Categorías
Explicativos Noticias Uncategorized

Tips para aprovechar el poder regenerativo de las leguminosas

Leguminosas en etapa de floración y formación de vainas, fundamentales para la biodiversidad del suelo y la seguridad alimentaria. (Foto: CIMMYT)
Leguminosas en etapa de floración y formación de vainas, fundamentales para la biodiversidad del suelo y la seguridad alimentaria. (Foto: CIMMYT)

Las legumbres son una fuente esencial de proteínas vegetales, además, enriquecen el suelo gracias a su capacidad de fijar el nitrógeno. En el Día Mundial de las Legumbres, compartimos algunos consejos clave para su cultivo exitoso:

Elige la legumbre adecuada para tu región

Selección de frijol, una legumbre clave en la alimentación y la seguridad alimentaria de México. (Foto: CIMMYT)
Selección de frijol, una legumbre clave en la alimentación y la seguridad alimentaria de México. (Foto: CIMMYT)

Cada legumbre tiene necesidades específicas. En México, el frijol es el cultivo más representativo y se adapta a diversas condiciones de siembra. Otras opciones incluyen el cacahuate, el chícharo y el garbanzo, que pueden mejorar la biodiversidad del agroecosistema.

Mejora la fertilidad del suelo

Cosecha de cacahuate en un sistema diversificado con maíz, una práctica que mejora la fertilidad del suelo y promueve la seguridad alimentaria. (Foto: CIMMYT)
Cosecha de cacahuate en un sistema diversificado con maíz, una práctica que mejora la fertilidad del suelo y promueve la seguridad alimentaria. (Foto: CIMMYT)

Las leguminosas forman una simbiosis con bacterias fijadoras de nitrógeno, lo que reduce la necesidad de fertilizantes químicos. Para potenciar este proceso, es recomendable sembrarlas en asociación con otros cultivos como el maíz.

Implementa rotación y diversificación de cultivos

Productor implementa la rotación y diversificación de cultivos con leguminosas en laderas. (Foto: CIMMYT)
Productor implementa la rotación y diversificación de cultivos con leguminosas en laderas. (Foto: CIMMYT)

Alternar legumbres con cereales u otras especies mejora la calidad del suelo, previene plagas y enfermedades, y permite un uso más eficiente de los nutrientes.

Conserva la humedad y protege el suelo

Leguminosas en maduración sobre rastrojo, una práctica que conserva humedad y mejora la fertilidad del suelo. (Foto: CIMMYT)
Leguminosas en maduración sobre rastrojo, una práctica que conserva humedad y mejora la fertilidad del suelo. (Foto: CIMMYT)

El uso de cobertura vegetal, como rastrojos, protege el suelo de la erosión y mantiene la humedad necesaria para el desarrollo de las leguminosas, especialmente en regiones con lluvias irregulares.

Ajusta las fechas de siembra

Ajustar la siembra al ciclo de lluvias optimiza la humedad y el crecimiento de las leguminosas. (Foto: OpenAI 2025)
Ajustar la siembra al ciclo de lluvias optimiza la humedad y el crecimiento de las leguminosas. (Foto: OpenAI 2025)

Las condiciones climáticas afectan la productividad. Adaptar las fechas de siembra al ciclo de lluvias y temperaturas locales mejora los rendimientos y garantiza una cosecha más estable.

Promueve la sustentabilidad con prácticas agroecológicas

Barreras vivas establecidas en el campo para reducir la erosión, conservar la humedad del suelo y favorecer el crecimiento de cultivos como las legumbres en sistemas agroecológicos. (Foto: CIMMYT)
Barreras vivas establecidas en el campo para reducir la erosión, conservar la humedad del suelo y favorecer el crecimiento de cultivos como las legumbres en sistemas agroecológicos. (Foto: CIMMYT)

El establecimiento de barreras vivas y el uso de agricultura de conservación ayudan a retener suelo y humedad, ya que favorece el crecimiento de legumbres en zonas con pendientes o suelos degradados.

Integra las legumbres en sistemas agroalimentarios resilientes

Productores cosechan y limpian cacahuate en campo, una leguminosa clave para la diversificación de cultivos y la seguridad alimentaria en sistemas agroecológicos. (Foto: CIMMYT)
Productores cosechan y limpian cacahuate en campo, una leguminosa clave para la diversificación de cultivos y la seguridad alimentaria en sistemas agroecológicos. (Foto: CIMMYT)

Las legumbres no solo enriquecen la dieta, sino que fortalecen la seguridad alimentaria y la identidad cultural de muchas comunidades. Su cultivo sostenible es clave para la resiliencia agrícola.

Aprovecha estos consejos y contribuye a un sistema alimentario más sustentable con el cultivo de legumbres.

 

Categorías
Explicativos Noticias

Tips para reducir emisiones con agricultura regenerativa

Parcelas demostrativas con cultivos diversificados que promueven la reducción de emisiones, el aumento de biodiversidad y la conservación del suelo como parte de prácticas de agricultura regenerativa. (Foto: CIMMYT)
Parcelas demostrativas con cultivos diversificados que promueven la reducción de emisiones, el aumento de biodiversidad y la conservación del suelo como parte de prácticas de agricultura regenerativa. (Foto: CIMMYT)

La agricultura regenerativa es una estrategia clave para mejorar la salud del suelo, aumentar la biodiversidad y mitigar los efectos del cambio climático. Al implementar prácticas sostenibles, derivadas de sistemas como la agricultura de conservación, puedes reducir la emisión de gases contaminantes, conservar suelo y agua, y mejorar la rentabilidad de tus cultivos. Aquí te compartimos estos tips para que implementes prácticas de agricultura regenerativa en tus parcelas y contribuyas a tener un medioambiente más sano.

Aprovecha los rastrojos como cobertura del suelo

Cultivo emerge entre rastrojos que protegen el suelo, ayudan a conservar humedad y reducen emisiones al evitar su quema, lo que promueve una agricultura más regenerativa y sustentable. (Foto: CIMMYT)
Cultivo emerge entre rastrojos que protegen el suelo, ayudan a conservar humedad y reducen emisiones al evitar su quema, lo que promueve una agricultura más sustentable. (Foto: CIMMYT)

Evita la quema de rastrojo para proteger el suelo de la erosión, retener humedad y mejorar su fertilidad. Los rastrojos aportan nutrientes al descomponerse, lo que reduce el uso de fertilizantes químicos y fomenta una agricultura más sustentable.

Aplica mínimo movimiento del suelo

La labranza cero, uno de los pilares de la agricultura regenerativa, es una buena estrategia para la reducción de emisiones. (Foto: CIMMYT)
La labranza cero, uno de los pilares de las prácticas regenerativas, es una buena estrategia para la reducción de emisiones. (Foto: CIMMYT)

Adopta prácticas como la cero labranza o camas permanentes para mantener intacta la estructura del suelo, prevenir la compactación y reducir el uso de maquinaria. Esto no solo mejora las propiedades del suelo, sino que también disminuye las emisiones al ahorrar combustible.

Diversifica tus cultivos

Parcelas demostrativas con cultivos diversificados que promueven la reducción de emisiones. (Foto: CIMMYT)
Parcelas demostrativas con cultivos diversificados. (Foto: CIMMYT)

Rotaciones, asociaciones y relevos rompen ciclos de plagas, mejoran la biodiversidad del suelo y aumentan la captura de carbono. Además, diversificar ayuda a mantener la rentabilidad, incrementa la seguridad alimentaria y favorece dietas más variadas.

Mecanización a escala adecuada

Uso de maquinaria inteligente adaptada a la parcela para disminuir el uso de combustible. (Foto: CIMMYT)
Uso de maquinaria adaptada a la parcela para disminuir el uso de combustible. (Foto: CIMMYT)

Opta por una mecanización adecuada al tamaño y necesidades de tu parcela. Las máquinas multiuso-multicultivo, implementos como los cinceles roturadores, sembradoras manuales o de tiro animal, e incluso la adaptación de maquinaria ya existente pueden ser buenas alternativas. Con una mecanización a escala adecuada, no solo disminuye el gasto de combustible, sino que también bajan las emisiones de gases contaminantes.

Al implementar estas prácticas regenerativas, contribuyes a mitigar el cambio climático y mejoras la productividad de tus cultivos. Estas estrategias demuestran que es posible lograr una agricultura más rentable y sostenible. ¡Súmate al cambio!

 

Categorías
Explicativos

Tips para reparar una bolsa plástica hermética y conservar tus granos

Jessica González, coordinadora de Investigación del CIMMYT, explica cómo reparar bolsas plásticas herméticas para garantizar la conservación de granos y proteger la calidad de las cosechas. (Foto: CIMMYT)
Jessica González, coordinadora de Investigación del CIMMYT, explica cómo reparar bolsas plásticas herméticas para garantizar la conservación de granos y proteger la calidad de las cosechas. (Foto: CIMMYT)

Las bolsas plásticas herméticas son ideales para almacenar granos, pero pueden dañarse con perforaciones. Jessica González, coordinadora de Investigación de Hub Valles Altos del CIMMYT, nos comparte cómo repararlas de manera fácil y económica para seguir protegiendo tu cosecha.

Materiales necesarios

Materiales necesarios para reparar bolsas plásticas herméticas: cinta gris, tijeras, trapos y marcadores, esenciales para garantizar la conservación de los granos. (Foto: CIMMYT)
Materiales necesarios para reparar bolsas plásticas herméticas: cinta gris, tijeras, trapos y marcadores, esenciales para garantizar la conservación de los granos. (Foto: CIMMYT)
  • Cinta gris adhesiva para ductos, que tiene tres capas:
    • Capa adherente (inferior).
    • Capa de tela (interior) para elasticidad.
    • Capa de polipropileno (exterior) para impermeabilidad.
  • Un trapo seco.
  • Tijeras
  • Marcador

Pasos para reparar una bolsa plástica hermética

Limpia la bolsa:

Limpieza de la bolsa plástica hermética antes de la reparación, un paso clave para asegurar la adherencia de la cinta y mantener la hermeticidad. (Foto: CIMMYT)
Limpieza de la bolsa plástica hermética antes de la reparación, un paso clave para asegurar la adherencia de la cinta y mantener la hermeticidad. (Foto: CIMMYT)
  • Asegúrate de eliminar tamo —pelusa o residuos muy finos que dejan los granos— y polvo por dentro y por fuera de la bolsa para evitar que estas obstruyan perforaciones en la prueba de hermeticidad y facilitar la adhesión de la cinta durante la reparación.

Prueba de hermeticidad con aire:

Realización de la prueba de hermeticidad al llenar la bolsa con aire para identificar posibles perforaciones y fugas de aire. (Foto: CIMMYT)
Realización de la prueba de hermeticidad al llenar la bolsa con aire para identificar posibles perforaciones y fugas de aire. (Foto: CIMMYT)
  • Llena la bolsa con aire cerca de su máxima capacidad usando movimientos manuales o instrumentos como una compresora o aspiradora.
Ejecución del amarre de la bolsa plástica hermética para mantener el aire en su interior y garantizar la conservación de los granos. (Foto: CIMMYT)
Ejecución del amarre de la bolsa plástica hermética para mantener el aire en su interior y garantizar la conservación de los granos. (Foto: CIMMYT)
  • Cierra la bolsa inmediatamente para mantener el aire en el interior.
Verificación cuidadosa de las fugas de aire en la bolsa plástica hermética para identificar perforaciones y garantizar su reparación. (Foto: CIMMYT)
Verificación cuidadosa de las fugas de aire en la bolsa plástica hermética para identificar perforaciones y garantizar su reparación. (Foto: CIMMYT)
  • Presiona suavemente la bolsa para buscar y percibir fugas de aire.

Identifica las fugas:

Identificación de las áreas dañadas en la bolsa plástica hermética para facilitar su reparación y garantizar su uso eficiente. (Foto: CIMMYT)
Identificación de las áreas dañadas en la bolsa plástica hermética para facilitar su reparación y garantizar su uso eficiente. (Foto: CIMMYT)
  • Marca las áreas dañadas y limpia la zona con un trapo seco para mejorar el pegado de la cinta gris.

Repara los orificios:

Colocación de cinta gris en la bolsa plástica hermética para reparar perforaciones y restaurar su funcionalidad. (Foto: CIMMYT)
Colocación de cinta gris en la bolsa plástica hermética para reparar perforaciones y restaurar su funcionalidad. (Foto: CIMMYT)
  • Corta pequeños pedazos de cinta gris y colócalos por dentro y por fuera de la bolsa, cubriendo cada orificio.
  • Una capa por cada lado es suficiente para sellar la fuga.

Verifica la reparación:

Repetición de la prueba de hermeticidad, para verificar que la reparación sea efectiva. (Foto: CIMMYT)
Repetición de la prueba de hermeticidad, para verificar que la reparación sea efectiva. (Foto: CIMMYT)
  • Realiza nuevamente la prueba de aire para asegurarte de que la bolsa esté completamente hermética.

Almacena la bolsa reparada:

Proceso de enrollado de la bolsa plástica hermética reparada, y así asegurar su almacenamiento adecuado para su uso. (Foto: CIMMYT)
Proceso de enrollado de la bolsa plástica hermética reparada, y así asegurar su almacenamiento adecuado para su uso. (Foto: CIMMYT)
  • Enrolla la bolsa y guárdala en un costal seco y limpio para usarla inmediatamente o en un futuro.
Almacenamiento adecuado de la bolsa plástica hermética reparada dentro de un costal seco y limpio para garantizar su conservación. (Foto: CIMMYT)
Almacenamiento adecuado de la bolsa plástica hermética reparada dentro de un costal seco y limpio para garantizar su conservación. (Foto: CIMMYT)

Recomendaciones finales

  • Este método es ideal para reparar pocos y pequeños orificios, como una solución provisional antes de considerar un reemplazo.
  • Si tu bolsa plástica hermética está perforada, no dudes en repararla con cinta gris adhesiva para ductospara conservar tu cosecha y proteger la calidad de tus granos.

Con estas sencillas reparaciones, mantén tus granos protegidos y tu cosecha en óptimas condiciones.

Categorías
Explicativos

What is AgroTutor

AgroTutor is an AI-powered digital tool designed to improve the livelihoods of smallholder farmers . As a public good, its open and modular architecture enables the development of context-specific farming recommendations, delivered directly to farmers in their local languages. By leveraging AI and farmer-generated data, AgroTutor provides real-time, localized advice to boost productivity, yield, and income.

Farmers can benefit from its peer-to-peer comparison feature, allowing them to learn from successful strategies used by others. The tool also offers multi-channel delivery, including offline and WhatsApp support, ensuring accessibility even in remote areas. With modules like AI-driven responses and customizable advisory services, AgroTutor empowers smallholder farmers with the knowledge and resources needed to optimize their practices and improve their livelihoods.

Click on the image to download the AgroTutor brochure:


Categorías
Explicativos

¿Qué son los sistemas de semillas de cereales?

Para que las semillas certificadas lleguen al campo de un agricultor para su cultivo, pasan por muchas manos: programas de mejoramiento internacionales y nacionales, organismos reguladores gubernamentales, empresas privadas de semillas y minoristas o agrocomerciantes. Cada una de estas organizaciones desempeña un papel importante en el diseño, las pruebas, la producción y la distribución de variedades mejoradas de maíz y trigo.

En conjunto, estos procesos, actores y las relaciones entre ellos forman un sistema de semillas, que incorpora la producción, la conservación, el intercambio y el uso de materiales de propagación para los cultivos. Según la definición de la Comunidad de Excelencia para el Desarrollo de Sistemas de Semillas (COE, por sus siglas en inglés) del CGIAR los sistemas de semillas son complejos, ya que implican acuerdos entre los sectores público y privado, niveles de regulación y años de investigación y desarrollo, y son específicos de cada cultivo, país, entorno agroecológico y contexto de mercado.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha investigado y trabajado ampliamente con las facetas y los actores de los sistemas de semillas de cereales en América Latina, Asia y África, específicamente en relación con los cultivos de cereales, y con el maíz y el trigo en particular.

El papel de los científicos del CIMMYT en la oferta y la demanda

Los equipos de mejora utilizan técnicas tradicionales y avanzadas para identificar líneas mejoradas de maíz y trigo en función de los rasgos deseados determinados por los agricultores y los mercados de consumo. Además de un mayor rendimiento de los granos, otros rasgos preferidos son una mayor cantidad de granos o frutos, resistencia a plagas y enfermedades, tolerancia a la sequía o los suelos pobres, mejor calidad nutricional, o sabor y facilidad de procesamiento.

Los socios del sector público y privado utilizan estas líneas para su posterior mejora, prueba y multiplicación de semillas. Otros se dedican a probar las variedades en los campos de los agricultores y apoyan a las empresas de semillas en la producción.

Para fomentar el acceso de los pequeños agricultores a estas variedades mejoradas, el CIMMYT aplica una estrategia de sistemas de semillas dividida en el desarrollo del lado de la oferta, relativo a la mejora y la producción de semillas, y el desarrollo del lado de la demanda, que abarca cuestiones relacionadas con la distribución y la aceptación de las variedades. En el lado de la oferta, el trabajo de los científicos del CIMMYT se lleva a cabo en tres fases:

  • Fase de desarrollo del producto: Los mejoradores hacen avanzar a través del canal de mejoramiento del CIMMYT los materiales más prometedores de una fase de mejoramiento a la siguiente. Los mejores candidatos se prueban primero en ensayos de campo en las estaciones de investigación y luego en los campos de los agricultores. Después, el CIMMYT organiza jornadas de campo para mostrar los materiales con mejor rendimiento a los socios del sector público y privado.
  • Fase de asignación de productos: Los socios locales solicitan los nuevos productos del CIMMYT y firman acuerdos de licencia que protegen la nueva semilla de reclamaciones de propiedad privada y ayudan a acelerar la comercialización y distribución en las regiones objetivo a precios asequibles.
  • Fase de liberación y comercialización: Los agricultores pueden obtener y beneficiarse de las semillas de maíz y trigo mejorados una vez que las autoridades nacionales registran y liberan las variedades que sobresalen en los ensayos nacionales de rendimiento y los socios del sector público y privado comienzan a producir y comercializar o distribuir las semillas.

Por el lado de la demanda, los científicos del CIMMYT trabajan para apoyar el desarrollo de sistemas de semillas a través de su trabajo sobre

  • Las preferencias de los agricultores y la demanda de variedades: Los científicos tratan de entender las preferencias y necesidades actuales y futuras de las variedades. Esto implica el uso de herramientas innovadoras, como las pruebas de concepto de producto, las pruebas y la clasificación en la granja, y la evaluación varietal participativa.
  • Desarrollo de la industria de las semillas: Las pequeñas y medianas empresas de semillas, así como los agrocomerciantes, desempeñan un papel fundamental en la distribución de semillas. Nuestro trabajo trata de entender los puntos de entrada para apoyar a la industria de las semillas con el fin de acelerar la adopción de nuevas variedades por parte de los agricultores.
  • Demanda de cereales por parte de los consumidores: Las preferencias de los consumidores y de la agroindustria por los cereales y los alimentos a base de cereales constituyen una importante fuente de demanda de nuevas variedades. Los científicos del CIMMYT colaboran con los consumidores y la agroindustria para innovar en el diseño de productos alimentarios y comprobar la aceptación de los consumidores. Los conocimientos adquiridos se comunican a los equipos de mejora y producción de semillas para el diseño de futuras variedades de cereales.

Sistemas de semillas con perspectiva de género

Un equipo de científicos sociales del CIMMYT con experiencia en economía, género y marketing trabaja para comprender las necesidades y preferencias de los agricultores, los consumidores y la agroindustria por las nuevas variedades. Desarrollan estrategias de venta al por menor, como la comercialización dirigida, el apoyo a la evaluación de semillas en la tienda y los incentivos de precios, y promueven la adopción de mejores políticas de apoyo a las empresas y los mercados de semillas.

El CIMMYT explora mecanismos para ayudar a las empresas de semillas a adaptar sus productos a las preferencias de las mujeres. Las investigaciones demuestran que, más allá del potencial de rendimiento, las mujeres buscan en las semillas características diferentes a las de los hombres. Por ejemplo, las mujeres se inclinan más por una variedad con una mayor vida útil del grano. Del mismo modo, cuando las mujeres participan en la selección de variedades, tienden a hacer evaluaciones más objetivas que los hombres.

Nuestros expertos promueven estrategias para fomentar sistemas de distribución inclusivos y eficaces, ayudando a los agricultores, tanto hombres como mujeres, a obtener las semillas que mejor se adaptan a sus necesidades específicas. Este modelo continuo proporciona al CIMMYT información de los agricultores y de los socios de los sectores público y privado, que sirve de base para la posterior investigación en materia de mejora genética.

¿Por qué son importantes los sistemas de semillas de cereales?

El CIMMYT contribuye a que nuevas semillas mejoradas lleguen a los agricultores, los consumidores y la agroindustria, lo que, en última instancia, tiene efectos positivos duraderos en términos de seguridad alimentaria y desarrollo económico.

Cereales como el maíz y el trigo desempeñan un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial. Aumentar su productividad en el Sur Global sigue siendo una prioridad clave para el desarrollo. Los pequeños agricultores se enfrentan a una presión cada vez mayor para mantener y aumentar sus rendimientos frente a tres problemas principales: el cambio climático, que aumenta la frecuencia de las sequías graves, las inundaciones y los brotes de plagas y enfermedades; el rápido aumento de los costos de los insumos, como la tierra, la mano de obra y los fertilizantes; y las condiciones desfavorables de comercialización de sus cereales.

Los sistemas de semillas, como punto de entrada crítico para la tecnología agrícola mejorada, necesitan urgentemente una mejora y modernización. Desde el inicio de la Revolución Verde en la década de 1960, el descubrimiento, el desarrollo y la entrega de semillas mejoradas para los pequeños agricultores ha seguido siendo una parte esencial de las iniciativas mundiales y locales para aumentar la productividad de los pequeños agricultores.

¿Cómo es un sistema de semillas sostenible, inclusivo y productivo?

De cara al futuro, existen serios retos para ampliar y profundizar el impacto de las inversiones en mejoramiento genético. Se necesitan urgentemente sistemas de inteligencia de mercado para apoyar a los equipos de fitomejoramiento en el diseño de futuros productos y la priorización basada en pruebas. Es necesario innovar en la forma en que los actores de los sistemas informan y apoyan a los agricultores para que experimenten con nuevas semillas.

El CIMMYT está trabajando con los socios del CGIAR para poner en marcha una nueva estrategia de 10 años. Los sistemas de semillas eficaces logran la adopción generalizada de variedades que captan los beneficios de la mejora de los cultivos y conectan a los actores a lo largo de la cadena de valor para que todos puedan beneficiarse de un cultivo productivo, desde el banco de semillas hasta el suelo. En estrecha colaboración con los sistemas nacionales de investigación agrícola, el CGIAR ha tenido un éxito histórico en la introducción de variedades mejoradas para los pequeños productores de cultivos básicos, con un alto rendimiento de la inversión. Sin embargo, se sigue criticando que los grandes programas públicos de mejoramiento genético adoptan un enfoque de la innovación agrícola basado en la tecnología y en la oferta.

Los programas de fitomejoramiento de cereales pueden orientarse más hacia la demanda empleando más estrategias de segmentación del mercado –dividiendo los mercados de clientes objetivo en grupos más pequeños y específicos desde el punto de vista geográfico y demográfico– y desarrollando una descripción y un perfil más accesibles de sus productos. Utilizando enfoques similares, es probable que el CGIAR amplíe los programas orientados a la demanda en materia de innovación genética y desarrollo de sistemas de semillas en la nueva fase de operaciones.

Foto de portada: Personal embolsa maíz en el almacén de Demeter Seeds. (Foto: Emma Orchardson/CIMMYT)

Categorías
Explicativos

Innovaciones en el fitomejoramiento

¿Qué es el fitomejoramiento?

Surgido en los últimos 120 años, el fitomejoramiento basado en la ciencia comienza por crear una nueva diversidad a partir de la cual se pueden identificar o formar nuevas variedades útiles. El enfoque más común consiste en realizar cruces dirigidos entre progenitores con rasgos complementarios y deseables. Después, se realiza una selección entre las plantas resultantes para obtener tipos mejorados que combinen los rasgos y el rendimiento deseados. Un enfoque menos común consiste en exponer los tejidos de las plantas a sustancias químicas o a radiaciones que estimulan mutaciones aleatorias del tipo que se producen en la naturaleza, creando diversidad e impulsando la selección natural y la evolución.

Determinados por los agricultores y los mercados de consumo, los rasgos objetivo del fitomejoramiento pueden incluir la mejora del rendimiento de los granos y los frutos, la resistencia a las principales enfermedades y plagas, la mejora de la calidad nutricional, la facilidad de procesamiento y la tolerancia a estreses ambientales como la sequía, el calor, los suelos ácidos, los campos inundados y los suelos infértiles. La mayoría de los rasgos son genéticamente complejos, es decir, están controlados por muchos genes e interacciones génicas, por lo que los mejoradores deben cruzar y seleccionar entre cientos de miles de plantas a lo largo de generaciones para desarrollar y elegir las mejores.

El fitomejoramiento en los últimos 100 años ha fomentado la seguridad alimentaria y nutricional de poblaciones en expansión, ha adaptado los cultivos a los cambios climáticos y ha contribuido a aliviar la pobreza. Junto con mejores prácticas agrícolas, las variedades de cultivos mejoradas pueden ayudar a reducir la degradación del medio ambiente y a mitigar el cambio climático derivado de la agricultura.

¿El fitomejoramiento es una técnica moderna?

El fitomejoramiento comenzó hace unos 10.000 años, cuando los humanos emprendieron la domesticación de especies ancestrales de cultivos alimentarios. Durante los milenios siguientes, los agricultores seleccionaron y volvieron a sembrar semillas de los mejores granos, frutos o plantas que cosecharon, modificando genéticamente las especies para su uso humano.

El mejoramiento moderno, basado en la ciencia, es una versión centrada, sistemática y más rápida de ese proceso. Se ha aplicado a todos los cultivos, entre ellos el maíz, el trigo, el arroz, las papas, los frijoles, la yuca y los cultivos hortícolas, así como a los árboles frutales, la caña de azúcar, la palma aceitera, el algodón, los animales de granja y otras especies.

Con el fitomejoramiento moderno, los especialistas empezaron a recopilar y preservar la diversidad de los cultivos, incluidas las variedades autóctonas seleccionadas por los agricultores, las variedades mejoradas y los parientes no domesticados de los cultivos. En la actualidad, cientos de miles de muestras únicas de diversos tipos de cultivos, en forma de semillas y esquejes, se conservan meticulosamente como catálogos vivos en docenas de «bancos» administrados públicamente.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) gestiona un banco de germoplasma que contiene más de 180.000 muestras únicas de semillas relacionadas con el maíz y el trigo, y la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, en la isla Spitsbergen en Noruega, conserva copias de seguridad de casi un millón de colecciones del CIMMYT y otros bancos.

Mediante análisis genéticos o el cultivo de muestras de semillas, los científicos rastrean estas colecciones para encontrar rasgos útiles. Los datos y las muestras de semillas de este tipo de iniciativas financiadas con fondos públicos se comparten entre los fitomejoradores y otros investigadores de todo el mundo. Las secuencias completas de ADN de varios cultivos alimentarios, como el arroz, el maíz y el trigo, están disponibles y ayudan mucho a los científicos a identificar diversidad novedosa y útil.

Gran parte de la mejora de los cultivos es internacional. A partir de sus propios programas de mejoramiento, el CIMMYT envía cada año medio millón de paquetes de semillas a unos 800 socios, entre los que se encuentran instituciones públicas de investigación y empresas privadas de 100 países, para el mejoramiento, los análisis genéticos y otras investigaciones.

Un trabajador del campo retira la flor masculina de una espiga de trigo, como parte de la polinización controlada en el mejoramiento. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)
Un trabajador del campo retira la flor masculina de una espiga de trigo, como parte de la polinización controlada en el mejoramiento. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)

Un siglo de innovaciones de mejoramiento genético

A principios del siglo XX, los fitomejoradores empezaron a aplicar los descubrimientos de Gregor Mendel, matemático y biólogo del siglo XIX, sobre la variación genética y la herencia. También empezaron a aprovechar la heterosis, comúnmente conocida como vigor híbrido, por la que la progenie de los cruces entre líneas genéticamente diferentes resultará más fuerte o productiva que sus parentales.

Los métodos estadísticos modernos para analizar los datos experimentales han ayudado a los fitomejoradores a comprender las diferencias en el rendimiento del mejoramiento; en particular, a distinguir la variación genética, que es heredable, de las influencias ambientales en la forma en que se expresan los rasgos parentales en las sucesivas generaciones de plantas.

Desde la década de 1990, los genetistas y fitomejoradores han utilizado marcadores moleculares (basados en el ADN). Se trata de regiones específicas del genoma vegetal que están vinculadas a un gen que influye en un rasgo deseado. Los marcadores también pueden utilizarse para obtener una «huella» de ADN de una variedad, para desarrollar mapas genéticos detallados y para secuenciar los genomas de las plantas de cultivo. Muchas aplicaciones de los marcadores moleculares se utilizan en el fitomejoramiento para seleccionar las progenies de los cruces de mejora que presentan el mayor número de rasgos deseados de sus parentales.

Los fitomejoradores normalmente prefieren trabajar con poblaciones «de élite» que ya han sido objeto de mejora y, por tanto, presentan altas concentraciones de genes útiles y menos indeseables, pero los científicos también introducen diversidad no de élite en las poblaciones de mejora para aumentar su resistencia y hacer frente a amenazas como nuevos hongos o virus que atacan a los cultivos.

Los transgénicos son productos de una tecnología de ingeniería genética, en la que se inserta un gen de una especie en otra. Una gran ventaja de esta tecnología para la mejora de los cultivos es que introduce únicamente el gen deseado, a diferencia de los cruces convencionales, en los que muchos genes no deseados acompañan al gen objetivo y pueden reducir el rendimiento u otros rasgos valiosos. Los transgénicos se utilizan desde los años 90 para implantar rasgos como la resistencia a las plagas, la tolerancia a los herbicidas o la mejora del valor nutricional. Las variedades de cultivos transgénicos se cultivan en más de 190 millones de hectáreas en todo el mundo y han aumentado las cosechas, incrementado los ingresos de los agricultores y reducido el uso de pesticidas. Los complejos requisitos normativos para gestionar sus posibles riesgos para la salud o el medio ambiente, así como la preocupación de los consumidores por dichos riesgos y el reparto equitativo de los beneficios, hacen que las variedades de cultivos transgénicos sean difíciles y caras de implantar.

Las técnicas de edición del genoma o de genes permiten modificar con precisión secuencias específicas de ADN, lo que hace posible aumentar, disminuir o desactivar la expresión de los genes y convertirlos en versiones más favorables. La edición de genes se utiliza principalmente para producir plantas no transgénicas, como las que surgen por mutaciones naturales. Este método puede utilizarse para mejorar los rasgos de las plantas controlados por un solo gen o por un pequeño número de ellos, como la resistencia a las enfermedades y la mejora de la calidad del grano o la nutrición. En muchos países aún se está definiendo si se deben regular los cultivos editados por genes y cómo hacerlo.

La tienda móvil de semillas de Victoria Seeds Company facilita el acceso a variedades mejoradas de maíz a los agricultores de aldeas remotas de Uganda. (Foto: Kipenz Films for CIMMYT)
La tienda móvil de semillas de Victoria Seeds Company facilita el acceso a variedades mejoradas de maíz a los agricultores de aldeas remotas de Uganda. (Foto: Kipenz Films for CIMMYT)

Algunos efectos del mejoramiento del maíz y el trigo

A principios de la década de 1990, una metodología del CIMMYT dio lugar a variedades de maíz mejoradas que toleran condiciones de sequía moderada en torno a la floración en entornos tropicales de secano, además de presentar otros valiosos rasgos agronómicos y de resiliencia. En 2015, casi la mitad de la superficie productora de maíz en 18 países del África subsahariana —una región en la que el cultivo proporciona casi un tercio de las calorías humanas, pero en la que el 65% de las tierras de maíz se enfrentan a sequías al menos ocasionales— se sembró con variedades procedentes de esta investigación de mejora, en colaboración con el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA, en inglés). Los beneficios anuales se estiman en 1.000 millones de dólares.

El mejoramiento intensivo para la resistencia a la necrosis letal del maíz (MLN), una enfermedad viral que apareció en África oriental en 2011 y se extendió rápidamente para atacar los cultivos de maíz en todo el continente, permitió la liberación en 2017 de 18 híbridos de maíz resistentes a la MLN.

Las variedades mejoradas de trigo desarrolladas con líneas de mejora del CIMMYT o del Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas (ICARDA, en inglés) cubren más de 100 millones de hectáreas, casi dos tercios de la superficie sembrada con trigo mejorado en todo el mundo, con unos beneficios en grano añadido que oscilan entre 2.800 y 3.800 millones de dólares cada año.

La mejora de la resistencia a las devastadoras enfermedades y plagas de los cultivos ha ahorrado miles de millones de dólares en pérdidas de cosechas y ha reducido el uso de plaguicidas costosos y potencialmente dañinos. Un estudio de 2004 demostró que las inversiones realizadas desde principios de la década de 1970 en la mejora de la resistencia del trigo a la enfermedad fúngica de la roya de la hoja habían proporcionado beneficios en grano añadido por valor de 5.360 millones de dólares estadounidenses de 1990. La investigación mundial para controlar la enfermedad de la roya del tallo del trigo ahorra a los productores de trigo el equivalente de al menos 1.120 millones de dólares cada año.

Los cruces de trigo con cultivos afines (centeno) o incluso con hierbas silvestres —estos últimos conocidos como cruces amplios— han mejorado mucho la resistencia y la productividad del trigo. Por ejemplo, se calcula que una quinta parte de las líneas de mejora de trigo de élite en los ensayos internacionales de rendimiento del CIMMYT presentan genes de Aegilops tauschii, que aumentan su resistencia y proporcionan otros rasgos valiosos para proteger el rendimiento.

La biofortificación, es decir, el desarrollo de cultivos enriquecidos desde el punto de vista nutricional, ha dado lugar a más de 60 variedades de maíz y trigo cuyo grano ofrece una mejor calidad de proteínas o niveles más altos de micronutrientes como el zinc y la provitamina A. Las variedades de maíz y trigo biofortificadas han beneficiado a las familias de pequeños agricultores y a los consumidores de más de 20 países del África subsahariana, Asia y América Latina. Se ha demostrado que el consumo de maíz o camote enriquecidos con provitamina A reduce las deficiencias crónicas de vitamina A en los niños de África oriental y meridional. En India, los agricultores han cultivado una variedad de sorgo de alto rendimiento con niveles mejorados de hierro y zinc en el grano desde 2018 y el uso de mijo perla biofortificado con hierro ha mejorado la nutrición entre las comunidades vulnerables.

Las innovaciones en la medición de las respuestas de las plantas incluyen sistemas de teledetección, como cámaras multiespectrales y térmicas que vuelan sobre los campos de cultivo. En esta imagen de la estación experimental del CIMMYT en Obregón, México, las parcelas con estrés hídrico aparecen en verde y rojo. (Foto: CIMMYT y el Instituto de Agricultura Sostenible)
Las innovaciones en la medición de las respuestas de las plantas incluyen sistemas de teledetección, como cámaras multiespectrales y térmicas que vuelan sobre los campos de cultivo. En esta imagen de la estación experimental del CIMMYT en Obregón, México, las parcelas con estrés hídrico aparecen en verde y rojo. (Foto: CIMMYT y el Instituto de Agricultura Sostenible)

El futuro

Los mejoradores de cultivos han sentado las bases para llevar a cabo la selección genómica. Este enfoque aprovecha los marcadores moleculares de bajo costo que abarcan todo el genoma para analizar grandes poblaciones y permitir a los científicos predecir el valor de determinadas líneas de mejoramiento y cruces para acelerar las ganancias, especialmente para mejorar los rasgos genéticamente complejos.

El mejoramiento acelerado utiliza la duración del día prolongada artificialmente, las temperaturas controladas, la selección genómica, la ciencia de los datos, las herramientas de inteligencia artificial y la tecnología avanzada para registrar la información de las plantas —también llamada fenotipificación— para hacer el mejoramiento más rápido y eficiente. Una instalación de mejoramiento acelerado del trigo del CIMMYT cuenta con un invernadero con iluminación especializada, temperaturas controladas y otros elementos especiales que permitirán cultivar cuatro ciclos —o generaciones— al año, en lugar de sólo dos ciclos con los ensayos de campo normales. Las instalaciones de mejoramiento acelerado apresuran el desarrollo de variedades productivas y robustas por parte de los programas de investigación de cultivos en todo el mundo.

Análisis y gestión de datos: El cultivo y la evaluación de cientos de miles de plantas en diversos ensayos a través de múltiples sitios cada temporada genera enormes volúmenes de datos que los mejoradores deben examinar, integrar y analizar para informar las decisiones, especialmente sobre qué líneas cruzar y qué poblaciones descartar o avanzar. Las nuevas herramientas informáticas, como el Enterprise Breeding System, ayudarán a los científicos a gestionar, analizar y aplicar los grandes datos procedentes de los estudios genómicos, de campo y de laboratorio.

Seguir a los líderes: Impulsadas por la competencia y la búsqueda de beneficios, las empresas privadas que comercializan semillas y otros productos agrícolas suelen estar a la vanguardia de las innovaciones en materia de mejora genética. La iniciativa Excelencia en el Mejoramiento (EiB, en inglés) del CGIAR está ayudando a los programas de mejoramiento que atienden a los agricultores de los países de ingresos bajos y medios a adoptar las mejores prácticas adecuadas de las empresas privadas, incluidos los enfoques basados en marcadores moleculares, la mecanización estratégica, la digitalización y el uso de grandes datos para impulsar la toma de decisiones. El fitomejoramiento moderno comienza por garantizar que las nuevas variedades producidas se ajusten a lo que los agricultores y los consumidores quieren y necesitan.

Foto de portada: Estación experimental del CIMMYT en Toluca, México. Situada en un valle a 2.630 metros sobre el nivel del mar, con un clima fresco y húmedo, es el lugar ideal para seleccionar materiales de trigo resistentes a enfermedades foliares, como la roya del trigo. El fitomejoramiento convencional implica la selección entre cientos de miles de plantas procedentes de cruces a lo largo de muchas generaciones, y requiere amplias y costosas instalaciones de campo, de selección y de laboratorio. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)

Categorías
Explicativos

¿Qué es la nixtamalización?

Durante siglos, personas en México y América Central han utilizado un método tradicional, conocido como nixtamalización, para procesar su maíz.

En la actualidad, que se lleva a cabo tanto a nivel doméstico como industrial, esta técnica ofrece una variedad de beneficios nutricionales y de procesamiento. Los agricultores y consumidores de otras partes del mundo podrían adoptarlo fácilmente.

¿Qué es la nixtamalización?

La nixtamalización es un proceso tradicional de preparación del maíz en el que los granos secos se cuecen y se sumergen en una solución alcalina, generalmente de agua y cal alimentaria (hidróxido de calcio).

Después de eso, el maíz se escurre y se enjuaga para quitar la cubierta exterior del grano (pericarpio) y se muele para producir una masa que forma la base de numerosos productos alimenticios, incluidas las tortillas y los tamales.

¿Cómo funciona?

Pasos clave del proceso de nixtamalización tradicional. (Imagen: Nancy Valtierra/CIMMYT)

¿Qué sucede cuando se nixtamalizan los granos de maíz?

La cocción (tratamiento térmico) y el remojo en la solución alcalina inducen cambios en la estructura del grano, la composición química, las propiedades funcionales y el valor nutricional.

Por ejemplo, la eliminación del pericarpio conduce a una reducción de la fibra soluble, mientras que el proceso de cocción con cal conduce a un aumento del contenido de calcio. El proceso también conduce a la gelatinización parcial del almidón, la desnaturalización parcial de las proteínas, en la que las proteínas presentes en el grano se vuelven insolubles, y una disminución parcial del ácido fítico.

¿Cuáles son los beneficios de procesar el maíz de esta manera?

Además de alterar el olor, el sabor y el color de los productos de maíz, la nixtamalización proporciona varios beneficios nutricionales que incluyen:

  • Mayor biodisponibilidad de la vitamina B3 niacina, que reduce el riesgo de pelagra
  • Mayor aporte de calcio, debido a la absorción por los granos durante el proceso de remojo
  • Mayor contenido de almidón resistente en los productos alimenticios, que sirve como fuente de fibra dietética
  • Presencia significativamente reducida de micotoxinas como fumonisinas y aflatoxinas
  • Mayor biodisponibilidad del hierro, que disminuye el riesgo de anemia

Estos beneficios nutricionales y para la salud son especialmente importantes en áreas donde el maíz es el alimento básico y el riesgo de aflatoxinas es alto, ya que se cree que la eliminación del pericarpio ayuda a reducir los niveles de contaminación por aflatoxinas en los granos de maíz hasta en un 60% cuando la carga no está muy contaminada.

Además, la nixtamalización ayuda a controlar la actividad microbiológica y, por lo tanto, aumenta la vida útil de los productos alimenticios de maíz procesados, lo que genera ingresos y oportunidades de mercado para las comunidades agrícolas en áreas no industrializadas.

¿Dónde se originó la práctica?

La palabra en sí proviene del náhuatl, de la palabra nextli que significa cenizas y tamali que significa masa de maíz sin formar.

Las poblaciones de México y América Central han utilizado este método tradicional de procesamiento de maíz durante siglos. Aunque los tratamientos térmicos y los períodos de remojo pueden variar entre las comunidades, el proceso general permanece prácticamente sin cambios.

Hoy en día, la harina nixtamalizada también se produce industrialmente y se estima que más de 300 productos alimenticios que se consumen comúnmente solo en México se derivan del maíz nixtamalizado.

¿Pueden los agricultores y consumidores de otras regiones beneficiarse de la nixtamalización?

La nixtamalización ciertamente puede ser adaptada y adoptada por todos los consumidores de maíz, brindando beneficios nutricionales, particularmente a quienes viven en áreas con baja diversidad dietética.

Además, la eliminación parcial del pericarpio puede contribuir a reducir la ingesta de micotoxinas. La contaminación por aflatoxinas es un problema en las regiones productoras de maíz de todo el mundo y, como resultado, países tan diversos como China, Guatemala y Kenia sufren grandes pérdidas de producción de maíz. Si bien capacitar a los agricultores en técnicas de secado y almacenamiento de granos tiene un impacto significativo en la reducción de las pérdidas poscosecha, la tecnología de la nixtamalización también podría tener el potencial de prevenir la contaminación por toxinas y aumentar significativamente la seguridad alimentaria cuando se usa adecuadamente.

Si se adapta, la tecnología moderna de la nixtamalización también podría ayudar a aumentar la diversidad de usos del maíz en productos alimenticios que combinan otras fuentes alimenticias como las verduras.

Foto de portada: Tortillas de maíz guatemaltecas. (Foto: Marco Verch, CC BY 2.0 DE)

Categorías
Explicativos

El nitrógeno en la agricultura

El nitrógeno es el nutriente más importante en la producción de cultivos, pero también uno de los más difíciles de manejar. El compuesto es fundamental para la producción agrícola mundial —en particular para los principales cereales— pero si bien muchas partes del mundo no tienen suficientes recursos para lograr la seguridad alimentaria y nutricional, el exceso de nitrógeno de los fertilizantes se filtra al medio ambiente con consecuencias dañinas.

¿Qué es el nitrógeno?

Alrededor del 78% de la atmósfera de la Tierra está formada por nitrógeno gaseoso o N2 — una molécula formada por dos átomos de nitrógeno unidos por un enlace triple estable.

Aunque constituye una gran parte del aire que respiramos, la mayoría de los organismos vivos no pueden acceder a él de esta forma. El nitrógeno atmosférico debe pasar por un proceso natural llamado fijación de nitrógeno para transformarse antes de que pueda usarse para la nutrición de las plantas.

¿Por qué las plantas necesitan nitrógeno?

Tanto en las plantas como en los seres humanos, el nitrógeno se usa para producir aminoácidos, que producen las proteínas que construyen las células, y es uno de los componentes básicos del ADN. También es esencial para el crecimiento de las plantas porque es un componente importante de la clorofila, el compuesto por el cual las plantas usan la energía de la luz solar para producir azúcares a partir del agua y dióxido de carbono (fotosíntesis).

El ciclo del nitrógeno

El ciclo del nitrógeno es el proceso a través del cual el nitrógeno se mueve de la atmósfera a la tierra, a través de los suelos y se libera de nuevo a la atmósfera — convirtiéndose en sus formas orgánicas e inorgánicas.

Comienza con la fijación biológica del nitrógeno, que ocurre cuando las bacterias fijadoras de nitrógeno que viven en los nódulos de las raíces de las leguminosas convierten la materia orgánica en amonio y posteriormente en nitrato. Las plantas pueden absorber el nitrato del suelo y descomponerlo en el nitrógeno que necesitan, mientras que las bacterias desnitrificantes convierten el exceso de nitrato nuevamente en nitrógeno inorgánico que se libera a la atmósfera.

El proceso también puede comenzar con un rayo —el calor por el cual se rompen los triples enlaces del nitrógeno atmosférico— liberando sus átomos para que se combinen con el oxígeno y generen gas de óxido nitroso, que se disuelve en la lluvia como ácido nítrico y es absorbido por el suelo.

El exceso de nitrato o el que se pierde por lixiviación — en el que los nutrientes clave se disuelven debido a la lluvia o el riego, puede filtrarse y contaminar las corrientes de agua subterránea.

Un diagrama muestra el proceso a través del cual el nitrógeno se mueve de la atmósfera a la tierra, a través del suelo y se libera nuevamente a la atmósfera. (Gráfico: Nancy Valtierra/CIMMYT)

¿Qué pasa con los fertilizantes nitrogenados?

Durante miles de años, los seres humanos no tuvieron que preocuparse por el nitrógeno, pero a principios del siglo XX era evidente que la agricultura intensiva estaba agotando el nitrato en el suelo, lo que generó preocupaciones sobre el aumento de la población mundial y una posible crisis alimentaria.

En 1908, un químico alemán llamado Fritz Haber ideó un proceso para combinar nitrógeno atmosférico e hidrógeno bajo calor extremo y presión para crear amoníaco líquido — un fertilizante de nitrógeno sintético. Más tarde trabajó con el químico e ingeniero Carl Bosch para industrializar este proceso y hacerlo comercialmente disponible para los agricultores.

Una vez que se industrializó la producción, los fertilizantes nitrogenados sintéticos —utilizados en combinación con nuevas variedades de semillas de alto rendimiento— ayudaron a impulsar la Revolución Verde e impulsar significativamente la producción agrícola mundial desde finales de la década de 1960 en adelante. Durante este tiempo, México se volvió autosuficiente en la producción de trigo, al igual que India y Pakistán, que estaban al borde de la hambruna.

En los sistemas agrícolas intensivos actuales, los fertilizantes nitrogenados sintéticos se han vuelto cada vez más importantes. En todo el mundo, las empresas producen actualmente más de 100 millones de toneladas métricas de este producto cada año, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura predice que la demanda seguirá aumentando de manera constante, especialmente en África y el sur de Asia.

¿Es sostenible?

A medida que la demanda continúa aumentando en todo el mundo, el desafío de la gestión del nitrógeno es proporcionar suficiente para satisfacer las necesidades de seguridad alimentaria mundial y, al mismo tiempo, minimizar el flujo de nitrógeno no utilizado, que es 300 veces más contaminante que el dióxido de carbono, al medio ambiente.

Si bien en muchas regiones hay escasez de nitrógeno disponible para lograr la seguridad alimentaria y nutricional, en otras casi la mitad del nitrógeno fertilizante aplicado en la agricultura se filtra al medio ambiente, con consecuencias negativas que incluyen un aumento de los peligros ambientales, la degradación irreparable de la tierra y la contaminación de los recursos acuáticos.

Este desafío se puede abordar mejorando la eficiencia del uso del nitrógeno, un cálculo complejo que a menudo implica una comparación entre la biomasa de los cultivos (principalmente rendimiento económico) o el contenido/absorción de nitrógeno (rendimiento) y el nitrógeno aplicado (insumo) a través de cualquier abono o fertilizante sintético. Mejorar esta proporción no solo mejora la productividad de los cultivos, sino que también minimiza las pérdidas ambientales a través de un manejo agronómico cuidadoso y ayuda a mejorar la calidad del suelo con el tiempo.

En la actualidad, la eficiencia media global en el uso de nitrógeno no supera el 50%, lo que no llega al 67% estimado necesario para satisfacer la demanda mundial de alimentos en 2050 y, al mismo tiempo, mantener el exceso de nitrógeno dentro de los límites para mantener la calidad aceptable del aire y el agua.

Se vislumbran opciones tecnológicas de vanguardia para el manejo del nitrógeno, aunque a corto plazo la eficiencia en el uso del nitrógeno puede mejorarse para los agricultores, mediante la aplicación de fertilizantes, el uso de fertilizantes de nitrógeno de liberación lenta, el uso de herramientas de precisión para la aplicación de nitrógeno (como el Green Seeker) o la fertirrigación mediante el microriego.

A woman in India uses a precision spreader to apply fertilizer on her farm. (Photo: Wasim Iftikar)
Una mujer en India usa un esparcidor de precisión para aplicar fertilizante en su granja. (Foto: Wasim Iftikar)

Tecnología ideal

Se ha avanzado mucho en el desarrollo de tecnologías para un manejo eficiente del nitrógeno, que junto con una buena agronomía ha demostrado mejorar la cosecha de los cultivos y la eficiencia del uso de nitrógeno con un menor excedente del mismo.

Los científicos están investigando los méritos de la inhibición biológica de la nitrificación, un proceso mediante el cual una planta excreta material que influye en el ciclo del nitrógeno en el suelo. Cuando este proceso ocurre naturalmente, en algunos pastos y parientes silvestres del trigo, ayuda a reducir significativamente las emisiones de nitrógeno.

En 2007, los científicos descubrieron rasgos biológicos de nitrificación en un pariente del trigo y en 2018 lograron transferirlos a una variedad china de trigo de primavera. El resultado inicial mostró una baja productividad y permanece en las primeras etapas de desarrollo, pero los investigadores están ansiosos por evaluar si este proceso puede aplicarse a las variedades comerciales de trigo en el futuro. Si es así, esta tecnología podría cambiar las reglas del juego para alcanzar los objetivos globales de eficiencia en el uso del nitrógeno.

Categorías
Explicativos

¿Qué es la intensificación sustentable?

Para el año 2050, la población mundial podría aumentar a 9.7 mil millones, se espera que la demanda de alimentos aumente en un 50% y la demanda mundial de granos como el maíz, el arroz y el trigo aumenten en un 70%. ¿Cómo podemos satisfacer las demandas alimentarias y nutricionales de una población en aumento, sin consecuencias ambientales y sociales negativas?

La intensificación sustentable es un enfoque que utiliza innovaciones para aumentar la productividad en las tierras agrícolas existentes con impactos ambientales y sociales positivos. Ambas palabras, «sustentable» e «intensificación», tienen el mismo peso.

El CIMMYT lleva a cabo investigaciones sobre intensificación sustentable para identificar formas en que los agricultores pueden aumentar la producción de cultivos por unidad de tierra, conservar o mejorar importantes servicios de los ecosistemas y mejorar la resiliencia a los impactos y estreses, especialmente los debidos al cambio climático y la variabilidad climática.

Por ejemplo, la investigación del CIMMYT sobre la intensificación sustentable en India ha ayudado a formular políticas que aumentan los ingresos de los agricultores y reducen la contaminación y la degradación de la tierra.

¿Cuál es el alcance de la intensificación sustentable?

La intensificación sustentable toma en consideración el impacto en la productividad agrícola general, la rentabilidad, la estabilidad, los riesgos de producción y mercado, la resiliencia, los intereses y la capacidad de los agricultores individuales para adoptar innovaciones. No se limita a las preocupaciones ambientales, sino que también incluye criterios sociales y económicos como la mejora de los medios de vida, la equidad y el capital social.

Se necesitan ciertos métodos y principios para lograr los objetivos de intensificación sustentable. En colaboración con agricultores y otros actores de cambio, el CIMMYT lleva a cabo proyectos de investigación para el desarrollo para probar y escalar una variedad de tecnologías y enfoques que contribuyen a estos resultados. La investigación se centra en la eficiencia del uso combinado de recursos de los insumos de producción de cultivos: tierra, nutrientes de las plantas, mano de obra y agua.

Un ejemplo es la agricultura de conservación, la combinación de diversificación de cultivos, movimiento mínimo del suelo y cobertura permanente del suelo. Un análisis científico internacional ha encontrado que la agricultura de conservación puede —en muchos lugares con diferentes características— desempeñar un papel crucial para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El modelado de cultivos y sistemas, los sistemas de información geográfica, la teledetección, la mecanización apropiada a la escala y el modelado socioeconómico son algunos de los enfoques que contribuyen al diseño y evaluación de alternativas de intensificación sustentable en los sistemas agrícolas actuales.

Figure: Multi-criteria sustainability assessment of alternative (sustainable intensification) and reference systems in the Western Highlands of Guatemala.
Figura: Evaluación de sustentabilidad de criterios múltiples de sistemas alternativos (intensificación sustentable) y de referencia en el Altiplano Occidental de Guatemala.

¿Qué otros ejemplos hay?

Varias intervenciones del CIMMYT tienen como objetivo salvaguardar la biodiversidad y proteger —y en otros casos aumentar— los servicios de los ecosistemas que son vitales para los medios de vida de los pequeños agricultores y la salud de todos. Otros han estudiado el impacto de los paisajes en la diversidad alimentaria y la nutrición. Sin embargo, otros han desarrollado máquinas apropiadas a pequeña escala, lo que permite a los agricultores ahorrar tiempo, costos y mano de obra asociados con la agricultura para aumentar los rendimientos, detener la expansión de la frontera agrícola e invertir en nuevas oportunidades.

¿En qué se diferencia la intensificación sustentable de la intensificación ecológica, la intensificación agroecológica o la agricultura climáticamente inteligente?

La intensificación sustentable, la intensificación ecológica y la intensificación agroecológica persiguen el mismo objetivo general de alimentar a una población en aumento sin consecuencias ambientales y sociales negativas, pero hacen hincapié en diferentes aspectos.

La intensificación ecológica se centra en los procesos ecológicos en el agroecosistema y enfatiza un enfoque de sistemas, además de considerar fuertemente las perspectivas sociales y culturales.

La agricultura climáticamente inteligente y la intensificación sustentable son complementarias, pero la agricultura climáticamente inteligente se centra en el estrés climático, la adaptación y la mitigación.

La intensificación sustentable se puede lograr con una variedad de métodos, incluidos estos conceptos. Es una estrategia entre muchas para la transformación del sistema alimentario mundial.

¿Cuál es la historia de la investigación del CIMMYT sobre intensificación sustentable?

En la década de 1960, la Revolución Verde trajo cultivos de alto rendimiento a algunas regiones de América Latina y el sur de Asia, salvando a millones de personas del hambre. Sin embargo, la Revolución Verde tuvo consecuencias ambientales y sociales no deseadas. Los críticos de la Revolución Verde argumentaron que estas técnicas de cultivo eran altamente dependientes de insumos externos, combustibles fósiles y agroquímicos, causando daños ambientales por el uso excesivo de fertilizantes y agua y contribuyendo a la degradación del suelo.

En la década de 1980, los científicos del CIMMYT comenzaron a poner mayor énfasis en los aspectos ambientales y sociales —como la conservación del suelo y el agua y asegurar la inclusión social de los grupos marginados— reconociendo su importancia para sostener la intensificación de los cultivos en el sur de Asia. Se entendió que la sustentabilidad incluye mejorar los medios de vida de la población rural que depende de estos recursos naturales, además de una mejor gestión de los recursos. El CIMMYT comenzó a llevar estas consideraciones a la base de su trabajo.

Farmers harvest maize cobs.
Las agricultoras Maliamu Joni y Ruth Andrea cosechan mazorcas de maíz tolerante a la sequía en Mbeya, Tanzania. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

¿Estas prácticas son exitosas?

La intensificación sustentable puede impulsar los rendimientos, aumentar las ganancias de los agricultores y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se puede lograr aumentando la eficiencia del uso de nitrógeno, lo que también reduce la contaminación de las aguas subterráneas.

La investigación del proyecto SIMLESA del CIMMYT ha demostrado que las prácticas de intensificación sustentable basadas en la agricultura de conservación condujeron a un aumento del 60% al 90% en la infiltración de agua y un aumento del 10% al 50% en los rendimientos del maíz en Malawi. En Etiopía, los ingresos de los cultivos se duplicaron con la diversificación de cultivos, la reducción de la labranza y las variedades mejoradas, en comparación con el uso de solo una de estas prácticas.

Según una investigación de la Universidad de Stanford, la intensificación agrícola ha evitado emisiones de hasta 161 gigatoneladas de carbono entre 1961 y 2005. La investigación del CIMMYT muestra que India podría reducir casi el 18% de las emisiones agrícolas de gases de efecto invernadero mediante prácticas de intensificación sustentable que reduzcan el consumo de fertilizantes y mejoren el manejo del agua y la eliminación de las quemas. El trigo de labranza cero puede reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura en más del 75% en India y es un 10-20% más rentable en promedio que quemar paja de arroz y sembrar trigo con labranza convencional.

Un estudio del CIMMYT en Science muestra que miles de agricultores de trigo en el norte de India podrían aumentar sus ganancias si dejan de quemar sus residuos de paja de arroz y adoptan prácticas de labranza cero, que también podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la agricultura hasta en un 78% y generar menor contaminación del aire. Esta investigación y la labor conexa de promoción de labranza con la Happy Seeder condujo a una política del gobierno de India en 2018 para impedir que los agricultores quemaran residuos, que incluía un subsidio de 166 millones de dólares para promover la mecanización de manejo de residuos de los cultivos.

El CIMMYT continúa trabajando con actores a lo largo de la cadena de valor, desde los agricultores hasta las organizaciones y empresas nacionales de investigación agrícola, para promover y escalar la adopción de prácticas que conduzcan a la intensificación sustentable.

Foto de portada: Campos irrigados bajo agricultura de conservación en la estación experimental CENEB del CIMMYT cerca de Ciudad Obregón, Sonora, México. (Foto: CIMMYT)

See our coverage of World Food Day 2020.
Vea nuestra cobertura del Día Mundial de la Alimentación 2020.
Categorías
Explicativos

Granos enteros

Los lineamientos más recientes sobre una dieta balanceada proporcionados por la Organización Mundial de la Salud y otras autoridades internacionales de alimentación y nutrición recomiendan que la mitad de nuestra ingesta diaria de granos provenga de granos enteros. Pero, ¿qué son los granos enteros y dónde se pueden encontrar?

¿Qué son los granos enteros?

El grano entero o grano de cualquier cereal está compuesto de tres partes comestibles: el salvado, el germen y el endospermo.

Cada parte del grano contiene diferentes tipos de nutrientes.

  • El salvado es la piel externa de múltiples capas del grano comestible. Es rico en fibra y también proporciona antioxidantes, vitaminas B, minerales como zinc, hierro, magnesio y fitoquímicos – compuestos químicos naturales que se encuentran en plantas que se han relacionado con la prevención de enfermedades.
  • El germen es el núcleo de la semilla donde ocurre el crecimiento. Es rico en lípidos y contiene vitamina E, así como vitaminas B, fitoquímicos y antioxidantes.
  • La porción más grande del grano es el endospermo, una capa interior que contiene carbohidratos, proteínas y pequeñas cantidades de vitaminas y minerales.
The grain or kernel of maize and wheat is made up of three edible parts: the bran, the germ and the endosperm. (Graphic: Nancy Valtierra/CIMMYT)
Los granos de maíz y de trigo están compuestos por tres partes comestibles: el salvado, el germen y el endospermo. (Gráfico: Nancy Valtierra/CIMMYT)

Un grano entero no es necesariamente un grano completo.

El concepto se asocia principalmente con productos alimenticios, que a menudo no se elaboran con granos completos – sin embargo, no existe una definición única y aceptada de lo que constituye un grano entero una vez que se han eliminado partes de él.

Sin embargo, en términos generales, un grano procesado se considera «entero» cuando cada una de las tres partes originales (el salvado, el germen y el endospermo) aún están presentes en las mismas proporciones que el original. Esta definición se aplica a todos los cereales de la familia Poaceae, como el maíz, el trigo, la cebada y el arroz, y algunos pseudocereales como el amaranto, el trigo sarraceno y la quinua.

Granos enteros versus productos de granos refinados y enriquecidos

Los productos de granos refinados difieren de los granos enteros en que algunas o todas las capas externas de salvado se eliminan mediante procesos de molienda, perlado, pulido o desgerminado y les faltan una o más de sus tres partes clave.

Por ejemplo, la harina de trigo blanco se prepara con granos refinados a los que se les ha quitado el salvado y el germen, dejando solo el endospermo. De manera similar, si un grano de maíz se desgermina o decortica (eliminando tanto el salvado como el germen) se convierte en un grano refinado.

El objetivo principal de eliminar el salvado y el germen es tecnológico, para garantizar texturas más finas en los productos alimenticios finales y mejorar su vida útil. El proceso de refinación elimina la variedad de nutrientes que se encuentran en el salvado y el germen, por lo que muchas harinas refinadas terminan siendo enriquecidas o fortificadas con nutrientes adicionales, en su mayoría sintéticos. Sin embargo, algunos componentes como los fitoquímicos no pueden ser reemplazados.

A hand holds grains of wheat. (Photo: Thomas Lumpkin/CIMMYT)
Una mano sostiene granos de trigo. (Foto: Thomas Lumpkin/CIMMYT)

¿Son los productos de granos enteros más saludables que los refinados?

Cada vez hay más investigaciones que indican que los granos enteros ofrecen una serie de beneficios para la salud que los granos refinados no ofrecen.

El salvado y la fibra retrasan la descomposición del almidón en glucosa, lo que permite que el cuerpo mantenga un nivel constante de azúcar en la sangre. Las fibras afectan positivamente el movimiento intestinal y también ayudan a reducir la incidencia de enfermedades cardiovasculares, la incidencia de diabetes tipo II, el riesgo de accidente cerebrovascular y mantener una mejor salud general colorrectal y digestiva.  También hay evidencia que sugiere que los fitoquímicos y minerales esenciales, como el cobre y el magnesio, que se encuentran en el salvado y el germen también pueden ayudar a proteger contra algunos tipos de cáncer.

A pesar de los supuestos beneficios, el consumo de algunos alimentos a base de granos enteros puede estar limitado por la percepción del consumidor de los sabores y texturas. El salvado en particular contiene compuestos de sabor intenso que reducen la suavidad del producto final y se puede percibir que afecta negativamente el sabor y la textura en general. Sin embargo, estas preferencias varían mucho entre regiones. Por ejemplo, mientras que los fideos de trigo en China están hechos de harina refinada, en el sur de Asia la mayoría del trigo se consume en forma de chapatis.

Las palomitas de maíz son otro ejemplo de grano entero altamente popular. Este grano es una fuente de carbohidratos de alta calidad que, consumido naturalmente, no solo es baja en calorías y colesterol, sino que también es una buena fuente de fibra y vitaminas esenciales que incluyen ácido fólico, niacina, riboflavina, tiamina, ácido pantoténico y vitaminas B6, A, E y K. Una porción de palomitas de maíz contiene aproximadamente el 8% del requerimiento diario de hierro, con cantidades menores de calcio, cobre, magnesio, manganeso, fósforo, potasio y zinc.

El maíz hervido y tostado que se consume comúnmente en África, Asia y América Latina son otras fuentes de maíz entero, como es el maíz que se ha remojado en una solución de cal (nixtamalización).  Dependiendo del tiempo de remojo y el método de lavado de los granos nixtamalizados, una porción de los granos utilizados para la molienda aún podría clasificarse como granos enteros.

Cómo identificar productos de granos enteros

Los granos enteros son relativamente fáciles de identificar cuando se trata de alimentos no procesados como el arroz integral o la avena. Sin embargo, se vuelve más complicado cuando un producto está compuesto de granos enteros y refinados o enriquecidos, especialmente porque el color no es un indicador. El pan integral hecho con granos enteros puede aparecer de color blanco, por ejemplo, mientras que el pan integral de granos múltiples se puede hacer principalmente con harina refinada.

En un intento por abordar este problema, el grupo de defensa del consumidor sin fines de lucro con sede en los Estados Unidos, el Consejo de Granos Enteros creó un sello diseñado para ayudar a los consumidores a identificar y seleccionar productos integrales de manera más fácil. A partir de 2019, este sello se utiliza en más de 13 000 productos en 61 países diferentes.

Sin embargo, si un producto se considera integral o no, varía ampliamente entre países y agencias individuales, con la falta de estandarización de la industria, lo que significa que los productos están etiquetados de manera inconsistente. Las palabras como «fibra», «multigrano» e incluso «integral» a menudo se usan en los envases para productos que no son 100% integrales.  La forma más fácil de verificar el contenido de granos integrales de un producto es mirar la lista de ingredientes y ver si las harinas utilizadas se designan explícitamente como granos enteros. Estos se ordenan por peso, por lo que los primeros elementos enumerados son los que están más contenidos en el producto.

Como siguiente paso, un comité dirigido por la Iniciativa de Granos Enteros debe proponer restricciones específicas de cantidad de granos enteros para ayudar a establecer un conjunto de criterios comunes para el etiquetado de alimentos. Es probable que se apliquen en todo el mundo en caso de que las definiciones y regulaciones nacionales no estén estandarizadas.