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Agrónomos, vocaciones y formaciones

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2021, el área de agronomía y veterinaria constituye a penas el 2% de los egresados a nivel nacional. En contraste, el área las ciencias sociales, administración y derecho, representa cerca del 40% de los egresados en el país.

En su anuario para el ciclo escolar 2020-2021, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) confirma esta tendencia al reportar que, de los 855,731 egresados en dicho ciclo académico, solo 16,410 (1.9%) corresponden al área de agronomía y veterinaria. 

Con más de cuatro millones y medio (4,650,783) de unidades de producción en el país, y siendo el agropecuario el tercer sector con mayor número de personas ocupadas (seis millones de acuerdo con el reporte del tercer trimestre 2021 del Observatorio Laboral), se puede advertir fácilmente la gran valía y necesidad que el país tiene de ingenieros agrónomos y otros profesionistas enfocados al sector. 

Ante los desafíos actuales y futuros del campo mexicano, además, es importante cultivar las vocaciones en el área de agronomía y seguir capacitando a los egresados para formar el capital humano que pueda abordar los retos emergentes del campo e impulsar la transformación que necesita para tener una agricultura más sostenible.

“¿Qué significa ser Técnico Certificado en Agricultura Sustentable? Para mí es un logro en mi vida profesional, es mejorar mis capacidades después de la universidad, mejorar día a día ante las nuevas necesidades, porque actualmente es una necesidad cuidar nuestros recursos y por eso hay que evolucionar, hay que cambiar. Yo, lo primero que he hecho es poner en práctica todas las tecnologías que he aprendido en esta certificación porque, para empezar, también soy productora”, comenta Iliana Cauich Uitz. 

Como Iliana, muchos ingenieros agrónomos, biólogos y egresados de otras carreras afines forman parte de las generaciones de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable, un programa formativo al más alto nivel, impulsado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con universidades y organizaciones públicas y privadas de todo el país. 

La pertinencia del curso de Técnico Certificado en Agricultura Sustentable en el panorama del extensionismo en México es clara: “en él hay especialistas que comparten el conocimiento que se ha generado en diferentes regiones del país. Esta es una oportunidad excepcional para adquirir conocimientos vigentes de los diferentes sistemas de producción a nivel nacional”, comenta Abel Saldivia, coordinador de plataformas de investigación y poscosecha del Hub Bajío del CIMMYT. 

Para el CIMMYT y sus colaboradores, la apuesta por una formación vigente y pertinente es una de las mejores formas de reconocer la importante labor de los agrónomos porque, como menciona Cecilia Hernández Aragón, también técnica certificada, “es gracias a programas de capacitación como este que es posible ampliar, reforzar e intercambiar conocimientos y estrategias para nuestra intervención en campo”.  

Te invitamos a conocer más sobre el Técnico Certificado en Agricultura Sustentable en el número 56 de la Revista EnlACe, disponible aquí. 

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El maíz frente al costo de los insumos

El año pasado el precio internacional del maíz alcanzó cifras históricas debido, entre otros factores, a los reducidos inventarios del grano en Estados Unidos, los efectos de los fenómenos climatológicos como La Niña en Sudamérica y, sobre todo, el incremento exponencial de las importaciones de maíz por parte de China para alimentar a su ganado.

2022 plantea un escenario complejo para los granos básicos. De acuerdo con estimaciones más recientes de la FAO (publicadas el 3 de febrero), se prevé que Argentina y Brasil siembren una superficie récord de maíz precisamente por los elevados precios de los cereales. También se prevé un incremento de las existencias de maíz en Estados Unidos y una nueva acumulación de reservas en China, país que estaría disminuyendo su demanda de maíz debido a un aumento de las importaciones de otros cereales forrajeros.

En México “la cadena alimentaria está transitando por retos de transformación después de la pandemia. No queremos que se genere una pandemia de hambruna, por lo cual tendremos que afrontar las alzas en los costos de producción. Vemos que han aumentado notablemente los costos de los combustibles, lo cual va a aumentar los costos de producción y transporte, pero particularmente los costos de los fertilizantes”, señaló el doctor Bram Govaerts, Director General del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), durante la presentación de las “Perspectivas Agroalimentarias 2022”, foro organizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). 

Adicionalmente, “también se avecina una situación compleja por potenciales sequías derivadas del fenómeno de la Niña que hacia la primavera podría repercutir tanto en los productores de temporal como los de riego, quienes tendrán que ahorrar agua para producir más grano por gota”, señaló el doctor Bram Govaerts. 

De acuerdo con el director general del CIMMYT, este entorno complejo también representa oportunidades: “Tenemos prácticas probadas en México que pueden reducir el consumo de agua hasta en 50%, prácticas validadas científicamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para reducir los costos de producción. Tenemos la oportunidad de ser un ejemplo de cómo la producción sustentable puede dar un valor agregado a la industria y a los consumidores”. 

Como ejemplo de la utilidad de implementar prácticas sustentables está el uso del rastrojo como cobertura del suelo. Mientras que al quemar el rastrojo se desaprovechan nutrientes que después es necesario incorporar como fertilizantes (que se tienen que comprar), al mantener el suelo cubierto con estos residuos agrícolas los productores pueden tener ahorros significativos mientras reducen la dependencia hacia algunos insumos. Si deseas saber cuánto valen los rastrojos te invitamos a ver este video, cortesía del Hub Chiapas del CIMMYT, sobre la importancia y manejo de los rastrojos. 

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Agricultura para la Paz, un mecanismo de cooperación internacional surgido en México

Agricultura para la Paz puede convertirse en un importante mecanismo de cooperación y con ello lograr una verdadera transformación de los sistemas de producción y consumo de alimentos a nivel global”, afirmó Martha Delgado, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México mediante un mensaje emitido durante la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules (REC 2022). 

Agricultura para la Paz es una iniciativa del Centro Nobel de la Paz, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada de México en Noruega, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversos colaboradores, surgida a raíz de la conmemoración del 50 Aniversario del Premio Nobel de la Paz otorgado en 1970 al doctor Norman Borlaug —uno de los fundadores del CIMMYT— por su trabajos de mejoramiento de trigo con agricultores e investigadores mexicanos, hecho que permitió salvar a millones de personas de la hambruna alrededor del mundo.

Se trata de un llamado a la acción y al impacto para evitar nuevas crisis alimentarias, una propuesta para transformar la agricultura en un instrumento de paz y desarrollo en todo el mundo en un momento en el que los conflictos, el cambio climático y la pandemia han hecho que el número de personas en riesgo de inanición aumente a más de 45 millones y el desplazamiento forzado global haya superado los 82 millones de personas”, expresó el doctor Bram Govaerts, Director General del CIMMYT, en el mensaje que incluyó intervenciones de representantes de las diversas organizaciones que impulsan la iniciativa. 

“El momento de trabajar juntos y de dar prioridad a la agricultura para construir una paz duradera es ahora. Hemos diseñado, ejecutado y afinado, a través de la colaboración entre Agricultura y el CIMMYT, estrategias de desarrollo sostenible con un enfoque sistémico que facilita la participación de los productores en cadenas de valor más integradas y eficientes. El CIMMYT, su vez, ha comenzado a aplicar y adaptar estas experiencias mexicanas en proyectos de desarrollo en otros países de África, Asia y América Latina. México se siente muy orgulloso de contribuir al codesarrollo de esta plataforma de innovación”, comentó el doctor Víctor Villalobos Arámbula, titular de Agricultura. 

Un ejemplo del impacto internacional de Agricultura para la Paz son las colaboraciones con la Embajada de México en Kenia ―que fomenta la nixtamalización para reducir de 30 a 60% los niveles de contaminación por aflatoxinas, un problema de consideración en aquel país―, la Embajada de México en Etiopía ―donde el 87% de sus trigos vienen de germoplasma del CIMMYT y donde ahora se aprecian los beneficios del Maíz de Alta Calidad Proteica, desarrollado en México― y diversos proyectos en Malawi, Etiopía y Mozambique, donde se ha incrementado hasta 20% el rendimiento del maíz y hasta 135% el ingreso de los productores gracias a estos rendimientos. 

Destaca también el impacto positivo de Agricultura para la Paz en la relación bilateral México-Estados Unidos, donde el 70% de todas las variedades de trigo proviene del CIMMYT ―considerándose uno de los esfuerzos bilaterales más exitosos entre ambos países―. Además, el modelo de cooperación que se ha construido desde México, estrechamente ligado a la iniciativa, constituye una propuesta viable y pertinente para combatir la migración forzada y los efectos del cambio climático en la región.

Los voceros de Agricultura para la Paz recalcaron que México cuenta con la experiencia y con la excelencia científica de instituciones como el CIMMYT para promover y encabezar en el mundo un movimiento que contribuya a lograr una paz duradera desde la agricultura. Exhortaron a los embajadores y cónsules a convertirse en voceros que pueden compartir y hacer llegar el mensaje de la iniciativa a tomadores de decisión para contribuir invirtiendo en ciencia, conocimiento y acciones colaborativas.

La iniciativa Agricultura para la Paz es valiosa por su mirada transversal, apoyada en las capacidades de todas las personas que pueden y deben actuar con urgencia: desde los pequeños agricultores, mujeres y hombres en el ámbito de la ciencia y la tecnología, hasta los gobiernos en el mundo. México es una voz indispensable en esta lucha. La Agricultura para la Paz cuenta con nosotros, cónsules, embajadoras y embajadores de México, para promover esta visión y generar las condiciones adecuadas para lograr su plena instrumentación y el logro de sus objetivos”, concluyó Ulises Canchola, Embajador de México en Noruega. 

Te invitamos a ver el mensaje completo que Agricultura para la Paz presentó durante la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules, 2022.

 

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Calakmul tendrá dos casas de semillas

Para los productores de Calakmul, Campeche, las semillas nativas, o criollas, están en estrecha relación con sus creencias y costumbres. Muchos de ellos, pertenecientes a comunidades mayas, valoran la existencia de estas semillas más allá de la producción. Desafortunadamente, Calakmul carece de un sistema de resguardo y reproducción de semillas nativas que les permita a los agricultores disponer de semilla de calidad, en los volúmenes requeridos y en los tiempos oportunos para la siembra.

Y es que, a pesar de que en Calakmul existe una gran diversidad de semillas nativas de maíz, frijol, calabaza y chile, los diferentes diagnósticos y estudios revelan que las familias tienen dificultades para disponer de ellas. Las consiguen, dicen, “donde pueden y como pueden”, ya sean prestadas o compradas, no importando la variedad y la calidad. Consecuentemente, esto reduce la productividad e implica riesgo de pérdida, degeneración y contaminación de las variedades.

Las casas o bancos de semillas representan una oportunidad para el rescate de la diversidad genética de las semillas nativas, así como para la preservación de los conocimientos y saberes locales, costumbres, gastronomía y otros valores sociales que son importantes para la identidad cultural de los productores de la región. 

En este sentido, durante noviembre y diciembre de 2021, en una acción impulsada por Fondo para la Paz IAP en la que colabora el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se impartieron talleres que forman parte del acompañamiento para la planificación y puesta en marcha de dos casas de semillas en Calakmul —una en la zona sur y otra en la zona norte del municipio—.

En los talleres participaron productores de diferentes comunidades que han asumido el rol de promotores guía de la iniciativa, así como otros productores interesados en formar parte del proyecto para el establecimiento de las casas de semillas. Por esta razón, la capacitación abarcó aspectos como funciones, procesos administrativos y técnicos para la conservación de la diversidad genética de las semillas nativas —desde la colecta hasta el manejo de los lotes de semilla recolectada—.

Cabe mencionar que a través de un proyecto financiado por Groundswell e implementado por Fondo para la paz IAP, se ha logrado conseguir el equipo básico para la puesta en marcha de los bancos de semillas y, a través del CIMMYT, los productores se están formando para iniciar sus colectas, registrar y acondicionar las colecciones de semillas y establecer parcelas de regeneración. También el CIMMYT ha contribuido a la conformación de las colecciones mediante donaciones de semillas de leguminosas tradicionales y cultivos alternativos. 

Con miras hacia el ciclo agrícola primavera-verano 2022, las casas de semillas tienen la tarea de organizar actividades de intercambio y difusión de las semillas nativas durante los meses de abril y mayo. De igual forma, deberán consensar con los socios los volúmenes a guardar para determinar la disponibilidad de semilla que las casas podrán prestar en dicho ciclo. 

Los esfuerzos para establecer casas o bancos de semillas no solo buscan conservar la diversidad genética existente, también implican valiosas experiencias de organización y esfuerzo colectivo para asegurar la disponibilidad de semilla en cantidad y calidad, mejorar las variedades, desarrollar capacidades en manejo poscosecha, enfoques agroecológicos y otras innovaciones que le permiten a los productores incrementar sus rendimientos y, consecuentemente, mejorar la seguridad alimentaria de sus familias. 

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Una agricultura basada en valores

Culiacán, Sin.-Cambiamos de mentalidad, sentimos la satisfacción de ser menos contaminantes, no desaparecimos como agricultores; al contrario, nos fortalecimos, estamos más adaptados a las nuevas necesidades y los problemas se van superando con el acompañamiento técnico. Entonces el proyecto se trata de valores: yo ya no me atrevería a usar un pesticida o un producto contaminante que afecte a los seres humanos o al ambiente, buscaría otra alternativa, entonces ya es un cambio de valores”, comenta Leopoldo Alejandro Gutiérrez Arroyo al referirse al proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable en México.

Leopoldo Gutiérrez es un productor de Culiacán, Sinaloa. Cuenta con más de 35 años de experiencia en la agricultura y comenta que fueron las condiciones climáticas que dificultaban cada vez más el cultivo del trigo lo que lo hicieron optar por el maíz: “la mayor parte del valle se convirtió de trigo a maíz por ese fenómeno. La agricultura genera incertidumbre porque no depende solo de nosotros, también dependemos del clima, dependemos de la naturaleza. Así que el hecho de verse acompañado en cuestión de la asistencia técnica hace que uno tome mejores decisiones y no estar tan angustiados”, menciona en referencia al acompañamiento técnico que le brinda el proyecto.

Apoyo al Abastecimiento Responsable en México es un proyecto de la compañía Kellogg que cuenta con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la participación de diversos actores clave de la cadena de valor: “A través de Grupo SACSA nos incorporamos al proyecto de Kellogg. En su momento nos interesó que se trata de una agricultura por contrato con una empresa seria; además nos ofrecieron asistencia técnica para mejorar la producción, pero posteriormente nos dimos cuenta de que pudimos migrar a una agricultura más sustentable, más armoniosa con el medioambiente. Ahora que ya estoy dentro de esto me doy cuenta”, comenta Leopoldo.

“La forma convencional en que hacíamos la preparación del terreno implicaba mover mucho la tierra y ahora vemos que eso no es necesario. Usábamos pesticidas que no son… digamos bondadosos con el ambiente; el manejo lo hacíamos de acuerdo con la experiencia de cada quien, y ahora pues ya migramos hacia una agricultura con más metodología, más ambientalista. Definitivamente esto es cuestión de valores. Cada vez tendemos a ser más cuidadosos con el ambiente y resulta que es más rentable porque utilizamos menos químicos”, manifiesta el productor.

Para el señor Leopoldo las prácticas sustentables también se reflejan en su economía: “nos ahorramos en maquinaria, combustibles, nos ahorramos en agroquímicos, nos ahorramos en fertilizantes. Si le pongo un porcentaje pues debe estar entre el 20 y el 25% de ahorros. Entonces ahora producimos con mayor calidad y lo hacemos con un menor costo porque hacemos labranza mínima, nuestra maquinaria se desgasta menos; además nos enseñan a hacer un manejo más integrado de las plagas e incluso optimizamos el uso de los fertilizantes. Hemos participado en talleres para aprender a usar nuevos equipos especiales para esta labranza, también hemos recibido, sin ningún costo, cursos de fertilización, cursos de comercialización y también de manejo de plagas”.

Finalmente, el señor Leopoldo comenta que el proyecto ha impulsado una relación de confianza con la empresa, “una relación con valores, más humana y con un contrato confiable en que hemos aprendido a obtener producto de calidad de acuerdo con lo que necesita la empresa; recibimos asistencia técnica y la hemos aprendido a utilizar para satisfacer las nuevas necesidades de alimentos de la humanidad.  Estos son valores, es un cambio: la importancia que tiene el medioambiente, la importancia que tiene una buena alimentación con buenos productos”. 

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Se realiza Primer Simposio Internacional en Agricultura Sustentable

Baja California.- El Primer Simposio Internacional en Agricultura Sustentable organizado por el Instituto de Ciencias Agrícolas (ICA) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, marca el inicio de una serie de eventos de capacitación y actividades de investigación en la región Noroeste de México para impulsar la adopción de prácticas agrícolas sustentables que permitan transitar hacia una agricultura rentable y respetuosa con los recursos naturales. 

El encuentro se realizó este 9 y 10 de septiembre de forma virtual, contó con la participación de técnicos, productores, profesores y estudiantes de Baja California y otros estados.  El objetivo del simposio y de las futuras actividades enmarcadas en esta colaboración buscan que los sectores público, privado, social y académico sumen esfuerzos para “atender las necesidades y problemáticas propias de la región y generar soluciones de impacto que ayuden al mejoramiento de la sociedad”, comentó la doctora Gisela Montero Alpírez, vicerrectora de la UABC, campus Mexicali, enfatizando en que el simposio suma al objetivo de la universidad de difundir el conocimiento e incentivar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación en el estado. 

Baja California es uno de los cuatro principales estados productores de trigo del país —en el Valle de Mexicali se cultiva más de la mitad de la producción estatal—, pero la rentabilidad del cultivo, y de la actividad agrícola en general, ha disminuido por una reducción de los rendimientos atribuible al desgaste de las tierras de cultivo y a los altos costos de producción bajo el sistema de labranza convencional que predomina en la zona.

Ante este contexto, el simposio y la colaboración entre las instituciones que lo hicieron posible extiende el alcance de la Agricultura Sustentable promovida por MasAgro-Cultivos para México —iniciativa impulsada por la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT—. Esta colaboración, además, permitirá que los productores del estado y la región puedan disponer de mejores herramientas para mantener rentable su actividad agrícola ante los efectos del cambio climático y en un contexto de suelos degradados donde es fundamental conservar los recursos naturales.

“Es importante comprender que solo mientras se protejan los recursos naturales se podrá seguir produciendo. Cada vez menos productores van a estar alimentando a cada vez más personas y el uso sustentable de los recursos es lo único que va a garantizar que podamos lograrlo. Solo los agricultores con su esfuerzo, y con el apoyo de la investigación científica y de la academia, podrán hacer esto realidad”, comentó al respecto Juan Manuel Martínez Núñez, representante estatal de la Secretaría de Agricultura en Baja California. 

Por su parte, Daniel González Mendoza, director del ICA de la UABC, comentó que el simposio surge a partir de “la búsqueda de alternativas tecnológicas que fomenten el equilibrio en el uso de fertilizantes y un manejo integrado de plagas y enfermedades”. Mencionó que a través del encuentro propiciado por investigadores de la UABC en vinculación con el CIMMYT se fomenta la interacción entre los investigadores “para llevar a los agricultores las ventajas de sembrar bajo las directrices de una Agricultura Sustentable que impacte en la generación de un campo saludable y rentable en beneficio de la población”. 

Aunque la pandemia ha hecho que los espacios para el intercambio de conocimiento sean mayoritariamente virtuales, también se sigue apoyando directamente en campo a través de una infraestructura física que es producto de la colaboración interinstitucional, señaló el doctor Jelle Van Loon, representante del CIMMYT, quien mencionó que en la región “se cuenta con una plataforma de investigación —la plataforma Mexicali Baja California, instalada con la UABC— y se trabaja con puntos de maquinaria especializada en Agricultura Sustentable”. 

Agricultura de Conservación, Manejo Agroecológico de Plagas, Manejo Integral de Malezas y Manejo de la Fertilización en los Cultivos de Maíz y Trigo fueron las temáticas que se trataron en este simposio, el cual contó con la participación de especialistas como la doctora Nele Verhulst, coordinadora de investigación estratégica del CIMMYT; el doctor Edgardo Cortez Mondaca, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); el ingeniero Bartolo González, quien impulsa proyectos de Agricultura Sustentable en Guanajuato en colaboración con el CIMMYT y el gobierno estatal; y doctor Iván Ortiz-Monasterio, investigador del CIMMYT. 

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El legado de dos premios Nobel en favor de pequeños agricultores

Texcoco, Edo. Méx.- La adopción de prácticas sostenibles y efectivas en la producción de maíz permite disminuir costos, pero, sobre todo, proteger la calidad de vida de los productores del campo y la calidad de los recursos vitales para la agricultura, como el agua y el suelo que, frecuentemente, se degradan o contaminan por la aplicación excesiva de pesticidas. 

En el marco de la iniciativa Agricultura para la Paz, parte de la conmemoración del 50 aniversario del Premio Nobel de la Paz que recibió el fundador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el doctor Norman Borlaug, junto con Provivi®, la startup de innovación agroecológica liderada también por la laureada Nobel de Química 2018, profesora Frances Arnold,  se anunciaron las primeras actividades de proyectos acordados y en planeación para evaluar y promover  prácticas y tecnologías amigables con el medioambiente que permiten controlar la plaga del gusano cogollero del maíz capaz de ocasionar pérdidas de más de 60% de rendimiento. 

Los dispensadores de liberación prolongada de feromonas de confusión sexual Provivi FAW®, son una herramienta dentro del Manejo Agroecológico de Plagas que permite disminuir el número de aplicaciones para cogollero durante el ciclo del cultivo, reduciendo así la exposición de los seres vivos, del suelo y del agua, a químicos nocivos”, señaló el ingeniero Carlos Uribe Gómez, Director comercial Provivi® México y Estados Unidos. 

Para asegurar el uso adecuado de los dispensadores de feromonas de confusión sexual, Provivi® participará en las actividades de investigación y capacitación para la adopción de las prácticas agrícolas sostenibles que promueven el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) a través de proyectos de desarrollo integrado de sistemas alimenticios como Cultivos para México. La nueva alianza contribuye a los esfuerzos en sanidad de plantas de Un Solo CGIAR y fortalece la capacidad de respuesta de excelencia del CIMMYT.

El Manejo Agroecológico de Plagas es un área de investigación aplicada al desarrollo sostenible de los sistemas de maíz en la que la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT han tenido mucho éxito gracias al extenso conocimiento que tienen los productores mexicanos de insectos como el gusano cogollero y a su capacidad de innovación para la mejora continua de sus prácticas productivas”, señaló el doctor Bram Govaerts, Director General a. i. del CIMMYT. 

El acuerdo de colaboración celebrado entre el CIMMYT y Provivi® considera, además, la evaluación de tecnologías para el control de las aflatoxinas del maíz en las plataformas de investigación y módulos demostrativos de las redes de innovación que el organismo internacional de investigación pública sin fines de lucro ha consolidado en México con el apoyo del Gobierno Federal y de decenas de colaboradores de los sectores público, privado y social. 

 

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2020, un año de transformación

Texcoco, Edo. Méx.- La crisis mundial por la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas agroalimentarios y la necesidad de renovarlos a través de la ciencia a fin de que la sociedad disponga siempre de dietas asequibles, suficientes y saludables producidas de forma sustentable, señala el Reporte Anual 2020 del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) publicado recientemente. 

El informe reúne los avances de la comunidad del CIMMYT durante 2020: desde la consolidación de MasAgro-Cultivos para México hasta el lanzamiento histórico de cultivos biofortificados en Nepal, el reporte brinda datos y testimonios de cómo la investigación colaborativa del CIMMYT impactó a nivel global en un año tan crítico y decisivo año en que la resiliencia, la renovación y la transformación han sido fundamentales.

A nivel global, y solo como ejemplo de los esfuerzos realizados, durante 2020 se lanzaron 63 variedades únicas de trigo y 48 de maíz —derivadas de la colaboración entre diversos centros de investigación del CGIAR, del cual forma parte el CIMMYT—en África, Asia y América Latina; se publicaron 405 artículos científicos; se hicieron más de 1,500 envíos de semillas de maíz y trigo para investigación a más de 100 países; se caracterizaron genéticamente 79,191 muestras de trigo; y un equipo internacional —dirigido por la Universidad de Saskatchewan y científicos del CIMMYT— secuenció los genomas de 15 variedades de trigo que abren la posibilidad de generar nuevos programas de mejoramiento en todo el mundo.

En el campo específico del mejoramiento del maíz, destaca que durante 2020 se lanzó una nueva categoría de líneas de maíz —llamadas Líneas de recursos genéticos de maíz del CIMMYT (CMGRL)—, algunas con tolerancia a la sequía durante la floración y el llenado de granos (cinco líneas adaptadas subtropicales) y otras resistentes al complejo de la mancha de asfalto (cuatro líneas adaptadas tropicales). 

En Etiopía, Kenia, Zimbabue, China, India, Nepal, México y otras latitudes, la comunidad del CIMMYT y sus colaboradores han trabajado intensamente durante 2020, particularmente para desarrollar medidas de prevención y contención de las amenazas de enfermedades que enfrentan los sistemas agroalimentarios globales. 

En el camino hacia estos objetivos, las herramientas informáticas y de análisis de datos han sido fundamentales y por eso destaca también el Premio a las Aplicaciones Innovadoras en Analítica 2020 (IAAA), otorgado al CIMMYT, la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), y el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), que describe el sistema de monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje de MasAgro-Maíz para México.

Los invitamos a leer el informe que está disponible en: https://annualreport2020.cimmyt.org.

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Sustituyen fertilizantes químicos con estiércol de bovino

San Pedro, Coah.- La Comarca Lagunera (Coahuila y Durango) es considerada la cuenca lechera más importante del norte de México, cuenta con alrededor de 450 mil cabezas de ganado bovino que demandan una alta cantidad de granos y forraje para su alimentación y que a su vez producen anualmente cerca de un millón de toneladas de estiércol. Con estas cifras, ¿cómo es posible hacer que en esta región la producción de forrajes sea sostenible?

La Agricultura de Conservación —sistema sustentable basado en el mínimo movimiento del suelo, la cobertura con rastrojo y la diversificación de cultivos— y el uso de residuos orgánicos (estiércol) como fuente de fertilización son una opción viable y mediata para implementarse en la Comarca Lagunera y lograr que producción de forrajes sea efectivamente sostenible. La aplicación de estiércol en tierras de cultivo proporciona un beneficio ecológico al depositar nutrientes como nitrógeno y fósforo en el suelo (el nitrógeno del estiércol se encuentra principalmente en forma de amoniaco y las plantas lo usan como nutriente).  

Para evaluar este sistema de labranza y compararlo con la labranza convencional de la región —basada en un continuo movimiento del suelo que favorece la erosión—, investigadores de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que colaboran en la plataforma de investigación San Pedro, Coahuila, establecieron un experimento con maíz forrajero antes de establecer el sistema de Agricultura de Conservación, evaluando dos sistemas de labranza (labranza reducida y labranza convencional) y dos fuentes de fertilización (inorgánica y estiércol) —el acondicionamiento en labranza reducida se preparo con rastreo doble y la labranza convencional se realizo subsuelo, barbecho y rastreo doble—.

En las parcelas con fertilización orgánica se aplicaron 90 toneladas por hectárea de estiércol bovino previo a la siembra de maíz (incorporándose al suelo con dos pasos de rastra). En las parcelas con fertilización química se aplicaron 300 kg de nitrógeno por hectárea (utilizando al sulfato de amonio como fuente). Luego de la cosecha, se evaluó el rendimiento de forraje.

Si bien la siembra de agricultura convencional y de labranza reducida con fertilización inorgánica dieron los mayores rendimientos de materia seca, los rendimientos con fertilización orgánica fueron aceptables para ambos sistemas. La literatura existente reporta que es posible aportar todo el requerimiento de nitrógeno para los cultivos con la aplicación de estiércol, lográndose rendimientos similares o mayores que con el uso de fertilizantes inorgánicos. Por lo que, en el caso del sistema de Agricultura de Conservación y fertilización con estiércol bovino, es necesario aplicaciones adicionales de fertilizantes inorgánicos durante los primeros tres años para ayudar a la liberación del nitrógeno contenido en los residuos de cosechas. 

La reducción de labranza es una necesidad para minimizar la erosión del suelo; sin embargo, se requiere la incorporación de materia orgánica para reducir la compactación. La aplicación de estiércol como fuente de nutrientes y como mejorador de suelo por la aportación de materia orgánica es una opción para el aprovechamiento de los residuos de la industria lechera en la Comarca Lagunera. Además, esto  ayuda a mitigar la contaminación por estos desechos. A pesar de que los rendimientos fueron menores que con las fuentes inorgánicas, la mineralización del estiércol es un proceso relativamente lento por lo que los mejores efectos se esperan a mediano y largo plazo.

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Maíz teotihuacano: sabor y sustentabilidad

México.- Con más de 90 años de operaciones ininterrumpidas, el restaurante La Gruta es parte de los atractivos turísticos de Teotihuacan, en el Estado de México —está ubicado atrás de la Pirámide del Sol, en una gruta de origen volcánico—, pero también es un referente de cómo la sustentabilidad en el sector restaurantero puede generar cambios sociales positivos. 

La idea generalizada de sustentabilidad en el ámbito restaurantero es hacer uso de productos locales y de temporada; sin embargo, La Gruta ha ido más allá: el chef Carlos Cedillo, director operativo del restaurante, impulsó la construcción de una huerta in situ para el entendimiento y fomento de buenas prácticas agrícolas (con la colaboración de la Universidad Autónoma Chapingo), y más recientemente desarrolló un programa para fomentar la producción y el consumo de maíz nativo en el Valle de Teotihuacan, iniciativa en la que ha contado con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Actualmente, La Gruta cuenta con un padrón activo de 30 productores con más de 40 hectáreas de producción de maíz nativo. El restaurante apoya a los agricultores locales con asesoría gratuita (desde la siembra hasta la poscosecha), aprovechando y rescatando en el proceso los conocimientos tradicionales de los productores, los cuales se han fortalecido con el conocimiento científico que los especialistas del CIMMYT comparten con ellos en esta iniciativa que busca asegurar que el maíz con el que se preparan los platillos de La Gruta fue cultivado con las mejores prácticas agronómicas.

Uno de los aspectos más importantes del proyecto es la calidad de la producción. Para esto ha sido fundamental adoptar las tecnologías adecuadas para minimizar el daño por plagas de almacén y hongos. Las tecnologías poscosecha, como los silos metálicos herméticos y el uso de cal micronizada, han sido clave para que los agricultores que participan en el proyecto aseguren que el maíz teotihuacano que se consume en La gruta sea de la más alta calidad. De hecho, esto contribuyó a que el restaurante haya sido distinguido a nivel internacional por sus prácticas sustentables.

Cabe mencionar que esta iniciativa ha propiciado que el tejido social de la comunidad se fortalezca: ante fenómenos como la migración y el abandono del campo que son palpables en Teotihuacan, los jóvenes de la localidad comienzan a ver que el campo es una opción económica viable y rentable para ellos y sus familias, pero también que el cultivo sustentable del maíz se puede reflejar en la mesa de los comensales, contribuyendo a la valorización de la cultura local y de la Agricultura Sustentable.



Este ejemplo de “sustentabilidad a la mesa” fue el motivo de la conversación entre el chef Carlos Cedillo y el doctor Sylvanus Odjo —coordinador de Poscosecha del CIMMYT— durante la quinta sesión de la jornada de conversatorios Platiquemos de Maíz, un esfuerzo conjunto de la Fundación Tortilla y el CIMMYT para acercar el conocimiento científico a la sociedad. Las sesiones se transmiten todos los martes (hasta el 1 de diciembre) a las 6 pm a través de la página de Facebook de Fundación Tortilla y el canal de YouTube CIMMYTCAP.