ajustar las fechas de siembra del grano o mejorar la agronomía y así mitigar los efectos negativos, e incluso encaminar la situación a políticas relacionadas con el tema del medioambiente.

Otro desafío por enfrentar son los efectos del fenómeno de El Niño, que transita de un periodo cálido (El Niño, denominado así porque inicialmente se le asoció a un fenómeno de menor escala que ocurre en diciembre en Perú, relacionado con el nacimiento del Niño Jesús de la tradición católica) a uno frío (llamado La Niña, en referencia al efecto opuesto), con fases intermedias en este cambio de calentamiento a enfriamiento.

Este fenómeno se ve potencializado debido al cambio climático, lo que ha prolongado la sequía en México, aunque los científicos confían en que La Niña también se refuerce, trayendo como consecuencia abundantes lluvias que ayudarían a mitigar el estrés por calor, sin embargo, una gran cantidad de lluvias también traería consecuencias negativas para algunas regiones del país.

Para abordar este problema, CIMMYT, en conjunto con Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) emprendieron la producción de variedades nuevas más tolerantes al calor.

En el año 2012, la variedad Cirno se distribuyó ampliamente entre los productores, quienes vieron su valor en varios días de campo y en parcelas experimentales. Como resultado, aproximadamente el 80 % de los productores la adoptaron, lo que ha ayudado, en parte, a equilibrar el impacto negativo de las temperaturas elevadas.

Para el futuro, se plantea la combinación de buena agronomía, agricultura climáticamente inteligente, sistemas de riego más sofisticados y eficientes, junto con variedades nuevas específicamente creadas para enfrentar estos desafíos. Estudios han mostrado que la adopción de variedades mejoradas a largo plazo puede resultar en menos emisiones y una mayor eficiencia en el uso de fertilizantes y agua.

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Temperaturas más altas y más lluvias, así se espera junio y julio en Chiapas

El Boletín Agroclimático de Chiapas para los meses de junio y julio ha sido emitido por la Mesa Técnica Agroclimática del estado, ofreciendo proyecciones que subrayan la importancia de prepararse ante condiciones climáticas adversas, exacerbadas por el cambio climático global. Se anticipa que las temperaturas estarán por encima del promedio histórico en la mayoría de las regiones del estado, acompañadas de niveles de lluvia superiores a los normales registradas en el periodo 1991-2020.

Para mitigar los riesgos asociados con el exceso de lluvias, se recomienda a los agricultores realizar la limpieza de drenajes y ajustar las camas de siembra para evitar encharcamientos y pérdidas por inundación. Además, se aconseja sembrar maíz de ciclo intermedio hacia finales de junio, y para variedades de ciclo largo, adelantar la siembra como medida preventiva.

En términos de manejo del suelo, técnicas como la labranza vertical y el uso de camas de siembra equidistantes se destacan por mejorar la infiltración del agua, retener la humedad y favorecer el drenaje, especialmente cuando se complementan con prácticas como la cobertura con rastrojo.

El boletín también proporciona directrices sobre el manejo integrado de plagas y enfermedades, incluyendo estrategias para controlar el gusano cogollero, la identificación temprana de deficiencias nutricionales, y recomendaciones para la fertilización y el tratamiento de semillas. Además, se enfatiza la importancia de la calibración adecuada de equipos agrícolas para optimizar su desempeño durante la temporada.

Este esfuerzo colaborativo involucra a diversas instituciones clave como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, CIMMYT, el Servicio Meteorológico Nacional de Conagua, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural del Gobierno de Chiapas. También participan la Alianza Bioversity-CIAT, FIRA, la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), y el Centro Académico Regional Chiapas de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.

El Boletín Agroclimático de Chiapas no solo ofrece orientación precisa para enfrentar los desafíos climáticos actuales, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles y resilientes que son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales en Chiapas. Da clic en la imagen para descargarlo.

Boletín Agroclimático de Chiapas, mayo-julio 2024
Boletín Agroclimático de Chiapas, mayo-julio 2024

 

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Representantes del Gobierno de Noruega visitan parcela innovadora en Guatemala

Visita de Ministra y Embajadora de Noruega a módulo de innovación en Guatemala. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Visita de Ministra y Embajadora de Noruega a módulo de innovación en Guatemala. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

La visita de Anne Beathe, Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, y Ragnhild Imerslund, Embajadora de Noruega en México y Centroamérica, al módulo demostrativo de Lomas Abajo, en San Jacinto, Chiquimula, Guatemala —el cual forma parte de los InnovaHubs promovidos por CIMMYT y sus colaboradores en ese país a través de la iniciativa AgriLAC Resiliente— este 5 de junio.

La presencia de la ministra y la embajadora en mención resalta el apoyo del gobierno noruego a iniciativas que, como AgriLAC Resiliente del CGIAR, comparten una visión común del desarrollo regional latinoamericano dentro de un marco de cooperación triangular entre la Embajada de Noruega, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID) y CIMMYT.

Este marco de cooperación busca fortalecer  el modelo de gestión de la innovación conocido como InnovaHub porque promueve una interacción constante entre los agricultores y sus aliados locales, con quienes técnicos e investigadores trabajan hombro a hombro en las parcelas que forman parte de la infraestructura física, como los módulos visitados por las representantes del gobierno noruego y que constituyen espacios de co-aprendizje y validación de prácticas y tecnologías sustentables para la región.

El trabajo y acciones en Guatemala son parte de una metodología  de aceleración de la innovación agrícola construido a partir de experiencias exitosas de CIMMYT en México.  En este sentido, CIMMYT, con otros centros CGIAR en la región —la Alianza Bioversity-CIAT (ABC), el Centro Internacional de la Papa (CIP por sus siglas en inglés) y el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI por sus siglas en inglés)—, lideran AgriLAC Resiliente y, mediante la articulación con diversos socios regionales, han logrado afianzar la instalación y operación de dos InnovaHubs en Guatemala —uno en la región Oriente y otro en la región Occidente—, donde organizaciones como ADIPAZ y ASORECH colaboran estrechamente en la difusión de prácticas sustentables adecuadas a cada contexto agrícola y sociocultural.

Para el gobierno noruego, que buscar estrechar lazos con los gobiernos y sociedades de México y Centroamérica, el modelo de los InnovaHubs resulta ideal para conectar no solo con los gobiernos nacionales, sin los gobiernos locales y también con los productores y una amplia gama de actores estratégicos.

El gobierno de Noruega, que con CIMMYT ya impulsa el movimiento Agricultura para la Paz —que retoma el legado del doctor Norman Borlaug para promover sociedades pacíficas y resilientes mediante una agricultura sustentable e incluyente—, considera que la agricultura es un medio vital para impulsar la estabilidad social en las zonas rurales —ya que apoya la generación de ingresos y contribuye a generar estabilidad política—, de ahí su interés y apoyo a los esfuerzos de los InnovaHubs en la promoción de una agricultura innovadora y sustentable.

Anne Beathe, Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, en módulo de innovación de Guatemala. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Anne Beathe, Ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, en módulo de innovación de Guatemala. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

Durante su visita a Guatemala, la Ministra Beathe, y la embajadora Imerslund, estuvieron acompañadas por el doctor Jelle Van Loon, director asociado del programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables de CIMMYT, el equipo operativo de AgrilLAC en Guatemala; Elder Cardona, Alcalde de San Jacinto; así como por representantes de ABC, ADIPAZ y ASORECH con quienes recorrieron instalaciones de los InnovaHubs y entablaron un nutrido diálogo con diversos productores que participan en AgriLAC Resiliente, particularmente con un grupo de agricultoras quienes compartieron sus experiencias sobre cómo los aprendizajes que han obtenido a través de la iniciativa se han reflejado en empoderamiento y mejores condiciones de vida.

Durante la visita también se explicó el contexto sobre Chiquimula, la región Chortí y el Corredor Seco, destacando los desafíos y limitaciones; las actividades realizadas con AgriLAC, incluidas las plataformas de investigación, los procesos de poscosecha y de capacitación; la investigación agronómica en curso, propuestas para las familias, programas de manejo agronómico y la diversificación de cultivos, Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTAs), entre otros temas.

Finalmente, se destacó que, con la cooperación triangular entre la Embajada de Noruega, AMEXCID y CIMMYT, se contemplan acciones para que CIMMYT capacité a asesores de campo de El Salvador, Guatemala y Honduras, con la finalidad de continuar con los esfuerzos de una Agricultura para la Paz en beneficio de los países de la región.

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Con información impulsan la resiliencia agrícola en tiempos de cambio climático

La creciente preocupación por los efectos del cambio climático en la producción agrícola ha llevado a la implementación de estrategias innovadoras en diversas regiones del mundo. En este contexto, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con la Secretaría de Impulso Agropecuario de Tlaxcala, CONAGUA, SENASICA Y CIMMYT, presentaron el primer Boletín Agroclimático para el estado de Tlaxcala. Esta iniciativa, enmarcada en la creciente necesidad de adaptación y resiliencia frente a eventos climáticos extremos, se erige como una herramienta fundamental para mitigar los impactos adversos del clima en la agricultura local.

Las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA), concebidas como espacios de diálogo entre productores, autoridades gubernamentales y expertos en el campo, cobran relevancia en este escenario. Estas mesas buscan anticipar y comprender los cambios climáticos regionales, así como sus implicaciones en los cultivos locales. Al promover discusiones fundamentadas en conocimientos científicos y tradicionales, se pretende dotar a técnicos y agricultores de herramientas para la toma de decisiones informadas y adaptativas.

En este contexto, la instalación de la 1ª Mesa Técnica Agroclimática del Estado de Tlaxcala en mayo pasado marca un hito significativo en el fortalecimiento de la resiliencia agrícola en la entidad. La participación de productores, representantes académicos y funcionarios gubernamentales evidencia el compromiso conjunto para enfrentar los desafíos climáticos en el ámbito agrícola.

El boletín agroclimático, elaborado como resultado de estas discusiones, proporciona información precisa y oportuna sobre las condiciones meteorológicas y climáticas esperadas en Tlaxcala durante los meses de junio y julio. Destacan, entre otros datos, la proyección de precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas por encima de lo habitual, factores que pueden impactar significativamente la producción agrícola estatal.

En este sentido, se ofrecen recomendaciones técnicas específicas para enfrentar estos desafíos climáticos, incluyendo la selección de variedades y fechas de siembra óptimas para cultivos como el maíz, trigo, canola, cebada, frijol, amaranto y avena. Además, se brindan directrices para el manejo adecuado de plagas de importancia económica en el estado, promoviendo prácticas sostenibles y respetuosas con el medioambiente.

Es crucial subrayar la relevancia de esta iniciativa en un contexto global de cambio climático, donde fenómenos extremos como las recientes olas de calor en México ponen de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer la resiliencia agrícola. El boletín agroclimático para Tlaxcala constituye entonces una herramienta útil para enfrentar estos desafíos, empoderando a los agricultores con información precisa y recomendaciones adaptativas para proteger la seguridad alimentaria y promover la sostenibilidad de su actividad agrícola.

Así, la publicación del primer Boletín Agroclimático para el estado de Tlaxcala representa un paso significativo hacia la construcción de una agricultura más resiliente y sostenible en un contexto de cambio climático. Descarga el boletín completo dando clic en la imagen a continuación:

1er Boletín Agroclimático Tlaxcala
1er Boletín Agroclimático Tlaxcala
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Módulos de innovación en el Occidente de Honduras, espacios clave para un campo más sustentable

Visita al módulo instalado en la parcela del señor Elmer, en Lentago, Belén Gualcho Ocotepeque, Honduras. (Foto: Nolvin Vega)
Visita al módulo instalado en la parcela del señor Elmer, en Lentago, Belén Gualcho Ocotepeque, Honduras. (Foto: Erardo Díaz)

En la comunidad de Lentago, Belén Gualcho Ocotepeque, se están tejiendo los cimientos de una transformación agrícola significativa. Las recientes actividades de seguimiento al módulo de innovación agrícola instalado en esa localidad es un ejemplo de los pasos firmes con que se avanza hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles y resilientes en Honduras a través de la iniciativa AgriLAC Resiliente.

«Uno de los principales problemas que se ha identificado a través del diagnóstico de parcela y la participación de varios productores de tres zonas (Lentago, El Aguacatillo y La Mohaga) es el tema de la fertilización«, menciona Jesús Erardo Díaz Gómez, técnico involucrado en el proyecto y quien le ha brindado acompañamiento técnico al señor Elmer Valeriano para instalar en su parcela el módulo donde actualmente se implementan prácticas sustentables y se comparan con las prácticas convencionales locales.

La práctica convencional en la zona es fertilizar a los 15 o 22 días después de la siembra, «a través del módulo de innovación se busca la optimización de esta práctica evaluando la fertilización al momento de la siembra para asegurar la disponibilidad adecuada de nutrientes para la planta de maíz», señala Erardo, quien forma parte del equipo técnico del InnovaHub Occidente de Honduras, el cual articula los esfuerzos de un conjunto de organizaciones y actores locales que impulsan la innovación y la sustentabilidad del campo hondureño en el marco de AgriLAC Resiliente.

La optimización de la fertilización no es el único frente en el que el InnovaHub Occidente está marcando la diferencia. Erardo enfatiza la importancia de repensar el proceso de selección de semillas para las futuras cosechas porque, actualmente, se hace cuando ya se ha sacado el maíz de la parcela, es decir, ya cuando lo “tapizcan” (cosechan) y esto presenta diversas dificultades. «Con el módulo de innovación buscamos iniciar este proceso directamente en campo, seleccionando cuidadosamente las plantas más vigorosas y adaptadas a las necesidades de los productores locales», explica.

Módulos como el instalado en Lentago son fundamentales para dispersar los conocimientos sobre prácticas más sustentables. En este sentido, la participación del equipo técnico de CIMMYT y ODECO ha sido clave al despejar las dudas de los agricultores y proporcionar orientación sobre manejo agronómico del maíz con prácticas sostenibles.

Por supuesto, el compromiso y la participación activa de productores como el señor Elmer Valeriano son cruciales para el éxito de iniciativas como esta. Elmer, un agricultor proactivo y receptivo a nuevas técnicas, es un ejemplo inspirador de cómo la colaboración entre técnicos y agricultores puede impulsar el cambio hacia prácticas más sustentables y eficientes, como la instalación de un pluviómetro que promete proporcionar datos cruciales para la toma de decisiones informadas en el módulo.

La instalación del pluviómetro, aunque aparentemente simple, abre una ventana de oportunidad para comprender mejor las necesidades hídricas de los cultivos y ajustar las prácticas agrícolas en consecuencia. «Los resultados nos permitirán comparar la cantidad de agua recibida con las demandas de los cultivos, proporcionando una base sólida para la toma de decisiones», menciona Erardo, destacando el compromiso del señor Elmer en la toma y registro de los datos que emanan del pluviómetro.

El señor Elmer tomando lectura del pluviómetro. (Foto: Nolvin Vega)
El señor Elmer tomando lectura del pluviómetro. (Foto: Erardo Díaz)

El trabajo del InnovaHub Occidente de Honduras no ocurre en un vacío, sino que forma parte de una iniciativa más amplia: AgriLAC Resiliente. Esta iniciativa, impulsada por el CGIAR, busca transformar los sistemas agroalimentarios en América Latina y el Caribe, aumentando su resiliencia y competitividad. Los InnovaHubs de Honduras, en colaboración con organizaciones como la Alianza Bioversity-CIAT y CIMMYT, están liderando el camino hacia un futuro agrícola más próspero y sostenible en la región.

En última instancia, el éxito de estas iniciativas depende de la colaboración continua entre todos los actores involucrados: agricultores, técnicos, organizaciones y comunidades locales. Con un enfoque centrado en la innovación y la sustentabilidad, es posible construir sistemas agroalimentarios más resilientes que no solo alimenten a las generaciones presentes, sino que también protejan y restauren la tierra para las futuras.

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Adaptación al cambio climático en México. Parte 1

Efecto de la sequía en cultivo de trigo bajo prácticas convencionales. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Efecto de la sequía en cultivo de trigo bajo prácticas convencionales. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

La nueva normalidad climática, como la llaman los expertos, es una realidad en todo el mundo y México no es la excepción, pues en los últimos años se han registrado temperaturas récord durante los meses de primavera y verano, en donde la escasez de lluvias es una constante que afecta la producción de cereales como maíz, arroz y trigo.

En el caso específico del trigo, aunque actualmente las principales zonas productoras en México son Sonora y Sinaloa, el cambio climático podría alterar esta situación, volviendo menos productivas estas áreas y abriendo la posibilidad de que áreas de valles altos en estados como Oaxaca y Chiapas, que al momento no lo producen, se conviertan en productores de este cultivo.

Este cambio conlleva varios desafíos, por ejemplo, la necesidad de comenzar a considerar metodologías eficientes para la producción de trigo en regiones de Oaxaca y Chiapas, donde las condiciones de temperatura permitirían que estos cultivos prosperaran, pero donde serían necesarios nuevos aprendizajes para su cultivo sustentable.

Kai Sonder, agrónomo y jefe de la unidad de Sistemas de Información Geográfica (SIG) del CIMMYT, expuso los diferentes caminos en los que la humanidad puede transitar en términos de emisiones y adaptación al cambio climático, con el objetivo de garantizar la seguridad alimentaria en un mundo con temperaturas cada vez más extremas.

El especialista explicó cómo trabajar en la mitigación y adaptación al cambio climático es crucial en la producción de trigo y otros cultivos, sobre todo, respecto a la fotosíntesis, el proceso a través del cual la luz se transforma en azúcares y que suele adaptarse a las altas temperaturas y concentraciones de CO2.

Durante este proceso, impulsado por la energía lumínica, se sintetizan moléculas de glucosa (y otros azúcares) a partir de agua y dióxido de carbono, liberando oxígeno como subproducto. Estas moléculas de glucosa son fundamentales para los organismos, ya que proporcionan dos recursos esenciales: energía y carbono orgánico.

Sin embargo, el crecimiento de las plantas en condiciones de mayor contenido de CO2 en la atmosfera también puede reducir la calidad del grano al disminuir el contenido de proteínas y minerales importantes, como el zinc y el hierro, lo que afecta la calidad nutricional del trigo y otros cultivos.

Sequías persistentes en un mundo cada vez más caliente

Otro factor muy importante es el agua, ya que el trigo emplea grandes cantidades de este elemento para su producción, pues es necesaria para nivelar su temperatura, pero la escasez de lluvias en México se convierte en un reto cada vez más mayor.

De acuerdo con proyecciones de la NASA y la Universidad de Columbia, en Estados Unidos; para los años 2050s (2040-2069) en el territorio nacional la temperatura podría incrementar hasta en 4.1° C, lo que significaría un enorme reto para la producción de trigo y otros granos, poniendo en peligro la seguridad alimentaria de millones de personas.

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el trigo ha sido un alimento básico durante más de ocho mil años y se ubica como el tercer cereal más cultivado en el mundo solo por debajo del maíz y el arroz.

Datos de la FAO indican que hacia 2022 la producción mundial de trigo alcanzó las 778.3 millones de toneladas, mientras que el consumo global de trigo en ese mismo periodo se situó en 773.2 millones de toneladas, por lo que la escasez de este cereal acarrearía consecuencias negativas para la alimentación millones de personas, además de que la escasez de este grano provocaría una inflación en sus precios.

De ahí la necesidad de buscar alternativas sustentables enfocadas en el ahorro de agua que permitan el cultivo de cereales y granos necesarios para la alimentación de millones de personas.

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Integran boletín agroclimático para Puebla

Para el mes de junio de 2024 en Puebla, México, se anticipan precipitaciones por debajo de lo normal, mientras que julio se proyecta con lluvias por encima de lo habitual. En cuanto a la temperatura, se espera un promedio superior al normal durante todo el periodo (mayo a julio), oscilando entre los 23 y 30 °C en junio, y entre los 23 y 35 °C en julio. Así lo señala el boletín agroclimático integrado recientemente por la Mesa Técnica Agroclimática (MTA) del Estado de Puebla.

La MTA del Estado de Puebla, en este sentido, se erige como un foro crucial de intercambio entre productores e instituciones gubernamentales, enfocado en amalgamar esfuerzos para guiar decisiones efectivas frente a la variabilidad climática.

En su más reciente sesión, celebrada el 13 de mayo de 2024 en modalidad presencial en San Salvador El Verde, se presentó la perspectiva climática para el periodo comprendido entre mayo y julio de 2024. La información relevante surgida en este encuentro ha sido compilada en el presente boletín agroclimático, con la intención de diseminarla entre técnicos, promotores agrícolas y productores.

Entre las recomendaciones técnicas para el cultivo de maíz (cultivo esencial para el estado) que se incluyen en el boletín se encuentran la preparación del terreno con agricultura de conservación, densidades de siembra, variedades adecuadas, fertilización para la región Cholula (una de las zonas agrícolas de mayor relevancia en el estado), fertilización con biofertilizantes, control de malezas, manejo integrado de plagas, así como buenas prácticas de cosecha y almacenamiento.

La 2da MTA-Puebla fue posible gracias a la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional de la CONAGUA, el Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT) y el SENASICA. Por parte de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la mesa contó con la participación de la Dirección General de Políticas, Prospección y Cambio Climático, la Representación en el estado de Puebla, Jefe de Distrito y representante de CADER. La contribución del Gobierno estatal fue a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR).

Un aspecto destacable fue la valiosa participación de productoras y productores de los municipios de la región 05 Cholula, quienes fueron parte activa de este ejercicio analítico.

DA CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR.

Boletín Agroclimático Puebla (mayo-julio 2024)
Boletín Agroclimático Puebla (mayo-julio 2024)
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Su parcela ahora es un ejemplo de por qué no quemar el rastrojo es mejor

Abigail, productora guanajuatense que participa en Agriba Sustentable. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Abigail, productora guanajuatense que participa en Agriba Sustentable muestra los efectos positivos de la agricultura sustentable que ha notado en su parcela. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

Uno de los impactos medioambientales negativos atribuido a la agricultura es su contribución al cambio climático por el uso de combustibles fósiles y la persistencia de prácticas como las quemas agrícolas. En años recientes, el calentamiento global se ha hecho más notorio, reflejándose en el incremento de la temperatura y en la mayor variabilidad del régimen de lluvias que generalmente incide de manera negativa sobre la agricultura y la ganadería, sectores altamente dependientes del clima.

El Bajío es una de las zonas productoras de grano más afectadas por quemas agrícolas. En este sentido, son notables esfuerzos como los que PepsiCo México, Grupo Trimex y CIMMYT realizan a través de la iniciativa Agriba Sustentable, una alianza estratégica que promueve entre los productores prácticas sustentables con el objetivo de que los productores mitiguen y se adapten a las nuevas circunstancias impuestas por el cambio climático.

“Al participar en este proyecto he reducido los costos de producción en muy buena medida, se ha reducido el tiempo en la preparación del suelo y además tenemos la satisfacción de ser parte de la reducción de quemas agrícolas y en la reducción de emisiones de gases que contaminan el ambiente”, comenta Abigail, productora de Purísima de Ramírez, en Pénjamo, quien participa en Agriba Sustentable.

Abigail siempre ha estado interesada por el cuidado del medioambiente, así que se acercó a los técnicos de Agriba Sustentable para conocer alternativas que le permitieran evitar la quema del rastrojo de sus cosechas y aprovecharlo a la vez.

Actualmente en sus parcelas estamos trabajando con la siembra sobre el 100 % de rastrojo, la siembra en camas permanentes, usos de agentes biológicos para el control de enfermedades (Trichoderma harzianum) y una fertilización integral.

La productora Abigail muestra los residuos de cosecha que ahora usa como cobertura del suelo. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
La productora Abigail muestra los residuos de cosecha que ahora usa como cobertura del suelo. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

“El seguimiento técnico que me han brindado ha sido muy importante para hacer estas nuevas prácticas. También ha sido muy importante que haya herramientas adaptadas para estas labores, sobre todo al momento de la preparación del suelo y siembra”, señala Abigail.

Los buenos resultados que ha obtenido la han hecho una productora referente de la zona. De hecho, “productores vecinos a mi parcela han adoptado algunas de las prácticas que yo ahora hago, y de aquí de localidad me han llegado a preguntar sobre el manejo que le doy al trigo porque tienen la intención de replicar lo que estoy haciendo”.

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Poscosecha, qué es y algunas recomendaciones iniciales

Capacitación en poscosecha. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Capacitación en poscosecha. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

La poscosecha se refiere al conjunto de técnicas y procesos utilizados para preservar y manejar los productos agrícolas después de su cosecha, con el fin de mantener su calidad y prolongar su vida útil. Este es un aspecto crucial en la cadena de suministro agrícola que juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria, la economía y el medioambiente.

La poscosecha desempeña un papel fundamental en la garantía de la seguridad alimentaria al reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos. Se estima que aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician cada año, y una parte significativa de estas pérdidas ocurre durante la etapa de poscosecha debido a la falta de infraestructura adecuada, técnicas inadecuadas de manejo y almacenamiento, y problemas de transporte.

Además de contribuir a la seguridad alimentaria, la poscosecha también tiene un impacto económico significativo. La implementación de prácticas adecuadas de poscosecha puede ayudar a los agricultores a obtener mejores precios por sus productos al mantener su calidad y prolongar su vida útil. Esto a su vez puede mejorar los ingresos de los agricultores y fortalecer la economía local y nacional.

Si bien la poscosecha es un proceso muy amplio, los agricultores que buscan comenzar a implementar buenas prácticas poscosecha pueden iniciar con estas recomendaciones iniciales:

El manejo adecuado de la temperatura y la humedad es fundamental porque, al mantener los granos en condiciones óptimas de temperatura y humedad se evita la proliferación de microorganismos y la pérdida de calidad. Almacenar granos secos es esencial prolongar la vida útil de los productos.

Con respecto al almacenamiento, especialistas en poscosecha de CIMMYT señalan que en la actualidad existen diversas herramientas y técnicas que pueden mejorar significativamente la eficiencia y la calidad en este proceso. Entre estas tecnologías destacan los sistemas de atmósfera controlada, como las bolsas plásticas herméticas y los silos metálicos herméticos.

Las tecnologías herméticas destacan porque permiten eliminar el uso de pastillas de fosfuro de aluminio que regularmente se colocan en los costales llenos de granos, pero que representan un grave riesgo a la salud humana.

Una alternativa de almacenamiento hermético es el uso de envases de PET, bajo ciertas condiciones pues, para darles un uso adecuado como contenedores de semillas, previamente se debe realizar una inspección y verificar que tanto el recipiente como la tapa (esta debe conservar en buen estado —preferentemente— el sello plástico que normalmente tiene) estén en óptimas condiciones para seguir brindando hermeticidad.

Las tecnologías herméticas poscosecha y las buenas prácticas poscosecha son parte de las innovaciones que se contemplan en el marco del proyecto Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, impulsado por el gobierno de Quintana Roo y CIMMYT.