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Cadenas de valor inclusivas

Productor de San Miguel Tlanichico, Oaxaca, aplicando aprendizajes en tecnologías herméticas poscosecha para conservar sus excedentes y comercializarlos. (Foto: CIMMYT)
Productor de San Miguel Tlanichico, Oaxaca, aplicando aprendizajes en tecnologías herméticas poscosecha para conservar sus excedentes y comercializarlos. (Foto: CIMMYT)

Desde 2008 en México, CIMMYT y sus colaboradores han desarrollado un modelo de innovación agrícola que combina investigación a largo plazo con acompañamiento técnico en campo. Este enfoque busca aumentar la productividad y la competitividad del maíz, trigo y cultivos asociados, promoviendo la adopción de soluciones agronómicas sustentables. Este modelo, conocido como Hub o nodo de innovación, facilita la gestión del conocimiento y la cocreación de innovaciones con los actores de la cadena, mejorando la resiliencia del sistema de granos del país.

Una vez consolidado el proceso de adopción de prácticas sustentables, el modelo del Hub se enfoca en crear y fortalecer vínculos entre agricultores y mercados, donde las empresas agroindustriales han visto en el abasto local y sustentable una oportunidad para minimizar riesgos y asegurar la continuidad de sus operaciones en un contexto de cambio climático que en México, por ejemplo, se ha manifestado con fuertes olas de calor y tormentas tropicales inusuales que ponen a prueba los sistemas agroalimentarios y evidencian la urgencia de adoptar prácticas que permitan a los agricultores hacer frente a las nuevas y cambiantes condiciones climáticas.

En este contexto, la adopción de prácticas como la agricultura de conservación es importante para fortalecer los sistemas agroalimentarios y el modelo del Hub ha demostrado ser una estrategia efectiva para vincular a los pequeños productores con los mercados, promoviendo el desarrollo rural y la seguridad alimentaria. A través de intervenciones específicas y la creación de cadenas de valor y modelos de negocio inclusivos, se ha logrado incrementar la productividad y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios en México, beneficiando a productores y empresas por igual.

El desarrollo de cadenas de valor inclusivas es fundamental para incrementar la productividad de los sistemas agroalimentarios en países en vías de desarrollo. Estas cadenas buscan equilibrar los resultados económicos con los beneficios sociales y ambientales, promoviendo relaciones comerciales sostenibles y de largo plazo entre productores y empresas. Los modelos de negocio inclusivos, por su parte, generan valor económico, social y ambiental, mejorando las condiciones de los productores y satisfaciendo la demanda de manera sostenible.

CIMMYT ha desarrollado diversas intervenciones para conectar productores con mercados, utilizando herramientas de diagnóstico y metodologías específicas. Estas intervenciones se centran en fortalecer organizaciones de productores, buscar alianzas con compradores comprometidos con la sostenibilidad y fomentar la inclusión de proveedores de insumos que faciliten el aumento de la productividad.

Desde 2018, CIMMYT ha colaborado con diversas empresas agroindustriales, produciendo con prácticas sustentables cantidades significativas de granos en diversos estados de México. Estas iniciativas con la agroindustria han beneficiado a miles de agricultores, quienes han adoptado prácticas como la agricultura de conservación, logrado una mayor rentabilidad y una mejor utilización de los insumos productivos, estableciendo modelos de negocio sostenibles a largo plazo.

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Una práctica sencilla que marca la diferencia

Incendio forestal. (Ilustración: FMG/OpenAI, 2024)
Incendio forestal. (Ilustración: FMG/OpenAI, 2024)

La quema de rastrojo, una práctica común en muchas regiones agrícolas de México, representa una amenaza significativa no solo para el medioambiente, sino también para la vida humana. En el marco del Día Nacional del Combatiente de Incendios Forestales, es crucial reflexionar sobre la importancia de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles y seguras, como el aprovechamiento del rastrojo como cobertura del suelo.

De acuerdo con estadísticas de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, durante 2023, México registró 7,611 incendios forestales que afectaron una superficie de más de un millón de hectáreas (lo que equivale aproximadamente a dos tercios del territorio de la Ciudad de México), la mayor superficie afectada en la última década.

Los estados más afectados fueron Jalisco, México, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Chiapas, Puebla, Durango, Guerrero y Veracruz. Además, entidades como Jalisco, Chihuahua, Guerrero, Nayarit, Durango, Sonora, Chiapas, Oaxaca, Sinaloa y Michoacán concentraron el 84 % de la superficie afectada a nivel nacional.

El combate de estos incendios implicó un poco más de 315 mil días-persona, de los cuales el 8.48 % correspondió a voluntarios. Lamentablemente, un 27.29 % de los incendios se debieron a quemas fuera de control relacionadas con actividades agrícolas y pecuarias. Este dato resalta la necesidad urgente de adoptar prácticas agrícolas más sustentables y seguras.

Una de las principales prácticas que contribuyen a los incendios forestales es la quema de los residuos agrícolas o rastrojos. Sin embargo, estos pueden ser aprovechados como una valiosa cobertura del suelo, reduciendo significativamente el riesgo de incendios, y aportando beneficios a largo plazo para la salud del suelo y la productividad agrícola.

En palabras de la señora Abigail, una productora guanajuatense que ha adoptado esta práctica: “Al hacer agricultura sustentable he reducido los costos de producción en muy buena medida, se ha reducido el tiempo en la preparación del suelo y además tenemos la satisfacción de ser parte de la reducción de quemas agrícolas y en la reducción de emisiones de gases que contaminan el ambiente”.

La experiencia de la señora Abigail es un ejemplo claro de los beneficios de esta práctica y de cómo pequeños cambios pueden tener un gran impacto. Entre los beneficios de aprovechar el rastrojo como cobertura del suelo en lugar de quemarlo se encuentran:

  1. Mejora la calidad del suelo: El rastrojo actúa como una capa protectora, reduciendo la erosión y mejorando la retención de humedad en el suelo. Esto es especialmente crucial en regiones propensas a sequías.
  2. Aumenta la biodiversidad del suelo: La materia orgánica del rastrojo proporciona alimento y hábitat para organismos benéficos del suelo, mejorando su fertilidad y estructura.
  3. Ayuda a reducir costos: Al no quemar el rastrojo, se reducen los costos asociados a la preparación del terreno y se disminuye la necesidad de fertilizantes químicos.
  4. Contribuye a mitigar el cambio climático: Al evitar la quema del rastrojo, se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la mitigación del cambio climático.
  5. Seguridad y salud: La reducción del riesgo de incendios no solo protege el medioambiente, sino que también salva vidas humanas. Cada año, numerosos combatientes de incendios forestales arriesgan su vida para controlar los incendios, y algunas veces, lamentablemente, pierden la vida en el proceso.

El CIMMYT hace un llamado a los agricultores y a las comunidades rurales para que adopten prácticas agrícolas más seguras y sostenibles. Aprovechar el rastrojo como cobertura del suelo es una acción simple que puede salvar vidas y propiciar una agricultura más sostenible y rentable. Este Día Nacional del Combatiente de Incendios Forestales, recordemos la importancia de proteger nuestros recursos naturales y a las personas que trabajan incansablemente para combatir los incendios.

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InnovaHub Oriente de Honduras, un ejemplo de colaboración en favor de los sistemas agroalimentarios

Taller de poscosecha impartido por el equipo técnico del InnovaHub Oriente de Honduras. (Foto: Olvine Amador / InnovaHub Oriente)
Taller de poscosecha impartido por el equipo técnico del InnovaHub Oriente de Honduras. (Foto: Olvine Amador / InnovaHub Oriente)

En Honduras, el InnovaHub Oriente se está consolidando como un motor de innovación y desarrollo sostenible en el sector agroalimentario. Este esfuerzo colaborativo, que une a organizaciones como ARSAGRO, CECRUCSO, y centros de investigación del CGIAR como CIMMYT y la Alliance Bioversity-CIAT (ABC), está transformando las prácticas agrícolas locales y fortaleciendo la resiliencia de los sistemas agroalimentarios.

Recientemente, por ejemplo, se llevaron a cabo días de campo en la Universidad Agraria, donde agricultores y técnicos compartieron conocimientos y prácticas innovadoras. Estos eventos son esenciales para demostrar en el terreno los beneficios de las tecnologías agrícolas y las prácticas sostenibles.

Además, se han organizado talleres de poscosecha que brindaron a los agricultores técnicas y herramientas para mejorar la calidad y conservación de sus productos. Estas capacitaciones son fundamentales para reducir las pérdidas poscosecha y aumentar la rentabilidad de los cultivos.

Uno de los logros más destacados en esta primera mitad del año fue la entrega de constancias del curso intensivo en Agricultura Sustentable en sistemas de maíz, frijol y cultivos asociados, impartido por especialistas de CIMMYT y ABC. Este curso se centra en prácticas agrícolas que aumentan la productividad mientras conservan los recursos naturales y se adaptan al cambio climático.

Además, se lanzó la convocatoria para el Curso de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable Adaptada al Clima 2024-2025. Este programa busca formar agentes de cambio con conocimientos en tecnologías de agricultura de conservación adaptada al clima, capacitados para enfrentar los retos alimentarios, económicos y climáticos.

El equipo de InnovaHub Oriente ha continuado con los diagnósticos de parcela, una herramienta crucial para entender las condiciones del suelo y la producción. Estos diagnósticos permiten conocer el porcentaje de cobertura, recopilar información del productor, y establecer módulos de innovación basados en datos precisos.

Se ha continuado con la instalación de pluviómetros y se han realizado pruebas de compactación del suelo, así como comparaciones de materiales, para mejorar las prácticas agrícolas y adaptar las técnicas a las condiciones locales.

La construcción participativa del Boletín Agroclimático para la región El Paraíso, a través de la Mesa Técnica Agroclimática, ha sido clave para brindar recomendaciones específicas ante la variabilidad climática. Esta es una acción clave porque permite conocer, por ejemplo, la actualización del pronóstico de ciclones tropicales, así como el impacto de otros fenómenos, lo cual es fundamental para remendar variedades de siembra adecuadas en un contexto de abundantes precipitaciones, como las recientes en la zona.

En este sentido, el técnico Olvine Amador expresa la importancia de la acción conjunta: “Siempre en acción con los productores compañeros, porque este hub oriente es de nosotros y tenemos que levantar este programa a través de las prácticas a nivel de campo para que despertemos a nuestra gente con el conocimiento adquirido”.

Por su parte, el técnico Ronix Madariaga destacó los beneficios de prácticas específicas: “Acá podemos ver dos parcelas, una está con incorporación de rastrojo y otra que ha sido quemada año con año. Se hizo la prueba de reacción a materia orgánica. En la que está quemada reaccionó solo la primera capa de unos 10 cm, en la que está incorporado el rastrojo reaccionaron las dos capas primeras hasta 60 cm. También se han hecho diagnósticos de parcela en Guayacán, Villa Santa, Villa Elena Águila, y Ocotillo Villa Santa”.

La colaboración entre organizaciones de todos los sectores es vital para fortalecer los sistemas agroalimentarios locales. La sinergia creada entre las entidades participantes en InnovaHub Oriente permite un intercambio de conocimientos y recursos que potencia el impacto de cada iniciativa. Este enfoque colaborativo es crucial para enfrentar los retos agrícolas y climáticos, asegurando un futuro sostenible y próspero para las comunidades locales.

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Capacitación e investigación, el futuro de la agricultura sustentable en Oaxaca

Inicio de capacitaciones a técnicos de SEFADER en instalaciones de CIMMYT. (Foto: Jenifer Morales)
Inicio de capacitaciones a técnicos de SEFADER en instalaciones de CIMMYT. (Foto: Jenifer Morales)

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recibió a un grupo de 15 técnicos de la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural (SEFADER) del estado de Oaxaca para participar en una intensa capacitación de tres días. Esta iniciativa es parte del proyecto Fortalecimiento del sistema agroalimentario enfocado en la producción de maíz para la seguridad alimentaria y el abasto sustentable de granos en el estado de Oaxaca.

La capacitación se desarrolló del 25 al 27 de junio en las instalaciones de la sede global de CIMMYT en Texcoco, Estado de México, y es la primera de una serie de sesiones que se extenderán hasta noviembre de 2024, diseñadas para fortalecer las capacidades técnicas y de comunicación de los técnicos de SEFADER, precisó la instancia gubernamental.

Durante esta primera fase de capacitación, los participantes profundizaron en temas cruciales como sustentabilidad, agroecología, agricultura regenerativa, y el modelo del Hub para gestión de la innovación agrícola, así como en el impacto del cambio climático en la agricultura. Las actividades incluyeron visitas al Banco de Germoplasma, el Laboratorio de Calidad de Grano, la Estación de Maquinaria, un ensayo de ganadería y agricultura de conservación, y la Plataforma Experimental D5, que cuenta con más de tres décadas dedicadas a la investigación en prácticas de agricultura sustentable.

El CIMMYT, a través de su estrategia de capacitación “Formador de formadores”, busca empoderar a los técnicos participantes para que transmitan los aprendizajes a más extensionistas y puedan ofrecer acompañamiento y servicios técnicos de alta calidad a los productores de granos básicos de sus programas de «Abasto Seguro» y «Autosuficiencia Alimenticia».

Así, el proyecto impulsado por CIMMYT y Gobierno del Estado de Oaxaca aborda la necesidad de fortalecer el sistema agroalimentario del estado, enfocándose en la producción sustentable de maíz para mejorar la seguridad alimentaria, reducir la dependencia de importaciones y empoderar a las comunidades rurales. Además, se promueven prácticas agrícolas sustentables y la conservación de la biodiversidad para mitigar los efectos del cambio climático.

De manera particular, el proyecto busca fortalecer la red de asesores técnicos; facilitar la mecanización de la producción agrícola estableciendo sitios de mecanización equipados; e impulsar una red de investigación aplicada mediante el establecimiento de plataformas de investigación agronómica orientadas a prácticas agroecológicas y regenerativas.

En este sentido, se está trabajando en el establecimiento una red de investigación con seis plataformas en el estado de Oaxaca y, derivado de ello, en Santo Domingo Tepuxtepec, Sierra Juárez, se está trabajando en el establecimiento de una plataforma de investigación de esta red CIMMYT-SEFADER. Este esfuerzo incluye el trazo, delimitación y muestreo de suelo, así como la implementación de tratamientos de agricultura de conservación y la siembra de semillas locales de maíz serrano mixe color amarillo, así lo precisaron Mariel Guera, coordinador de Investigación del Hub Pacífico Sur de CIMMYT, y Felipe Gutiérrez Vásquez, técnico del programa de «Autosuficiencia Alimentaria», quienes están a cargo de esta plataforma de investigación.

Esta capacitación, la plataforma de investigación y el proyecto en general representan un esfuerzo significativo para mejorar los sistemas de producción de maíz en Oaxaca, beneficiando a los productores locales y contribuyendo a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola en la región.

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Llevar la ciencia hasta las parcelas, esencial para regenerar los suelos

El doctor Simon Fonteyne, científico de CIMMYT, durante su ponencia en la Cumbre de Agricultura y Sistemas Alimentarios Regenerativos LATAM 2024. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
El doctor Simon Fonteyne, científico de CIMMYT, durante su ponencia en la Cumbre de Agricultura y Sistemas Alimentarios Regenerativos LATAM 2024. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

De acuerdo con las Naciones Unidas, hasta el 40% de la tierra del planeta está degradada, lo que afecta a la mitad de la humanidad, y supone una amenaza para aproximadamente la mitad del producto interno bruto (PIB) mundial. Ante este escenario, y a medida que aumentan los efectos de la variabilidad climática, se necesitan alternativas para conservar, restaurar y utilizar la tierra de manera sostenible.

Así, los días 25 y 26 de junio, la Ciudad de México se convirtió en el epicentro del diálogo hacia un futuro agrícola más sostenible y regenerativo, al albergar la Cumbre de Agricultura y Sistemas Alimentarios Regenerativos LATAM 2024. Este evento reunió a más de 150 líderes del sector agroalimentario en un espacio dedicado a explorar y debatir las prácticas agrícolas del mañana, particularmente la agricultura regenerativa.

“La agricultura regenerativa es un enfoque que contribuye a una agricultura sostenible, donde el cuidado del suelo es esencial para mantener su potencial productivo, además de funciones como la captación de agua y la captura de carbono”, puntualizó la doctora Sol Ortiz, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.

La cumbre no solo permitió conocer los aspectos teóricos de la agricultura regenerativa, también destacó la necesidad urgente de adoptar prácticas agrícolas más sostenibles y sirvió como plataforma para compartir experiencias y estrategias exitosas.

“En Grupo Bimbo iniciamos los trabajos de agricultura regenerativa en 2017. Nosotros sabíamos que en ningún momento podíamos hacerlo solos y es por eso que empezamos a trabajar con CIMMYT. Así conocimos todo lo que tiene que hacerse y posteriormente, hacia 2021, empezamos a replicar los proyectos de México en otros países. Actualmente Grupo Bimbo tiene presencia de proyectos de agricultura regenerativa en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, y estamos iniciando los trabajos en América del Sur”, mencionó Juan Pablo Andrade, Gerente Global de Abastecimiento y Agricultura Regenerativa de Grupo Bimbo.

“La clave está en unir esfuerzos para alinear agendas y hacer un plan integral. Por eso estamos impulsando la creación de alianzas con todas aquellas organizaciones con las cuales podemos establecer, por ejemplo, un plan correcto de rotación”, sostuvo Miguel Ángel Esquivel, Gerente de Planta y Producción Nacional de Cebada de HEINEKEN México, refiriéndose a la importancia de diversificar cultivos (a través de rotaciones) para evitar los monocultivos que degradan la tierra. Así mismo, resaltó la colaboración con CIMMYT en el proyecto Cultivando un México Mejor, mediante el cual se optimiza el uso del agua y se regeneran los suelos a través de prácticas sustentables.

Por su parte, Mar Gutiérrez, de Grupo Trimex —empresa que, junto con CIMMYT impulsa el proyecto Agriba Sustentable también orientado a la regeneración de los suelos agrícolas—, subrayó la necesidad de un cambio cultural, tanto entre los agricultores como entre las organizaciones, para adoptar prácticas más sostenibles.

Así, y con la participación de otras organizaciones que también colaboran con CIMMYT, como Nestlé, la Cumbre de Agricultura y Sistemas Alimentarios Regenerativos LATAM 2024 puso de relieve la importancia de la ciencia para la implementación y desarrollo de proyectos que tengan como finalidad regenerar los suelos agrícolas. En este sentido, CIMMYT, un centro de investigación científica internacional basado en México, destacó como un socio estratégico en la promoción de la agricultura regenerativa en México y a nivel global.

“En mi caso ya tengo suelo sano, ya tengo una planta sana, ya es un producto bastante nutritivo, entonces si ustedes, las empresas, quieren que empecemos a andar en esa transición, entonces también el consumidor se tiene que educar, no solo el agricultor, también los consumidores para que realmente le den ese valor. Por eso sería importante llevar proyectos como los que han mencionado a lugares considerados focos rojos por la degradación de las tierras”, subrayó Candelario Molina, productor de Teopisca, Chiapas, quien ha colaborado con CIMMYT y ha aprendido diversas prácticas sustentables que le han permitido regenerar sus suelos.

“En mi grupo hemos impactado de manera indirecta en cerca de seis mil, siete mil hectáreas de tres ejidos donde ya no se practica la quema, donde ya se disminuyó la labranza”, enfatizó el productor, subrayando con su ejemplo y experiencia la importancia de fomentar la colaboración multisectorial para transformar el panorama agrícola del país hacia un futuro más sustentable y resiliente.

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Zacatecas y el impacto de la certificación en agricultura sustentable

Participantes del Curso de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable durante capacitación en manejo agroecológico de plagas. (Foto: Hub Intermedio-CIMMYT)
Participantes del Curso de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable durante capacitación en manejo agroecológico de plagas. (Foto: Hub Intermedio-CIMMYT)

En el marco del impulso hacia prácticas agrícolas sostenibles, la reciente graduación de técnicos certificados en agricultura sustentable en Zacatecas ha demostrado que el curso para lograr dicha certificación es un catalizador clave para transformar el panorama agrícola mexicano.

Este programa, denominado Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable no solo ha capacitado a técnicos de campo, sino que también ha facilitado la implementación efectiva de innovaciones agrícolas en las parcelas de los agricultores. En el caso de Zacatecas, en más de tres mil hectáreas que constituyen uno lo de los mayores logros de este programa de capacitación agrícola.

¿Qué es el Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable?

Se trata de una certificación que, concebida a través de la colaboración entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura) y el CIMMYT, está cambiando el paradigma del extensionismo en México al enfrentar desafíos críticos como los altos costos de insumos, variaciones climáticas y pérdida de fertilidad del suelo, posicionándose como un programa que introduce un nuevo modelo de extensión agrícola basado en la innovación y el desarrollo de capacidades técnicas avanzadas.

El caso de Zacatecas

Alberto Cabello, gerente del Hub Intermedio del CIMMYT, destaca el novedoso enfoque del curso en Zacatecas: En las reuniones y vistas a campo que tuvimos con la Secretaría del Campo (SECAMPO) fue muy importante mostrar la labor del CIMMYT directamente en las parcelas de los agricultores que han adoptado innovaciones sustentables en sus campos, constatando que  el impacto de las prácticas que promovemos es real”.

“Nuestro compromiso fue más allá de la certificación básica. Establecimos un modelo de acompañamiento intensivo donde cada estudiante recibió entrenamiento en un módulo demostrativo. Esto permitió que no solo adoptaran innovaciones durante el curso, sino que las implementaran directamente en áreas de extensión adicionales. Es decir, directamente con los agricultores».

El hub jugó un papel crucial en la coordinación y ejecución del programa, asegurando que los técnicos certificados no solo adquirieran conocimientos teóricos, sino que los aplicaran prácticamente en el terreno. Alberto Cabello enfatiza: «El éxito del curso radica en nuestra capacidad para no solo formar técnicos, sino también para extender su influencia a través de múltiples áreas productivas del estado. Esto se tradujo en la capacitación de 354 productores y en mejoras tangibles en la eficiencia del uso del agua, crucial en un estado como Zacatecas, afectado por sequías recurrentes».

Sesión de capacitación en mecanización climáticamente inteligente. (Foto: Hub Intermedio-CIMMYT)
Sesión de capacitación en mecanización climáticamente inteligente. (Foto: Hub Intermedio-CIMMYT)

Impacto en el desarrollo profesional y regional

La certificación no solo benefició a los técnicos capacitados, sino que también aseguró oportunidades continuas de empleo para muchos de ellos. Alberto Cabello comenta: «Este compromiso de la Secretaría del Campo de recontratar a los técnicos certificados muestra el reconocimiento de la importancia estratégica de estas prácticas sostenibles para la agricultura zacatecana».

Además, el curso no se limitó a la capacitación inicial; CIMMYT continúa su apoyo a la formación continua de estos profesionistas zacatecanos. Esto refleja un compromiso a largo plazo para fortalecer las capacidades locales y mejorar las prácticas agrícolas en la región.

Perspectivas futuras

Mirando hacia el futuro, Cabello subraya: «Nuestro objetivo es asegurar que los técnicos certificados no solo implementen prácticas innovadoras, sino que también las adapten según las necesidades específicas de los agricultores zacatecanos. Esto no solo mejora la productividad agrícola, sino que también contribuye a la política pública estatal al incluir las mejores prácticas en los catálogos de apoyo a los agricultores».

Así, el Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable no solo representa un avance significativo para la capacitación agrícola en Zacatecas, sino que también demuestra el potencial transformador de las alianzas estratégicas entre organizaciones como CIMMYT y entidades gubernamentales. Este enfoque integral no solo beneficia a los técnicos y agricultores directamente involucrados, sino que también sienta las bases para un desarrollo agrícola más sostenible y resiliente en la región.

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Infancias, maíces nativos y perspectiva de género

Agricultora en Nariño, Colombia en una chagra diversificada con cultivos nativos de maíz, papa, oca, calabaza, haba, entre otros cultivos perenes y silvestres para la recolección. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)
Agricultora en Nariño, Colombia en una chagra diversificada con cultivos nativos de maíz, papa, oca, calabaza, haba, entre otros cultivos perenes y silvestres para la recolección. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)

En las montañas de Nariño y en el Valle del Cauca, Colombia —como en muchas otras regiones rurales de Latinoamérica—, la mayor parte de los sistemas de producción se basan en la colaboración familiar, frecuentemente diferenciada por los roles de género, donde las mujeres y hombres desempeñan papeles distintos y poseen diferentes niveles de conocimiento, participación y toma de decisiones.

El rol tradicionalmente asignado a las mujeres con frecuencia limita su potencial como generadoras de cambio en el campo. “La preparación de alimentos, la limpieza de la casa, el cuidado de la familia, y particularmente el cuidado de los niños puede limitar su participación en actividades de capacitación agrícola”, comenta un equipo de especialistas de CIMMYT que recientemente desarrollaron una serie de diagnósticos participativos en esas regiones de Colombia.

Los diagnósticos participativos tienen la finalidad de documentar la perspectiva de las personas dedicadas a la agricultura sobre la conservación de maíces nativos y comprender la perspectiva del abandono del campo para desarrollar en conjunto estrategias de conservación en los territorios. No obstante, como señalan los especialistas de CIMMYT, cuando las agricultoras quieren aprender y contribuir, a menudo se enfrentan al desafío de cuidar a sus hijos.

Grupo de agricultoras discutiendo el rol de mujeres y hombres en la conservación de maíces nativos, en Córdoba, Nariño, Colombia. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)
Grupo de agricultoras discutiendo el rol de mujeres y hombres en la conservación de maíces nativos, en Córdoba, Nariño, Colombia. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)

“Incluso si las mujeres se esfuerzan por asistir a los eventos, pueden no aprovechar adecuadamente los nuevos aprendizajes porque se encuentran atentas al cuidado de sus hijas e hijos”. En respuesta a este obstáculo, los organizadores de los diagnósticos idearon una solución innovadora: ofrecer cuidado infantil durante los talleres. Así, “mientras las madres participan en el taller, en un lugar seguro y a la vista de ellas, se organizan juegos, actividades de exploración y arte con los niños para que las mamás estén concentradas en el evento”.

En uno de los diagnósticos recientes “se programaron varias dinámicas, como juegos de mesa —el CIMMYT desarrolló memoramas, loterías y tableros de serpientes y escaleras sobre las principales plagas y prácticas de manejo del maíz— y algunas actividades artísticas que permitieron a los niños conversar y plasmar lo que para ellos significa y cómo interactúan con su territorio. Al final, expusieron sus trabajos, los cuales estaban relacionados con lo que aprenden con sus madres y familia en la tulpa (fogón) o la chagra”, detallan los especialistas.

Actividades como esta son importantes para la enseñanza de los niños, porque además pudieron cambiar sus juegos normales del celular por el aprendizaje del campo a través de la recreación, así que me parece que hay que tener en cuenta que los niños de la localidad estén informados de este tipo de encuentros”, expresaron los asistentes, quienes además reflexionaron sobre la importancia de este tipo de inclusión para desarrollar estrategias orientadas al relevo generacional, particularmente en lugares como en Nariño, donde es notable la disminución de jóvenes en el campo.

Ante este contexto, es importante incluir a los jóvenes en la planeación y diseño de programas “para garantizar la continuidad de la población rural, puesto que ellos impulsan nuevas ideas, más frescas y dan otra perspectiva a la comunidad”, menciona don José, agricultor de Córdoba, Nariño, quien además resalta como ejemplo el espacio ganado por el grupo Herederos del Planeta Los Tucanes, integrado por niñas, niños y jóvenes con voz para incidir en lo referente a las reservas naturales, su educación y el cuidado de las semillas nativas.

Así, las infancias participantes —que solo tenían expectativas de llegar a sentarse y tratar de mantenerse en silencio o jugar con el celular— pasaron a ser parte importante de los procesos participativos en Nariño, donde las mujeres rurales, con este tipo de apoyos, no solo tienen la posibilidad de fortalecer sus conocimientos, sino influir en las decisiones del hogar y la conservación de los recursos fitogenéticos de manera positiva.

Niñas exponiendo, ante sus madres y padres, sobre su territorio como resultado de la actividad realizada durante los talleres en Nariño, Colombia. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)
Niñas exponiendo, ante sus madres y padres, sobre su territorio como resultado de la actividad realizada durante los talleres en Nariño, Colombia. (Foto: González, Alpala, Pinzón, Rodríguez, Bolaños, Romero, González)

“Sí señora, el espacio para los niños fue lo máximo, porque así uno se puede concentrar en los temas”, así lo refirió una señora en Cumbal, lo cual es el ejemplo de cómo una estrategia de extensión agrícola requiere identificar las preferencias, intereses e incentivos de hombres y mujeres relacionados con sus roles de género para propiciar ambientes que faciliten el escalamiento de tecnologías y prácticas agrícolas sustentables, donde es fundamental comprender que las agricultoras trabajan el campo y realizan labores domésticas como actividades que no se pueden separar.

En el contexto de una crisis ambiental y alimentaria, es importante impulsar este tipo de estrategias porque las personas dedicadas a la agricultura de pequeña escala constituyen una parte importante en la implementación de sistemas agroalimentarios sostenibles y son fundamentales en la preservación de la agrobiodiversidad, pues en sus milpas, huertas, traspatios, chagras —en México y Colombia— se manejan, usan y conservan cultivos nativos que son recursos esenciales para la seguridad alimentaria y la agricultura, incluido el mejoramiento de variedades para la adaptación al cambio climático.

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Esta plataforma de investigación suma evidencia de los beneficios de dejar el rastrojo

Aprovechamiento del rastrojo como cobertura del suelo en parcelas de investigación de CIMMYT en Texcoco, Estado de México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Aprovechamiento del rastrojo como cobertura del suelo en parcelas de investigación de CIMMYT en Texcoco, Estado de México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En el oriente del Estado de México, la plataforma de investigación Texcoco II, ubicada en la estación experimental El Batán del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), destaca como un espacio fundamental de investigación y desarrollo para enfrentar los desafíos agrícolas locales. Desde su establecimiento en 1999, esta plataforma ha sido clave en la búsqueda de soluciones innovadoras que mejoren la productividad y la sostenibilidad de los cultivos en una región caracterizada por sus temporales irregulares y una fertilidad del suelo limitada.

El oriente del Estado de México, junto con zonas colindantes en Tlaxcala e Hidalgo, se distingue por su producción de maíz y otros granos básicos como cebada, trigo y alfalfa. Sin embargo, los bajos rendimientos agrícolas debido a la irregularidad de los temporales y la baja fertilidad del suelo representan desafíos significativos para los agricultores locales. Además, la ganadería extensiva complementa esta actividad agrícola en pequeñas parcelas, aprovechando los residuos de cosecha y pastizales naturales para la alimentación del ganado.

La plataforma Texcoco II se ha convertido en un campo de pruebas para diversas prácticas agronómicas destinadas a mejorar la productividad y la sostenibilidad local. Uno de los enfoques principales ha sido la adopción de la agricultura de conservación, destacando el uso de camas permanentes y la retención del rastrojo como métodos clave para conservar la humedad del suelo, mejorar su estructura y reducir la erosión.

Desde su inicio, se han evaluado diferentes técnicas de labranza y manejo del rastrojo, como camas convencionales, camas permanentes angostas y anchas, etcétera. De acuerdo con los responsables de la plataforma, “de 2006 a 2019 el rendimiento promedio del maíz cultivado en camas permanentes angostas fue mayor donde se dejó todo el rastrojo en el terreno —siete toneladas por hectárea (t/ha) para maíz y cuatro para trigo— que donde se removió”, lo cual representa rendimientos superiores en comparación con las prácticas de labranza convencional que logran 5 y 3.1 t/ha, respectivamente.

Estos resultados han sido consistentes a través de los años, sumando evidencia de la enorme utilidad que tiene el aprovechamiento de los residuos de cosecha, o rastrojos, que regularmente son quemados o removidos en la agricultura convencional. Además, la retención total del rastrojo en las camas permanentes ha mostrado beneficios adicionales, como una mejor estructura del suelo y una tasa de infiltración de agua significativamente mayor (36.3 cm/h), en contraste con las camas sin rastrojo (12.4 cm/h).

Los resultados obtenidos en la plataforma Texcoco II no solo aportan soluciones para la agricultura local, sino que también tienen el potencial de influir en prácticas agrícolas a nivel global, especialmente en regiones con condiciones agroecológicas similares. La combinación de investigación rigurosa y colaboración multidisciplinaria con instituciones locales, universidades y organizaciones civiles es fundamental para ampliar el alcance y la aplicabilidad de estas innovaciones.

Así, la plataforma de investigación Texcoco II representa un ejemplo destacado de cómo la investigación aplicada puede abordar desafíos agrícolas complejos mediante soluciones innovadoras y sostenibles. Con un compromiso con la excelencia científica y el impacto positivo en las comunidades, CIMMYT y sus colaboradores continúan trabajando en la promoción de sistemas agrícolas resilientes y rentables en México y más allá.

La presente información forma parte de los Avances en agricultura sustentable: resultados de plataformas de investigación de los Hubs Valles Altos y Pacífico Centro, México, 2012-2021, integrados en el marco de la iniciativa Excelencia en Agronomía, un ejemplo de cómo la colaboración entre instituciones académicas, gubernamentales y de investigación permite formular soluciones para los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo.

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Una certificación para “Cultivar un México Mejor”

Representantes de HEINEKEN México y participantes del Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable durante recorrido por el Banco de Germoplasma de CIMMYT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Representantes de HEINEKEN México y participantes del Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable durante recorrido por el Banco de Germoplasma de CIMMYT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

En respuesta a la creciente crisis climática que afecta la producción agrícola nacional y global, HEINEKEN México y CIMMYT anunciaron este 21 de junio del 2024 el inicio del curso «Técnico Certificado en Agricultura Sustentable«, el cual busca formar agentes de cambio para implementar y difundir sistemas de producción sustentables y resilientes.

Jelle Van Loon, director asociado del programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables de CIMMYT, subrayó la importancia del curso, destacando que es esencial para mejorar la gestión agronómica y adoptar prácticas que permitan optimizar el uso de recursos como el agua, el suelo y las semillas mejoradas.

“Este curso no solo fortalecerá capacidades técnicas, sino que también permitirá construir una agricultura más resiliente y adaptada a las demandas futuras, donde ustedes podrán atender las necesidades y preocupaciones de los agricultores, pero también ayudarlos a conectar mejor con oportunidades de mercado y cómo pueden responder mejor a las exigencias del consumidor y los requerimientos de la agroindustria”, mencionó Van Loon, invitando a los futuros técnicos certificados a poner en el centro de sus esfuerzos a los agricultores.

“Para nosotros es emocionante este curso. Hemos tenido mucha experiencia impulsándolo en conjunto con el sector público, pero este es la primera vez que desarrollamos el curso con una empresa. Confiamos en que el curso será exitoso porque con HEINEKEN México ya impulsamos el proyecto Cultivando un México Mejor”, sostuvo el representante de CIMMYT, refiriéndose a la innovadora colaboración de ambas organizaciones que desde 2019 ha mostrado un compromiso notable en la reducción del consumo de agua y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles.

Bajo este proyecto, y con tecnologías sustentables que se incluyen en el plan de estudios del curso anunciado, en el Bajío mexicano se ha logrado un significativo ahorro de agua cercano a los cuatro millones de metros cúbicos desde 2019 y hasta 2023, destacando prácticas como la agricultura de conservación y el riego por goteo que han demostrado reducir hasta un 40% el uso de agua en comparación con métodos convencionales. Estos logros son especialmente significativos en el contexto actual, donde la disponibilidad de agua para la agricultura enfrenta desafíos críticos debido a sequías más frecuentes y variaciones climáticas impredecibles.

Por su parte, Inti Pérez Casillas, Directora de RSC & Sustentabilidad en Asuntos Corporativos, y Marijosse Galán, Líder de Medioambiente en Asuntos Corporativos de HEINEKEN México, enfatizaron el papel de los técnicos participantes en el marco de la estrategia de sustentabilidad de la empresa llamada Brindar Un Mundo Mejor – “Es una gran responsabilidad la que están tomando ustedes con esta certificación. Gracias por tomar este compromiso. El rol que ustedes tienen todos los días en el campo es fundamental para la compañía porque son los embajadores de nuestra estrategia de agricultura sustentable Cultivando Un México Mejor. Este tipo de iniciativas nos permite seguir impulsando su liderazgo para compartir el conocimiento con nuestros productores”.

Grupo de participantes en el Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Grupo de participantes en el Curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

El curso, que inició este junio de 2024 y concluirá en abril de 2025, se estructura en 15 bloques de estudio teórico y práctico. Entre los temas destacados se incluyen la agricultura de conservación, manejo integrado de malezas, el diseño multiescala de sistemas de producción, fertilidad, diagnóstico de parcela, maquinaria especializada para agricultura de conservación, entre otros.

Un aspecto destacado del curso es que los participantes serán evaluados a través de la implementación de una parcela de innovación donde aplicarán los conocimientos adquiridos bajo la supervisión directa de especialistas y trabajando muy de cerca con los productores. La evaluación también incluye la difusión de las tecnologías aprendidas en el curso a través de eventos de capacitación o demostrativos.

Este curso representa un paso significativo hacia la profesionalización de los técnicos agrícolas de HEINEKEN México en el Bajío y los Valles Altos como agentes de cambio, así como un compromiso de CIMMYT para equipar a los participantes con las habilidades necesarias para enfrentar los desafíos del cambio climático y la seguridad alimentaria, beneficiando tanto al medioambiente como a las comunidades agrícolas.

 

Sobre HEINEKEN México

Empresa socialmente responsable con más de 133 años en el mercado y en la preferencia de los mexicanos. Fundada en 1890, HEINEKEN México es la cervecera con más tradición en el país y parte del grupo cervecero más internacional al integrarse a HEINEKEN en mayo de 2010.  A través de la estrategia de sustentabilidad “Brindar un Mundo Mejor” y sus pilares: ambiental social y consumo inteligente, logra impactar positivamente tanto en el medio ambiente como en las comunidades donde operan. Con el programa “Comunidades de Agua para Brindar un Mundo Mejor” la cervecera brinda acceso al agua a diferentes comunidades del país con diferentes acciones.  La cervecera mexicana cuenta con 7 cervecerías y una maltera donde colaboran más de 18 mil personas comprometidas con la calidad para crear las mejores experiencias y brindar momentos de unión y alegría. Como una empresa multicategoríade bebidas, conforma el portafolio más amplio del mercado con marcas de cerveza, cerveza sin alcohol, ciders, y RTDs liderados por la cerveza Heineken®️,  y  las marcas: Heineken® Silver, Heineken® 0.0, Tecate®️, Tecate Light®️, Tecate 0.0, Dos Equis®️, Dos Equis® Ultra y Ámbar, Indio®️, Sol®️, Sol® Mezclas, Amstel ULTRA®️, Bohemia®️, Noche Buena®️, Carta Blanca®️, Superior®️, Lagunitas®️, Miller Lite®️, Miller High Life®, Coors Light®️, Strongbow Apple Ciders®️, Tempus®️, Jabalí®️, tiendas SIX, GLUP y BarEnCasa.

Sobre CIMMYT

El CIMMYT es una organización internacional pionera en el mundo, sin fines de lucro, dedicada  a resolver hoy los problemas del mañana. Se encarga de promover mejoras en la cantidad, calidad y fiabilidad de los sistemas de producción y de los cereales básicos como el maíz, trigo, triticale, sorgo, mijo y cultivos asociados mediante la ciencia agrícola aplicada, especialmente en  el sur global, a través de la creación de colaboraciones sólidas. Esta combinación mejora el desempeño de los medios de subsistencia y la resiliencia de millones de agricultores de escasos  recursos, y trabaja por un sistema agroalimentario más productivo, incluyente y resiliente dentro de los límites globales. El CIMMYT es uno de los principales centros de investigación del GCIAR, una asociación mundial de investigación para un futuro con seguridad alimentaria dedicada a reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria y nutricional y mejorar los recursos naturales. Para más información, visite cimmyt.org

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Del CAMPO al Campus: innovación y colaboración para el campo colombiano

Visita al lote de CIMMYT durante el evento Del CAMPO al Campus, en instalaciones de la Alianza Bioversity-CIAT, en Palmira, Colombia. (Foto: Alianza Bioversity-CIAT)
Visita al lote de CIMMYT durante el evento Del CAMPO al Campus, en instalaciones de la Alianza Bioversity-CIAT, en Palmira, Colombia. (Foto: Alianza Bioversity-CIAT)

Las instalaciones de la Alianza Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (La Alianza), en Palmira, Colombia, fueron el escenario del evento «Del CAMPO al Campus», una visita guiada por laboratorios y parcelas experimentales en el marco de la colaboración entre La Alianza , CIMMYT y el proyecto RUSTICA a través de la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza en Colombia, impulsada por el CGIAR —una asociación mundial de centros de investigación, entre ellos La Alianza y CIMMYT, que trabaja para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional—.

Además de fortalecer la conservación de la agrobiodiversidad in situ —en las parcelas— y ex situ —en bancos de germoplasma—, el evento tuvo como finalidad promover el manejo sustentable de los recursos naturales, el adecuado manejo de los residuos agrícolas, la promoción de alianzas, colaboraciones, redes e intercambio de experiencias entre las y los custodios de semillas, bancos de Semilla, estudiantes de secundaria y agricultores.

Provenientes de El Dovio, Restrepo y Tuluá, las y los agricultores asistentes, estudiantes de secundaria y jóvenes investigadores, tuvieron la oportunidad de explorar diversas actividades diseñadas para fomentar la comprensión y colaboración en la conservación de la biodiversidad agrícola.

Janeth Bolaños, del equipo organizador, comentó que: «Queremos que tanto estudiantes como agricultores conozcan y resuelvan inquietudes sobre cómo es realmente la conservación en un banco de semillas en un centro de investigación y que pueden tener acceso a ellas cuando lo requieran”.

Durante la jornada, los participantes realizaron visitas guiadas que incluyeron el laboratorio de economía circular de La Alianza, los ensayos de maíz, fríjol y zapallo del proyecto RUSTICA, los ensayos de maíz, soya y el módulo poscosecha de CIMMYT, así como el Banco de Semillas del Futuro de La Alianza.

Natalia Ortiz, de La Alianza, presentó a los asistentes las acciones y logros que la iniciativa ha ido alcanzando, como las contribuciones de la herramienta EncontrAR —plataforma que facilita el intercambio de experiencias de agricultura familiar andina para atender problemas de productividad, conservación de semillas, manejo de recursos, entre otros—; el fortalecimiento de capacidades a más de 450 personas en temas como la conservación de semillas nativas y el manejo de emprendimientos basados en agrobiodiversidad y bioeconomía circular; así como la caracterización de cadenas de valor y estudios de mercados en productos como maíces y papas nativas, lácteos, recursos forestales maderables, agroecoturismo y bionegocios.

Así, estas actividades no solo proporcionaron un espacio para el aprendizaje práctico, sino también para la reflexión sobre la importancia de sistemas alimentarios sostenibles en el contexto actual de cambio climático y escasez de recursos, donde iniciativas como Soluciones Positivas para la Naturaleza permiten reimaginar y transformar de forma colaborativa estos sistemas con soluciones que apoyen la producción y gestión de alimentos locales con un impacto positivo en los medios de vida de manera equitativa.

Para la iniciativa, este objetivo se alcanzará mediante un conjunto de acciones englobadas en paquetes de trabajo orientados a la conservación de la agrobiodiversidad, la gestión de los recursos naturales de forma sostenible, la restauración vegetal y de las tierras degradadas, el reciclaje y manejo de residuos agrícolas, y la creación de un entorno atractivo y propicio hacia la inclusión social, desarrollo de capacidades y políticas con soluciones positivas para la naturaleza.

«La participación de los estudiantes fue muy importante porque muchos de ellos forman parte de los semilleros de investigación denominados Cantarrana y Herederos del Planeta, entonces queremos promover, además de que los niños y adolescentes sigan ese camino de la investigación, el relevo generacional en el campo”, enfatizó Bolaños.

Así, este evento marca un paso importante hacia la implementación de soluciones prácticas que apoyen la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible en Colombia y más allá, donde colaboraciones como la de La Alianza y CIMMYT permiten reforzar la investigación colaborativa y fomentar las redes de innovación para transformar los sistemas agroalimentarios en beneficio de toda la sociedad.